El Método The Work de la autora Byron Katie es útil para trabajar creencias que nos hacen sufrir

Los pensamientos pueden ser

En el año 2012 viajé a Los Ángeles (EE.UU) para realizar una formación intensiva en un método denominado THE WORK, creado y patentado por la autora estadounidense  Byron Katie.

Conocí este Método leyendo una publicación en una revista que recogía una entrevista a su autora que llamó mi atención. Decidí indagar y compré algunos libros de Byron Katie, así como acudí a un curso que impartieron en España otras personas formadas con ella en Estados Unidos. Este curso me pareció bastante beneficioso a nivel personal, de manera que no quise quedarme sólo con esta experiencia y tomé una importante decisión para mi: conocer a su autora.

Viajé, por tanto, a Los Ángeles y tras asistir a una formación intensiva de más de 100 horas, estuve durante un año practicando este Método The Work conmigo misma, de modo que usaba sus preguntas para cuestionar todo aquello que me generaba malestar, logrando siempre bastante alivio.

En el año 2013 repetí la experiencia, pero esta vez en Alemania, que es el único país de Europa en el que Byron Katie imparte su Escuela de Formación. Repetí como ayudante o staff de la Escuela, sin coste por mi asistencia a esta segunda formación, y a cambio de ofrecer mis servicios como asistente en todo aquello que pudiera ser útil a la organización (desde apoyar en las dinámicas facilitando el Método a nuevos y nuevas asistentes, hasta ayudar en la limpieza y orden de la sala de formación, o en la preparación de apuntes, fotocopias, etc…, un auténtico servicio a los demás). Aprendí tanto en esta Escuela como en la anterior, de tal forma que asimilé aún con más firmeza lo positivo del Método para mitigar el malestar que generan muchos pensamientos, de manera que hoy día se ha convertido en una poderosa herramienta para mi vida, e incluso para ayudar a alguna que otra persona que me lo ha pedido expresa y puntualmente.

Agradezco haber tomado la decisión de asistir a estas dos Escuelas con Byron Katie, y contar hoy día con este background para mi propio bienestar.

Inmaculada Asensio Fernández.

El Método The Work de Byron Katie como herramienta terapéutica en trabajo social

RESUMEN

Mediante la presente comunicación se expone sintéticamente en qué consiste el denominado método «The Work» o «El Trabajo», creado por la autora estadounidense Byron Katie. The Work se centra en trabajar con aquellas creencias que producen estrés y sufrimiento en las personas, y que paradógicamente contribuyen a anclarlas en las mismas situaciones y problemáticas de las que quieren desprenderse. En base a los resultados obtenidos por la aplicación del método en el campo de la salud mental, publicados por la Universidad de Washington[1], se pondrá de manifiesto su vinculación con el campo de acción del trabajo social, en su dimensión terapéutica, en cuanto a usos y aplicaciones.

[Nota1]    “The Work” of Byron Katie: A New Psychotherapy? Ricardo Hidalgo, LMHC, Mental Health Practitioner & Anil Coumar, MBBS, MA, Director, Mental Health Clinic Hall Health Center. University of Washington. 2012. http://www.padoin.com/thework/anil.pdf

PALABRAS CLAVE

Trabajo Social, Trabajo Social Terapéutico, Método The Work,  Sufrimiento, Byron Katie.

ABSTRACT

Through this communication is synthetically exposed what is called «The Work» or «El Trabajo» method, created by the American author Byron Katie, focused on working with those beliefs that cause stress and suffering on people, and paradoxically contribute to anchor them in the same situations and issues they want to release. Based on the results obtained by applying the method in the mental health area, published by the University of Washington, it will demonstrate its links with the scope of social work in its therapeutic dimension in terms of uses and applications.

KEY WORDS

Social Work, Therapeutic Social Work, The Work Method, Suffering, Byron Katie.

1. INTRODUCCIÓN

El trabajo social es una disciplina que desde sus orígenes se ha servido de los aportes y conocimientos de otras especialidades para llevar a cabo su cometido. Esto ha permitido facilitar su evolución para comprender y analizar la complejidad de los problemas sociales y de los problemas humanos, así como para apoyarse en la construcción de diferentes modelos de intervención, destinados a hacer frente a las dificultades de una realidad social cambiante como la nuestra.

La profesión de trabajo social necesita adaptarse a un contexto de crisis que está generando situaciones de mucha dificultad e injusticia.  En este sentido, se considera muy necesario apostar por formas de intervención de índole terapéutica, que se fundamentan en la relación de ayuda establecida entre el trabajador social y la persona, donde el trabajador social se constituye como el profesional de referencia para orientar el cambio y posibilitar una mejoría en la situación de la problemática individual o familiar planteada[2]. Desde esta visión, se comparte una propuesta metodológica que se utiliza para trabajar con aquellos pensamientos que generan estrés y sufrimiento en las personas, de manera que pueda ser incorporada como una herramienta más en la praxis de estos profesionales, para situaciones concretas en las que las personas deseen profundizar en los temas que las angustian y las paralizan de algún modo.

[Nota2]  Tomás Fernández García (coord). Fundamentos del trabajo social. Editores: Madrid : Alianza, 2009. Pag. 270.

2. VINCULACIÓN DEL MÉTODO THE WORK CON EL CAMPO DE ACCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL

La «ayuda» es la función principal del Trabajo Social, y desde su campo de intervención se atienden demandas de diversa índole, todas ellas muy relacionadas con procesos de escasez, precariedad, sufrimiento o crisis, que afectan a calidad de vida de las personas. Esta diversidad de demandas exige apostar por una actualización permanente[3] de conocimientos, métodos y herramientas para ponerlas al servicio de aquellos colectivos que más lo necesitan.

[Nota3]    El código deontológico en su articulo 44 señala que «El/ la diplomado/a en trabajo social está obligado a dominar la práctica profesional y a mejorarla a través de la formación permanente y la evaluación continua de su trabajo». http://dtsss.ua.es/es/documentos/practicas-externas/codigo-deontologico-de-la-profesion-de-diplomados-en-trabajo-social.pdf

Las personas suelen anclarse en viejos patrones y esquemas de comportamiento aprendidos, no sólo en el seno de sus familias, sino dados por la comunidad y cultura/ sociedad a la que pertenecen. Estos esquemas reciben el nombre de creencias. El contexto influye sobre nuestra mente y nuestra conducta, y esa influencia se produce a través de la interpretación que hacemos del mismo. La interpretación de la realidad difiere de unas personas a otras, y de la calidad de esta interpretación va a depender en gran medida la calidad de vida emocional de las personas, lo cual va a repercutir necesariamente en sus elecciones, aprendizajes, metas y objetivos de vida.

The Work constituye un importante instrumento con el que acompañar y alimentar la relación de ayuda, ya que prepara y predispone a la persona a tomar conciencia y responsabilidad sobre las dificultades que enfrenta, permitiendo generar alternativas de resolución o de cambio,  mediante un  cambio de enfoque en su situación problema. Además también sirve al profesional para trabajarse sus propios pensamientos y creencias estresantes, pues como decía el filósofo: «Nada de lo humano me es ajeno«. Los profesionales también tienen vida personal, y por tanto preocupaciones y problemas que pueden indagar con esta poderosa y sencilla herramienta. En este sentido, Byron Katie señala que «si tú no puedes acabar con la guerra en tu cabeza, no podrás acabar con la guerra en el mundo».

En Estados Unidos los/as trabajadores/as sociales (entre otros profesionales de la ayuda) se sirven del método The Work como herramienta con la que complementar su trabajo diario; de hecho el  plan de estudios correspondiente a la formación como facilitador/a de este método tiene reconocidos una serie de Créditos de Formación Continua (Continuing Education Credit) dirigidos a profesionales con licencia como terapeuta matrimonial y de familia, trabajadores sociales y clínicos, consejeros en las áreas del alcoholismo y la drogadicción, enfermeros, maestros, etc, siendo por tanto, reconocido, como una importante herramienta para emplear en procesos de ayuda.

4. EN QUÉ CONSISTE EL MÉTODO THE WORK

The Work permite a las personas, no sólo identificar y cuestionar sus creencias dolorosas, sino a profundizar en sus proyecciones inconscientes sin ser bloqueado por la vergüenza o el miedo contra la que en general tienen que defenderse. Es un método sencillo, ya que su propia autora lo define como un «proceso que consta de 4 preguntas y 3 inversiones o inquiry».

En primer lugar las preguntas invitan a la persona a reflexionar profundamente acerca de aquello que las daña y el impacto que genera en su vidaY en segundo lugar, a través de la indagación o inquiry, la persona es invitada a invertir o darle la vuelta a esos pensamientos dolorosos, de forma que pueda indagar en ellos y contemplar otro enfoque de la realidad que no se está percibiendo, por el fuerte impacto negativo que le provoca el pensamiento.

En la aplicación del Método The Work diferenciamos 3 fases, tiempos o actos, que se realizan separadamente, en actitud meditativa o de quietud.

PRIMER ACTO:

Byron Katie invita a encontrar o identificar alguna persona o situación sobre la que se tiene una visión o juicio negativo. Sobre esta situación concreta se comienza a trabajar, para lo cual en la primera parte vamos a contestar por escrito una serie de cuestiones que Katie recoge en un instrumento denominado «Hoja de El Trabajo«. Recoger tus pensamientos  y juicios por escrito te permite darte el tiempo que necesitas para identificar lo que realmente te estresa o te daña, sin dar vueltas innecesarias.  Esta hoja está dividida en seis preguntas o apartados para centrar bien la cuestión y tomar los máximos detalles posibles.

Las instrucciones generales para rellenar la hoja serían: «Piensa en una situación recurrente, una situación confiablemente dolorosa o estresante para ti, aunque haya sucedido sólo una vez, y que se repite en tu mente. Antes de contestar cada una de las preguntas a continuación, permítete visitar mentalmente el momento y el lugar del suceso estresante».

Para ilustrar bien cómo se rellena una hoja de El Trabajo, voy a utilizar como hilo argumental e ilustrativo un ejemplo real de una sesión que facilité a una persona, cuya fuente de sufrimiento era que se sentía en la obligación de ayudar a su hermano a salir de la droga.

1. Describe qué o quién te produce dolor, estrés o sufrimiento y porqué (siempre centrándose en esa situación concreta).

Por ejemplo: Estoy deprimida y ansiosa porque tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga.

En esta pregunta, la persona indica la emoción más fuerte que le provoca su juicio (la depresión), sin embargo a la hora de cuestionar esta primera cuestión, vamos a tomar sólo el juicio, no la emoción, es decir, vamos a trabajar con la creencia: «Tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga«.

2. Describe, en esa situación, cómo quieres que esta persona o situación cambie, ¿qué quieres que haga? (De lo que se trata aquí es de ser lo más concreto y claro posible).

Por ejemplo: Quiero que mi hermano no me exija ayudarlo. Que aprenda a solucionar sus propios problemas sin arrastrar de mi.

3. Describe, en esa situación, ¿Qué consejo le darías a esa persona? (Aquí se trata de dar un consejo a la persona o situación que juzgamos, de manera que sintamos que lo va a comprender y que verdaderamente podrá ayudarlo).

Por ejemplo: Mi hermano debería cuidarse. Debería dejar de hacerse daño y de tratar de tapar sus propios problemas a través de sus adicciones.  

4. Para que tú seas feliz en esta situación, ¿Qué necesitas que esta persona piense, diga, sienta o haga? (La persona debe dejar claro aquí lo que ella necesita del otro o de la situación que le daña).

Por ejemplo: Necesito que mi hermano me deje tranquila y respete que yo ahora no puedo ayudarle. Necesito que mi hermano respete mi negativa a acompañarlo en este momento.

5. En esta situación, ¿Qué piensas de esta persona? Haz una lista. (Aquí se trata de poner una serie de adjetivos calificativos a esa persona o situación que nos está haciendo daño).

Por ejemplo: Mi hermano, en esta situación, es: exigente, abusivo y dañino.

6. Señala que hay en o acerca de esta situación que no quieres volver a experimentar nunca más.

Por ejemplo: Nunca más quiero contestar el teléfono de madrugada y encontrar que mi hermano Miguel ha tenido un accidente de coche, está colocado y me pide ayuda.

SEGUNDO ACTO:

En la segunda parte del método, una vez la persona ha cumplimentado su «Hoja de El Trabajo» sobre la situación concreta que le daña, interviene directamente el profesional para facilitar el método, procurando que la persona se sienta acompañada y pueda abrirse a experimentar a través de las cuatro preguntas básicas que conforman esta segunda parte, las cuáles han de formularse secuencialmente, así como ofreciendo a la persona el espacio, el silencio y la escucha necesaria para que pueda entrar en sí misma y responder de manera auténtica, no automática. La persona ha de encontrar un estado de quietud que favorezca que se produzca un verdadero insight[4] a través de la reflexión y de sus propias respuestas.

[Nota4]    Insight es un término utilizado en Psicología proveniente del inglés que se puede traducir al español como «visión interna» o más genéricamente «percepción» o «entendimiento». Se usa para designar la comprensión de algo. Este término fue introducido por la Gestalt.

El profesional va a tomar cada una de las 6 cuestiones reflejadas en la hoja y ayudará a la persona a cuestionarlas una a una, por separado y secuencialmente, teniendo en cuenta que cuestionarlas es aplicarle 4 preguntas y 3 inversiones (al opuesto, al otro/a y a sí mismo/a). El rol del profesional es absolutamente neutro, y no interviene en ningún momento para opinar, mucho menos para sugerir o juzgar lo oportuno del trabajo que está llevando a cabo la persona. Lo máximo que interviene es para aclarar algún punto, en cuanto a la cumplimentación de la hoja, el significado de las preguntas o asuntos similares.

 Las 4 preguntas básicas son:

  1. ¿Es verdad? (Le indicamos a la persona que sólo responda «si» o «no, sin explicación alguna).

Cuando le preguntas a la persona si es verdad aquello que la daña, le permites abrirse, ir a otro nivel. Es decir, esas preguntas puedan ser contestadas por esa sabiduría que la persona lleva dentro, y mediante la cual sólo puede acceder a través de un proceso de silencio y quietud.

Ejemplo. El profesional pregunta: ¿Es verdad que tú tienes que ayudar a tu hermano a salir de la droga? (Mediante esta sencilla pregunta, la persona puede llegar a comprender que ella no tiene que hacerlo, no está obligada, no es su responsabilidad). Esto sólo lo puede ver honestamente si lo cuestiona, y sólo accediendo de esta manera puede integrar nuevas respuestas.

  1. ¿Puedes saber con absoluta certeza que es verdad? (A través de esta pregunta, se le da nuevamente a la persona la oportunidad de responder «si» o «no», sin más).

Esta pregunta se formula cuando en la primera cuestión la persona ha respondido: «si».

Se trata de una nueva invitación que permite un marco de reflexión e interiorización mucho mayor, ya que se le pregunta por segunda vez y de manera mucho más tajante, desafiando a la mente impulsiva, cargada de razones y que mantiene su postura.

Ejemplo. El profesional pregunta: ¿Puedes saber con absoluta certeza que es verdad que tú tienes que ayudar a tu hermano a salir de la droga?

La persona ayudada contestó que No, no tenía que hacerlo. Se dio cuenta.

  1. ¿Cómo reaccionas, qué sucede cuando crees en ese pensamiento?

Con esta pregunta la persona va a descubrir las implicaciones o repercusión que tiene en su vida  tener ese pensamiento. Cómo se trata a sí mismo y a los demás cuando lo tiene. Qué deja de hacer, qué emociones experimenta y cómo afecta a su cuerpo.

Por ejemplo. El profesional pregunta: ¿Cómo reaccionas, qué sucede cuando crees en el pensamiento de que tú tienes que ayudar a tu hermano a salir de la droga?

La persona objeto del ejemplo respondió (resumidamente) que reaccionaba con mucho nerviosismo y desesperanza. A nivel físico sentía mucha presión en el pecho y en la cabeza. Sentía ganas de llorar y de salir corriendo. Se trataba a sí misma de manera muy autoritaria y déspota, exigiéndose dar el 100% en un momento en el que ella estaba al 30%, por su estado emocional y preocupaciones. Observaba con claridad la repercusión que tenía este pensamiento en la propia relación que tenía con su hermano, al cual mentía constantemente y evitaba a toda costa, sin darle a él la posibilidad real de buscar otros apoyos en otros miembros de su familia.

  1. ¿Quién serías sin tú sin el pensamiento? (en esta misma situación)

Con esta pregunta la persona percibe quién sería ella sin ese pensamiento que  la daña, y desde ese lugar se la invita a comunicarse con el profesional.

Ejemplo: Imagínate quién serías tú en esta situación con tu hermano, (o en cualquier otra situación de tu vida diaria) sin el pensamiento de que tú tienes que ayudarlo a dejar la droga?

La persona objeto del ejemplo respondió (resumidamente) que si no se le pasara por la cabeza ni un segundo que tiene que ayudar a su hermano, se sentiría libre, relajada. Estaría de buen humor cuando hablara con él, y con más disposición a compartir algunos momentos juntos. Estaría mas centrada y realizaría más actividades de ocio, y fumaría menos.

La persona puede ver con claridad mediante las preguntas 3 y 4 cómo el pensamiento cambia su estado emocional, y la diferencia entre creer el pensamiento que la acosa, y creer en su opuesto, que la libera. Vivir esto en primera persona suele tener resultados muy liberadores, de hecho en el ejemplo descrito los tuvo.

TERCER ACTO:

La tercera parte del método, consiste en las inversiones, es decir, dar la oportunidad a la persona para experimentar los opuestos a lo que cree que es verdad, y proporcionar además 3 ejemplos concretos y genuinos de cómo puede ser verdad lo opuesto a lo que crees que es verdad.

Para ilustrar bien este apartado, vamos a seguir el hilo conductor del ejemplo con el que hemos ido trabajando.

INVERSIÓN 1 (al opuesto)Invitamos a la persona «X» a que inverta esa creencia que la estresa en primer lugar al opuesto, y que nos de 3 ejemplos genuínos y especificos de cómo puede ser verdad ese opuesto.

Ejemplo: La frase original era «tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga». Ahora se le pide que la inverta al opuesto: «No tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga».

Le pedimos los 3 ejemplos de cómo puede ser verdad que no tengo que ayudarlo a hacerlo:

  • ejemplo 1: él no quiere dejar la droga, no me ha pedido que lo ayude en eso.
  • ejemplo 2: moralmente no estoy obligada a hacerlo, pues ya lo he apoyado muchas veces, sin éxito, y yo también tengo mi propia vida y problemas que atender.
  • ejemplo 3: yo soy la hermana pequeña, y mis hermanos mayores están más predispuestos a apoyarlo, por tanto no tengo porqué asumir eso ahora, hasta enfermar.

INVERSIÓN 2 (al otro)Cuando la persona invierte al otro, lo que hace es colocarse ella en el puesto del otro, y colocar al otro en su puesto. Vamos a verlo más claro con el ejemplo:

Ejemplo: La frase original era «tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga». Ahora la invertimos al hermano: «Mi hermano tiene que ayudarme a mi (a dejar la droga[5]».

[Nota5]   Aclaración: La droga, en tanto que adicción, puede ser interpretada como la adicción que tiene la persona del ejemplo propuesto de ayudar a su familia, aún a pesar de su propia salud.

  • ejemplo 1: mi hermano tiene que ayudarme a dejar los ansiolíticos y los antidepresivos que tomo desde hace un par de años.
  • ejemplo 2: mi hermano ha aceptado en otras ocasiones que yo no estaba preparada para ayudarlo, ya que incluso he enfermado y he tenido que ingresar en salud mental, por este motivo él tendría que ayudarme.
  • ejemplo 3: mi hermano es mayor que yo, y por tanto está obligado a ayudarme a mi.

Con esta inversión la persona «X» se libera un poco de su nivel de exigencia y se da cuenta de que es igualmente verdad que ella tiene que ayudar a su hermano, como que él tendría que ayudarla a ella. Esto le facilita ver cómo ella se coloca en una situación de mayor vulnerabilidad al exigirse estar ahí cuando no puede hacerlo ahora, por su perfil y características en este momento. Ver que su hermano también tendría que hacerlo y no lo hace, la hace sentirse menos culpable o responsable de él, por tanto la libera.

INVERSIÓN 3 (a sí misma): Cuando la persona invierte el pensamiento a sí misma, se coloca a ella misma en todas las posiciones posibles frente al problema, es decir, puede hacerse consciente de lo que ella tiene que darse a sí misma, que es lo único verdaderamente manejable para ella aquí y ahora. Veamos el ejemplo:

Ejemplo: La frase original era «tengo que ayudar a mi hermano a salir de la droga». Ahora la invierte a sí misma: «Tengo que ayudarme a mi misma a salir de la droga».

  • ejemplo 1: Yo también tengo que ayudarme y apoyarme a mí misma para reducir el consumo de ansiolíticos, estando tranquila, viviendo mi vida un poco al margen de la de mi familia.
  • ejemplo 2: Yo tengo que ayudarme a mí misma a no caer en una depresión mayor (como la que tuve hace unos años y que me llevó a un intento de suicidio), por tanto tengo que ayudarme con esta droga que es mi familia, a alejarme prudencialmente de ella.
  • ejemplo 3: tengo que ayudarme a dejar la droga de hacerme responsable de todos los problemas que padecen mis hermanos, la droga de querer ser siempre la imprescindible, ya que de otro modo parece que no valgo lo suficiente, a mis ojos.

Una cuestión destacable en todo este proceso es que cuando la persona no está familiarizada con el método, y por tanto no tiene una apertura mental suficiente para experimentar los opuestos a lo que cree que es verdad y vivir sus ejemplos, el profesional puede apoyarle dándole algún ejemplo específico que ha percibido sobre su historia, siempre desde el respeto y pidiéndole permiso para intervenir. Por ejemplo se le puede decir: «Yo tengo un ejemplo de cómo tú tienes que ayudarte a ti misma en esta situación con tu hermano, ¿Quieres escucharlo?» Y si la persona responde afirmativamente le damos nuestro ejemplo. Puede que lo tome o que considere que no va con ella. Eso no importa, lo importante es que se vaya desbloqueando poco a poco y abriéndose al proceso.

5. CONCLUSIONES

Parece ser que en contextos tan cambiantes como los que estamos atravesando, los profesionales de la ayuda han de comprometerse de manera decidida por formarse en todas aquellas herramientas y métodos con los que pueda hacer frente a toda la problemática derivada de estas nuevas situaciones de crisis. En este sentido, The Work constituye un importante instrumento con el que acompañar y alimentar la relación de ayuda, ya que prepara y predispone a la persona hacia el cambio de enfoque en su situación problema. De igual modo, uno de los aspectos más relevantes que proporciona es que al tratarse de una herramienta que permite a la persona trabajarse a sí misma, el propio profesional la puede emplear para realizar su autotrabajo, lo que va a redundar en una mejora de su calidad de vida y de la calidad de su trabajo.

6. BIBLIOGRAFÍA

  • Código deontológico de trabajo social. (2012). Consejo General del Trabajo Social. Madrid.
  • De Robertis, C. (2003). Fundamentos del trabajo social: ética y metodología. Valencia: Nau Llibres.
  • Fernández T. Coord. (2009). Fundamentos del trabajo social. Editores: Madrid: Alianza.
  • Fombuena J. Coord. (2012). «El trabajo social y sus instrumentos. Elementos para una interpretación a piacere. Nau Llibres. Valencia.
  • Gaviria, S. E., Cuadrado G. I. y  López S. M. (2009). Introducción a la psicología social. Editorial Sanz y Torres. UNED. Madrid.
  • Hidalgo, R. y Coumar A. (2012). “The Work” of Byron Katie: A New Psychotherapy?(http://www.padoin.com/thework/anil.pdf) tomado el día 20 de enero de 2014.
  • Katie, B. (2009). Amar lo que es. Barcelona. Ediciones Urano.
  • Katie, B. Mitchell, S. (2009). Mil nombres para el gozo (A Thousand Names for Joy). Barcelona. Editorial La liebre de Marzo, S.L.
  • Molina M. L. y ‎Romero, M. C. (2004). Modelos de intervención asistencial, socioeducativo y terapéutico en trabajo social. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica.
  • Rondón G., L. M. y Taboada G., M. L. (2013). Voces para la ética del trabajo social en tiempos trémulos. Ediciones Paraninfo, S.A.
  • Rojas M. C. (2007). La dimensión terapéutica del Trabajo Social y la protección de los derechos humanos. IV Congreso Internacional – VII Congreso Nacional de Trabajo Social  San José, Costa Rica, 5 a 7 de setiembre de 2007. 2-10-2013.

Autora: Inmaculada Asensio Fernández. Trabajadora Social. Coleg. nº 543.

Comunicación presentada en el I Congreso Internacional de Facultades y Escuelas de Trabajo Social, celebrado en la Universidad de Murcia los días 23, 24 y 25 de Abril de 2014. Todas las comunicaciones y ponencias presentadas en el Congreso se han publicado en un libro bajo el título: EL TRABAJO SOCIAL ANTE EL RETO DE LA CRISIS Y LA EDUCACIÓN SUPERIOR. Editorial Universitas, S.A. 2014.

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Presentación del Método The Work de Byron katie utilizando un marco budista y neurobiológico

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Debra London, M.D. london.debra@gmail.com www.rightbrainpsychiatry.com

Inspirado de manera amplia en el artículo titulado «Perspectivas budistas y psicológicas en las emociones y el Bienestar», que ha sido tomado como referencia principal, voy a tratar de explicar cómo The Work puede trabajar utilizando un marco budista y neurobiológico.

Este artículo surgió de reuniones con el Dalai Lama sobre las emociones destructivas.

Está escrito por Paul Eckman, Richard J. Davidson, Mattthieu Ricard, y B. Alan Wallace.

( http://www.investigatinghealthyminds.org/pdfs/EkmanBuddhistCurrDirPsychSci.pdf )

En primer lugar, permítanme esbozar algunos de los puntos principales de este artículo:

Los autores proponen que los hallazgos actuales en neurobiología se apoyan en puntos de vista budistas sobre la emoción. No hay ninguna palabra para «emoción» en pali, sánscrito o tibetano. La neurociencia ha constatado que «todas las regiones del cerebro que se han identificado con algún aspecto de la emoción, también se han dentificado con aspectos de la cognición. El sistema de circuitos que soporta el afecto y la circuitería que apoya la cognición están completamente entrelazados; una disposición anatómica coherente con la visión budista de que estos procesos no pueden ser separados.

La definición de Sukha se define como «un estado de florecimiento que surge del equilibrio mental y la comprensión de la naturaleza de la realidad». Más que una emoción pasajera o un estado de ánimo despierto por estímulos sensoriales o conceptuales, sukha es un rasgo perdurable que surge de una mente en equilibrio y conceptualmente supone una conciencia no-estructurada e no-filtrada sobre la verdadera naturaleza de la realidad»…. Se trata de un profundo sentimiento de bienestar, una propensión hacia la compasión, la reducción de la vulnerabilidad a las circunstancias externas, y el reconocimiento de la interrelación con los seres vivos. Es un rasgo frente a un estado temporal que penetra y se propaga en toda experiencia y comportamiento de vida.

Dukha (sánscrito) a menudo se traduce como sufrimiento. No es simplemente un sentimiento desagradable. Más bien se refiere con más profundidad a una vulnerabilidad al sufrimiento y al dolor debido a una des-aprehensión de la naturaleza de la realidad «.

El reto inicial en el enfoque budista es permitir que los estados mentales de conciencia destructivos puedan transformarse a través de años de meditación, osea que esto sea hecho de forma introspectiva, mediante actividades mentales como la meditación y la contemplación.

En psicología las emociones son consideradas desde un punto de vista evolutivo y son focos de considerable atención en procesos de terapia. Aunque las emociones se clasifican en positivas y negativas, se considera que sólo son perjudiciales en exceso. Además el objetivo de una terapia no es usualmente el librarse de una emoción, sino regular la experiencia y la acción desde que una emoción es sentida… en otras palabras tener el control.

El budismo y la psicología están de acuerdo en afirmar que la hostilidad es destructiva para la salud y que la violencia impulsiva crónica es disfuncional y patológica. Además, las únicas situaciones en las que la psicología recomienda cambiar las emociones, son para estados definidos como psicopatológicos. Actualmente no existe en la cultura occidental ningún enfoque que implique un esfuerzo persistente a largo plazo que involucre habilidades complejas en el aprendizaje del desafío de soportar determinados estados emocionales, a diferencia de la educación superior y el ajedrez.

El budismo tiene un sistema para esto y tiene décadas de entrenamiento para llegar a los estados más elevados de conciencia.  El budismo se destaca por la comprensión de los estados y en el desarrollo de las etapas de la meditación. No tiene un método para tratar directamente con el contenido real de los pensamientos estresantes. Los enfoques psicológicos occidentales se han centrado en un cuestionamiento socrático de la mente, en lo que se refiere a los pensamientos estresantes y ha sido una excelente herramienta para la reducción del sufrimiento en lo que se refiere a las «emociones destructivas».

El budismo y The Work tienen algo en común: el objetivo es encontrar la paz y reducir el sufrimiento. The Work es una innovadora y única herramienta cognitiva, que utiliza una serie de preguntas e inversiones, que además emplea la capacidad de introspección innata de la mente, y  percibe e interpreta las sensaciones corporales. El énfasis en las sensaciones corporales experimentadas con y sin el pensamiento a menudo son asociadas con mayores cambios significativos que si la comprensión es puramente intelectual.

El efecto de practicar The Work, según lo descrito por aquellos que utilizan The Work como práctica mental, algunas veces es descrito como similar a una experiencia de Sukha. Tal como la meditación, The Work también requiere una «monitorización de las actividades mentales internas», añadiendo preguntas e inversiones. El testimonio de la mente sobre el efecto del pensamiento estresante en la tercera pregunta «¿Cómo reaccionas cuando crees en ese pensamiento?» Es «dukha». La cuarta pregunta: «¿Quién serías tú sin ese pensamiento?» Crea un contraste que permite a la mente la evidencia de lo que es la vida sin el pensamiento estresante. Las «inversiones» reequilibran la mente apegada a un falso pensamiento mediante la capacidad de la mente para encontrar pensamientos adicionales que son más verdad y menos estresantes, usando múltiples y opuestas perspectivas. Esto reduce la disonancia cognitiva con gran efecto y eficacia. Además, cuando las personas encuentran sus propias inversiones y ejemplos, tienen un mayor impacto que si se las suministra otra persona a través de una terapia o de una enseñanza filosófica.

The Work parece permitir al que lo practica experimentar una liberación del dolor muy rápidamente y con rasgos afectivos duraderos. Este fenómeno, repetido suficientemente, puede dar como resultado profundos estados y cambios de rasgos debido a la neuroplasticidad o capacidad inherente del cerebro para la remodelación de sí mismo, utilizando la conciencia, la atención plena y la intención. The Work ilustra una nueva compresión de cómo funciona la mente, y más concretamente nuestro pensamiento, como raíz de la causa del sufrimiento, del dolor, la confusión y la ilusión, y cómo podemos ser libres de los efectos de estos pensamientos estresantes. La sencillez, la profundidad, la velocidad y el poder de The Work no tiene precedentes en la historia de las herramientas disponibles para las personas en la meditación oriental y en las tradiciones psicológicas occidentales. Cualquier mente que pueda contestar con honestidad y verdad a estas cuatro preguntas y a las inversiones, se dará cuenta de que su vida cambia en una dirección pacífica.  «El trabajo» no es de auto-ayuda, terapia ni pensamiento positivo. Se trata de un nuevo paradigma disponible a todo el mundo y que se puede utilizar en el campo de la educación, la terapia, en el trabajo con padres (con uno mismo o con otros).

Teóricamente The Work puede ser usado para mejorar la práctica de la meditación así como  los enfoques psicoterapéuticos tradicionales y transpersonales, que utilizan la conciencia o  visualización para promover la curación y el crecimiento. The Work puede ser utilizado en centros penitenciarios, en psicoterapia, en educación… en procesos individuales o grupales. Se puede realizar efectivamente por teléfono o utilizando un programa de ordenador.

Para comprender verdaderamente el poder y la efectividad de The Work, debe ser experimentado de primera mano, En mi opinión, la ciencia no debe tener ningún problema para validar lo que es empíricamente evidente para mi, y para muchos otros profesionales en cuanto a su eficacia.

Artículo original:

http://www.rightbrainpsychiatry.com/home/Inquiry_files/Introducing%20IBSR%20Using%20A%20Buddhist%20and%20Neurobiological%20Framework.pdf

Texto traducido por:

Inmaculada Asensio Fernández

«Toma las riendas». Trabaja con tus pensamientos

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 Esta tarde abro la caja de herramientas para hablaros de «The Work» o El Trabajo, y por supuesto de su autora: Byron Katie.

Sobre el método:

The Work es un método para trabajar con aquellos pensamientos y creencias que nos producen estrés, dolor o sufrimiento. Ya sabemos que la naturaleza de la mente humana es compleja, y que las personas convivimos con creencias, gran parte de ellas adquiridas a través de nuestros padres, abuelos, maestros y en general figuras de autoridad en la niñez, e incluso otras adquiridas por la cultura y la sociedad del momento, o por una serie de experiencias vividas. Muchas de estas creencias nos impulsan y nos ayudan a avanzar; sin embargo hay otras que nos limitan y nos quitan valor –a nuestros ojos- y estas que son las que más duelen, por ello hay que cuestionarlas

¿Es verdad todo lo que piensas?

Qué pasaría si una mañana te levantaras y no recordaras nada. No tuvieras historia, no supieras quién eres, no conocieras a nadie… no tuvieses identidad, ni memorias… ¿Quién serías…? ¿Quién serías en tu relación o en tu matrimonio sin todo eso…? ¿Quién serías en tu trabajo o con tus amigos…? ¿Quién serías mientras friegas los platos… sin programación alguna, sin pensamientos…?

Estas preguntas o -quizá tan sólo una de ellas que las contiene todas- se las hizo la autora del Método: BYRON KATIE.

ImagenEsta hermosa mujer, aquí donde la veis, pasó una depresión que le duró más de 10 años. Casi no lo cuenta. No tenía ganas de vivir. Sufrió todo tipo de penalidades a causa de sus pensamientos. Se sentía culpable de estar criando a sus hijos sin poder transmitirles casi ni un ápice de gusto por la vida, incluso por su mal carácter y amargura.

Quizá ella no lo explicaría así, pero yo lo resumo de este modo y con mis palabras tras todo lo que ella ha compartido con el mundo, para ayudar a los demás a través de su experiencia.

Ya sabemos que las personas que sufren mucho y logran salir de ahí, lo hacen con un vigor desconocido, que las sitúa en un lugar de gran fortaleza y sabiduría. Generalmente se les llama maestros/as. Muchos autores lo llaman RESILIENCIA. En el caso de Byron Katie -y muchos otros- yo lo llamo ILUMINACIÓN *(alcanzar un punto de claridad importante respecto a las diferentes vicisitudes de vida, un antes y un después).

Byron Katie se dio cuenta de que cuando creía sus pensamientos, sufría, y cuando se los cuestionaba, había algo dentro de ella que se abría y se expandía… comenzaba a «VER«. Ya nada era lo mismo. Ella los cuestionaba con una serie de preguntas que forman parte de su método y que nos ayudan a indagar en lo más profundo.

Hay muchas realidades o verdades sobre todo lo que nos sucede o lo que pensamos, que no vemos fácilmente, pues por fidelidad a quién somos (a nuestra identidad) no acostumbramos a cuestionar casi nada de lo que se nos pasa por la cabeza. Por poner algunos ejemplos:

Él no me quiere. Ella debería cambiar. Mi madre no debería haberse separado. Yo debería ser madre. Soy mayor para encontrar pareja. Tendría que tener más dinero. Mi vida no tiene sentido… etc.

Todos estos pensamientos sin cuestionar, nos pueden hacer la puñeta en mas de un momento y en más de dos.

Todo esto son ejemplos de pensamientos que tenemos al cabo del día, y dependiendo de la situación que estemos atravesando, la mente se dispara, y nos puede producir un sufrimiento innecesario, que lejos de llevarnos a actuar (lo cual podría en un momento dado justificarlo un poco) nos ancla, nos infravaloriza, nos deja a la altura del betún.

Ante este panorama, podemos tardar mucho tiempo en comprender que es lo que tienen las situaciones, o las personas, que yo tengo que ver para poder liberarme y dejar de pedirle al mundo lo que sólo yo puedo darme: LIBERTAD y AUTOAPOYO.

¿Sabías que la mayor parte de las decisiones que tomas están condicionadas por tus creencias, y que la mayor parte de estas creencias no son conscientes? Es curioso, pero así funciona el insconsciente. Es como subirse a un bus hacia «ninguna parte», y teniendo que aguantar vicisitudes varias hasta llegar a «ningún lugar». The Work es una manera más de trabajar con todo eso, desde mi punto de vista muy sencilla  y útil para la vida.

The Work de Byron Katie ha llegado a todo el mundo, pues desde el año 1986 se dedica a compartir lo que ella descubrió y que le cambió la vida y su manera de entender la mente humana… el mundo.

Byron es autora de diversos libros, así como tiene un Instituto internacional sobre The Work, se llama Byron Katie Institute, y a través de este Instituto se han formado miles de personas en su método. Tiene Escuelas residenciales en Estados Unidos, así como en Europa.  Muchísimas personas de America Latina se han formado igualmente en el método, y en la actualidad se está expandiendo mucho por África, pues el Instituto es muy potente a nivel internacional y tienen programas de becas y de ayudas para la formación. Además tienen un programa residencial de 28 días para superar adicciones. Se llama Tournaround House, y otros muchos proyectos.

Si queréis más información podéis visitar su web: www.thework.com

El año pasado estuve en Estados Unidos en su Escuela, y este año repetí la experiencia en Alemania, esta vez no como participante, sino como staff (miembro del equipo colaborador). En ambas ocasiones la experiencia ha sido fuerte y liberadora.

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Esta es la orla de la Escuela en la que me gradué en Los Ángeles, California.
Y yo soy una de esas maravillosas hormigas.

Antes de esta experiencia, en muchos momentos sentía que algunos problemas eran más grandes que yo. Ahora no, ahora se que todo lo puedo cuestionar y que ello me da las pautas para salir de mi posición cómoda y tomar las riendas de mi vida.

Con the work se puede trabajar cualquier situación que os podais imaginar, y relacionada con dinero, salud, amor, trabajo, amistad, etc. Cualquier pensamiento que te pinche o te cause estrés o sufrimiento en cualquier área de tu vida.

Mi último proyecto: TRABAJAR EL AMOR Y LA PAREJA a través de the work. Como sabéis soy trabajadora social y mediadora familiar. El tema de la pareja y la familia me apasionan y es mucho el camino a recorrer. 

¿Quién serías tú sin tu historia con tu pareja, en tu relación…   o sin pareja?

¿Quién serías sin tu historia de lo que debe ser el amor?

¿Quién serías sin tu historia acerca de los hombres… o de las mujeres?

¿Quién serías sin todos esos pensamientos que te hacen sufrir en relación al amor?

Nos encontramos atravesando por un momento histórico y social en el que las relaciones están sufriendo cambios y adaptaciones continuamente. Todos los días se crean parejas, y todos los días se rompen parejas, con más o menos acierto. De igual modo hay muchas personas que viven solteras, o singles, y que no se atreven a dar el paso a lanzarse a conocer a otras personas para iniciar nuevas relaciones, sintiendo mucha frustración por ello.

Y todo está bien. Pero ¿Qué pasa cuando sufro en mi relación, o sufro porque no tengo pareja? ¿Qué pasa cuando no logro dejar ciertos aspectos en el pasado? ¿Qué pasa cuando me creo la historia de que soy demasiado mayor para enamorarme…?

SUFRO. CULPO A LOS DEMÁS. NO ME ATREVO. MI AUTOESTIMA SE RESIENTE. NO ME DOY LO QUE YO NECESITO. ME DEPRIMO.

El amor es un tema que preocupa a muchas personas, y  con el que se puede avanzar en gran medida a través the work; pues ya lo dice Byron Katie: la persona con la que estás en este momento, es tu mejor maestro. Pero no sólo tu pareja, sino tu jefe/a, tus amigos, tus vecinos… y todas aquellas personas con las que te relacionas y con las que te surgen conflictos.

La cosa está en abrirse y explorar.

¿Te atreves?

Y con esta frase me despido por hoy.

Autora: Inmaculada Asensio Fernández

En todas las familias hay problemas sociales

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Dicen por ahí que «en todas las casas se cuecen habas, pero no en todas del mismo tamaño». Este dicho refleja muy bien la realidad social de gran parte de las familias, del mundo mundial -como diría el gran amigo Manolito Gafotas. La aventura de estar vivo implica justo eso, enfrentarse a situaciones difíciles y cambiantes a lo largo de la vida.

Esta frase que hoy da titulo a esta entrada de blog la escuché hace años de la mano de una colega profesional argentina: Adriana, trabajadora social y mediadora familiar. Asistimos juntas a un Congreso de Trabajo Social en Zaragoza y compartimos avatares y vivencias varias. En algún momento que conversábamos sobre la vida, los compromisos, los valores, el amor, el trabajo… ella me dijo: «Inmaculada, en todas las familias hay problemas sociales, – y sentenció: en todas«. Los problemas son inherentes a la raza humana, lo suyo es aprender lo que nos muestran, encararlos y tratar de resolver. Ser conscientes de esta premisa nos ayuda a ser más humildes y a no ir con el cuento de que los profesionales de lo social trabajamos con familias multiproblemáticas. Trabajamos   con familias, sin más. Familias atravesando alguna dificultad.

Esta frase quedó en mi, resonando y dando vueltas, como banda sonora de fondo de las experiencias que voy encontrando a cada paso. en mi camino profesional.

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Los problemas son obstaculos que hallamos en distintos momentos de nuestro desarrollo evolutivo, que tienen en común el tratarse de situaciones que no sabemos cómo manejar y que por lo general están ligadas a la dinámica social y relacional establecida en nuestro entorno más próximo, que es en definitiva en el que nos desenvolvemos y del que, para bien o para mal, nos nutrimos.

Estos problemas pueden relacionarse con situaciones de enfermedad, muerte, conflictos graves en las relaciones, separaciones traumaticas, adicciones, situaciones de maltrato, la necesidad de sustento económico, etc. El caso es que todas las personas, independientemente de la situación social o económica, conocemos de cerca lo que significa atravesar un proceso doloroso o estresante, y las repercusiones que ello puede tener en nuestro día a día, y en nuestra particular visión del mundo.

Cuando nos vemos avocados a hacer frente a situaciones nuevas, imprevistas, negativas… la incertidumbre, la duda y el estrés pueden nublarlo todo. Las nubes no nos dejan ver “el camino” a seguir, incluso nos impiden ver los diferentes caminos que tenemos ante nosotros (lo que se traduce en opciones), pues posibilidades siempre hay, la cuestión está en verlas. La ayuda de un tercero en esos casos puede ser muy buena, y éste tercero bien puede ser un familiar, un amigo.. o un profesional.

Hay un recurso fundamental cuando se atraviesa cualquier tipo de problema y es el pedir ayuda. Este recurso es el primero y el que verdaderamente puede facilitarnos el salir del hoyo, y no es broma. Pedir ayuda implica tomar las riendas, movilizarnos, y comenzar a estudiar la mejor manera de solucionar la situación que tanto nos preocupa. Siguiendo la metáfora del camino, aquella tercera persona que nos ayuda cuando estamos mal, nos facilita la labor de quitar la broza y apartar las ramas que restan visibilidad para encontrar la mejor ruta aquí y ahora.

Si tenemos alguna persona de valor para nosotros en nuestro entorno para solicitar la oportuna visión objetiva sobre la situación en sí, esto nos aportará claridad, así como nos ayudará a situarnos y a dilucidar lo que es manejable para mi ahora y lo que no. Una persona ajena al problema es capaz de ver opciones, cosa que la persona afectada por toda la vorágine de emociones no tanto.

Otra opción, si eres una persona abierta y te lo puedes permitir, puede ser solicitar ayuda a un profesional (psicólogo, trabajador social, mediador, coach…), pues éstos profesionales tienen una especialización clara a la hora de abordar problemas y pueden proporcionarte herramientas nuevas, así como mostrarte las que ya tienes y que no puedes ver (por el estado de confusión), lo cual va a forjar aún más tus posibilidades de salir de ese estado lo antes posible.

En mi profesión como trabajadora social en ocasiones he recibido llamadas y consultas de diferentes colegas profesionales, de lo social y de lo humano, quiénes necesitaban desahogar un problema de tipo personal y/o familiar con el cual llevaban tiempo lidiando, pero sin resultados (por lo menos no a la vista). El caso es que en todos los casos siempre he percibido una especie de pudor o vergüenza a la hora de relatar sus preocupaciones o problemas, de hecho suelen comentar:

Compañera, no quiero que te hagas una visión equivocada de mi, pero de pequeña… «tal o cual cosa», o mi padre siempre ha sido un hombre (…), o mi madre (…),  mi marido (…); en fin, ejemplos varios.

Y hay algo que siempre me ha gustado decirles y es que “nada de lo humano me es ajeno». Y no es simplemente una frase hecha, sino que es la verdad. Yo misma me he enfrentado a dificultades de todo tipo, algunas de las cuales he resuelto con éxito, y otras que ha resuelto el tiempo, el caso es que nada me es ajeno, y la empatía que siento en cada uno de los relatos me hace confiar en las capacidades de cada persona para salir de sus historias y de sus dificultades, con o sin ayuda, aunque a veces un empujoncito hace mucho.

En todas las familias hay problemas sociales, sí, y esto es algo que nos acerca bastante a los demás, independientemente de su vida y circunstancias. El sufrimiento humano vive en la mente, y se alimenta de los pensamientos. Si los pensamientos no se cuestionan, puedes tirarte toda la vida viviendo de tu historia: la historia de donde naciste; la historia de donde te criaste, la historia de que lo has pasado mal, la historia de que tu pareja te abandonó, o la historia de que no vales lo suficiente… Y como todo son historias y las creemos, esto puede no tener fin. Sin embargo hay una pregunta que también resuena en mi, esta vez de la mano de la autora estadounidense Byron Katie:

¿QUIÉN SERÍAS TÚ SIN TU HISTORIA?

Yo quizá un poco más libre: y TU?

Autora: Inmaculada Asensio Fernández

Necesito que me quieran ¿Es eso verdad?

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Este es el título de uno de los libros de la autora Byron Katie, el cual disfruto a cada párrafo que leo. Considero que las enseñanzas de esta gran mujer son muy necesarias para afrontar los retos de la sociedad de hoy día, sobre todo en lo que a valoración personal se refiere, así como a las relaciones que mantenemos con los demás… parejas, amigos, familiares o conocidos.

Necesito que me quieran ¿Es eso verdad?

Hay ocasiones en las que nos enfrentamos a la pérdida de un gran amor, y nos apegamos – en el mejor de los casos- a la idea de recuperarlo, de convencerlo o hacerle ver lo valiosos que somos y lo equivocados que están. Y en otras por ejemplo sentimos deseos de vengarnos, de hacer todo lo posible por resarcirnos por la herida causada en nosotros.

En otros momentos nos lamentamos pensando que nuestro jefe o jefa debería valorarnos más, reconocer nuestro trabajo, tenernos más en cuenta, tratarnos con más cuidado y atención, etc.

Otras veces sufrimos porque consideramos que nuestro padre tendría que haber sido más cariñoso con nosotros, o nuestra madre menos severa, o nuestro hermano más generoso, etc.

Como vemos, hay múltiples situaciones en las que sentimos que necesitamos el amor de los demás, sean estos familiares, parejas o ex-parejas y amigos o hasta compañeros del trabajo.

Creer en la idea de que necesito todo eso y que no lo tengo… ¿Cómo me hace sentir?

¿Cómo me siento cuando me digo que mi ex-pareja o ex-marido no me quiere?

¿Cómo me siento cuando me reprocho que no soy una mujer interesante para tal o cual persona?

Toda vez que pensamientos de este tipo atraviesan mi cabeza me siento triste, enfadada, confundida, sola, abandonada, infeliz… Y no tiene porqué coincidir con una etapa chunga de mi vida. Basta que esté una simple tarde tomando un té, escuchando buena música, y que de repente me venga el pensamiento de que él no me quiere, para que todo el bienestar del día o del momento se vaya al garete… ¡Zas! otra vez al pozo. Así de claro.

Byron Katie nos muestra cómo hay una serie de pensamientos que son comunes a todos los seres humanos, aunque no todos los tengan en la misma medida. Estos pensamientos campan a sus anchas en nosotros, en el vecino y en el otro, y afectan a la manera de estar en el mundo, de relacionarnos, de comportarnos con nuestros semejantes, nuestros jefes o con desconocidos. Entran en mi en un sólo segundo y lo cambian todo. Sin embargo hay algo que no solemos preguntarnos:

¿Es verdad?

Esta pregunta inocua e inofensiva es la puerta de entrada al método de Byron Katie. Es una pregunta que, planteada como un acto meditativo, es decir, permitiendo que la pregunta conecte conmigo, que la respuesta venga a mi sin yo buscarla, me puede aportar información valiosísima que hasta el momento no había visto, ni tan siquiera de lejos.

El método de Byron Katie se concreta en 4 sencillas preguntas que te ayudan a indagar en todos esos pensamientos y creencias que te generan dolor, que te frustran y confunden, en definitiva te estresan. Te permiten ver qué otras verdades hay tras esa primera creencia o pensamiento que hasta el momento no veías y que puede cambiar por completo la situación que te hace daño, la interpretación que haces de ella y hasta la propia visión de tí misma, como actora principal de la historia y como única persona que verdaderamente puede darse a sí misma lo que necesita.

Comienzas a conocer a esa persona que eres tú, a descubrir muchos aspectos tuyos que antes no veías, a valorar la persona que eres. Desde ahí ves acciones concretas que llevar a cabo para salir de esa situación que tanto te preocupa.

Cuando yo me aplico el método, lo primero que percibo es que mi estrés pierde fuerza, se desvanece. Comienzo a sentirme más segura. Me río de mi misma al comprobar el impacto tan fuerte que puede tener en mí un simple pensamiento no cuestionado. Me río aún más cuando compruebo que todo lo que demandaba al otro ya lo tengo, o sólo yo me lo tengo que dar.

Es fuerte ver ésto.

Una mente no cuestionada puede convertirse en la peor de nuestras pesadillas. Nos puede movilizar a exigir, dañar o culpabilizar a otras personas, con la incoherencia e inmadurez de un niño enfadado o asustado.

La única persona que ha de darte amor y aprobación ahora mismo eres tú. De manera que si crees que necesitas que te quieran, ya sabes: «coge las flechas de cupido y ponte delante de un espejo: ¡DISPARA!».

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Autora: Inmaculada Asensio Fernández

«El Trabajo de Byron Katie: ¿Una nueva psicoterapia?

ImagenQuiero presentaros a Byron Katie y su método: The Work, para trabajar con aquellos pensamientos y creencias que nos producen estrés y sufrimiento. Se trata de un método muy práctico y sencillo, al alcance de todas las personas que lo necesiten y que sintonicen con él.

Yo conocí The Work de la manera más casual, leyendo un articulo sobre su autora en una revista de temas de crecimiento personal. Lo que más me llamó la atención -además de la belleza de su autora, es que se trataba de un método con el que yo misma podía trabajar mis pensamientos y creencias, y de una manera muy natural y sin artificios de ningún tipo.

He tenido la suerte de conocerla y de graduarme en su escuela en Los Angeles, y hoy quiero compartir con todas las personas que seguís mi blog un artículo que localicé en la red, bajo el título:«El Trabajo de Byron Katie: ¿Una nueva psicoterapia?”, publicado por la Universidad de Washington y que he traducido al español para compartirlo. Los autores del mismo son profesionales dentro del campo de la salud mental, y exponen los beneficios de este método a la luz de los resultados obtenidos en su práctica profesional con pacientes de salud mental. He aquí el fruto de su investigación. 

«El Trabajo de Byron Katie: ¿Una nueva psicoterapia?

RESUMEN

En este trabajo se presenta «The Work» de Byron Katie, autora de Amar lo que es. Este método sostiene que «la indagación», como también se le llama, puede ser considerada como una nueva psicoterapia, que puede ser tan eficaz o más que los métodos existentes, aunque Byron Katie nunca lo ha presentado como tal. Este proceso simple y directo, resumida en «Juzga a tu prójimo, escríbelo, haz 4 cuatro preguntas e inviértelo”, hace que sea ampliamente accesible e investigable.

Mientras Byron Katie ha introducido este proceso terapéutico a cientos de miles de personas en todo el mundo en los últimos 20 años, ha hecho pocas incursiones en el campo de la psicoterapia, aunque muchos profesionales de la salud mental han experimentado el valor de este proceso y lo han incorporado a su práctica. Deseamos que este documento introduzca a The Work (o El Trabajo) de manera más amplia, y estimule el interés en la investigación de este sencillo y eficaz proceso.

INTRODUCCIÓN

Byron Katie es autora de Amar lo que Es.

«The Work» puede ser visto como una forma sencilla y concisa de psicoterapia que parece sintetizar los elementos de las psicoterapias psicoanalíticas, cognitivas/ psicoterapias conductuales y psicoterapias basadas en mindfulness. “The Work” emplea los bienconocidos métodos psicoterapéuticos como la imaginación guiada, juegos de rol y reestructuración cognitiva. Permite a las personas, no sólo cuestionar sus creencias dolorosas, sino a profundizar en sus proyecciones inconscientes sin ser bloqueado por la vergüenza contra la que en general tienen que defenderse.

DESCRIPCIÓN

«The Work», consta de cuatro preguntas sencillas y de unas inversiones. Como Byron Katie dice: “Juzga a tu vecino, escríbelo, haz cuatro preguntas y dale la vuelta”.

Se trata de un proceso por el cual los conceptos dolorosos, tales como, «mi padre no se preocupa por mí», son investigados a la luz de las cuatro preguntas y luego se realizan una serie de inversiones de esos mismos pensamientos a otros cercanos y a opuestos.

Un ejemplo puede ser el siguiente:

«Mi padre no se preocupa por mí». 1. ¿Es Verdad?

«Sí. Si él se preocupara por mí me llamaría o me envíaría correos electrónicos y cartas para preguntar por mí, pero nunca he sabido de él «.

(Al contestar «no» a esta pregunta, pase a la pregunta número tres)

«Mi padre no se preocupa por mí». 2. ¿Puedes saber con absoluta certeza que es verdad?

«No. No podemos saber con absoluta certeza que él no se preocupa por mí, incluso si él no llama o no se pone en contacto conmigo. «

Esta segunda pregunta, se le pregunta si la respuesta a la primera pregunta es «sí». Se invita a una reflexión más profunda acerca de lo que realmente sabemos que es verdad. A veces la gente responderá:»Sí» a esta pregunta, aunque es imposible saber absolutamente nada en realidad. Es posible ir simplemente a la tercera cuestión, sin obstaculizar ni procesar incluso cuando esta pregunta se responde con un «sí».

«Mi padre no se preocupa por mí». 3. ¿Cómo reaccionas cuando piensas este pensamiento?

«Cuando pienso en este pensamiento, me siento triste, solo y deprimido. La sensación me golpea en el pecho y viaja a mis hombros. Me siento inútil y no quiero estar cerca de personas. No contesto el teléfono.

Me molesta que mi padre no se preocupe por mi, pero yo nunca lo diría. En su lugar, me retiro de él, y no con él. Entonces me odio a mi mismo por pensar, sentir y actuar de esa manera. Busco una manera de distraerme de mis miserias al convertirme en un adicto al trabajo o drogándome. Siento que hay algo terriblemente mal en mi, y a veces sólo quiero estar muerto. 

«Mi padre no se preocupa por mí». 4. ¿Quién serías sin ese pensamiento?

«Sin este pensamiento no me tomaría los errores/ fallos de mi padre personalmente, y si yo pensara en él, podría comunicarme con él para decirle que estoy pensando en él, en lugar de resentirme con él porque no me contacta. Yo estaría mucho mejor”.

Estas preguntas son una invitación para ir a tu interior y echar un vistazo a lo que realmente crees y cómo reaccionas / vives con y sin el pensamiento doloroso.

Las inversiones son una manera de tomar el concepto original en sus palabras exactas y darle la vuelta a conceptos relacionados y opuestos, mediante la sustitución del propio por el otro, para ver cómo lo sientes de verdadero o cierto cuando el concepto es aplicado a uno mismo.

Así, «Mi padre no se preocupa por mí «se invierte a:

«No me preocupo por mi papá».

«No me preocupo por mí mismo».

«Mi papá se preocupa por mí»

Una vez más, el espíritu de la indagación es meditar y reflexionar sobre los nuevos conceptos para valorar si los sientes tan ciertos o más ciertos que el concepto o pensamiento original.

Añadiendo la palabra «A veces» puedes reducir el golpe o impacto negativo del pensamiento original invertido. Por ejemplo – «A veces No me importa mi papá» puede ser más preciso y más verdad que «no me preocupo por mi papá».

El cambio es el proceso por el cual el inconsciente se hace consciente, a menudo en un destello de percepción emocional profunda.

Esta experiencia proporciona una visión de gran alcance para darse cuenta de lo cegados que estamos por nuestras creencias (la percepción selectiva es real). Cómo voy a considerar si quiera, lo opuesto, si estoy posicionada en lo mío, en la creencia que tengo sobre mí.

La libertad del dolor del concepto estresante original se consigue cuando las inversiones son experimentadas como verdaderas o como más verdaderas que el concepto original.

Cuando el nuevo concepto se siente como una creencia verdadera, en el concepto original ha perdido su influencia.

Nuestro acostumbrado diálogo interior puede ser algo como esto:

«Mi padre no se preocupa por mí. Oh, vamos, sabes que eso no es cierto. Deja de pensar de esa manera. ¿Por qué sigues pensando este pensamiento cuando es tan obviamente falso? Deja de pensar de esta manera. Me pregunto ¿qué hay de malo en mí que yo sigo creyendo esta mentira estúpida?. Debo ser estúpido. Debe haber algo mal en mí. Tengo que dejar de pensar de esta manera. «

El problema con este enfoque es que lo que sabemos, no cambia lo que CREEMOS. Pensando que debería, cuando no lo hace, conduce a nuevas dificultades, sentimientos de inadecuación. Mientras que nuestro auto diálogo típico nos empuja más profundo en nuestra depresión hasta el punto de la desesperación, la desesperanza y la impotencia,

«El Trabajo», a menudo conduce a una sensación de alivio y alegría de autorrealización.

El trabajo como una psicoterapia psicoanalítica:

Cuando escuché a Byron Katie haciendo una entrevista con un joven que estaba preocupado porque sus padres lo juzgaban y no lo comprendían, me sorprendió lo que escuché. En cuestión de 30 minutos más o menos, este joven fue capaz, sin vergüenza y con visión profunda, de ver el dolor de ser juzgado e incomprendido por sus padres como una proyección de sus propios juicios y malentendidos de sus padres y de sí mismo.

Me parecía que yo acababa de presenciar un proceso que, en 30-45 minutos, dio como resultado el tipo de conocimiento emocional profundo que no había logrado tras meses e incluso años de mi mejor psicoanalíticamente informada psicoterapia.

«El Trabajo» de Byron Katie puede ser visto como un nuevo «camino real al inconsciente», y parece ser lo disponible más fiable. Su proceso de «indagación» es una forma breve e incisiva para que la gente tenga una introspección, cuestionar sus pensamientos y fiablemente darse cuenta de que sus juicios de los demás son proyecciones de de los juicios propios hacia sí mismo. La indagación, al igual que la madre atenta y confiable, sólo se sienta allí esperando que se le pregunte, ni persigue ni abandona.

El proceso de Byron Katie de la «Indagación», al igual que la psicoterapia psicoanalítica, invita a «la libre asociación «en la forma de la» Hoja de Trabajo Juzga tu vecino/ prójimo «. Se invita al investigador a escribir sus pensamientos, sin tratar de censurar:

«Les invito a ser críticos, duros, infantiles y mezquinos. Escribid con la espontaneidad de un niño que está triste, enojado, confundido o asustado. No tratéis de ser sabios, espiritual o amable. Este es el momento para ser totalmente honesto y sin censura acerca de cómo se siente.

Permita que sus sentimientos se expresen sin temor a las consecuencias o cualquier amenaza de castigo «(Katie, Byron con Stephen Mitchell; Amar lo que es, Harmon Libros, 2002) 11-12.).

Al igual que los pensadores psicoanalíticos, Byron Katie observa que nosotros suprimimos, reprimimos, e intentamos protegernos y defendernos contra nuestros dolorosos, y temidos pensamientos y juicios.

Ella se refiere comúnmente a estos pensamientos no deseados como «nuestros niños rechazados«, y nos invita a recibir a nuestros deseados, rechazados «niños» de nuevo para que podamos encontrarnos con ellos con comprensión, en lugar de con nuestra hostilidad usual y nuestro rechazo y miedo. Al igual que algunos autores psicoanalíticos, Byron Katie llega a la conclusión de que todo lo que experimentamos es una proyección.

Una de las diferencias de los enfoques psicoanalíticos es que «El Trabajo» invita a la libre asociación a ponerse por escrito, donde puede ser fácilmente observados e indagado/ investigado.

Katie llama a esto «parar la mente», y señala que el polo de la mente que sólo quiere/ tiene que tener razón es tan rápido y fugaz, que si no hacemos esto en el papel, somos en gran medida incapaces de analizar nuestros pensamientos y llegar al otro polo de la mente, que simplemente quiere saber lo que es verdad.

Otra diferencia es que en lugar de que el analista haga interpretaciones, el terapeuta hace las cuatro preguntas que invitan al paciente a reflexionar y mirar dentro, es decir, al auto-análisis. El cambio también sustituye a la interpretación del analista. Hay un cambio si se produce una percepción emocional profunda, y no la brillante muy oportuna interpretación del analista, que puede y con frecuencia se rechaza por el paciente. Mientras enfoques psicoanalíticos están tratando el dolor del cliente mediante la creación de nuevas historias a través de interpretaciones, la “Indagación» es «deshacer» las actuales dolorosas historias.

El trabajo como una psicoterapia basada en la atención plena:

La atención basada en la psicoterapia es un modelo emergente de psicoterapia basada en la antigua tradición de la psicología budista y la práctica de la meditación. Psicoterapéuticamente, la atención se puede definir como la conciencia de la experiencia actual con total aceptación.

Es una manera única de relacionarnos con nuestra experiencia, que reduce el sufrimiento emocional y aumenta la sensación general de bienestar. La atención es una habilidad que puede ser cultivada por el terapeuta para mejorar la eficacia clínica de la relación terapéutica.

También se puede aplicar en los ejercicios estratégicos para el cliente, ya sea formalmente o en la meditación informal, en habilidades para la vida cotidiana. Mindfulness enseña a los clientes a reconocer y aceptar sus pensamientos y emociones sin necesidad de reaccionar ante ellos.

Las investigaciones muestran que la recuperación sostenida de la depresión depende de aprender a mantener estados suaves de tristeza, y controlando los patrones de pensamiento que se disparan y activan. En la terapia basada en la atención plena, el médico asiste a sus clientes en el desarrollo de una capacidad para permitir sentimientos angustiosos, pensamientos y sensaciones para ocupar la conciencia, sin tratar de cambiarlos. «El Trabajo» va más allá de la atención, y su práctica enseña un método de cuestionar las creencias estresantes. Al investigar pensamientos estresantes, tienden a perder su fuerza y persistencia. Byron Katie llama a esto «El Gran Deshacer «.

El trabajo puede complementar las terapias basadas en mindfulness. Mientras que la atención basada en terapias ayudan a crear conciencia y ecuanimidad, el trabajo proporciona una herramienta adicional para hacer frente al pensamiento recurrente y sentir los lazos que aumentan la posibilidad de que la depresión regrese.

En la experiencia de uno de los autores, «El Trabajo» fortalece la práctica de la meditación. Se le dio una forma nueva y poderosa para hacer frente a pensamientos repetitivos, estrés que a veces causan la suficiente frustración como para levantarse del cojín de meditación.

El trabajo como una psicoterapia cognitivo-conductual:

Mientras que la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) se ha demostrado por la investigación ser útil en una amplia variedad de problemas clínicos psicológicos, «El Trabajo» está sólo empezando a ser investigado. Ambos, «El Trabajo «y la TCC, comparten la premisa básica de que el sufrimiento es causado, no por la gente, lugares, condiciones y cosas, sino por los pensamientos acerca de ellos. El objetivo de ambos es Identificar las creencias erróneas e irracionales que están causando el estrés o sufrimiento. Mientras que el enfoque en la TCC es desafiar, disputar o detener estos pensamientos, en la “Indagación», el objetivo es «su encuentro con la comprensión» mediante la aplicación de las cuatro preguntas y las inversiones.

Enfoques de la TCC toman la postura de que podemos elegir nuestros pensamientos y acciones, y por lo tanto cambiar nuestros sentimientos estresantes. Emplean métodos como la “reestructuración cognitiva, “disputa «, y «la parada del pensamiento «. Byron Katie, sin embargo, observa que nosotros no podemos controlar lo que pensamos, o lo que creemos.

Los pensamientos aparecen en la mente al igual que sucede la respiración. Sí, podemos suprimir, reprimir o distraernos a nosotros mismos de estos pensamientos, pero si se dejan las creencias sin cuestionar, simplemente estas vuelven en un momento posterior. El objetivo de “El Trabajo» no es controlar nuestros pensamientos y acciones, que se considera inútil, sino cuestionar las creencias estresantes con un solo motivo, que es el de saber, en lo más profundo de nosotros, lo que es realmente cierto para nosotros. Cuando nos encontramos con que lo que pensábamos que era verdad no lo es, y que lo contrario de lo que pensamos que es tan verdadero o más, nuestros sentimientos y acciones cambian como consecuencia de la nueva percepción.

TCC y «El Trabajo» pueden ayudar a cambiar nuestra forma de pensar («cognitivo») y lo que hacemos («Comportamiento)». Nuestra forma de pensar acerca de un problema afecta a cómo nos sentimos físicamente y emocional y lo que hacemos. A diferencia de otras psicoterapias, la TCC “El Trabajo”se centran en los problemas y dificultades de «aquí y ahora». En lugar de centrarse en las causas de nuestro malestar o síntomas en el pasado, buscan maneras para mejorar nuestro estado de ánimo ahora mismo.

En la terapia cognitiva conductual (TCC), el cliente aprende a escribir sus creencias irracionales y a examinar los pros y los contras de cada creencia. De hecho, las primeras 3 preguntas de El Trabajo son muy similares a un enfoque de TCC. La cuarta pregunta «¿Quién serías sin el pensamiento?”, va más allá de la TCC, en una nueva dimensión – un territorio de no pensamientos. La cuarta pregunta nos permite ver realmente los pensamientos como lo que son – sólo eventos aleatorios que aparecen y desaparecen en la conciencia. En otras palabras no hay nada «Real» en ellos. También, siguiendo la tercera cuestión, que invita al investigador a examinar, de cerca, cómo su vida se ve afectada por sus creencias o pensamientos, la cuarta pregunta proporciona un contraste que invita al investigador a imaginar cómo sería su vida sin la creencia. Este contraste permite una potente e inmediata experiencia de la potencia de nuestro creencias. Con la creencia experimentamos dolor y estrés, sin la creencia somos más pacíficos.

Las tareas son una práctica habitual de los enfoques cognitivo-conductuales. «El Trabajo» se puede hacer fácilmente por los clientes en su propia casa. Sin embargo, a menudo no es necesario asignar El Trabajo como tarea para casa a los clientes por cuenta propia entre las sesiones. Esto es probablemente porque los beneficios de hacer el trabajo son tan notables en las sesiones, y el proceso es tan simple que los clientes espontáneamente empiezan a usar «el trabajo» entre las visitas.

Caso sobre la evidencia de la efectividad de «El Trabajo», como la psicoterapia

Caso I: Molly, de 33 años, mujer casada con un 2 hija había estado en tratamiento por la depresión posparto durante cuatro meses con poca mejoría. Originalmente, habia esperado una gran familia y muchos niños, pero ella había tenido un embarazo «de infierno «, y ella se dijo que no debía quedar embarazada nuevamente.

Mientras que ella no tenía dificultades de vinculación a su bebé, le faltaba la energía o la alegría maternal que ella esperaba, y se sentía demasiado irritable. Esto hizo que se sintiera como una madre inadecuada.

Cuando se introdujo en «El Trabajo», Molly respondió de inmediato. Pasó la hora el examen de la creencia de que no debe hacer nada mal, la creencia de que debebajar de peso, y la creencia de que no podía encontrar un trabajo mejor. Su ansiedad marcada de ser mala, disminuyó un poco durante la sesión.

Se consiguió el libro de Byron Katie Amar lo que es y continuó practicando la «Indagación» en su vida y en las sesiones. Su depresión y la ansiedad fueron poco a poco aflojando. Después de seis semanas Molly inesperadamente se quedó embarazada de nuevo y luego abortó. A pesar de estos acontecimientos traumáticos, sus síntomas sólo regresaron momentáneamente, mientras ella continuó encontrándose con sus creencias dolorosas con la «Indagación».

En una ocasión, ella estaba bastante inconsolable, pero fue capaz de cuestionar su creencia de que no debía tener miedo, o que debe «superarlo». Encontró en la inversión que debe tener miedo y que no debía superarlo para ser más verdadera. Esto parecía darle su «permiso» para estar tan asustada como ella necesitaba, por todo el tiempo que sea necesario, y esto parecía consolarla en su inconsolable estado.

Molly no llegó a deprimirse otra vez. Durante las próximas ocho semanas Molly informó que se estaba sintiendo en general mejor y más esperanzada. Su estrés en casa con su marido, en el trabajo, y con ella misma, continuaron disminuyendo y ella, agradable, cooperativa y exuberante continuó emergiendo. Aproximadamente doce semanas después de introducirse en «El Trabajo» Molly se sentía confiada en su capacidad para encontrarse con cualquier pensamiento o idea estresante, con las cuatro preguntas y las inversiones, y ella interrumpió su psicoterapia.

Caso 2:

Un hombre de cincuenta y nueve años de edad, casado y padre de dos hijos adultos que ha estado más de años en tratamiento por una depresión crónica, porque no había superado la profunda herida de que sus padres no lo querían.

Cuando tenía tres o cuatro su padres se divorciaron y lo enviaron para ser criado por su abuela. Mientras que la psicoterapia y antidepresivos habían ayudado (él ya no estaba furioso o suicida) – habían fracasado en aliviar su depresión suficientemente.

En su típico estilo se mostró escéptico y cínico cuando se introdujo en el «The Work», pero cautelosamente abierto, ya que todavía no había encontrado la libertad de su dolor y enojo. Unas pocas visitas después de introducirse en este enfoque, se quejaba de sentirse muy atascado.

Invitándolo a cuestionar su creencia de que estaba atascado o que no debería estar atascado, él respondía a la pregunta número 4 «¿quién serías sin ese pensamiento», que él no sabía por qué, pero siempre se resistía a esta cuarta pregunta.

Esto resultó en un destello de intuición que, de hecho, no se atascó, estaba resistiendo activamente cuestionando su mente. Cuando se sentó con esta auto-realización se dio cuenta de que era muy reacio a dejar de lado sus viejos conceptos sagrados, porque temía que no tendría ninguna idea de quién era él sin sus antiguas creencias. Se había visto a sí mismo como una víctima indefensa de toda su vida entera (estar apegado/ atrapado es una manera de ser víctima). Sin la identidad de una víctima indefensa que temía no saber quién era.

De repente, su vida cambió pasando de considerarse indefenso – víctima, a una vida basada en elecciones. A raíz de este descubrimiento, dejó de resistirse a la pregunta número 4, y comenzó a utilizar activamente «El Trabajo» en su vida diaria, con muchas satisfacciones, aunque no por completo. Unas semanas más tarde confió en «El Trabajo» y comenzó a considerar dejar su psicoterapia semanal, sintiéndose capaz de resolver su confusión y el sufrimiento por su cuenta con las cuatro preguntas y la indagación. Él estalló en lágrimas de gratitud cuando se dio cuenta de que su mayor temor, que era no encontrar alivio a su sufrimiento, resultó no ser cierto.

Cuando «El Trabajo» no funciona

En nuestra experiencia con “El Trabajo» siempre alivia o elimina los afectos dolorosos de los pensamientos, y funciona para cualquier problema, simplemente porque todo sufrimiento es creado por nuestros pensamientos.

Sin embargo, hay veces en que una persona no quiere «hacer “El Trabajo «. Parece que hay dos motivos principales y opuestos en la mente – qué es correcto y saber

lo que es verdad. «El Trabajo» es más eficaz cuando lo hacemos por amor a la verdad. Cuándo estamos más comprometidos en tener razón que en saber lo que es verdad, ¿se puede sentir aversión por las cuatro preguntas?

Bien, hay una minoría de pacientes que no quiere oír las preguntas y están bien desinteresados o se molestan cuando se les pregunta. A veces es útil comenzar preguntando si quieren tener claridad o si quieren saber la verdad antes de hacer las preguntas.

Una mujer que estaba siendo tratado durante toda la vida por depresión severa, fue llevada a trabajar con The Work, pero ella tendía a responder las preguntas intelectualmente, en lugar de utilizar las preguntas como invitaciones para entrar en un estado de introspección y reflexión. En consecuencia, se encontró un poco aliviada de sus síntomas. A pesar de su falta de mejoría, se comentó en una ocasión que ella ha estado en terapia de forma intermitente durante más de veinte años, y que ella no ha encontrado nada más útil que «el trabajo». Parece que las personas puedan encontrar «El Trabajo» útil, incluso cuando no se traduce en un mejoramiento inmediato de los síntomas.

El mayor obstáculo para hacer «El Trabajo» puede ser la renuencia de las personas a escribir sus pensamientos. En nuestra experiencia, es muy común, y no parece haber cualquier número de motivos de este rechazo: el miedo de nuestros pensamientos, miedo al cambio, miedo a la desilusión, o la creencia de que «yo lo puedo hacer en mi cabeza», por nombrar algunos.

Conclusión

En nuestra experiencia personal y clínica, «El Trabajo» de Byron Katie se puede utilizar como una psicoterapia incisiva y eficaz. Ha ayudado a nuestros clientes de todas las edades con una amplia variedad de síntomas de presentación – desde los más simples hasta los más complejos y crónicos. Muchos no habían obtenido grandes beneficios de otros métodos que habían utilizado.

El campo de la psicología clínica y de los millones de personas que son tratadas por mantenerse mucho tiempo en los síntomas, pueden ganar con este proceso simple y eficaz. Es simple, de estructura simple, lo que hace fácil de aprender e investigar,

Esperamos que este artículo estimule el interés de los muchos clínicos e investigadores en el campo.

Fuente:

*Autores del artículo:

Ricardo Hidalgo, LMHC, Profesional de Salud Mental y

Anil Coumar, MBBS, MA, Director de la Clínica de Salud Mental Hall Health Center.

Universidad de Washington

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