Fortalezas psicológicas al alcance de todo ser humano

Seres anónimos y diversos

Martin Seligman, nacido en 1942, es un psicólogo y escritor norteamericano que se hizo muy famoso por una serie de investigaciones sobre lo que se dio a conocer como Indefensión Aprendida. Sin embargo, los últimos años de su carrera profesional los viene dedicando a la llamada Psicología Positiva, centrada en los aspectos positivos del comportamiento humano.

En esta ocasión, quiero compartir las fortalezas psicológicas –también llamadas de carácter– que se pueden adquirir y/o mejorar con la voluntad personal de hacerlo, y que sirven, en general, para mejorar la calidad de vida de las personas. Esto es así porque sirven para afrontar los desafíos que plantea la vida, y porque mejoran ostensiblemente las relaciones interpersonales, y ambos asuntos aportan paz y bienestar a todos los seres.

Aunque estas fortalezas están al alcance de todo ser humano (todos podemos trabajarlas para tratar de incorporarlas) según sus autores, Peterson y Seligman (2004), hay 5 de ellas que nos definen bastante, y se averiguan realizando el test disponible en la web dispuesta por los autores: www.authentichappiness.org

Paso a compartir la propuesta de Peterson y Seligman, centrada en el desarrollo de veinticuatro fortalezas de carácter, agrupadas en seis grandes virtudes:

1. Conocimiento y sabiduría

En general, hace alusión a fortalezas de tipo cognitivo, que proporcionan al individuo la capacidad para adquirir y usar su conocimiento.

Fortaleza 1. Curiosidad e interés por el mundo.

Fortaleza 2. Deseo de aprender.

Fortaleza 3. Apertura mental.

Fortaleza 4. Ingenio, originalidad y creatividad.

Fortaleza 5. Capacidad de poner las cosas en perspectiva.

2. Coraje

Esta virtud recoge aquellas fortalezas de tipo emocional y exigen fuerza de voluntad para alcanzar una meta u objetivo. 

Fortaleza 6. Valor y valentía.

Fortaleza 7. Perseverancia, diligencia e integridad.

Fortaleza 8. Honestidad, autenticidad y genuinidad.

Fortaleza 9. Ilusión, entusiasmo y energía.

3. Amor y Humanidad

Recoge aquellas aquellas fortalezas interpersonales basadas en el cuidado y acercamiento a los demás. Suponen una interacción positiva con las demás personas.

Fortaleza 10. Amabilidad y generosidad.

Fortaleza 11. Capacidad de amar y dejarse amar.

Fortaleza 12. Inteligencia social.

4. Justicia

La Justicia engloba fortalezas cívicas que promueven una vida social comunitaria saludable.

Fortaleza 13. Sentido de ciudadanía y del deber, lealtad y capacidad para trabajar en equipo.

Fortaleza 14. Equidad y justicia.

Fortaleza 15. Capacidad de liderazgo.

5. Contención o templanza

Conjunto de fortalezas de protección de las personas ante los excesos. Ayudan a expresar las necesidades propias de una forma moderada y teniendo en cuenta el momento adecuado para satisfacerlas.

Fortaleza 16. Perdón y misericordia.

Fortaleza 17. Modestia y humildad.

Fortaleza 18.Cuidado, prudencia y discreción.

Fortaleza 19. Autocontrol y autorregulación.

6. Trascendencia

Aquellas fortalezas emocionales que permiten establecer conexiones más elevadas, profundas y permanentes con otros.

Fortaleza 20. Aprecio de la belleza y excelencia.

Fortaleza 21. Gratitud.

Fortaleza 22. Esperanza, optimismo y visión de futuro.

Fortaleza 23. Sentido de humor y diversión.

Fortaleza 24. Espiritualidad, sentido y fe.

Desarrollar estas fortalezas psicológicas es cuestión de proponérselo, afirman sus autores, y de tomar conciencia del lugar desde el que actuamos: la conciencia es la única que puede ayudarnos a enderezar el aparejo, para llegar hacia donde queremos.

Estas fortalezas se consideran factores de protección frente a la vivencia de situaciones adversas, y una de las más destacadas, yo coincido, es el humor, ya que nos permite la expresión de emociones de una manera positiva y sin perjudicar a las demás personas… Como diría Alex Rovira es el disolvente universal de las preocupaciones.

Inmaculada Asensio Fernández

Los determinantes sociales de la salud

nina laluna.png

Ilustración Nina Laluna, tomada de: https://www.ninalaluna.com/cinco-ilustradoras-historicas/

Desde el punto de vista antropológico todas las personas somos vulnerables, ya que todas sin excepción estamos expuestas a los accidentes, la enfermedad, y la muerte. Sin embargo, hay personas que tienen una mayor exposición a determinados factores de riesgo que las predisponen a estas contingencias (enfermedad, accidente y muerte), más sólo por pertenecer a un grupo de población con unas características y condicionantes culturales y socio económicos determinados. Algunos lo llaman mala suerte, otros lo llaman fatalidad o ruina…, yo me inclino por nombrarlo DESIGUALDAD.

Es importante conocer estos factores para tomar conciencia de las consecuencias que arrastra el desarrollo del modelo político- económico predominante, centrado única y exclusivamente en el enriquecimiento de una parte de la población, permitiendo o mirando hacia otro lado cuando las situaciones de desventaja social muestran su peor cara.

Allá por el año 1998…

Recuerdo una tarde en época de exámenes, mientras estudiaba en la Universidad, que estaba pasando unos días en casa de una compañera de clase gaditana. Me gustaba mucho estudiar con ella porque –como se suele decir en el argot estudiantil- era una EMPOLLONA, y siempre pensé que se me podía pegar algo de ella en ese sentido (risas). Además, valoraba mucho su esfuerzo, ya que su madre era viuda y pensionista y no podía pagarle la estancia en Granada, de manera que pasaba la mayor parte del año viviendo con una persona mayor, a través de un programa universitario, para no pagar alquiler ni gastos, aunque en estos meses cercanos al verano estaba viviendo en un pequeño apartamento.
Esa tarde se acercó otra compañera de clase a visitarnos y surgió el tema de si la cuna condiciona la calidad de vida de las personas, esto es, hasta qué punto el lugar donde nacemos (familia, barrio, ciudad, país o continente) puede condicionar el tipo de vida que vamos a tener. En aquellos años era estudiante de 2º curso de Trabajo Social, las tres contertulias lo éramos, pero dos pensábamos que sí, que la cuna era bastante decisiva, y la tercera pensaba que no, que la calidad de vida dependía de tu esfuerzo y dedicación al estudio y al trabajo, así como de tus aptitudes, y no tanto por la situación de procedencia.
No se me olvida esa conversación porque, de las tres personas, dos proveníamos de familias numerosas y humildes, y la tercera era hija única y provenía de una familia muy acomodada. Ante esta pregunta no fuimos capaces de encontrar las bases para un razonamiento común, y aquella conversación –basada en opiniones y experiencias- quedó a medias.

La Organización Mundial de la Salud ha proporcionado algunas respuestas
Hoy día sabemos que hay una serie de factores que determinan en gran medida la calidad de vida de las personas, y están respaldados con informes técnicos e investigaciones científicas. Sin ir más lejos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que hay unos determinantes sociales de la salud relacionados con factores económicos, sociales y culturales, tanto a nivel micro, la situación de una pequeña comunidad, como a nivel macro- estructural, es decir, las grandes desigualdades que tienen dividido el mundo.

“Los factores psicosociales y ambientales a los que vivimos expuestos desde nuestra niñez marcan nuestra vida, aunque siempre hay honrosas excepciones a esta norma”.

Estos determinantes sociales son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud (sus posibilidades de acceder a cotas aceptables de bienestar, la genética o programación biológica heredada de sus padres, su posibilidad de acceder a un buen empleo, sus condiciones de vida en términos de hábitat, la calidad de sus relaciones y vínculos emocionales con su entorno, su soporte social y familiar, su estilo de vida y sus decisiones, sus posibilidades de acceso a servicios sanitarios…); y son el resultado de las políticas relacionadas con la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local.

“El 0,7% de la población mundial (34 millones) tiene el 45,2% de la riqueza global”.

Además, durante la celebración de la 62ª ASAMBLEA MUNDIAL DE LA SALUD se reconoció que millones de niños del mundo entero no logran desarrollar todo su potencial, y que invertir en ayudas amplias al desarrollo en la primera infancia, accesibles para todos los niños, es un paso fundamental hacia la consecución de la equidad sanitaria durante toda la vida.

La mejora de las condiciones sociales de vida de las personas depende directamente del desarrollo de políticas sociales dignas y justas. La salud, que ha sido definida por la OMS como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades, es un bien al que aspiran todas las personas que forman parte de las sociedades denominadas como ´desarrolladas´ o ´avanzadas´, es decir, las que aglutinan mayormente los recursos y la riqueza mundial.

Incluso dentro del mismo país, de la misma región y de la misma ciudad, hay grandes diferencias entre unos barrios y otros, entre unas familias y otras, y todo ello dado por la situación socio-económica, por el nivel de instrucción y por la red de apoyo familiar que se da entre unas y otras, lo que produce desigualdades en términos de oportunidad: desventajas.

Ahora que han pasado 21 años desde aquella tarde de estudio en casa de esta buena y empollona compañera, me reafirmo mucho más en estos cuestionamientos, ya que 17 años de ejercicio profesional como trabajadora social, más todos los años de experiencias personales y de conocimientos académicos acumulados me han permitido descubrir que hay situaciones sociales de las que es difícil escapar. Hoy mismo, sin ir más lejos, está naciendo en mi ciudad (o en cualquier otra de este planeta) algún niño o niña en condiciones de precariedad y pobreza que no podrá escapar a las inclemencias de su situación, y repetirá un patrón familiar que la conducirá a reproducirse en las mismas condiciones y con las mismas carencias y déficits de por vida.

Y sí, hay casos de personas que logran escapar de toda esa inercia familiar, personal y social, pero son casos que no suponen ni mucho menos la norma. Algunos lo llaman buena suerte, otros lo llaman milagro o prodigio…, yo me inclino por nombrarlo RESILIENCIA.

De este modo, claro que la cuna condiciona… por supuesto que sí.

Inmaculada Asensio Fernández

Creación del proyecto de vida social para la jubilación en la Administración Andaluza

creacion proyecto vida social

Cabecera de mi aportación al Manual de Preparación a la Jubilación de la Admón. Andaluza

Desde el año 2014 al 2018 he venido colaborando como profesora del Instituto Andaluz de Administraciones Públicas en diferentes acciones formativas, entre las que encontramos el Curso de Preparación para la Jubilación en la Administración Andaluza, que desarrolla la Junta de Andalucía para sus empleados y empleadas públicas que están próximas a la jubilación, y dirigido por el doctor D. Federico Alonso Trujillo. 

Cuando me ofrecieron la posibilidad de participar como docente en esta acción formativa, lo primero que hice fue buscar información sobre los aspectos sociales relacionados con al jubilación, y lo único que encontré fue la valiosa aportación de las personas que se jubilan al VOLUNTARIADO; de hecho, este fue el primer encargo que me hicieron: hablar sobre el voluntariado a partir de la jubilación.

Sin embargo, considerando que el voluntariado es un aspecto muy importante y útil a la sociedad, también tuve muy presente que sería buena idea colaborar con las personas cercanas a esta nueva etapa a través de un módulo para aprender a crear el proyecto de vida social durante la jubilación, ya que bien parece que las sociedades nos enseñan a trabajar y a producir, pero no a disfrutar de la vida de una manera ordenada y conforme a nuestros intereses, deseos y tareas pendientes en la vida. Sobre esta idea de crear el proyecto de vida social no había nada escrito, por tanto diseñé un módulo innovador y cargado de dinámicas adaptadas de diferentes libros y aportaciones desde el campo del trabajo social y del coaching personal. El resultado ha sido gratificante en todas las ediciones, de manera que voy a compartir un breve resumen de los contenidos trabajados en las clases (registro de la propiedad intelectual).

RESUMEN
En este módulo correspondiente al curso “Preparación a la Jubilación de la Administración Andaluza” nos vamos a centrar en la “Creación del proyecto de vida social” de cada uno de vosotros y vosotras. Para crear este proyecto es necesario realizar una serie de ejercicios prácticos de autodiagnóstico para valorar el estado en el que se encuentra -en este momento- nuestra vida social, teniendo en cuenta todos los ámbitos que están presentes y que afectan a nuestro proyecto de vida (salud, familia, amigos, pareja, ocio, desarrollo personal o espiritualidad, etc). Las dinámicas propuestas por la formadora sirven para realizar un autodiagnóstico para dos aspectos fundamentales: (1) tomar conciencia del proceso en el que nos encontramos y qué áreas de nuestra vida social funcionan mejor y cuáles necesitan ser revisadas, y (2) nos a ayudar a tomar las riendas y a proponer objetivos para ajustar aquellas esferas de nuestra vida que pueden mejorar, a la luz de los resultados obtenidos.
UNIDAD 1. Relaciones sociales y vida social activa tras la jubilación.
Objetivo: Facilitar el conocimiento de diferentes opciones de servicio a la comunidad, desde el bagaje de destrezas y conocimientos acumulados a lo largo de su trayectoria personal y profesional.
UNIDAD 2. Creación del proyecto de vida social
2.1. Creación del proyecto de vida social I:
Punto de partida: auto diagnóstico. Mi vida social ahora. (Gustos e intereses o aficiones. Vida familiar. Relaciones interpersonales. Relaciones sociales – Ocio. Solidaridad y voluntariado. Aprender por placer. Crecimiento personal o desarrollo de la espiritualidad). Herramienta: “La rueda de la vida” (Paul J. Meyer).
2.2.- Creación del proyecto de vida social II:
La jubilación como transición hacia lo que libremente decida. (El sentido de mi vida social- relacional: mis valores y mis propósitos. El Plan. Hacia dónde quiero ir: objetivos, metas y actividades. Recursos de la comunidad). Herramienta: “Un año de vida” (Stephen Levine).

jubilacion

Foto de clase, 2016 en Baeza

Inmaculada Asensio Fernández