Si tengo que elegir ahora,
elijo que elija el tiempo… sin pasos apresurados.
Acepto las consecuencias de mis actos.
de lo que hoy soy y transmito a los demás.
Si tengo que elegir entre vivir al 50 o al 100%,
significa que hay algo que no estoy comprendiendo.
Sólo si no hay miedo puedo vivir al 100%,
y ese 100% es abrir una ventana al mundo, asomarse y respirar, sin más.
Si tengo que elegir entre irme o quedarme, me quedo.
Aunque la vida a veces pese, estoy aquí y es un regalo.
Me quedo con el propósito de dar las gracias cada día.
Con el propósito de seguir creciendo y de seguir caminando.
Si tengo que elegir entre tú o yo, me quedo conmigo.
Y quedarme conmigo es volver la vista hacia mí,
hacia lo que siento y necesito,
y respetarte a ti, en tus tiempos, espacios o incluso silencios.
Si tengo que elegir qué vida quiero, la quiero así, tal cual.
Con las experiencias dulces y las amargas.
Ambas me han ayudado a ser la persona que soy,
Llena de amor y de gratitud por poder elegir -de algún modo- la vida que quiero.
Autora: Inmaculada Asensio Fernández
