La creación del proyecto de vida social durante la jubilación

Esta entrada de blog se centra en una propuesta para crear el proyecto de vida social durante la jubilación. La dedico a una de las seguidoras de este blog, sé que la está esperando: Cristina C.; y también se la dedico a una gran profesional del trabajo social muy querida por sus colegas: Paqui Compán.

La jubilación es un fenómeno relativamente reciente, pues durante el siglo XIX y parte del XX las personas trabajaban hasta caer enfermas o en situación de dependencia, ya que, además de que el trabajo era el elemento central de la propia vida, también era el sustento de toda una familia. No se podía elegir entre «comer» o «descansar».

Hoy día, el hecho de que una persona se pueda jubilar con un estado magnífico de salud y con una esperanza de vida prolongada, la sitúa (a esta persona) en el mejor de los escenarios para planificar y acometer nuevos proyectos, estén o no relacionados con su ocupación anterior.  Aprovechar la enorme experiencia (traducida en sabiduría) y las ganas de hacer cosas útiles e interesantes para aportar a la sociedad, se configuran como un signo inequívoco de evolución propio de las sociedades avanzadas.

La jubilación suele acarrear un replanteamiento del proyecto vital de la persona, pues de hábitos estamos hechos, y la vida laboral es una sucesión de repeticiones que, cuando desaparecen, pueden generar una extraña sensación de vacío. Pero no es un vacío negativo como tal, sino que responde a ese espacio que deja la rutina, y que ahora debemos llenar con nuestros intereses y aficiones.

En realidad suena bastante bien, pero hay personas que sienten temor a esta parte de la vida…, quizá porque ahora toca pararse, reflexionar y reajustar, y todo nuestro mundo conocido está repleto de significados sobre las etapas que atravesamos, también sobre la jubilación.

Vamos a dedicar esta entrada de blog a la creación del proyecto de vida social al iniciar la jubilación, y lo vamos a dividir en los siguientes puntos:

  1. Creación del proyecto de vida social I: Punto de partida: auto diagnóstico.
  2. Creación del proyecto de vida social II: La jubilación como transición hacia lo que yo libre-mente decida.

Para crear este proyecto es necesario realizar una serie de ejercicios prácticos de autodiagnóstico con el objetivo de valorar el estado en el que se encuentra nuestra vida social, teniendo en cuenta todos los ámbitos que están presentes y que afectan a nuestro proyecto de vida (salud, familia, amigos, pareja, ocio, desarrollo personal o espiritualidad, aprendizaje, etc). Estos ejercicios son una propuesta para realizar de manera privada y libre, de modo que cada cual participará en ellos en función de sus deseos e intereses. 

Con estos sencillos ejercicios, vamos a conseguir:

  • tomar conciencia del proceso en el que nos encontramos y de qué áreas de nuestra vida social funcionan mejor y cuáles necesitan ser revisadas, y
  • proponer objetivos para ajustar aquellas esferas de nuestra vida que pueden mejorar, y también en función de nuestros intereses, a la luz de los resultados obtenidos.

Comencemos:

I. Creación del proyecto de vida social I: Punto de partida: auto diagnóstico. Mi vida social ahora, ¿Qué es lo que realmente me importa?, ¿Qué asuntos tengo pendientes o inconclusos? Vamos a intentar descubrir lo que de verdad nos importa aquí y ahora. Herramienta: “Un año de vida” (Stephen Levine).

Un año de vida, de Stephen Levine

Para llevar a cabo esta primera dinámica, vamos a tomar como punto de partida el trabajo desarrollado por el autor Stephen Levine, a través de su libro titulado Un año de vida. La persona que escribe este texto, ha realizado una pequeña adaptación de la propuesta de trabajo que hace Levine (diseñada para un año) con ligeras variaciones, para que pueda ser aplicada en un breve lapso de tiempo, a modo de toma de conciencia sobre las prioridades más urgentes que subyacen al día a día de cada una de las personas asistentes a este curso.

Mediante la lectura del libro, Levine proporciona la oportunidad de concluir los asuntos que tengamos pendientes para iniciar una nueva e interesante relación con la vida.    Muchos de nosotros vivimos ignorando el hecho de que tarde o temprano dejaremos este mundo, de manera que, o bromeamos sobre el tema, o lo negamos. La preparación para la muerte es uno de los actos más racionales y gratificantes que podemos llevar a cabo en nuestra vida, afirma Levine.

Ejercicio:

La propuesta que se propone en este ejercicio está inspirada en la filosofía de este autor, y se trata de una invitación a dar rienda suelta a la imaginación según se explica a continuación:

Hoy es la fecha en la que comienza el último año de tu vida. Tu salud y capacidades se encuentran en el punto en el que se encuentran ahora…

¿Qué harías con tu vida a partir de este momento? Quiero que lleves al papel aquello que se te viene a la cabeza, y para ello vas a contar con unos minutos para escribir. Sin prisas y con total privacidad. Puedes, incluso, poner alguna música de fondo que te inspire. Esto es para ti, es una herramienta para que te des cuenta de lo que es más importante en tu vida ahora.

Escribe lo que te venga libremente.

II. Creación del proyecto de vida social II: La jubilación como transición hacia lo que yo libre-mente decida. (El sentido de mi vida social- relacional: mis valores y mis propósitos. El Plan. Hacia dónde quiero ir: objetivos, metas y actividades. Recursos de la comunidad). Herramienta: “La rueda de la vida” (Paul J. Meyer).

El fluir de mi vida en comunidad: la Rueda de la Vida, de Paul J. Meyer

La rueda de la vida es una herramienta de coaching personal que creó Paul J. Meyer, y que sirve para separar las distintas parcelas que conforman la vida de una persona, y con ello poder tener una visión clara y panorámica del nivel de desarrollo de cada una de ellas. De este modo, se espera que podamos obrar cambios en aquellas áreas que lo precisen, por estar más desfavorecidas o abandonadas (con asuntos pendientes), en la esfera completa de la vida de la persona.

La invitación a través de este ejercicio es que, una vez hemos reconocido aquello que verdaderamente tiene valor para nosotras, habiendo realizado el primer ejercicio (herramienta “Un año de vida”), ahora vamos a ir un poco más allá en este autodiagnóstico para comprobar el grado de satisfacción que tienes en las diferentes áreas de tu vida. Esto te servirá de punto de partida para elaborar tu proyecto de vida social.

Para llevar a cabo este ejercicio sigue las siguientes instrucciones.

1º Lo primero que tienes que hacer es dibujar un círculo y partirlo en porciones, como si fuera un quesito. Puedes realizar tantas porciones como áreas de tu vida sean importantes para ti y quieras analizar:

2º En segundo lugar, cada una de las porciones representa un área de interés para tu vida, por tanto las vas a identificar, por ejemplo: salud, dinero, pareja, familia, desarrollo personal o espiritualidad, etc. Como he indicado más arriba, cada cual identificará las porciones o aspectos de su vida en función de sus intereses o preferencias.

3º Una vez tengamos diseñada la estructura de nuestra rueda de la vida, ahora vamos a evaluar de 0 a 10 cómo de satisfechos estamos con cada una de esas porciones. Por tanto, teniendo en cuenta que 0 corresponde a muy mal, y 10 a muy bien, ¡ponte nota!

De este modo, si comenzamos a evaluar el apartado FAMILIA, debemos valorar qué puntación le damos a este aspecto de nuestra vida ahora (por ejemplo, si tengo conflictos con mis hijos, si no me encuentro bien con mi familia, si me siento sola… pondré una nota por debajo de 5 puntos… quizá un 2; pero si por el contrario me siento muy bien con mi familia, unida e integrada, así como tranquila porque todos los miembros de mi familia se encuentran bien… pondré una nota por encima de 5 puntos… quizá un 9. Y así habremos de hacer con cada una de las áreas de nuestra rueda.

Sigue este ejemplo:

  • A familia, le doy un 4.
  • Pareja, le doy un 6.
  • A dinero, le doy un 9.
  • A desarrollo personal y espiritualidad, le doy un 10.
  • A salud, le doy un 5.
  • A relaciones sociales, le doy un 2.
  • A ocio, le doy un 2.
  • A aprendizaje y sabiduría, le doy un 5.

Observa las puntuaciones en la propia rueda (en rojo), así has de hacerlo tú:

Los puntitos rojos representan la puntuación que he dado a cada aspecto (según el ejemplo precedente), para que lo podáis ver bien. Primero lo marco en la rueda, y después hacemos lo que voy a ir indicando.

4º Una vez hemos puesto la puntuación en cada apartado, lo que nos queda es unir los puntos tal como se ve en el dibujo a continuación, para que puedas comprobar a simple vista qué tan equilibrada está tu rueda de la vida.

Ahora nos vamos a dar cuenta de cómo gira nuestra rueda de la vida, si gira fácilmente, fluyendo, o por el contrario va a trompicones

Para ello, vamos a unir todos los puntos y vamos a ver cómo se queda “nuestra rueda”, esa imagen gráfica la puedes manejar muy bien con tu intelecto, para reflexionar y tomar algunas decisiones al respecto, siempre con los apoyos que consideres necesarios.

¿Cómo es nuestra rueda, creéis que puede girar bien? ¿O por el contrario, es tan desigual y puntiaguda en algunos aspectos…, que genera gran desequilibrio en el panorama general de nuestra vida?

Veamos posibles ruedas de la vida de ejemplo, según puntuaciones distintas:

  • La primera, es bastante desigual e irregular. Su circulación será más complicada.
  • La segunda parece un poco más equilibrada, aunque tiene algunos salientes que también restan confortabilidad a la rueda de la vida.
  • La tercera es bastante más armoniosa, puede circular de una forma más fluida.

5º Resultado: ahora puedes comprobar fácilmente qué áreas de tu vida funcionan mejor y cuáles merecen una pensada para mejorarlas. Unas preguntas sencillas que puedes hacerte para buscar claridad a través del ejercicio son:

¿He obtenido un círculo grande o es pequeño? (cuanto más amplio o grande, más satisfacción con mi vida). ¿Es un círculo equilibrado, o si tuviera que girar circularía a trompicones? ¿Estoy descuidando alguna parcela que es importante para mí? ¿Cuáles son las áreas de mejora que debes emprender a partir de este ejercicio?

Reflexiona sobre todo ello, pues de lo que se trata es de mejorar tu proyecto de vida .

Mis prioridades vitales

Ahora tenemos que concretar un poco más cuáles son mis prioridades vitales, a la luz de los resultados obtenidos en las dinámicas realizadas hasta ahora.

Con la herramienta de “Un año de vida” he podido ver con mucha claridad que es lo más importante para mi en la vida, o cuál es ese asunto pendiente que me gustaría resolver o cerrar de una vez por todas. Además, tienes mi rueda de la vida que me permite hacer una reflexión más detallada y panorámica sobre diferentes aspectos y ámbitos de mi vida… y ahora puedo plantear cuáles son mis prioridades dentro de cada una de las porciones o dimensiones que he evaluado.

De este modo, lo que se te pide es que fijar al menos 5 metas dentro de cada aspecto vital o porción del quesito.

Espero que esta propuesta te sirva de ayuda para mejorar un poquito tu vida personal y social.

Me encantaría que comentaras esta entrada de blog si te ha gustado. Ese feedback es una valiosa aportación para mi.

Inmaculada Asensio Fernández
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Las tres pasiones de la jubilada radical

Hablo de jubilada refiriéndome, no a las mujeres, sino a todas las personas.

Etimológicamente, jubilación viene de la palabra jubilare: celebración, júbilo, alegría… pero no todas las personas que se jubilan viven este proceso con ilusión y ganas, sino que a veces es todo lo contrario.

El establecimiento de una edad para jubilarse es una construcción social que parte de una decisión política determinada por factores biológicos, psicológicos, económicos y sociales.  Este proceso de jubilación no es igual para todo el mundo, pues las personas somos diferentes y afrontamos los cambios de la vida de una manera diferente también.

En este sentido, la jubilación es una etapa en la vida de una persona que puede ser recibida de forma amable, o puede suponer un bache emocional que superar hasta encontrar un nuevo mundo de significados en la propia existencia, no vinculados necesariamente a la fuerza de trabajo y a la correspondiente remuneración.

A mi juicio, un gran error de las sociedades industrializadas y post-industrializadas es el hecho de que el sistema en el que nos desarrollamos está diseñado eminentemente para producir, para tener éxito (asociado al trabajo/ocupación), para ser reconocidos socialmente en función de nuestra aportación al mercado de trabajo. Lógicamente, esto pone palos en las ruedas para recibir con los brazos abiertos la jubilación.

La Asociación Americana de Psicología establece que con carácter general podemos encontrar seis tipos de personas jubiladas:

1. Continuadoras

Las continuadoras mantienen el contacto con sus habilidades y actividades del pasado, pero las modifican para adecuarlas a la jubilación, a través de trabajo voluntario o trabajo a tiempo parcial en su campo de actividad anterior.

2. Aventureras

Las aventureras inician nuevas actividades o aprenden nuevas habilidades no relacionadas con su trabajo anterior, como aprender a tocar el piano o emplearse en algo totalmente nuevo.

3. Buscadoras

Las buscadoras aprenden, por ensayo y error, en su búsqueda de una nueva identidad, ya que no sienten tener esa identidad, ni estando jubiladas.

4. Despreocupadas

Las despreocupadas disfrutan del tiempo sin obligaciones y les agrada dejarse llevar (fluir) por la corriente, en lo que a su cronograma diario se refiere.

5. Espectadoras involucradas

Las espectadoras involucradas mantienen un interés en el campo de trabajo anterior, pero asumen roles diferentes, como por ejemplo un mayor protagonismo en la esfera familiar, o cualquier otra actividad que les pueda interesar.

6. Retraídas

Las retraídas se deprimen, se apartan de la vida y se dan por vencidas en la búsqueda de un nuevo camino.

Afortunadamente, hay muchas personas que se jubilan y no se retraen, sino todo lo contrario.  Me viene a la cabeza de manera muy especial el caso de Carlos San Juan, impulsor de ‘Soy mayor, no idiota‘ que está consiguiendo sensibilizar al Gobierno de España -y a toda la ciudadanía- respecto a la dificultad que entraña para muchas personas mayores, que no han crecido sumergidas en la era digital, tener que realizar todos sus trámites bancarios a través de internet, cada vez con menos presencia física en oficinas y sucursales bancarias.

Olé tú, Carlos San Juan. Deseo tener tu fuerza y tu valor siempre, no sólo cuando me jubile.

Este señor es una inspiración para cualquier persona, y en concreto para los mayores se ha convertido en un icono…, prácticamente en un héroe.

Dicho esto, admito que pueda producirse cierto aletargamiento al cambiar drásticamente nuestras rutinas diarias, y al tener que reconfigurar nuestro autoconcepto e identidad, ya no asociados a una comunidad profesional concreta, o más bien a un espacio de trabajo concreto.

Ya no eres «Pepita, la de Cultura en el Ayuntamiento”, ahora tu concepto trasciende todos esos límites y se expande, tú eres mucho más que todo eso.  

¡Reacciona!

Las tres pasiones de la jubilada o del jubilado radical se concretan en dejar paso a ciertos aspectos que ya no tienes que currarte, pues ya se han incorporado de manera gradual a toda tu trayectoria de vida, pero debes dejarles espacio para que aniden en ti.

3 pasiones de la persona jubilada radical:

SABIDURÍA

Eres más sabia, ya que tienes una experiencia que muchas personas desearían tener, y es como el oro líquido para aquellos y aquellas que están lidiando ahora con todo lo que ya has lidiado tú. Tienes el conocimiento de tu oficio/ profesión, pero además tienes todas las habilidades y soft-skills, como se les llama ahora, para poder alumbrar el camino a otros.

LIBERTAD

Tienes más libertad, pues ya no tienes que plegarte ante figuras de autoridad, normalmente asociadas a puestos y cargos, o a la fidelidad a nuestras jefaturas o centros de trabajo. Las personas más libres pueden ser infinitamente más creativas y desafiar lo establecido, por tanto, romper algunos moldes.

COMPROMISO

Ahora te encuentras con el reto, además, de tratar de mejorar la calidad de vida de las personas que llegan a la jubilación, pues no puedes permitirte el lujo de activar los detonadores emocionales que te resten fuerza e inteligencia práctica, de esta que sirve para la vida diaria. Las personas que llegan a la jubilación y que tienen formación y experiencia, son las más aptas para llenar de significados y valores esta nueva etapa, pues todo lo que ellas hagan nos lo vamos a encontrar los demás. Aquí el compromiso hacia los demás es muy importante, pues proporciona el sentido a todos los nuevos proyectos y pasos.

NO TE QUEDES PARA TI LO QUE HAS APRENDIDO, HAZ ALGO ÚTIL CON TODO ELLO. TIENES UN GRAN VALOR PARA APORTAR A LA SOCIEDAD.

Revisa los contratos ocultos que has estado respetando hasta ahora, esos sistemas de creencias y obediencia impuestos por la cultura, la familia y los grupos de referencia para ti. Revisa y cuestiona todo eso para soltar lastre.

Tú no eres tu trabajo.

Tú no eres un recuerdo de la organización/ institución/ empresa para la que has trabajado.

Tú no eres tu status socio-económico.

Tú no eres un rol asignado por la sociedad para ti, incluso antes de que nacieras.

Tú eres mucho más que todo eso, eres una persona y puedes ser un estímulo y una especie de coach de vida para otros.

Inmaculada Asensio,

La siguiente entrada de blog la voy a dedicar a un proceso dinámico para diseñar el proyecto de vida social tras la jubilación, utilizando la metodología que durante años he transmitido en los cursos de Preparación a la Jubilación Andaluza impartidos por el Instituto Andaluz de Administración Pública, y de los que he sido docente.

Inmaculada Asensio Fernández.

Imagen tomada de: https://www.redadultomayor.org/diez-mitos-sobre-la-vejez/

La creación del proyecto de vida social en el tránsito hacia la jubilación

El establecimiento de una edad para jubilarse es una construcción social que parte de una decisión política determinada por factores biológicos, culturales, psicológicos, económicos y sociales.  Este proceso de jubilación no es igual para todas las personas, pues somos diferentes y afrontamos los cambios de la vida de una manera diferente también.

El Instituto Andaluz de Administraciones Públicas (IAAP) organiza cada año un curso para preparar a los funcionarios andaluces para la transición a la jubilación, cuyos contenidos abarcan aspectos de autocuidado relacionados con la alimentación, ejercicio físico, estilo de vida saludable, prevención de adicciones (abuso de medicamentos, alcohol, tabaco…), automotivación y optimismo, ocio, flamenco… y un modulo de carácter social que imparte la trabajadora social que alimenta este blog,  con el objetivo de tomar conciencia sobre el estado de diferentes esferas de la vida social de cada uno de los participantes para poder tomar decisiones orientadas a su mejora.

Iba una mañana caminando por la calle de las Tiendas (Almería) cuando recibí una llamada de Federico Alonso Trujillo, director del curso “Preparación a la jubilación andaluza”; me ofreció la posibilidad de colaborar como docente en esta actividad formativa a través de un modulo de carácter social. Y… ¿cuál fue mi respuesta? Pues no me lo pensé ni un segundo, dije SI.

La vida es un proyecto continuo que atraviesa diferentes ciclos y etapas, y cada una de estas etapas viene acompañada de toda una serie de sucesos, de los cuales podemos hacer una lectura positiva a veces y negativa otras, pero con todos ellos vamos edificando y fortaleciendo la persona que somos. En este sentido, dado que la jubilación marca un importante cambio en el proceso habitual de vida, y puesto que de hábitos y rutinas estamos en cierto modo hechos, ahora es el momento de parar y reflexionar sobre el camino recorrido, y sobre el camino que deseamos recorrer.

La mirada del trabajo social aporta un granito de arena importante para ayudar a las personas a mejorar ciertos aspectos de su vida personal y social, yendo al encuentro de aquello que las limita y de aquello que les importa, para poder tomar decisiones.

Mi propuesta concreta para este curso es impartir un pequeño módulo centrado en la “creación del proyecto de vida social” de cada uno de los participantes. Para crear este proyecto es necesario realizar una serie ejercicios prácticos y vivenciales.  Las dinámicas propuestas por esta servidora apoyan en dos aspectos fundamentales:

  1. tomar conciencia del proceso en el que nos encontramos y de qué áreas de nuestra vida social funcionan mejor y cuáles necesitan ser revisadas, y
  2. coger las riendas de la propia vida, proponiendo objetivos  para ajustar aquellas esferas susceptibles de mejora, siempre en un proceso ordenado y a la luz de los resultados obtenidos mediante las dinámicas propuestas por la formadora.

Ya hemos realizado este curso en Granada, Huelva y Jaén, de hecho este mismo lunes estuve en Baeza (por segunda vez en los últimos seis meses) impartiendo este modulo:

jubilacion

No hay nada más motivador que dedicarse a lo que a una le gusta, y además recibir un feedback tan positivo y alentador.  Estamos deseando que se celebre el siguiente.

Sala de prensa:

El director del Instituto Andaluz de Administración Pública clausura en La Rábida el curso de preparación para la jubilación 

https://www.researchgate.net/publication/288345067_Redes_para_el_envejecimiento_activo_y_saludable_EAS_en_Andalucia_Programa_piloto_de_formacion_intensiva_de_preparacion_para_la_jubilacion_de_personal_funcionario

Autora: Inmaculada Asensio Fernández