Si me necesitas, no me iré corriendo. Te ayudaré, te acompañaré

ILUSTRACIÓN DE CHRISTIAN SCHLOE La primera imagen está tomada de: http://www.vintageandchicblog.com/2015/04/las-magicas-ilustraciones-de-christian-schloe-dreamlike-illustrations.html

Ilustración de Christian Schloe. Imagen tomada de: http://goo.gl/sQHv69

“Sílbame, tu sílbame

si te encuentras en peligro sílbame,

tu sílbame y ya voy”

(Willy Fog- Letra de Sílbame).

Cuando nos encontramos ante una situación difícil, problemática o dolorosa, siempre se agradece la mano cálida de una persona que esté cerca de nosotros, sobre todo si estamos desconcertados y perdidos. Esta mano no tiene porqué ser de una persona conocida, ni mucho menos, sino que incluso agradecemos mucho más que se trate de una persona desconocida, y aún así interesada por nuestras cuítas… esto parece que nos devuelve a la realidad de que el mundo es una gran familia y nunca estamos solos, aunque la ilusión de la soledad orbite alrededor de nuestras cabezas de vez en cuando.

La solidaridad es un concepto amplio que engloba un conjunto de acciones de ayuda desarrolladas de manera incondicional. A la vez encontramos que la solidaridad es un aspecto puesto en entredicho una y otra vez en la sociedad de nuestros días, reafirmado en la falta de apertura de las fronteras europeas para acoger a las personas refugiadas que huyen del horror que se está viviendo en sus países.

¿Acaso el mundo es tan pequeño para que no quepamos todos?

Uno de los principales valores de cualquier grupo o comunidad es la solidaridad, en la medida que asegura la supervivencia de la especie. Sin embargo, para ejercerla hay que entrenarla, pues como cualquier otro músculo del cuerpo humano, si no se usa pierde elasticidad, tono y fuerza; y en ese estado de debilidad pierde parte de su cometido: “Ayudar al semejante, aunque sea un completo desconocido”.

Si me necesitas, no me iré corriendo. Te ayudaré, te acompañaré. Te escucharé cuando estés  pasando por un mal momento y necesites sólo a una persona que te haga sentir que no estás sola. Si lo que necesitas no es a una persona, sino a todo un pueblo: no temas. No nos iremos corriendo tampoco. Estaremos aquí para acogerte, para brindarte nuestro apoyo, para ayudarte a luchar por lo que mereces, por lo que es tuyo, por tus derechos y por tu dignidad  (By me).

Una mala experiencia reciente, y no estuve sola

Hace unas semanas he estado en Escocia en un Seminario Europeo de Trabajo Social. Tras la asistencia al Seminario y visitar oportunamente la ciudad de Edimburgo, una compañera del trabajo y yo alquilamos un coche para conocer las famosas “Hight Lands” o Tierras Altas (región montañosa del norte de Escocia).

Yendo de camino en coche a las dichosas Islas, pinchamos en medio de la nada… campo y caballos por un lado, montaña por el otro..;  sin teléfono móvil inglés, casi sin batería en el español y sin saber con exactitud donde estábamos, pues no teníamos GPS.  En medio  de nuestra desesperación, paramos un coche y se bajaron dos tipos para ofrecer su ayuda.  Nos pidieron abrir el maletero para comprobar si había rueda de repuesto, pero no la había. De manera que se despidieron con un saludo seco y marcharon.

Volvimos a parar a otro coche, esta vez a una pareja de novios alemanes que se encontraban haciendo turismo por Escocia. Nos encontraron asustadas y nerviosas, y en seguida nos prestaron su apoyo, su atención, su tiempo, su cercanía y su ayuda. Telefonearon con su propio móvil a la compañía de seguros y se tragaron horas de musiquita y de esperas… hasta que finalmente vinieron los técnicos a reparar la rueda ¡Un total de 5 horas tuvimos que esperar! Y esta pareja a nuestro lado, hasta que se aseguraron que la rueda estaba reparada y que podíamos continuar con nuestro camino.

¿Cuántas personas de las que conoces crees que perderían  5 horas de su vida -estando de vacaciones- para acompañar a dos desconocidas en medio de la nada…?

Yo no conozco muchas –por no decir ninguna, y me apena reconocerlo.

Tammie y Moritz eran dos completos desconocidos, dos personas a las que nunca habíamos visto antes y a las que probablemente no volvamos a ver… salvo que nos hagan una visita en España. Sin embargo no pasaron de largo, no pudieron pasar de nosotras, sino que nos acompañaron y aligeraron nuestra espera, con su compañía y con su apoyo.

Tammy, Moritz e Inmaculadasol

Moritz, Tammy e Inmaculadasol

Gracias Tammy & Moritz. Sois un ejemplo para mí. Me habéis hecho recordar con mucha más fuerza la importancia de no pasar de largo:  SOLIDARIDAD.

Conocer a esta magnífica pareja me ha inspirado a escribir sobre este tema, sobre esa fuerza interna que nos empuja a apoyar al desconocido, aún a pesar de nuestro tiempo, de nuestro dinero, de cambiar nuestros planes en un momento dado… y todo por atender una urgencia que acontece a mi alrededor que no me permite mirar hacia otro lado.

Fruto de esta experiencia me encuentro –si cabe – mucho más despierta a lo que acontece a mi alrededor. Siento mucho más de cerca los infortunios ajenos, y la importancia de rescatar un gesto de ayuda -por pequeño que sea-  frente al sufrimiento o desgracias ajenas.

Curiosamente la solidaridad requiere de altas dosis de empatía -ponernos en el lugar del otro. Y siguiendo a Eduardo Punset y su programa Redes, hay investigadores que apuntan a que la falta de solidaridad entre las personas se debe a no haber experimentado una situación problema parecida,  a la del sujeto que demanda ayuda. Haber atravesado una situación similar facilita que la persona se vea reflejada en ese gran espejo de situaciones non gratas de la vida… y que se decante por echar una mano cuando encuentra a una persona en apuros.

Si yo he experimentado lo mismo, te veo – en toda la escala de colores posibles.

Os dejo el programa de Redes titulado “Existe una moral innata” en el que se aborda el tema de la empatía y el carácter solidario, por parte de investigadores científicos del comportamiento humano.

https://www.youtube.com/watch?v=3h3QUZUSDHA&list=PLw3aAJH_3MoaWL-IsFjz2duqlUHlOBYo_&index=3

«Este mundo es tuyo. Cuídalo en todos los niveles: ecológico, social, cultural, espiritual y emocionalmente. Cuidar es estar disponible para los que están a tu alrededor en tu vida diaria”

Sri Sri Ravi Shankar

Autora: Inmaculada Asensio Fernández.

¿Es necesaria una estrategia integrada de biosocioética?

Mediante esta entrada de blog comparto un artículo sobre bioética recientemente publicado en la Revista «Enfermería Clínica» en el que he participado, titulado: ¿Es necesaria una estrategia integrada de biosocioética?

Breve resúmen ( tomado de: http://www.sciencedirect.com/science/journal/aip/11308621 )

En el artículo se reflexiona sobre la necesidad de apostar por la articulación de una estrategia de ética que incluya dos de los pilares básicos que afectan al bienestar de las personas, como es la atención por parte de los servicios sanitarios y la atención por parte de los servicios sociales.

El objetivo es realizar un acercamiento a la percepción de profesionales de los servicios sociales y sanitarios en Andalucía sobre de la necesidad de desarrollar un espacio de encuentro entre la bioética y la ética de la intervención social, para lo que se ha realizado un estudio observacional, transversal y descriptivo, mediante encuesta a profesionales de los servicios sociales y sanitarios.

Si te interesa el artículo y quieres leerlo al completo, aquí tienes el enlace directo al índice de la Revista, para que lo puedas descargar en pdf:

http://www.sciencedirect.com/science/journal/aip/11308621

* Los autores del artículo son: Federico Alonso Trujillo, Raquel López Medel, Inmaculada Asensio Fernández, Sandra Pinzón Pulido, M. Carmen González Montero.

¿Cuánto tiempo se tarda en preparar una acción formativa?

20130517_100248

EL TIEMPO ES ORO. Hay que aprender a valorarlo.

Cualquier profesional puede ser llamado en algún momento de su carrera a planificar, desarrollar e impartir actividades formativas, y esto exige una preparación mínima para hacerlo con responsabilidad y eficacia.

De la programación y el diseño docente se ha escrito mucho, pero de la duración estimada que implican este tipo de tareas se ha escrito poco o menos, siendo por tanto una labor bastante invisibilizada y poco reconocida, lo que provoca que las personas que contratan a personas formadoras o docentes valoren su trabajo en función del número de horas a impartir, ciñéndose por tanto a la mera exposición rutinaria de contenidos.

chien-prof

Imagen tomada de: http://goo.gl/Fhf82b

Estimar el tiempo necesario para la atención de la docencia implica, por un lado, contabilizar los tiempos necesarios para atender a un grupo de personas -en función del número de participantes- pero inicialmente elaborar la documentación pertinente (manuales), así como la presentación (power point, prezi, etc) y otro tipo de apoyos a las exposiciones (recursos didácticos). Posteriormente se realiza la evaluación de la actividad formativa, pero ésta ha de estar previamente diseñada, lo que conlleva igualmente un trabajo inicial paralelo a la elaboración de temas, manuales y presentaciones.

He consultado algo de bibliografía sobre el tiempo estimado que lleva planificar y diseñar una acción formativa para respaldar de manera técnica lo que comento en esta entrada de blog, concluyendo que la preparación de un curso suele requerir –como poco- emplear el doble de horas de la duración efectiva del curso en cuestión *(Yo afirmo que el TRIPLE).

http://www.aragon.es/estaticos/GobiernoAragon/Organismos/InstitutoAragonesEmpleo/Documentos/10_hya_.pdf

El tiempo de dedicación a la actividad docente incluye:

  • Programación, estudio y análisis de contenido.
  • Preparación del contenido en formato escrito (papel, documentos portables).
  • Realización de presentaciones (power point, prezi, etc).
  • Selección de material audiovisual, textos y demás recursos educativos para facilitar el aprendizaje.
  • Diseñar la evaluación de la acción formativa.
  • Recoger documentalmente los resultados de esa evaluación (memoria).

… Y todo ello bajo un enfoque dinámico, lo que puede hacer cambiar la programación para adaptarla a las necesidades del grupo en cualquier momento del desarrollo de la acción formativa.

La organización de la materia a impartir conlleva, además, la actualización intelectual por parte de la persona docente, lo que implica una mayor dedicación en el caso de actividades formativas dirigidas a personas en activo en momentos determinados de la carrera profesional, y no a estudiantes; con un mayor esfuerzo por parte de la persona docente cuando tiene encomendada la impartición de un curso sobre materias a las que no se dedica profesionalmente, aún contando con la formación específica, requiriendo un mayor esfuerzo inicial en el diseño y preparación de los contenidos.

Muchos piensan que no tiene importancia el material o recursos que escojamos para impartir un curso, pues lo importante es dar la clase, pero se equivocan, es fundamental elegir adecuadamente los recursos y materiales didácticos porque constituyen herramientas fundamentales para el desarrollo y enriquecimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos (afirma Gema María Fonseca Morales, Profesora de Enseñanza Secundaria de la especialidad de Formación y Orientación Laboral -Jefa del Órgano de Coordinación Didáctica- en el I.E.S Francisco García Pavón de Tomelloso, Ciudad Real). http://www.educaweb.com/noticia/2006/05/15/materiales-recursos-didacticos-hariamos-ellos-1233/

“Diseñar una actividad formativa que permita alcanzar los objetivos propuestos, supone, según los expertos, emplear en su preparación al menos, 4 veces el tiempo que dura la exposición rutinaria de la misma”. https://trabajandomasporunpocomenos.wordpress.com/2013/12/10/5-reglas-para-hacer-una-buena-presentacion/

Aunque, como es lógico, va a depender de la experiencia de la persona docente. Pero lo que sí es seguro –aquí hablo en primera persona– es que triplica con creces el tiempo de la duración en horas de la actividad formativa. Sin embargo este tipo de cuestiones no están muy desarrolladas y creo que esto provoca que dentro de los diferentes contextos profesionales haya un desconocimiento que propicia la desvalorización de la labor docente de calidad y comprometida con el desarrollo personal y/o profesional de las personas alumnas.

Señala Gonzalo Álvarez Marañón que «El éxito de una presentación no es fruto del azar ni de las dotes naturales, sino de la planificación y del trabajo duro (…) Y añade que la preparación de una presentación de 45 minutos fácilmente puede llevar, siguiendo un proceso metodológico completo, lógico y ordenado, de 20 a 50 horas. Rara vez menos, rara vez más». (http://www.elartedepresentar.com/2011/05/cuanto-se-tarda-en-preparar-una-presentacion/ ).

Aporto este granito de arena para que cuando pongas en un buscador, por ejemplo google, “¿Cuánto tiempo se tarda en preparar una acción formativa?” encuentres una referencia más que te guíe en el camino, y te sirva para defender a capa y espada la dignidad de tu trabajo como docente.

Por una docencia decente.

Autora: Inmaculada Asensio Fernández

Material de consulta:

  1. http://www.aragon.es/estaticos/GobiernoAragon/Organismos/InstitutoAragonesEmpleo/Documentos/10_hya_.pdf
  2. https://trabajandomasporunpocomenos.wordpress.com/2013/12/10/5-reglas-para-hacer-una-buena-presentacion/
  3. https://www.um.es/c/document_library/get_file?uuid=35e2e6fb-d010-411c-8f4f-4ae97b12ebac&groupId=316845
  4. http://www.elartedepresentar.com/2011/05/cuanto-se-tarda-en-preparar-una-presentacion/
  5. (http://www.educaweb.com/noticia/2006/05/15/materiales-recursos-didacticos-hariamos-ellos-1233/ ).

La pendiente resbaladiza de la maldad

Imagen tomada de: http://fucientom.deviantart.com/art/Maldad-191692872

Imagen tomada de: http://goo.gl/2XJhF4

Hoy comienzo esta entrada de blog utilizando el título del programa número 54 de Redes, que dirige Eduardo Punset.  En este programa se analizan las bases de la maldad en el ser humano, así como se exponen los resultados de una de las investigaciones psicosociales más relevantes en esta materia, llevada a cabo por el Dr. Philip Zimbardo en los sótanos de la Universidad de Stanford.

Uno de los resultados más evidentes del experimento de Zimbardo, es que la capacidad del ser humano para hacer daño a otras personas existe y ha existido siempre, y hay muchas lecturas respecto a este fenómeno. Las personas aparentemente buenas, o que siempre han tenido un comportamiento intachable, bondadoso, solidario, etc… pueden volverse completamente malvadas si se dan las condiciones adecuadas.

Si quieres ver el programa nº 54 de Redes  pincha aquí: http://goo.gl/1VWU1B

EL EXPERIMENTO

¿Hay personas buenas y personas malas? ¿Es la maldad parte de nuestra naturaleza humana?  ¿Qué vuelve malvadas a las personas?

Hace más de 34 años se llevó a cabo «El experimento de la cárcel de Stanford» (1971) que extrajo importantes resultados acerca de cómo el impacto del entorno puede influir en la conducta de una persona, llegando incluso a adoptar conductas verdaderamente malvadas; y no por azar, sino porque en el fondo todas las personas tenemos una parte oculta y perversa que puede aflorar según qué condiciones.

La investigación del Dr. Zimbardo tenía una duración prevista de 2 semanas, pero fue interrumpida a los 6 días de su comienzo, debido a las primeras consecuencias que comenzaron a apreciarse en los participantes y en el propio Zimbardo.

Para  el experimento se escogió a un número de personas que tomarían el papel de carceleros, y otro número de personas que tomarían el papel de presos. El investigador principal tomaría el papel de Director de la prisión. El resultado más inmediato fue que conforme fueron avanzando los días, los presos comenzaron a adoptar conductas cada vez más sádicas hacia los prisioneros (sin haber registrado previamente en su historia personal  ese tipo de comportamiento). Los prisioneros, por el contrario, desarrollaron comportamientos de extrema sumisión hacia sus carceleros. Y respecto al Director de la prisión, Zimbardo, se hizo completamente insensible a las conductas de sus sujetos de estudio, no advirtiendo -en principio- riesgo alguno en continuar con la investigación.

Si quieres leer más sobre el experimento:

http://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_la_c%C3%A1rcel_de_Stanford

¿QUÉ NOS HACE «SER MALVADOS»? 

Hay varios aspectos que favorecen que tengamos comportamientos indeseables o malvados, y el primero de ellos fue expuesto por Zimbardo tras su experimento: la influencia del entorno. Un entorno estresante, agresivo e inadecuado favorece la activación de nuestras capacidades más perversas o dañinas. Sin embargo aún hay más factores condicionantes del desarrollo de estas conductas, como vemos a continuación.

El sentimiento de ODIO

La inercia del odio es corrosiva. Puede arrasar los parajes más bellos de nuestro intorno o interior, enfermarnos y conducirnos involuntariamente por caminos inhóspitos y descarpados.

El odio no entiende de vínculos, respeto, orden, e incluso de equilibrio familiar. Cuando llega intenta anidar en el sujeto, y destrozarlo todo. Una de sus mayores características es que -al que lo porta- lo hace insensible al dolor ajeno.

Cuando el odio se apropia de ti dejas de sentirte libre. Estás poseído por algo que es más fuerte que tú y que anula tu intelecto, tu capacidad de autocuidado y de respeto a los demás. Cuando se odia se entra en un estado que podemos denominar de Discapacidad Emocional, en la medida en que la persona que lo padece tiene serias limitaciones para ver lo bueno que hay en los demás, e incluso en ella misma.

El núcleo de las personas humanas  está compuesto de buenos y malos sentimientos. El amor nos cura y el odio nos enferma. “Es mejor morir de pena que morir odiando a un semejante”. La vida es demasiado corta para quedarte enganchado a una persona o situación a través de ese sentimiento.

Sentirnos VICTIMAS

De víctima a verdugo hay un solo paso. Si me siento víctima, automáticamente me siento legitimada para hacer o decir lo que me plazca, por muy lesivo que sea para otra persona.  Lo paradójico de todo esto es que la postura de victima también nos debilita, pero además nos llena de malos sentimientos y de deseos de venganza o necesidad de resarcirnos respecto al daño que sentimos nos han causado.

El sentirnos dañados o dolidos por cualquier contingencia “ajena” (una decepción, una traición, un engaño, abandono, ruptura…), parece legitimar a quién lo sufre para albergar malos sentimientos en su corazón, y además la acerca a lo que el psicólogo e investigador Philip Zimbardo denomina el Efecto Lucifer.

El efecto Lucifer es tan poderoso que su inercia puede arrastrar a una persona aparentemente sana, incluso dadivosa y con una inclinación clara a ayudar a los demás, a cometer actos terribles, dolosos, vengativos y ruines, en un momento dado de su vida.

Si quieres saber más sobre el efecto Lucifer, pincha aquí: http://www.lucifereffect.com/

La INSCONSCIENCIA

Una persona insconsciente no se da cuenta del alcance de sus actos. Desde una posición de inconsciencia estás privado de sentido para interpretar adecuadamente la realidad de lo que acontece a tu alrededor.

Es como si tuvieras el GPS de tu vida totalmente desorientado, llevándote a destinos erróneos; siendo lo peor de todo esto el hecho de que no ser capaz de darte cuenta de que el destino al que has llegado no es el deseado. Es un estar perdido por la vida.

Si no aprendo de algún modo a hacerme consciente de mis pensamientos y sentimientos, sobre todo en los momentos difíciles o de tensión… puedo caer en la trampa de dejarme llevar por las emociones más destructivas que hay a mi alcance, y cometer actos errados, injustos y lesivos para otra persona.

La conciencia es una luz que permite ver el camino por el que transitamos en cada momento, así como nos permite reconocer a las personas con las que nos vamos cruzando. Da luz a los propios comportamientos, a la interpretación de hechos y recuerdos, a la lectura de lo que aconteció en nuestro pasado, a la toma de decisiones… También nos otorga la posibilidad de reconocer el valor inherente de cada ser humano, por el hecho ser un ser vivo y de estar aquí.

La OBEDIENCIA

Otro aspecto importante que favorece el desarrollo de la maldad es la obediencia. La obediencia ciega a algo o alguien que para la persona represente una autoridad, que la anula para hacerse sus  propios juicios acerca de lo que sucedido. Esto fue estudiado por el psicólogo Milgram (1963), mediante un experimento cuyo fin era medir la disposición de una persona a obedecer las órdenes de una autoridad, aún cuando éstas pudieran entrar en conflicto con su conciencia personal. Obedecer órdenes despóticas e injustas, nos convierte en personas malvadas… lo queramos o no. Y no sólo obedecerlas, sino mirar hacia otro lado cuando otras personas cometan esos actos injustos en nuestra presencia, haciendo daño a otras personas.

Si quieres leer más sobre este experimento de Milgram: https://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram

A pesar de todo lo dicho, aunque una de las capacidades naturales de las personas humanas puede ser la maldad, mi hipótesis es que tampoco somos ansia pura. Si trabajamos suficientemente nuestra conciencia personal y nuestros valores, podremos decidir qué tipo de persona queremos ser, lo que nos servirá de brújula cuando haya algún tipo de tentación a la vista…  Hay que tener en cuenta que somos cuerpos sacudidos por una historia y un sistema creencias y de emociones, que muchas veces nos juega malas pasadas.

Según señala Zimbardo, hay un momento clave en el que una persona azotada y zarandeada por todo ese conjunto de sentimientos negativos, puede decidir pararse y no hacer nada, no actuar desde esa fuerza destructiva. Hay una centésima de segundo en la que decides si tomas un camino o tomas otro. Estos momentos son decisivos, y marcan nuestro talante e ethos en la vida.

La reflexión sobre nuestros actos tiene justamente la función de autoregular nuestro comportamiento.

Esto fue otro de los resultados del experimento de la cárcel de Stanford. Algunas de las personas que tomaron el papel de carceleros, no tenían ningún tipo de conciencia sobre el daño que habían hecho a los que adoptaron el papel de presos, pero una vez interrumpido el experimento, y en un entorno tranquilo y seguro, fueron capaces de reflexionar y darse cuenta de lo que habían hecho. Esto generaría un antes y un después en sus vidas, de eso no cabe duda.

Reflexionar produce un cambio importante en las personas, y se constituye como un ejercicio imprescindible si queremos ser personas íntegras.

En palabras del propio Zimbardo,

“Cada uno de nosotros tiene tres posibilidades:

Ser pasivo y no hacer nada,

Ser malvado,

o convertirse en un héroe”

(Philip Zimbardo)

La misma mente empuja a unos a convertirse en villanos, y a otros en héroes.

Los héroes no piensan en YO, sino que piensan en NOSOTROS.

Los héroes no son superhéroes, sino gente corriente.

Los héroes no son egocéntricos, son sociocéntricos. Su profundo sentido de la responsabilidad les hace actuar para ayudar a otros. Son personas compasivas e integras. Sus acciones luchan o contrarrestan los efectos de las injusticias o de las maldades que observan a su alrededor.

Según Zimbardo, los héroes son personas que actúan cuando la mayor parte de la gente no hace nada (…)  Y la buena noticia –añado yo, es que todos tenemos un héroe o heroína  dentro esperando salir cuando así lo decidamos.

Autora: Inmaculada Asensio Fernández.

Más referencias utilizadas:

http://www.redesparalaciencia.com/wp-content/uploads/2010/04/entrev54.pdf

http://elpais.com/diario/2007/09/03/internacional/1188770409_850215.html

http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-pendiente-resbaladiza-maldad/736047/

http://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_la_c%C3%A1rcel_de_Stanford

http://www.lucifereffect.com/

https://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram