Voces por George Floyd

Voces por George Floyd

“El caso de George Floyd pone de manifiesto cómo se puede dar la perversión en la justicia, el abuso de poder y el racismo estructural en un sistema democrático avanzado.

La sociedad se está manifestando y no sólo reclama sentencias justas o cambios legislativos, sino cambios sociales estructurales para que haya igualdad de trato, para que desterremos los perjuicios y la discriminación.

La muerte de George no nos ha dejado impasibles, no ha quedado en vano. Debe ser una ventana de esperanza, una sacudida que debe transformar el mundo en pro de la justicia social y el respeto a los Derechos Humanos”.

Ana Isabel Lima Fernández.

 

«En una sociedad que olvida los Derechos Humanos es más que necesario reflexiones como esta. Sigamos manteniendo viva la llama de alerta ante las injusticias y atentos a los dictados del corazón».

Cosette Franco.

 

“Hermano George Floyd, no te conozco y me duele tu pérdida. Eres otra víctima del odio que nos rodea, en esta ocasión un odio vestido de racismo.  Pero tu muerte no es en vano, nos has regalado a cada uno un alma negra, ¡no dispuesta a aguantar ni un día más los límites del absurdo!

A la comunidad negra, migrante, al pueblo gitano, comunidades racializadas, y todos los que sufren este sinsentido, desde este corazón negro que estreno, estamos juntos, somos hermanos”.

Antonio Montero Mohedano.

 

Me cuesta creer y, aún más, me indigna, que en el s.XXI aún haya gente tan insensible como para acabar con la vida de alguien y no inmutarse ni lo más mìnimo. Sea por la razón que sea. Pero mucho más grave todavía por motivos racistas. Desgraciadamente, a veces es necesaria una tragedia para concienciar al pueblo y a los poderes políticos. Me conmueve ver cómo la gente se une, se revela y se manifiesta para mostrar su indignación y decir que basta ya de injusticias, porque deja entrever que aún hay esperanza y sed de justicia en este nuestro mundo. Ojalá pronto podamos vivir en una sociedad justa de verdad, aunque reconozco que no es tarea pequeña ni fácil. Pero si perdemos la esperanza, ¿qué nos queda?”

Araceli Valdivia Castro.

 

“Tu asesinato ha sido un latigazo en las conciencias de quienes creen que todavía sois esclavos”.

María R. Giménez Rodríguez.

 

“Cuando una de las democracias más antiguas y relevantes de nuestra Modernidad, mantiene a una minoría de millones de personas en permanente situación de discriminación, de trato desigual, por el color de su piel, es que no logra llegar a ser lo que dice y creemos que es: una democracia”.

Enrique Raya Lozano.

 

“El racismo y la brutalidad policial siguen asfixiando a inocentes. La injusticia del asesinato de George Floyd nos recuerda que las prácticas de odio racial siguen vigentes en pleno SXXI“.

Nuria Cordero Ramos.

 

“George Floyd, tu muerte no ha sido en vano porque ya vas abriendo nuevas alamedas en las urbes globales por donde marcha el eco de tus últimas palabras “no puedo respirar”; el aire que te quitaron llena esos nuevos pechos rebeldes que claman justicia y, esta vez lo sé, no pararan … lo sé, lo sé …”.

Sergio Cuadra Burgueño.

 

“El privilegio de haber nacido blanco es seguro.  En cambio, las personas de otro color, temen por su seguridad.  Deben aprender como niños pequeños, un tiempo de inocencia, los peligros que enfrentan sus vidas y las vidas que enfrentaron sus antepasados ​​debido al color de la piel.  Debido al racismo sistémico que ha prevalecido en nuestro país.  He estado en silencio durante muchos años de mi vida.  No estoy seguro de qué decir.  No estoy seguro de cómo ser un aliado.  Evitar conflictos.  Interiorizar mi empatía y no reconocer el racismo.  Me doy cuenta de que mi silencio era parte del problema.  Al mantener mi voz en silencio, mantengo a los negros y POC fuera de la carretera.  Mantengo la distancia y el peligro que se ha permitido sistemáticamente durante siglos.  Estos últimos meses han demostrado que ya no podemos ignorar el tema de la desigualdad.  El cambio tiene que suceder.  Cambio en mi mismo.  Cambio en todos nosotros.  Cambio en el liderazgo.  Creo que nuestro mundo será exponencialmente más hermoso si todos viajamos por el mismo camino”.

Pilar Munuera Gómez.

 

“George Floyd, estás vivo en nuestras conciencias. Lo siento, al final has terminado pagando con tu vida la difícil tarea de exigir el veto a la discriminación, de pedir la IGUALDAD real y efectiva para todos los seres humanos, por el simple hecho de serlo”.

Inmaculada Asensio Fernández.

 

“Visto desde la distancia que da un océano y con las presidenciales de noviembre en el horizonte, Estados Unidos aparece como un país tensionado. A un lado, los conservadores del MAGA (“Make America Great Again”). Frente a ellos, múltiples identidades grupales que son de otro tiempo, de un tiempo mucho más cercano al presente. La muerte de George Floyd, ocurrida con un presidente que ha tomado partido, muestra que el país norteamericano necesitará aún tiempo para desprenderse de la herencia más reaccionaria que lleva adherida desde el inicio de su historia”.

Carlos Juan Juan.

 

“Hay imágenes que se quedan para siempre en tu memoria. La muerte de George Floyd es de esas que te hace aborrecer a tu especie. Menos mal que somos más los Floyds que los racistas. En tu garganta estaba mi vida, broda”.

Pepe Céspedes.

 

“Mientras haya personas que tiemblen de indignación por el asesinato de un inocente habrá esperanza en un mundo menos perverso”.

Belén Navarro Llobregat.

 

“Un mundo en el que tienes que reclamar tus derechos es un mundo sin justicia. Eso ocurre cuando la Ley legitima el poder”.

Jesús Muyor Rodríguez.

 

“El héroe involuntario lo es todo en el cambio, en su corazón y en su alma, tristemente alcanza sentido para los demás en su muerte”.

Tony Segura.

 

“Racismo: ese virus que lleva conviviendo entre nosotros mucho más tiempo que el Covid19, y que a pesar de los esfuerzos no logramos erradicar…, ¡vergüenza!”

Laura María Carrión Herrera.

 

“Estados Unidos de América presume de ser la cuna de la democracia, pero un país que se ha construido con la esclavitud de millones de negros y el exterminio de las poblaciones indígenas como telón de fondo, para asegurar los privilegios de la supremacía blanca, su derecho a la autodefensa y a poseer y usar armas de fuego. No deja de ser un país tremendamente violento, donde un niño blanco que disparó su primer rifle a los doce años y mató su primera pieza de caza a los catorce, puede llegar a ser agente de policía, sin haber desarrollado un solo gramo de empatía. No sé si es el caso concreto del policía que ha asesinado a George Floyd, pero desde luego podemos ver en el terrible vídeo de su arresto todos los ingredientes que hacen que pensemos que así es”.

Alfonso Gutiérrez Colomera.

 

“El caso Floyd es la punta del iceberg de un sistema social prejuicioso, desequilibrado, con poca conciencia y compasión”.

Antonio Manuel Molina Moreno.

 

 “A menudo las sociedades se remiten a la formalidad de las leyes cuando se refieren a los derechos; pero casos como el de George Lloyd nos muestran que las leyes no son la solución, suelen ser el parche a posteriori; es necesario remover las estructuras de discriminación desde la base, para poder acceder a la justicia y la equidad, mediante la educación y la separación de los puestos de poder de aquellos individuos que no respetan la igualdad”.

Nuria Fustier.

 

“El lema “Black live matter”, significa reconocer los privilegios blancos que históricamente han perpetuado y fortalecido la dicotomía de raza (termino político, que no biológico) blanco/negro, fomentando la figura blanca del opresor frente al constructo social y simbólico negro, que arrastramos hasta nuestros días. Cualquier otra lectura del lema pretende, consciente y políticamente, eludir responsabilidades. ¡Revisa tus privilegios! #blacklivematter”.

Vanessa Sánchez Maldonado.

 

“Conectar con lo humano supone conectar con la alteridad. Recordar que para “el otro”, “yo” soy “el otro” y que por lo tanto somos iguales humanamente hablando, “yo y el otro” somos personas ¿qué puede unirnos más que eso?”.

Marrubi Rodríguez Luna.

 

“Ahora más que nunca luchamos por una misma razón, luchamos juntos por la justicia, luchamos como hermanos, con independencia de colores, para que el último grito no sea I can’t breathe, sino que sea I’m free”.

María Angustias García Rodríguez.

 

“Las personas racistas deberían envenenarse en su propia saliva”.

Virginia Tovar Martínez.

 

“El peor pecado es la intolerancia, el odio, el racismo y todo lo que conlleva no aceptar al diferente, porque destruye la convivencia social, que es la democracia. Hemos de mirar al odio de frente, a los ojos, y destruirlo… No queda otra que el enfrentamiento absoluto contra ese monstruo. Nos va la vida en ello.”

Gloria Gago Vázquez.

 

“Sólo un ego soberbio puede creer que un ser humano vale menos que otro”.

Laurence Bouffioux.

 

“Una pena lo ocurrido y lo que seguramente seguirá ocurriendo. Trabajamos para que personas que llegan a nuestro país consigan una correcta integración en nuestra sociedad, y al final, somos nosotros, los nacionales, los que deberíamos “aprender” a integrarnos. Debemos cambiar nuestra visión y actitud, y ser mucho más tolerantes”.

Ivan Carlin Infantes.

 

“¿En qué momento de la humanidad nos empezamos a creer unos mejores que otros?”

Alicia Rubio Gimenez.

 

“Si todos nos unimos y luchamos juntos podremos hacer algo para acabar con el racismo. Las injusticias deben ser pagadas”.

Encarni Asensio Fernández.

 

“Para los que no me conocen en persona: soy persona, pertenezco a la raza humana, la única que existe, no podemos seguir permitiendo que el color de nuestra piel sea motivo de muerte”.

Beatriz Zamora Hernández.

 

“El 28 de Agosto de 1963 Martín Luther King Jr. expresó en su discurso: ”I had a dream” que  deseaba un futuro en el cual la gente de tez negra y blanca pudiesen coexistir armoniosamente y como iguales. Año 2020: hombre de raza negra, Floyd, en EEUU (una potencia mundial) implora a un agente blanco que le deje respirar, mientras le sometía a una técnica de inmovilización totalmente desproporcionada, ya que este no mostraba resistencia, ni entrañaba ningún tipo de peligro para el agente o los demás, provocándole finalmente la muerte. ¡Yo también tengo un sueño y es dejar un mundo para mi hijo libre de racismo!”

Libertad Martínez Ruíz.

 

“Tengo un sueño…” dijo Luther King en el 63. “…que su sueño eterno a manos del desprecio, despierte las conciencias del respeto” claman, en un discurso eterno, recordando a George Floyd, hoy en el 2020”.

Paco García Martínez.

 

“Sin quererlo e injustamente te has convertido en un héroe. Reitero las palabras de tu hija pequeña, “mi papá ha cambiado el mundo”. No necesitamos un mundo mejor, necesitamos un mundo nuevo, dónde no exista el racimo. Gracias George Floyd”.

Isa Castelo Jara.

 

“Lamento tener que seguir viendo situaciones como estas. ¿Cuándo entenderemos que todos somos uno y que lo que le hacemos al otro nos lo hacemos a nosotros mismos?”

María del Mar Martínez Parra.

 

“Hace falta discriminación positiva interracial para acceder a la policía en EEUU. Cuando policías blancos tengan compañeros y amigos de otro color de piel, tratarán mejor a los  ciudadanos de otro color de piel”.

Jordi Lietor López.

 

“Qué pena que aquellas personas que deben de proporcionar seguridad a la población, puedan provocar una muerte bajo custodia… sé que son la minoría, pero es esta la que se debe de corregir”.

Lourdes Bazán Coto.

 

“¿Cómo podemos desinfectar a nivel colectivo, local y más cercano esta llaga que traemos de la Historia desde la no aceptación de la otra persona que, al final, quizá sea la no aceptación de mi propia persona? ¿Qué hilo colectivo utilizar para que esta llaga no vuelva a abrirse más y cicatrice de una forma sana?”.

Coro Amunarriz Aranguren.

 

“Nadie nace odiando a otras personas por el color de su piel o por su religión…es algo que se aprende…y al igual que se enseña a odiar, también se puede enseñar a amar”.

Francisco Góngora Gómez.

 

“La tan enarbolada democracia en EE.UU no será verdadera hasta el día en el que sus ciudadanos y ciudadanas dejen de verse diferentes según el color de su piel, sus creencias o su lugar de nacimiento”.

Montse Rojo Jurado.

 

“El ejecutor de la muerte de Floyd no es el problema. Es uno de los síntomas de una sociedad que, si no hay un cambio de paradigma transversal en relación a valores, pensamientos y actitudes, no habrá cambio ninguno”.

Carme Rovira Aler.

 

“Aunque nuestras lenguas, religiones, pieles, ideas sean diferentes, todos tenemos el mismo pequeño gran órgano que es el corazón… ¡y ese es el que debe guiarnos!”.

Inma Calvo.

El asesinato de George Floyd abre la caja de pandora del racismo supremacista

STOP RACISMO (1)

A raíz del asesinato del ciudadano George Floyd, a manos de un policía de Minneapolis y bajo la mirada atenta de otro compañero de servicio, se ha abierto un importante debate social sobre cómo los valores supremacistas siguen guiando el comportamiento de muchas personas, hasta en contextos profesionales, llegando incluso -en determinadas situaciones- al hecho de poner fin a la vida de otro ser humano por motivos de rechazo hacia alguna característica personal de este individuo, como el color de la piel en el caso de George Floyd.

George Floyd fue detenido sin oponer resistencia alguna ante las fuerzas del orden público que llevaron a cabo su detención. Su delito fue pagar una caja de cigarrillos con un billete falso, pero deliberadamente fue reducido hasta el suelo, más se lo contuvo mecánicamente con una rodilla de acero, ejerciendo una presión desmedida que aprisionó su garganta y le causó la muerte por infarto.

Quizá ese policía sintió que la vida de Floyd valía menos que la suya, y que merecía un castigo implacable por la osadía de llevarse una cajetilla de cigarrillos gratis…, pero aquí el problema no está en la naturaleza del delito que cometió Floyd (que en este caso entendemos fue menor) sino que no tuvo el derecho, ni a defenderse, ni a cumplir la sanción correspondiente por su fechoría. George Floyd pagó con su vida, porque al parecer valía poco o nada, a ojos de sus ejecutores.

La tormenta de protestas por este cruel abuso de autoridad, culminado en asesinato, están resonando a voces desde diferentes partes del planeta. De hecho, en los últimos días todos y todas somos George Floyd, sin importar género, color de piel, nivel de ingresos, profesión, status social, país de procedencia, etc…, todas las conciencias igualitarias están clamando ¡Basta ya de impunidad! ¡Basta ya de injusticia! ¡Basta ya de supremacismo!

Espero que, ahora sí, la ley cumpla su función, y aplique las medidas proporcionadas correspondientes por este expediente de asesinato. Casos como el de Floyd deberían servir para no volver jamás a permitir un abuso de poder como este sobre ningún ser vivo, y para dejar de justificar los sentimientos de superioridad de unas personas sobre otras, amparados en tradiciones históricas y culturales ridículas e injustificables.

George Floyd, estás vivo en nuestras conciencias. Lo siento, al final has terminado pagando con tu vida la difícil tarea de exigir el veto a la discriminación, de pedir la IGUALDAD real y efectiva para todos los seres humanos, por el simple hecho de serlo.

Inmaculada Asensio Fernández.

Comparto una serie de reflexiones recibidas de personas que tampoco quieren que se olvide este suceso, para ti y por ti…, voces por George Floyd:

 

«Cuando una de las democracias más antiguas y relevantes de nuestra Modernidad,  mantiene a una minoría de millones de personas en permanente situación de discriminación, de trato desigual, por el color de su piel, es que no logra llegar a ser lo que dice y creemos que es: una democracia».

Enrique Raya Lozano.

 

«El racismo y la brutalidad policial siguen asfixiando a inocentes. La injusticia del asesinato de George Floyd nos recuerda que las prácticas de odio racial siguen vigentes en pleno SXXI«.

Nuria Cordero Ramos. 

 

«George Floyd, tu muerte no ha sido en vano porque ya vas abriendo nuevas alamedas en las urbes globales por donde marcha el eco de tus últimas palabras “no puedo respirar”; el aire que te quitaron llena esos nuevos pechos rebeldes que claman justicia y, esta vez lo sé, no pararan … lo sé, lo sé …».

Sergio Cuadra Burgueño.

 

“Visto desde la distancia que da un océano y con las presidenciales de noviembre en el horizonte, Estados Unidos aparece como un país tensionado. A un lado, los conservadores del MAGA (“Make America Great Again”). Frente a ellos, múltiples identidades grupales que son de otro tiempo, de un tiempo mucho más cercano al presente. La muerte de George Floyd, ocurrida con un presidente que ha tomado partido, muestra que el país norteamericano necesitará aún tiempo para desprenderse de la herencia más reaccionaria que lleva adherida desde el inicio de su historia”.

Carlos Juan Juan.

 

“Hay imágenes que se quedan para siempre en tu memoria. La muerte de George Floyd es de esas que te hace aborrecer a tu especie. Menos mal que somos más los Floyds que los racistas. En tu garganta estaba mi vida, broda”.

Pepe Céspedes.

 

Mientras haya personas que tiemblen de indignación por el asesinato de un inocente habrá esperanza en un mundo menos perverso.

Belén Navarro Llobregat.

 

“Un mundo en el que tienes que reclamar tus derechos es un mundo sin justicia. Eso ocurre cuando la Ley legitima el poder”.

Jesús Muyor Rodríguez.

 

“El héroe involuntario lo es todo en el cambio, en su corazón y en su alma, tristemente alcanza sentido para los demás en su muerte”.

Tony Segura.

 

“Racismo: ese virus que lleva conviviendo entre nosotros mucho más tiempo que el Covid19, y que a pesar de los esfuerzos no logramos erradicar…, ¡vergüenza!”

Laura María Carrión Herrera.

 

“El privilegio de haber nacido blanco es seguro.  En cambio, las personas de otro color, temen por su seguridad.  Deben aprender como niños pequeños, un tiempo de inocencia, los peligros que enfrentan sus vidas y las vidas que enfrentaron sus antepasados ​​debido al color de la piel.  Debido al racismo sistémico que ha prevalecido en nuestro país.  He estado en silencio durante muchos años de mi vida.  No estoy seguro de qué decir.  No estoy seguro de cómo ser un aliado.  Evitar conflictos.  Interiorizar mi empatía y no reconocer el racismo.  Me doy cuenta de que mi silencio era parte del problema.  Al mantener mi voz en silencio, mantengo a los negros y POC fuera de la carretera.  Mantengo la distancia y el peligro que se ha permitido sistemáticamente durante siglos.  Estos últimos meses han demostrado que ya no podemos ignorar el tema de la desigualdad.  El cambio tiene que suceder.  Cambio en mi mismo.  Cambio en todos nosotros.  Cambio en el liderazgo.  Creo que nuestro mundo será exponencialmente más hermoso si todos viajamos por el mismo camino”.

Pilar Munuera Gómez.

 

“Estados Unidos de América presume de ser la cuna de la democracia, pero un país que se ha construido con la esclavitud de millones de negros y el exterminio de las poblaciones indígenas como telón de fondo, para asegurar los privilegios de la supremacía blanca, su derecho a la autodefensa y a poseer y usar armas de fuego. No deja de ser un país tremendamente violento, donde un niño blanco que disparó su primer rifle a los doce años y mató su primera pieza de caza a los catorce, puede llegar a ser agente de policía, sin haber desarrollado un solo gramo de empatía. No sé si es el caso concreto del policía que ha asesinado a George Floyd, pero desde luego podemos ver en el terrible vídeo de su arresto todos los ingredientes que hacen que pensemos que así es”.

Alfonso Gutiérrez Colomera.

 

“El caso Floyd es la punta del iceberg de un sistema social prejuicioso, desequilibrado, con poca conciencia y compasión”.

Antonio Manuel Molina Moreno.

 

“Hermano George Floyd, no te conozco y me duele tu pérdida. Eres otra víctima del odio que nos rodea, en esta ocasión un odio vestido de racismo.  Pero tu muerte no es en vano, nos has regalado a cada uno un alma negra, ¡no dispuesta a aguantar ni un día más los límites del absurdo!

A la comunidad negra, migrante, al pueblo gitano, comunidades racializadas, y todos los que sufren este sinsentido, desde este corazón negro que estreno, estamos juntos, somos hermanos”.

Antonio Montero Mohedano.

 

 “A menudo las sociedades se remiten a la formalidad de las leyes cuando se refieren a los derechos; pero casos como el de George Lloyd nos muestran que las leyes no son la solución, suelen ser el parche a posteriori; es necesario remover las estructuras de discriminación desde la base, para poder acceder a la justicia y la equidad, mediante la educación y la separación de los puestos de poder de aquellos individuos que no respetan la igualdad”.

Nuria Fustier.

 

“El lema «Black live matter», significa reconocer los privilegios blancos que históricamente han perpetuado y fortalecido la dicotomía de raza (termino político, que no biológico) blanco/negro, fomentando la figura blanca del opresor frente al constructo social y simbólico negro, que arrastramos hasta nuestros días. Cualquier otra lectura del lema pretende, consciente y políticamente, eludir responsabilidades. ¡Revisa tus privilegios! #blacklivematter”.

Vanessa Sánchez Maldonado.

 

“Conectar con lo humano supone conectar con la alteridad. Recordar que para “el otro”, “yo” soy “el otro” y que por lo tanto somos iguales humanamente hablando, “yo y el otro” somos personas ¿qué puede unirnos más que eso?”.

Marrubi Rodríguez Luna.

 

“Ahora más que nunca luchamos por una misma razón, luchamos juntos por la justicia, luchamos como hermanos, con independencia de colores, para que el último grito no sea I can’t breathe, sino que sea I’m free”.

María Angustias García Rodríguez.

 

«Las personas racistas deberían envenenarse en su propia saliva».

Virginia Tovar Martínez.

 

«El peor pecado es la intolerancia, el odio, el racismo y todo lo que conlleva no aceptar al diferente, porque destruye la convivencia social, que es la democracia. Hemos de mirar al odio de frente, a los ojos, y destruirlo… No queda otra que el enfrentamiento absoluto contra ese monstruo. Nos va la vida en ello.»

Gloria Gago Vázquez.

 

“Sólo un ego soberbio puede creer que un ser humano vale menos que otro”.

Laurence Bouffioux.

 

“Una pena lo ocurrido y lo que seguramente seguirá ocurriendo. Trabajamos para que personas que llegan a nuestro país consigan una correcta integración en nuestra sociedad, y al final, somos nosotros, los nacionales, los que deberíamos aprender a integrarnos. Debemos cambiar nuestra visión y actitud, y ser mucho más tolerantes”.

Ivan Carlin Infantes.

 

“¿En qué momento de la humanidad nos empezamos a creer unos mejores que otros?”

Alicia Rubio Gimenez.

 

“Si todos nos unimos y luchamos juntos podremos hacer algo para acabar con el racismo. Las injusticias deben ser pagadas”.

Encarni Asensio Fernández.

 

“Para los que no me conocen en persona: soy persona, pertenezco a la raza humana, la única que existe, no podemos seguir permitiendo que el color de nuestra piel sea motivo de muerte”.

Beatriz Zamora Hernández.

 

“El 28 de Agosto de 1963 Martín Luther King Jr. expresó en su discurso: ”I had a dream” que  deseaba un futuro en el cual la gente de tez negra y blanca pudiesen coexistir armoniosamente y como iguales. Año 2020: hombre de raza negra, Floyd, en EEUU (una potencia mundial) implora a un agente blanco que le deje respirar, mientras le sometía a una técnica de inmovilización totalmente desproporcionada, ya que este no mostraba resistencia, ni entrañaba ningún tipo de peligro para el agente o los demás, provocándole finalmente la muerte. ¡Yo también tengo un sueño y es dejar un mundo para mi hijo libre de racismo!”

Libertad Martínez Ruíz.

 

«Tengo un sueño…» dijo Luther King en el 63. «…que su sueño eterno a manos del desprecio, despierte las conciencias del respeto» claman, en un discurso eterno, recordando a George Floyd, hoy en el 2020”.

Paco García Martínez.

 

“Sin quererlo e injustamente te has convertido en un héroe. Reitero las palabras de tu hija pequeña, «mi papá ha cambiado el mundo». No necesitamos un mundo mejor, necesitamos un mundo nuevo, dónde no exista el racimo. Gracias George Floyd”.

Isa Castelo Jara.

 

“Lamento tener que seguir viendo situaciones como estas. ¿Cuándo entenderemos que todos somos uno y que lo que le hacemos al otro nos lo hacemos a nosotros mismos?”

María del Mar Martínez Parra.

 

“Hace falta discriminación positiva interracial para acceder a la policía en EEUU. Cuando policías blancos tengan compañeros y amigos de otro color de piel, tratarán mejor a los ciudadanos de otro color de piel”.

Jordi Lietor López. 

 

“Qué pena que aquellas personas que deben de proporcionar seguridad a la población, puedan provocar una muerte bajo custodia… sé que son la minoría, pero es esta la que se debe de corregir”.

Lourdes Bazán Coto.

 

“¿Cómo podemos desinfectar a nivel colectivo, local y más cercano esta llaga que traemos de la Historia desde la no aceptación de la otra persona que, al final, quizá sea la no aceptación de mi propia persona? ¿Qué hilo colectivo utilizar para que esta llaga no vuelva a abrirse más y cicatrice de una forma sana?”

Coro Amunarriz Aranguren.

 

“Nadie nace odiando a otras personas por el color de su piel o por su religión…es algo que se aprende…y al igual que se enseña a odiar, también se puede enseñar a amar”.

Francisco Góngora Gómez.

 

“La tan enarbolada democracia en EE.UU no será verdadera hasta el día en el que sus ciudadanos y ciudadanas dejen de verse diferentes según el color de su piel, sus creencias o su lugar de nacimiento”.

Montse Rojo Jurado.

 

“El ejecutor de la muerte de Floyd no es el problema. Es uno de los síntomas de una sociedad que, si no hay un cambio de paradigma transversal en relación a valores, pensamientos y actitudes, no habrá cambio ninguno”.

Carme Rovira Aler.

 

«Aunque nuestras lenguas, religiones, pieles, ideas sean diferentes, todos tenemos el mismo pequeño gran órgano que es el corazón… ¡y ese es el que debe guiarnos!»

Inma Calvo.

 

«Me cuesta creer y, aún más, me indigna, que en el s.XXI aún haya gente tan insensible como para acabar con la vida de alguien y no inmutarse ni lo más mìnimo. Sea por la razón que sea. Pero mucho más grave todavía por motivos racistas. Desgraciadamente, a veces es necesaria una tragedia para concienciar al pueblo y a los poderes políticos. Me conmueve ver cómo la gente se une, se revela y se manifiesta para mostrar su indignación y decir que basta ya de injusticias, porque deja entrever que aún hay esperanza y sed de justicia en este nuestro mundo. Ojalá pronto podamos vivir en una sociedad justa de verdad, aunque reconozco que no es tarea pequeña ni fácil. Pero si perdemos la esperanza, ¿qué nos queda?»

Araceli Valdivia Castro.

 

“Tu asesinato ha sido un latigazo en las conciencias de quienes creen que todavía sois esclavos”.

María R. Giménez Rodríguez.

 

 

A mis sobrinos y sobrinas: abrid los ojos y leed mucho sobre la historia de España, y también sobre feminismo

Inmaculada Asensio.

La única manera de no repetir la historia es conocerla y aceptarla: reconocerla.

Sobrinos y sobrinas, como vuestra tía que soy –la tita Inma- quiero transmitiros que estoy muy preocupada por todos los cambios que están sucediendo a nivel político en España. Soy mujer y conozco bien mi historia y la de todas las mujeres con las que me he cruzado a lo largo de mi vida: de mi familia, de mi barrio, de mi colegio, de mi instituto, de mi universidad, de mi oficina y de todos los lugares por los que he viajado: Inglaterra, Escocia, Irlanda, Costa Rica, Alemania, Holanda, Bélgica, Italia, Marruecos, Brasil y California; y sin necesidad de pedir permiso lo afirmo  alto y claro: EL MACHISMO HA SIDO PARTE DE MI HISTORIA Y LA DE TODAS LAS MUJERES QUE HE CONOCIDO, en España y en el resto de países.

Quiero contarte esto para que tengas un argumento más que te ayude a indagar un poco acerca de todo lo que se dice sobre machismo y feminismo. Me gustaría que pudieras comparar lo que comento en estas líneas con tus experiencias, con la historia viva de aquellas personas con las que te cruces a lo largo de tu vida, y con lo que puedas leer en los libros: cuanto más leas, mejor. Si te quedas sólo con lo que oyes en la calle, de personas quizá cercanas, en internet, en la prensa o televisión… podrán intentar hacerte creer que el feminismo tiene propósitos ocultos, o negativos, pero lo que ocurre es que no interesa que las personas luchen por sus derechos, exijan un papel visible y activo en la sociedad.

¿Habéis oído hablar del feminismo? ¿Lo consideráis positivo o negativo?

Veréis, cuando yo era pequeña y estaba en el colegio una mañana vinieron a mi clase dos mujeres –no sé si eran maestras o psicólogas- a hablarnos sobre la mujer y su papel en la familia y en la sociedad. Recuerdo que juntamos nuestras mesas de clase en un gran circulo, y cada uno de nosotros y de nosotras fuimos haciendo un dibujo sobre cómo veíamos en casa a mamá y a papá. Yo, y casi todas las niñas de la clase, dibujé a mi madre cocinando, limpiando, lavando ropa, tendiendo y haciendo tareas domésticas en casa.  A mi padre lo dibujé sentado en una oficina y con muchos papeles sobre la mesa.

Una de estas mujeres nos pidió que representáramos una especie de teatrillo con estas escenas dibujadas, y nos hizo ver cómo las mujeres tenían un papel de total dedicación a su familia, un papel sumiso y con no mucha valoración por parte del resto de la familia.

Cuando nos preguntaban cómo sabíamos que mamá estaba cansada, o no quería hacer algo… sencillamente no lo sabíamos. Nadie en clase se preguntaba cómo estaba mamá, cómo se podía sentir después de ese largo día de trabajo, porque entre otras cosas, nadie consideraba eso “un trabajo”, sino más bien una obligación. Ellas nos hablaron de que las mujeres podían hacer muchas cosas que hacían también los hombres, e incluso -aunque cocinaran e hicieran muchas cosas en el hogar- también podían decidir trabajar fuera de la casa (igual que papá), y la manera de poder hacer esto (trabajar los dos) era que papá también colaborara en las tareas de la casa.  Casi todos los niños y las niñas nos reímos imaginando a papá haciendo tareas del hogar… ¡eso es imposible, papá se negará! Y es que en ese momento histórico, aquello era impensable. El hombre trabajaba en la calle y la mujer estaba en la casa con los hijos e hijas.

No me voy a detener, queridos sobris, a explicar las diferencias en la educación que hemos las hoy mujeres de mi época, cuando éramos niñas. Los roles de género eran muy distintos, y más de una y de dos (entre las que me incluyo) queríamos ser chicos para tener opciones distintas… y más libertad.

Sólo gracias a mi formación académica (y a que mi padre me impulsó a estudiar y me apoyó siempre para que pudiera tener más opciones de desarrollo en el futuro); y  también gracias a que he tenido la suerte de conocer personas con un buen nivel cultural y con mentalidad abierta y -por qué no decirlo- gracias a estas profesionales que nos explicaron que tanto el hombre como la mujer pueden trabajar en la casa como fuera de ella… pude plantearme un tipo de vida diferente al que estaba previsto para mi, pude enfrentarme a todos esos muros que la sociedad había levantado a mi alrededor por ser mujer: nunca quise ser «ama de casa», ni tuve una vocación decidida como cuidadora familiar no profesional. Mi vocación es ayudar a los demás, y mi sosiego lo he encontrado en los libros.

El feminismo no es lo contrario al machismo.

Esto es algo que mucha gente ignora, pero es un error que se soluciona de manera muy sencilla: acudiendo al diccionario. Vamos a ver qué nos dice el diccionario de la Real Academia Española del machismo y del feminismo:

Machismo

  1. m. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.
  2. m. Forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón (actitud de superioridad frente a la mujer).

Feminismo

  1. m. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.
  2. m. Movimiento que lucha por la realización efectiva de la igualdad del hombre y de la mujer.

Ahora bien, ya que hemos visto que no son antónimos, sino que machismo es superioridad, y que feminismo es igualdad, ¿cómo creéis que surgió el feminismo en España?

Aunque no lo imaginéis, hubo un tiempo en que las mujeres no podíamos votar; no podíamos abrir una cuenta bancaria sin el permiso de nuestro padre o nuestro marido; no podíamos testificar en nuestra propia defensa en un juicio; no podíamos casarnos con quién queríamos nosotras; no podíamos leer los libros que queríamos, y además no encontrábamos a las mujeres en los libros porque no existían en la literatura; no podíamos estudiar –ni mucho menos ir a la universidad; no podíamos trabajar, al menos no sin el permiso de nuestros maridos; no podíamos divorciarnos, ni siquiera cuando nuestro marido nos maltrataba, incluso gravemente y poniendo en riesgo nuestra vida. Nosotras, simplemente por ser mujeres, no éramos titulares de derechos civiles tan simples como éstos, sólo por el hecho de nacer mujeres.

Nuestro color era el rosa, y nuestra educación destinada a un solo fin: servir al hombre, obedecerle.

Pero en todo momento histórico ha habido personas luchadoras que han cambiado el rumbo de la historia, y que han puesto en riesgo su propia vida para defender aquello en lo que creían.

Lo primero que conseguimos fue el derecho al voto. 

El origen del feminismo lo encontramos en el sufragismo (sufragio=voto). Esas primeras mujeres que lucharon por el derecho al voto femenino, prohibido en España hasta el año 1931, que se aprobó en la Constitución de la primera república, pero ese año hubo elecciones y la mujer no pudo participar activamente. En realidad, la primera vez que la mujer pudo votar en España fue en el año 1933, y supuso el estreno de la mujer como ciudadana completa.

No fue fácil conseguir el derecho al voto: agresiones, abucheos, insultos, desconsideración y escarnio social y público… ¿de verdad creéis que las mujeres lo consiguieron sólo hablando sentadas tomando un café? ¡No! Fueron años de luchas y movilizaciones en las calles y ahora parece que todo eso no ha sucedido. Muchas personas quieren ocultar esta parte de la historia.

1981 fue un gran año para las mujeres en España.

Hasta 1981 las mujeres debían pedir permiso a su marido para poder trabajar, cobrar su salario, ejercer el comercio, abrir cuentas corrientes en bancos, sacar su pasaporte, el carné de conducir, etc. La mujer casada seguía la condición de su marido, incluso perdía su primer apellido por el del marido, y él decidía donde se vivía y donde no: toda buena mujer estaba siempre al lado de su marido, donde él quisiera estar. El marido podía disponer de los bienes comunes sin el consentimiento de su esposa, con la sola excepción de los inmuebles y establecimientos mercantiles. Hasta el año 1981 la mujer soltera se equiparaba a una persona menor de edad y no podía abandonar la casa sin el consentimiento de su padre. Siempre rebajada a la mínima expresión, sometida. Y además ese año se aprobó la primera ley de divorcio, que permitía –al menos legalmente- a una mujer separarse de su marido, aunque la sociedad lo castigaba, y la Iglesia también.

GRACIAS A LAS LUCHAS DE LAS MUJERES, SE AVANZÓ EN CONSEGUIR MÁS DERECHOS. Las mujeres crearon asociaciones, partidos y sindicatos -en 1987 ya había bastantes asociaciones que tuvieron una influencia decisiva en la evolución de las leyes y el establecimiento de las distintas medidas que se fueron adoptando para equiparar los derechos entre mujeres y hombres y se crearon organismos públicos para trabajar por la igualdad.

El hombre siempre ha tenido los privilegios otorgados por las leyes y las sociedades a lo largo del planeta; y a las mujeres nos ha tocado luchar y recibir golpes e insultos, para poder realizarnos y ser personas de pleno derecho en la sociedad. No nos lo han regalado.

Hoy en día siguen existiendo muchas desigualdades y problemas derivados de nacer hombre o nacer mujer, y por mencionar sólo algunos de ellos, os diré que:

  • Las mujeres todavía ganan menos salario que los hombres, haciendo lo mismo, en muchos trabajos.
  • Se nos sigue considerando el sexo débil, y se nos infravalora socialmente.
  • Ocupamos menos puestos directivos.
  • Sufrimos muchas más agresiones sexuales (violaciones y abusos de todo tipo) en comparación con los hombres.
  • Sufrimos violencia de género, que se llama así “violencia de género” porque se da desde el hombre hacia la mujer por el sólo hecho de ser mujer, de sentirse superior a ella, de dominarla. Y los casos de violencia de género son muy superiores a los casos en los que mujeres agreden a sus parejas hombres.

Sobrinos y sobrinas, el FEMINISMO ES UNA LUCHA NECESARIA para que en la sociedad no existan privilegios por el sólo hecho de nacer hombre o nacer mujer. Sin embargo, siempre hay personas que no quieren que cambien las cosas. Que desean atesorar el poder y que las mujeres sigamos ocupando el pequeño espacio que nos han ido permitiendo ocupar en la sociedad. Además, ahora existe la moda de que a las que se quejan y reivindican las llaman feminazis, para humillarlas, para hacer creer a todo el mundo que están locas y que no saben lo que hacen.

¿Por qué molesta ahora tanto a muchas personas y grupos políticos escuchar hablar del  feminismo?

Molesta porque hablar de la historia del feminismo es hablar de DESOBEDIENCIA.

La desobediencia poco gusta a quién ostenta el poder. Nuestra naturaleza y nuestro género no debería haberse visto encadenado durante siglos a un estilo de vida privado de la educación, del acceso a un empleo remunerado y de ocupar los espacios de la vida pública, sobre todo los tradicionalmente reservados a los hombres: la política, el liderazgo empresarial, los ámbitos de decisión para la propia vida o para el progreso y bienestar de la sociedad.

Todos y todas tenemos derecho a una vida plena y feliz, y eso os deseo yo a vosotros y vosotras.

Os quiero. Vuestra tita Inma.

Autora: Inmaculada Asensio Fernández

El machismo ha muerto, señoras y señores. El machismo es historia

Sin título

El patriarcado ha caído y nos encontramos ante una nueva ‘era’ en la que hombres y mujeres conviven con los mismos derechos civiles y con el mismo sentimiento de valor y dignidad para el conjunto de la sociedad.

Asistimos a un importante cambio de conciencia –afortunadamente ya asentada en la sociedad de nuestros días. Se terminaron las reivindicaciones y las luchas emprendidas durante años por mujeres que pretendían ser vistas por el Sistema dominante, que pretendían ser consideradas como personas con derechos en igualdad de condiciones que los hombres.

Ya no es necesario el movimiento Feminista.

El feminismo es definido por la Real Academia Española (RAE) como la «ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres».

La igualdad real ya está aquí y ya nadie se plantea cuestiones relacionadas con el machismo y el feminismo, no es necesario. Ya nadie recuerda aquellos años en los que las mujeres no tenían derecho a votar, ni tan siquiera tenían reconocido el derecho a ser madres (al menos hasta 1928), anteriormente los hijos pertenecían a los padres dejando indefensas a las mujeres ante situaciones injustas.

Un poco de historia reciente

Hoy día la historia es otra, gracias a todas esas precursoras que se afanaron en defender los derechos de las mujeres, a reivindicar un espacio digno en esta sociedad que hoy reconocemos igualitaria.

Si estás leyendo ésto con atención, ¿de verdad consideras nuestra sociedad igualitaria?

 Mejor podrías pensar que he perdido la cabeza, la razón, el juicio… y no sería para menos.

«Pero que ya no hay machismo, ni cosas que cambiar , es que estamos locas»        -me ha comentado mi buena amiga María esta mañana.

Hoy mismo asisto con tristeza a esta noticia de ayer en el Diario El País:

Al preguntar a jóvenes en España, entre 16 y 19 años, “¿a qué personaje público te gustaría parecerte de mayor?” encontramos que las chicas tienen referentes femeninos y masculinos; los chicos sólo masculinos, ¿qué opinas de estos resultados?

1500654818_341856_1500683629_noticia_normal_recorte1

Fuente: https://politica.elpais.com/politica/2017/07/21/actualidad/1500654818_341856.html

MÁS DATOS:

  • 885 mujeres han muerto a manos de sus parejas y exparejas en los últimos 15 años, Según datos del Ministerio del Interior (El País, 2017 URL: https://goo.gl/K8nb1G )
  • 1.021.589 denuncias por violencia de género desde 2009. En la última década se han presentado más de un millón de denuncias por violencia machista en España (El País, 2017 URL: https://goo.gl/K8nb1G )
  • En Europa, menos del 4% de los directores generales de empresas son mujeres. Además, el salario de los hombres españoles es un 19,3% superior al de las mujeres, mientras que a nivel europeo esa diferencia se sitúa en el 16,3%, según datos difundidos por la Comisión Europea (CE). https://goo.gl/NIa5ry
  • En la UE, las mujeres se responsabilizan mucho más que los hombres de «importantes tareas no remuneradas, como el trabajo doméstico, el cuidado de los niños o familiares», según la CE. Una de cada tres mujeres reduce sus horas pagadas a tiempo parcial, mientras que solo uno de cada diez hombres hace lo mismo». https://goo.gl/NIa5ry
  • «La brecha salarial entre mujeres y hombres es injusta, injustificada e inaceptable a corto plazo. Pero a largo plazo se acumula en la carrera de una mujer y resulta en una brecha más grande a nivel de la pensión, con una diferencia media del 39 % en favor de los hombres». https://goo.gl/NIa5ry

Pues eso, a seguir criticando a todas las mujeres que seguimos defendiendo el feminismo como un derecho, como una exigencia que hay que reivindicar en todos los espacios y situaciones donde observemos conductas machistas. Con los propios padres y madres, familiares, amigos y amigas, compañeros y compañeras del trabajo, jefes y jefas… novios, novias y parejas… con cualquier desconocido… con TODAS LAS PERSONAS QUE INFRAVALOREN el género femenino.

la eterna cuestion

El machismo está vivo, tan vivo como siempre… más vivo que nunca.  La lucha sigue, qué le vamos a hacer. 

Otros artículos de blog sobre este tema que pueden interesarte:

Inmaculada Asensio Fernández