El Método The Work de Byron Katie como herramienta terapéutica en trabajo social

RESUMEN

Mediante la presente comunicación se expone sintéticamente en qué consiste el denominado método «The Work» o «El Trabajo», creado por la autora estadounidense Byron Katie. The Work se centra en trabajar con aquellas creencias que producen estrés y sufrimiento en las personas, y que paradógicamente contribuyen a anclarlas en las mismas situaciones y problemáticas de las que quieren desprenderse. En base a los resultados obtenidos por la aplicación del método en el campo de la salud mental, publicados por la Universidad de Washington[1], se pondrá de manifiesto su vinculación con el campo de acción del trabajo social, en su dimensión terapéutica, en cuanto a usos y aplicaciones.

[Nota1]    “The Work” of Byron Katie: A New Psychotherapy? Ricardo Hidalgo, LMHC, Mental Health Practitioner & Anil Coumar, MBBS, MA, Director, Mental Health Clinic Hall Health Center. University of Washington. 2012. http://www.padoin.com/thework/anil.pdf

PALABRAS CLAVE

Trabajo Social, Trabajo Social Terapéutico, Método The Work,  Sufrimiento, Byron Katie.

ABSTRACT

Through this communication is synthetically exposed what is called «The Work» or «El Trabajo» method, created by the American author Byron Katie, focused on working with those beliefs that cause stress and suffering on people, and paradoxically contribute to anchor them in the same situations and issues they want to release. Based on the results obtained by applying the method in the mental health area, published by the University of Washington, it will demonstrate its links with the scope of social work in its therapeutic dimension in terms of uses and applications.

KEY WORDS

Social Work, Therapeutic Social Work, The Work Method, Suffering, Byron Katie.

1. INTRODUCCIÓN

El trabajo social es una disciplina que desde sus orígenes se ha servido de los aportes y conocimientos de otras especialidades para llevar a cabo su cometido. Esto ha permitido facilitar su evolución para comprender y analizar la complejidad de los problemas sociales y de los problemas humanos, así como para apoyarse en la construcción de diferentes modelos de intervención, destinados a hacer frente a las dificultades de una realidad social cambiante como la nuestra.

La profesión de trabajo social necesita adaptarse a un contexto de crisis que está generando situaciones de mucha dificultad e injusticia.  En este sentido, se considera muy necesario apostar por formas de intervención de índole terapéutica, que se fundamentan en la relación de ayuda establecida entre el trabajador social y la persona, donde el trabajador social se constituye como el profesional de referencia para orientar el cambio y posibilitar una mejoría en la situación de la problemática individual o familiar planteada[2]. Desde esta visión, se comparte una propuesta metodológica que se utiliza para trabajar con aquellos pensamientos que generan estrés y sufrimiento en las personas, de manera que pueda ser incorporada como una herramienta más en la praxis de estos profesionales, para situaciones concretas en las que las personas deseen profundizar en los temas que las angustian y las paralizan de algún modo.

[Nota2]  Tomás Fernández García (coord). Fundamentos del trabajo social. Editores: Madrid : Alianza, 2009. Pag. 270.

2. VINCULACIÓN DEL MÉTODO THE WORK CON EL CAMPO DE ACCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL

La «ayuda» es la función principal del Trabajo Social, y desde su campo de intervención se atienden demandas de diversa índole, todas ellas muy relacionadas con procesos de escasez, precariedad, sufrimiento o crisis, que afectan a calidad de vida de las personas. Esta diversidad de demandas exige apostar por una actualización permanente[3] de conocimientos, métodos y herramientas para ponerlas al servicio de aquellos colectivos que más lo necesitan.

[Nota3]    El código deontológico en su articulo 44 señala que «El/ la diplomado/a en trabajo social está obligado a dominar la práctica profesional y a mejorarla a través de la formación permanente y la evaluación continua de su trabajo». http://dtsss.ua.es/es/documentos/practicas-externas/codigo-deontologico-de-la-profesion-de-diplomados-en-trabajo-social.pdf

Las personas suelen anclarse en viejos patrones y esquemas de comportamiento aprendidos, no sólo en el seno de sus familias, sino dados por la comunidad y cultura/ sociedad a la que pertenecen. Estos esquemas reciben el nombre de creencias. El contexto influye sobre nuestra mente y nuestra conducta, y esa influencia se produce a través de la interpretación que hacemos del mismo. La interpretación de la realidad difiere de unas personas a otras, y de la calidad de esta interpretación va a depender en gran medida la calidad de vida emocional de las personas, lo cual va a repercutir necesariamente en sus elecciones, aprendizajes, metas y objetivos de vida.

The Work constituye un importante instrumento con el que acompañar y alimentar la relación de ayuda, ya que prepara y predispone a la persona a tomar conciencia y responsabilidad sobre las dificultades que enfrenta, permitiendo generar alternativas de resolución o de cambio,  mediante un  cambio de enfoque en su situación problema. Además también sirve al profesional para trabajarse sus propios pensamientos y creencias estresantes, pues como decía el filósofo: «Nada de lo humano me es ajeno«. Los profesionales también tienen vida personal, y por tanto preocupaciones y problemas que pueden indagar con esta poderosa y sencilla herramienta. En este sentido, Byron Katie señala que «si tú no puedes acabar con la guerra en tu cabeza, no podrás acabar con la guerra en el mundo».

En Estados Unidos los/as trabajadores/as sociales (entre otros profesionales de la ayuda) se sirven del método The Work como herramienta con la que complementar su trabajo diario; de hecho el  plan de estudios correspondiente a la formación como facilitador/a de este método tiene reconocidos una serie de Créditos de Formación Continua (Continuing Education Credit) dirigidos a profesionales con licencia como terapeuta matrimonial y de familia, trabajadores sociales y clínicos, consejeros en las áreas del alcoholismo y la drogadicción, enfermeros, maestros, etc, siendo por tanto, reconocido, como una importante herramienta para emplear en procesos de ayuda.

4. EN QUÉ CONSISTE EL MÉTODO THE WORK

The Work permite a las personas, no sólo identificar y cuestionar sus creencias dolorosas, sino a profundizar en sus proyecciones inconscientes sin ser bloqueado por la vergüenza o el miedo contra la que en general tienen que defenderse. Es un método sencillo, ya que su propia autora lo define como un «proceso que consta de 4 preguntas y 3 inversiones o inquiry».

En primer lugar las preguntas invitan a la persona a reflexionar profundamente acerca de aquello que las daña y el impacto que genera en su vidaY en segundo lugar, a través de la indagación o inquiry, la persona es invitada a invertir o darle la vuelta a esos pensamientos dolorosos, de forma que pueda indagar en ellos y contemplar otro enfoque de la realidad que no se está percibiendo, por el fuerte impacto negativo que le provoca el pensamiento.

En la aplicación del Método The Work diferenciamos 3 fases, tiempos o actos, que se realizan separadamente, en actitud meditativa o de quietud.

PRIMER ACTO:

Byron Katie invita a encontrar o identificar alguna persona o situación sobre la que se tiene una visión o juicio negativo. Sobre esta situación concreta se comienza a trabajar, para lo cual en la primera parte vamos a contestar por escrito una serie de cuestiones que Katie recoge en un instrumento denominado «Hoja de El Trabajo«. Recoger tus pensamientos  y juicios por escrito te permite darte el tiempo que necesitas para identificar lo que realmente te estresa o te daña, sin dar vueltas innecesarias.  Esta hoja está dividida en seis preguntas o apartados para centrar bien la cuestión y tomar los máximos detalles posibles.

Las instrucciones generales para rellenar la hoja serían: «Piensa en una situación recurrente, una situación confiablemente dolorosa o estresante para ti, aunque haya sucedido sólo una vez, y que se repite en tu mente. Antes de contestar cada una de las preguntas a continuación, permítete visitar mentalmente el momento y el lugar del suceso estresante».

Para ilustrar bien cómo se rellena una hoja de El Trabajo, voy a utilizar como hilo argumental e ilustrativo un ejemplo real de una sesión que facilité a una persona, cuya fuente de sufrimiento era que se sentía en la obligación de ayudar a su hermano a salir de la droga.

1. Describe qué o quién te produce dolor, estrés o sufrimiento y porqué (siempre centrándose en esa situación concreta).

Por ejemplo: Estoy deprimida y ansiosa porque tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga.

En esta pregunta, la persona indica la emoción más fuerte que le provoca su juicio (la depresión), sin embargo a la hora de cuestionar esta primera cuestión, vamos a tomar sólo el juicio, no la emoción, es decir, vamos a trabajar con la creencia: «Tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga«.

2. Describe, en esa situación, cómo quieres que esta persona o situación cambie, ¿qué quieres que haga? (De lo que se trata aquí es de ser lo más concreto y claro posible).

Por ejemplo: Quiero que mi hermano no me exija ayudarlo. Que aprenda a solucionar sus propios problemas sin arrastrar de mi.

3. Describe, en esa situación, ¿Qué consejo le darías a esa persona? (Aquí se trata de dar un consejo a la persona o situación que juzgamos, de manera que sintamos que lo va a comprender y que verdaderamente podrá ayudarlo).

Por ejemplo: Mi hermano debería cuidarse. Debería dejar de hacerse daño y de tratar de tapar sus propios problemas a través de sus adicciones.  

4. Para que tú seas feliz en esta situación, ¿Qué necesitas que esta persona piense, diga, sienta o haga? (La persona debe dejar claro aquí lo que ella necesita del otro o de la situación que le daña).

Por ejemplo: Necesito que mi hermano me deje tranquila y respete que yo ahora no puedo ayudarle. Necesito que mi hermano respete mi negativa a acompañarlo en este momento.

5. En esta situación, ¿Qué piensas de esta persona? Haz una lista. (Aquí se trata de poner una serie de adjetivos calificativos a esa persona o situación que nos está haciendo daño).

Por ejemplo: Mi hermano, en esta situación, es: exigente, abusivo y dañino.

6. Señala que hay en o acerca de esta situación que no quieres volver a experimentar nunca más.

Por ejemplo: Nunca más quiero contestar el teléfono de madrugada y encontrar que mi hermano Miguel ha tenido un accidente de coche, está colocado y me pide ayuda.

SEGUNDO ACTO:

En la segunda parte del método, una vez la persona ha cumplimentado su «Hoja de El Trabajo» sobre la situación concreta que le daña, interviene directamente el profesional para facilitar el método, procurando que la persona se sienta acompañada y pueda abrirse a experimentar a través de las cuatro preguntas básicas que conforman esta segunda parte, las cuáles han de formularse secuencialmente, así como ofreciendo a la persona el espacio, el silencio y la escucha necesaria para que pueda entrar en sí misma y responder de manera auténtica, no automática. La persona ha de encontrar un estado de quietud que favorezca que se produzca un verdadero insight[4] a través de la reflexión y de sus propias respuestas.

[Nota4]    Insight es un término utilizado en Psicología proveniente del inglés que se puede traducir al español como «visión interna» o más genéricamente «percepción» o «entendimiento». Se usa para designar la comprensión de algo. Este término fue introducido por la Gestalt.

El profesional va a tomar cada una de las 6 cuestiones reflejadas en la hoja y ayudará a la persona a cuestionarlas una a una, por separado y secuencialmente, teniendo en cuenta que cuestionarlas es aplicarle 4 preguntas y 3 inversiones (al opuesto, al otro/a y a sí mismo/a). El rol del profesional es absolutamente neutro, y no interviene en ningún momento para opinar, mucho menos para sugerir o juzgar lo oportuno del trabajo que está llevando a cabo la persona. Lo máximo que interviene es para aclarar algún punto, en cuanto a la cumplimentación de la hoja, el significado de las preguntas o asuntos similares.

 Las 4 preguntas básicas son:

  1. ¿Es verdad? (Le indicamos a la persona que sólo responda «si» o «no, sin explicación alguna).

Cuando le preguntas a la persona si es verdad aquello que la daña, le permites abrirse, ir a otro nivel. Es decir, esas preguntas puedan ser contestadas por esa sabiduría que la persona lleva dentro, y mediante la cual sólo puede acceder a través de un proceso de silencio y quietud.

Ejemplo. El profesional pregunta: ¿Es verdad que tú tienes que ayudar a tu hermano a salir de la droga? (Mediante esta sencilla pregunta, la persona puede llegar a comprender que ella no tiene que hacerlo, no está obligada, no es su responsabilidad). Esto sólo lo puede ver honestamente si lo cuestiona, y sólo accediendo de esta manera puede integrar nuevas respuestas.

  1. ¿Puedes saber con absoluta certeza que es verdad? (A través de esta pregunta, se le da nuevamente a la persona la oportunidad de responder «si» o «no», sin más).

Esta pregunta se formula cuando en la primera cuestión la persona ha respondido: «si».

Se trata de una nueva invitación que permite un marco de reflexión e interiorización mucho mayor, ya que se le pregunta por segunda vez y de manera mucho más tajante, desafiando a la mente impulsiva, cargada de razones y que mantiene su postura.

Ejemplo. El profesional pregunta: ¿Puedes saber con absoluta certeza que es verdad que tú tienes que ayudar a tu hermano a salir de la droga?

La persona ayudada contestó que No, no tenía que hacerlo. Se dio cuenta.

  1. ¿Cómo reaccionas, qué sucede cuando crees en ese pensamiento?

Con esta pregunta la persona va a descubrir las implicaciones o repercusión que tiene en su vida  tener ese pensamiento. Cómo se trata a sí mismo y a los demás cuando lo tiene. Qué deja de hacer, qué emociones experimenta y cómo afecta a su cuerpo.

Por ejemplo. El profesional pregunta: ¿Cómo reaccionas, qué sucede cuando crees en el pensamiento de que tú tienes que ayudar a tu hermano a salir de la droga?

La persona objeto del ejemplo respondió (resumidamente) que reaccionaba con mucho nerviosismo y desesperanza. A nivel físico sentía mucha presión en el pecho y en la cabeza. Sentía ganas de llorar y de salir corriendo. Se trataba a sí misma de manera muy autoritaria y déspota, exigiéndose dar el 100% en un momento en el que ella estaba al 30%, por su estado emocional y preocupaciones. Observaba con claridad la repercusión que tenía este pensamiento en la propia relación que tenía con su hermano, al cual mentía constantemente y evitaba a toda costa, sin darle a él la posibilidad real de buscar otros apoyos en otros miembros de su familia.

  1. ¿Quién serías sin tú sin el pensamiento? (en esta misma situación)

Con esta pregunta la persona percibe quién sería ella sin ese pensamiento que  la daña, y desde ese lugar se la invita a comunicarse con el profesional.

Ejemplo: Imagínate quién serías tú en esta situación con tu hermano, (o en cualquier otra situación de tu vida diaria) sin el pensamiento de que tú tienes que ayudarlo a dejar la droga?

La persona objeto del ejemplo respondió (resumidamente) que si no se le pasara por la cabeza ni un segundo que tiene que ayudar a su hermano, se sentiría libre, relajada. Estaría de buen humor cuando hablara con él, y con más disposición a compartir algunos momentos juntos. Estaría mas centrada y realizaría más actividades de ocio, y fumaría menos.

La persona puede ver con claridad mediante las preguntas 3 y 4 cómo el pensamiento cambia su estado emocional, y la diferencia entre creer el pensamiento que la acosa, y creer en su opuesto, que la libera. Vivir esto en primera persona suele tener resultados muy liberadores, de hecho en el ejemplo descrito los tuvo.

TERCER ACTO:

La tercera parte del método, consiste en las inversiones, es decir, dar la oportunidad a la persona para experimentar los opuestos a lo que cree que es verdad, y proporcionar además 3 ejemplos concretos y genuinos de cómo puede ser verdad lo opuesto a lo que crees que es verdad.

Para ilustrar bien este apartado, vamos a seguir el hilo conductor del ejemplo con el que hemos ido trabajando.

INVERSIÓN 1 (al opuesto)Invitamos a la persona «X» a que inverta esa creencia que la estresa en primer lugar al opuesto, y que nos de 3 ejemplos genuínos y especificos de cómo puede ser verdad ese opuesto.

Ejemplo: La frase original era «tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga». Ahora se le pide que la inverta al opuesto: «No tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga».

Le pedimos los 3 ejemplos de cómo puede ser verdad que no tengo que ayudarlo a hacerlo:

  • ejemplo 1: él no quiere dejar la droga, no me ha pedido que lo ayude en eso.
  • ejemplo 2: moralmente no estoy obligada a hacerlo, pues ya lo he apoyado muchas veces, sin éxito, y yo también tengo mi propia vida y problemas que atender.
  • ejemplo 3: yo soy la hermana pequeña, y mis hermanos mayores están más predispuestos a apoyarlo, por tanto no tengo porqué asumir eso ahora, hasta enfermar.

INVERSIÓN 2 (al otro)Cuando la persona invierte al otro, lo que hace es colocarse ella en el puesto del otro, y colocar al otro en su puesto. Vamos a verlo más claro con el ejemplo:

Ejemplo: La frase original era «tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga». Ahora la invertimos al hermano: «Mi hermano tiene que ayudarme a mi (a dejar la droga[5]».

[Nota5]   Aclaración: La droga, en tanto que adicción, puede ser interpretada como la adicción que tiene la persona del ejemplo propuesto de ayudar a su familia, aún a pesar de su propia salud.

  • ejemplo 1: mi hermano tiene que ayudarme a dejar los ansiolíticos y los antidepresivos que tomo desde hace un par de años.
  • ejemplo 2: mi hermano ha aceptado en otras ocasiones que yo no estaba preparada para ayudarlo, ya que incluso he enfermado y he tenido que ingresar en salud mental, por este motivo él tendría que ayudarme.
  • ejemplo 3: mi hermano es mayor que yo, y por tanto está obligado a ayudarme a mi.

Con esta inversión la persona «X» se libera un poco de su nivel de exigencia y se da cuenta de que es igualmente verdad que ella tiene que ayudar a su hermano, como que él tendría que ayudarla a ella. Esto le facilita ver cómo ella se coloca en una situación de mayor vulnerabilidad al exigirse estar ahí cuando no puede hacerlo ahora, por su perfil y características en este momento. Ver que su hermano también tendría que hacerlo y no lo hace, la hace sentirse menos culpable o responsable de él, por tanto la libera.

INVERSIÓN 3 (a sí misma): Cuando la persona invierte el pensamiento a sí misma, se coloca a ella misma en todas las posiciones posibles frente al problema, es decir, puede hacerse consciente de lo que ella tiene que darse a sí misma, que es lo único verdaderamente manejable para ella aquí y ahora. Veamos el ejemplo:

Ejemplo: La frase original era «tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga». Ahora la invierte a sí misma: «Tengo que ayudarme a mi misma a salir de la droga».

  • ejemplo 1: Yo también tengo que ayudarme y apoyarme a mí misma para reducir el consumo de ansiolíticos, estando tranquila, viviendo mi vida un poco al margen de la de mi familia.
  • ejemplo 2: Yo tengo que ayudarme a mí misma a no caer en una depresión mayor (como la que tuve hace unos años y que me llevó a un intento de suicidio), por tanto tengo que ayudarme con esta droga que es mi familia, a alejarme prudencialmente de ella.
  • ejemplo 3: tengo que ayudarme a dejar la droga de hacerme responsable de todos los problemas que padecen mis hermanos, la droga de querer ser siempre la imprescindible, ya que de otro modo parece que no valgo lo suficiente, a mis ojos.

Una cuestión destacable en todo este proceso es que cuando la persona no está familiarizada con el método, y por tanto no tiene una apertura mental suficiente para experimentar los opuestos a lo que cree que es verdad y vivir sus ejemplos, el profesional puede apoyarle dándole algún ejemplo específico que ha percibido sobre su historia, siempre desde el respeto y pidiéndole permiso para intervenir. Por ejemplo se le puede decir: «Yo tengo un ejemplo de cómo tú tienes que ayudarte a ti misma en esta situación con tu hermano, ¿Quieres escucharlo?» Y si la persona responde afirmativamente le damos nuestro ejemplo. Puede que lo tome o que considere que no va con ella. Eso no importa, lo importante es que se vaya desbloqueando poco a poco y abriéndose al proceso.

5. CONCLUSIONES

Parece ser que en contextos tan cambiantes como los que estamos atravesando, los profesionales de la ayuda han de comprometerse de manera decidida por formarse en todas aquellas herramientas y métodos con los que pueda hacer frente a toda la problemática derivada de estas nuevas situaciones de crisis. En este sentido, The Work constituye un importante instrumento con el que acompañar y alimentar la relación de ayuda, ya que prepara y predispone a la persona hacia el cambio de enfoque en su situación problema. De igual modo, uno de los aspectos más relevantes que proporciona es que al tratarse de una herramienta que permite a la persona trabajarse a sí misma, el propio profesional la puede emplear para realizar su autotrabajo, lo que va a redundar en una mejora de su calidad de vida y de la calidad de su trabajo.

6. BIBLIOGRAFÍA

  • Código deontológico de trabajo social. (2012). Consejo General del Trabajo Social. Madrid.
  • De Robertis, C. (2003). Fundamentos del trabajo social: ética y metodología. Valencia: Nau Llibres.
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  • Fombuena J. Coord. (2012). «El trabajo social y sus instrumentos. Elementos para una interpretación a piacere. Nau Llibres. Valencia.
  • Gaviria, S. E., Cuadrado G. I. y  López S. M. (2009). Introducción a la psicología social. Editorial Sanz y Torres. UNED. Madrid.
  • Hidalgo, R. y Coumar A. (2012). “The Work” of Byron Katie: A New Psychotherapy?(http://www.padoin.com/thework/anil.pdf) tomado el día 20 de enero de 2014.
  • Katie, B. (2009). Amar lo que es. Barcelona. Ediciones Urano.
  • Katie, B. Mitchell, S. (2009). Mil nombres para el gozo (A Thousand Names for Joy). Barcelona. Editorial La liebre de Marzo, S.L.
  • Molina M. L. y ‎Romero, M. C. (2004). Modelos de intervención asistencial, socioeducativo y terapéutico en trabajo social. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica.
  • Rondón G., L. M. y Taboada G., M. L. (2013). Voces para la ética del trabajo social en tiempos trémulos. Ediciones Paraninfo, S.A.
  • Rojas M. C. (2007). La dimensión terapéutica del Trabajo Social y la protección de los derechos humanos. IV Congreso Internacional – VII Congreso Nacional de Trabajo Social  San José, Costa Rica, 5 a 7 de setiembre de 2007. 2-10-2013.

Autora: Inmaculada Asensio Fernández. Trabajadora Social. Coleg. nº 543.

Comunicación presentada en el I Congreso Internacional de Facultades y Escuelas de Trabajo Social, celebrado en la Universidad de Murcia los días 23, 24 y 25 de Abril de 2014. Todas las comunicaciones y ponencias presentadas en el Congreso se han publicado en un libro bajo el título: EL TRABAJO SOCIAL ANTE EL RETO DE LA CRISIS Y LA EDUCACIÓN SUPERIOR. Editorial Universitas, S.A. 2014.

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Las personas adultas y mayores también sueñan

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Salud Pérez Colomé. Presidenta de la Federación Andaluza de Asociaciones de Aulas Universitarias de Mayores (FADAUM)

La sabiduría y experiencia de una mujer adulta- mayor realizada.

Hoy os quiero hablar de Salud Pérez Colomé, una mujer sabia e íntegra a la que admiro y a la cual aspiro a parecerme cuando sea adulta-mayor, como lo es ella a sus 68 años. Esta mujer es de las que renueva constantemente su contrato con la vida e impregna a los que tiene a su alrededor de un aire fresco y cargado de optimismo.

Salud ostenta el cargo de Presidenta de la Federación Andaluza de Asociaciones de Aulas Universitarias de Mayores (FADAUM). Hace muy poco coincidimos en un Congreso sobre Maltrato al Mayor que se celebró en la Universidad de Almería y, tras convivir los tres días que duró la experiencia, decidí entrevistarla para compartir un poco de su amable visión de la vida en mi blog.

Serían las cuatro de la tarde y nos encontrábamos conversando, saboreando una taza de café. En algún momento de la conversación Salud señala que «los adultos- mayores también sueñan»  ¿Qué querría decir Salud con esto de que los mayores también sueñan?

Todas las personas de todas las edades tienen un sueño común, que es ser importante para alguien. Y cada persona es importante para alguien en la medida en que se rodea de personas que le demuestran que la quieren. Pero para eso también hay que estar abierto, es decir, hay que amar.  Y ¿de qué manera podemos conseguir sentirnos importantes? La respuesta es sencilla: con grandes dosis de generosidad, así como compartiendo con los demás aquellas experiencias por las que vamos atravesando, de forma que puedan quedarse con aquello que les sirva y les impulse en su camino de vida.

“Tu libertad es sagrada y has de aprender a respetarla” –asegura Salud.

Lo que de tu vida diaria no te vale o no te aporta lo suficiente: ¡apártalo! Sobre todo no tengas demasiado en cuenta lo que opinen o puedan pensar los demás sobre tu manera de entender la vida. Tu vida es tu sueño y tienes que realizarlo hasta el final. A este respecto, Salud ofrece diferentes puntos de vista acerca de lo que asegura una buena plenitud de vida a una persona adulta-mayor. Lo primero es tener autonomía económica suficiente para asegurarse una buena calidad de vida durante esta etapa. Qué menos que te premie la vida, cuando seas mayor, con sentirte libre e independiente. Por lo menos que en el tiempo que te quede puedas hacer lo que te dé la gana. Hay que tener en cuenta que un adulto- mayor ha trabajado durante toda su vida, y cuando llega a esta nueva etapa lo que necesita es descansar y realizar todos aquellos sueños que no pudo realizar antes.

Salud conoce el caso de una pareja de personas mayores, amigas de ella y a las que cariñosamente llama “Los amantes de Teruel”. Sobre ellos señala que a pesar de estar enamorados, no pueden vivir su amor con plenitud, porque los respectivos hijos no están conformes con ello; por este motivo llevan su historia de amor de manera clandestina y con sufrimiento ¿Hay derecho a esto? Los hijos deben dejar a los padres vivir en paz, respetarlos.

“La crianza de los hijos es responsabilidad de los padres, no de los abuelos”, asevera Salud. Los abuelos no tenemos por qué hacernos cargo de la crianza de los nietos. Es bonito y enriquecedor tener a tus hijos y a tus nietos cerca, pero también es importante diferenciarse un poquito, pues de algún modo somos individuos. Una cosa es dedicar un tiempo de calidad a tus nietos, jugar con ellos y compartir experiencias, y otra cosa muy distinta es asumir la responsabilidad de su cuidado.  A nivel anecdótico, Salud compartió durante la entrevista una experiencia que vivió con su propio hijo. Al jubilarse ella, su hijo optó por pedirle que se dedicara a apoyar en las labores de crianza de sus nietos, en el horario de trabajo de él y de su esposa; sin embargo Salud tuvo muy claro que ella no iba a asumir esa responsabilidad, dado que quiere vivir dedicada a sus inquietudes, sin más responsabilidades que las que la propia vida le vaya encomendando, sin asumir roles que no le corresponden. Ella ha sabido encontrar la manera de establecer los límites oportunos entre las necesidades familiares de sus hijos y sus propias necesidades de autodeterminación y libertad de decisión, y el resultado ha sido mejorar en suma la relación con todos los miembros de su familia y sentirse ella más satisfecha.

“Yo he trabajado durante 43 años y ahora no sé el tiempo que voy a vivir, pero si es un `telediario´ lo quiero disfrutar” – Con estas palabras Salud contestó a su hijo acerca de su demanda de cuidado a sus nietos, a los que adora.

“Ser adulto mayor es vivir como tú deseas, con total independencia, sin molestar a nadie y haciendo lo que te gusta”. Salud nos recuerda que no hay que tener miedo a decir «no», nunca. No debemos sentirnos coaccionados de ninguna manera. Nuestra vida es nuestra y nosotros somos los protagonistas.

“Cada etapa tiene su momento de gloria”, afirma claramente. Hay algo importante que se les escapa a las personas jóvenes hoy día, y es su creciente interés por las cosas materiales. Esto sucede porque a los jóvenes se les ha querido dar todo lo que los mayores no han tenido, haciéndoles valorar en exceso lo material, con el riesgo de no aprender a vivir con aceptación cada cambio que la vida pone en nuestro camino.

Comenta Salud que se realizó una prueba científica muy curiosa para que los jóvenes pudieran ponerse en la piel de aquellas personas mayores que tienen dificultades físicas. Mediante esta prueba a una persona joven le fueron poniendo todos los elementos que tenía una persona mayor cuando iba perdiendo facultades físicas: se le pusieron unas gafas ahumadas, y no veía bien, se le pusieron unas pesas en las rodillas y no andaba derecho, etc. De este modo los participantes pudieron comprobar los efectos del paso del tiempo en muchas personas mayores, y de este modo tomar conciencia de las necesidades que puede tener este colectivo, y de paso aprender a valorar su propia salud y juventud.

“La vida es una llama que hay que aprovechar mientras está encendida” –dice Salud, y con esta frase se le iluminan los ojos. Aunque determinadas limitaciones físicas pueden ir surgiendo con el paso de los años, también es cierto que tampoco se tiene necesidad de subir las escaleras corriendo para llegar los primeros. Lo que caracteriza a la edad adulta-mayor es justamente la serenidad y la quietud. Todo se vive de forma natural.

En la vida lo importante es como cada persona vaya encajando todas esas historias, y no hay más. Hay que aceptar los cambios, y nuestro físico no es ajeno a esta realidad, pues también cambia. Esto para algunas personas no es fácil de asumir y puede ser duro. Muchas personas que de jóvenes se han sentido atractivas y bellas, y un buen día descubren que ya no despiertan toda esa admiración de juventud, sintiéndose invisibles para otras personas, lo suelen encajar de manera difícil. Salud relata que en su caso fue una bendición poder caminar tranquilamente por la calle sin tener que soportar comentarios -a veces soeces- sobre algún aspecto de su cuerpo.

“Una cosa es aceptar el paso del tiempo, y la otra es abandonarse” –señala con rotundidad. Salud lo tiene claro: es importante arreglarse y verse guapa o guapo. Las personas no nos arreglamos para los demás, nos arreglamos para nosotras mismas, de ahí radica su importancia y su relación con nuestra autoestima. Ir al gimnasio, alimentarse bien, cuidarse, en definitiva, porque eso nos provoca bienestar.

“Las mariposas en el estómago se pueden sentir en cualquier momento de la vida” –asegura entre risas.Hay una serie de creencias generalizadas respecto a la vejez, y una de ellas es que las personas mayores no sienten pasión o deseo. Salud desmiente por completo este tipo de afirmaciones. Al preguntarle cuándo fue la última vez que ella misma sintió mariposas en el estómago, muestra una amplia y agradecida sonrisa y señala: hace muy poco (vuelve a reír a carcajadas). Cada persona tiene su propio modo de vivir los sentimientos y las emociones, de experimentar. Sin embargo el deseo no se pierde nunca y el impulso sexual tampoco, aunque se viva de otra manera. Además, es maravilloso disfrutar del sexo cuando no se tiene ninguna historia.

Vejez y felicidad pueden caminar juntas de la mano, sólo depende de lo positivo que seas. La actitud lo es todo, y sobre todo la autoestima. Recordad que la felicidad no viaja en yate. Se puede ser totalmente feliz desplazándose en bicicleta y sintiendo el aire en la cara, sin más.

¡Ojo con los asuntos inconclusos!

La vida se va renovando constantemente. Es lo maravilloso que tiene. Se puede decir que es una sucesión de eslabones que dan lugar a una larga cadena… estás soltera y quieres tener pareja; tienes pareja y quieres formar una familia; formas una familia y quieres ver a tus hijos crecer, y así sucesivamente, cada uno siguiendo su proyecto de vida. Unos eslabones se van perdiendo y otros se van incorporando.

Hay cadenas livianas y otras que pesan y se arrastran, por asuntos que no hemos cerrado. Hay que quitarse todo eso de encima como sea. La vida se va y esa es la única certeza con la que contamos.

Se puede vivir esta nueva etapa de la vida con plenitud y felicidad. Todo es una cuestión personal y se pueden desarrollar habilidades para ello, pues las habilidades se aprenden. Y la manera de hacerlo es pararse a pensar en lo que se quiere y se desea.

Si por ejemplo te gusta pintar: ¡Hazlo!

Si te gusta cantar y siempre quisiste hacerlo: ¿A qué esperas?

¿Cuantas cosas te gustaría hacer y las vas posponiendo?

Recuerda que no te quedarás aquí para siempre. La vida es finita y eso es lo más maravilloso que tiene, que sabemos que se acaba. Es un bien preciado.

Para finalizar, Salud nos da un último consejo: «No intenten cambiar a nadie. Hay que aceptar a las personas tal como son. Si te gusta más, te relacionas más. Si te gusta menos, te relacionas menos. Las personas no tienen porqué cambiar, todo lo contrario, con los años se reafirman».

***

«Te contaré un secreto, algo que no se enseña en tu templo: los dioses nos envidian. Nos envidian porque somos mortales, porque cada instante nuestro podría ser el último, todo es más hermoso porque hay un final. Nunca serás mas hermosa de lo que eres ahora, nunca volveremos a estar aquí…».

Brad Pitt (Troya)