Inmaculada Asensio Fernández: vocal del Comité de Bioética de Andalucía, 30 de noviembre

Inmaculada Asensio, directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, ha sido designada vocal del Comité de Bioética de Andalucía, a fecha de 30 de noviembre de 2018.

Inmaculada es Trabajadora Social y Máster en Comunicación Social, actualmente realizando la tesis doctoral en materia de ética aplicada a la intervención social. Desde el mes de marzo de 2018 es la directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía,  tarea que desarrolla desde su puesto como Trabajadora Social en el área de salud mental de la Agencia Andaluza de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía.

El Decreto 439/2010, de 14 de diciembre, por el que se regulan los órganos de ética asistencial y de la investigación biomédica en Andalucía, creó el Comité de Bioética de Andalucía como máximo órgano colegiado, de participación, consulta y asesoramiento en materia de ética asistencial y de la investigación biomédica, adscrito a la Consejería competente en materia de Salud, conforme a lo previsto en el artículo 9 de la Ley 16/2007, de 3 de diciembre, Andaluza de la Ciencia y el Conocimiento.

El Comité de Bioética de Andalucía estará integrado por una Presidencia, una Vicepresidencia y vocalías en número no superior a diecinueve, designados y nombrados todos ellos por la persona titular de la Consejería competente en materia de salud, entre personas de reconocido prestigio profesional y científico en el campo de la bioética, las ciencias de la salud, la investigación biomédica, el derecho y las ciencias sociales.

Constitución del Comité de Bioética de Andalucía

Presidente: don Ángel Salvatierra Velázquez.

Vicepresidenta: doña Leonor Ruiz Sicilia.

Vocales:

– Don Demetrio Mariano Aguayo Canela.

– Doña Eloísa Bayo Lozano.

– Don Guillermo Antiñolo Gil.

– Don Rafael Cia Ramos.

– Doña Flor de Torres Porras.

– Don Ángel Estella García.

– Don Francisco José Alarcos Martínez.

– Don Francisco Oliva Blázquez.

– Doña María Luisa Pérez Pérez.

– Don Miguel Melguizo Jiménez.

– Doña Inmaculada Asensio Fernández.

– Don David Rodríguez-Arias Vailhen.

– Doña Josefa Aguayo Maldonado.

– Doña Ángela María Ortega Galán.

– Don Francisco Herrera Triguero.

– Doña Irene Blázquez Rodríguez.

– Don José Juan Jiménez Moleón.

– Doña María Teresa Molina López.

Secretaria: doña Reyes Sanz Amores.

 

Boja Número 232 – Viernes, 30 de noviembre de 2018.

Declaración de principios éticos del trabajo social. Federación Internacional de Trabajo Social, julio 2018.

Comparto la recién publicada “Declaración de principios éticos del trabajo social”, aprobada en la Reunión General de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales, y en la Asamblea General de la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social en Dublin, Irlanda, en julio de 2018.

August 6, 2018

Declaración de principios éticos del trabajo social

Esta Declaración de Principios Éticos (en lo sucesivo denominada la Declaración) sirve como un marco general para que los y las trabajadoras sociales trabajen hacia los estándares más altos posibles de integridad profesional.

Implícito en nuestra aceptación de esta Declaración como profesionales del trabajo social, educadores/as, estudiantes e investigadores/as, está nuestro compromiso de mantener los valores y principios fundamentales de la profesión del trabajo social tal y como se establece en esta Declaración.

Existen una serie de valores y principios éticos que orientan a los y las trabajadoras sociales, esta realidad fue reconocida en 2014 por la Federación Internacional de Trabajadores Sociales en su definición global del trabajo social que tiene varios niveles y promueve su ampliación a nivel regional y nacional

Todas las políticas de la FITS, incluida la definición de trabajo social, se derivan de estos principios éticos.

El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar. http://ifsw.org/propuesta-de-definicion-global-del-trabajo-social/

Principios éticos:

1 Reconocer la Dignidad Inherente del Ser Humano Humanidad

Los y las trabajadoras sociales reconocen y respetan la dignidad y el valor inherentes a todos los seres humanos en actitud, palabra y actos. Respetamos a todas las personas, pero desafiamos las creencias y acciones de aquellos individuos que se devalúan o estigmatizan a ellos mismos o a otras personas.

2 Promover los derechos humanos

Los y las trabajadoras sociales abrazan y promueven los derechos fundamentales e inalienables de todos los seres humanos. El trabajo social se basa en el respeto, valor inherente al ser humano, la dignidad de todas las personas y los derechos individuales, sociales/civiles que se derivan de esto. Los y las trabajadoras sociales a menudo trabajan con personas para encontrar un equilibrio apropiado entre los derechos humanos que compiten entre sí.

3 Promover la justicia social

Los y las trabajadoras sociales tienen la responsabilidad de involucrar a las personas en el logro de la justicia social, en relación con la sociedad en general y en relación con las personas con las que trabajan. Esto significa:

3.1 Desafiando la discriminación y la opresión institucional

Los y las trabajadoras promueven la justicia social en relación con la sociedad en general y con las personas con quienes trabajan.

Los y las trabajadoras sociales combaten todo tipo de discriminación, lo que incluye, pero no limita, discriminación por edad, capacidad, estado civil, clase, cultura, etnia, género, identidad de género, idioma, nacionalidad (o falta de ella), opiniones, otras características físicas, capacidades físicas o mentales, creencias políticas, pobreza, raza, estado civil, religión, sexo, orientación sexual, nivel socioeconómico, creencias espirituales o estructura familiar.

3.2 Respeto por la diversidad

Los y las trabajadoras sociales trabajan para fortalecer comunidades inclusivas que respeten la diversidad étnica y cultural de las sociedades, teniendo en cuenta las diferencias individuales, familiares, grupales y comunitarias.

3.3 Acceso a recursos equitativos

Los y las trabajadoras sociales abogan y trabajan para lograr el acceso y la distribución equitativa de los recursos y de las riquezas

3.4 Desafiando políticas y prácticas injustas

Los y las trabajadoras sociales trabajan para hacer una llamada de atención de sus empleadores/as, legisladores/as, políticos/as y las situaciones públicas en las que las políticas y los recursos son inadecuados o en los que las políticas y prácticas son opresivas, injustas o perjudiciales, y al hacerlo, los y las trabajadoras sociales no deben ser penalizados.

Los y las trabajadoras sociales deben ser conscientes de las situaciones que pueden amenazar su propia seguridad y deben tomar decisiones razonables en tales circunstancias. Los y las trabajadoras sociales no están obligados a actuar cuando se ponen en riesgo.

3.5 Construyendo Solidaridad

Los y las trabajadoras sociales trabajan activamente en las comunidades y con sus compañeros y compañeras de dentro y fuera de la profesión, para construir redes de solidaridad para trabajar hacia un cambio transformacional y sociedades inclusivas y responsables.

4 Promover el derecho a la autodeterminación

Los y las trabajadoras sociales respetan y promueven los derechos de las personas a hacer sus propias elecciones y tomar sus propias decisiones, fomentar esto no amenaza los derechos e intereses legítimos de los demás.

5 Promover el derecho a la participación

Los y las trabajadoras sociales trabajan para desarrollar la autoestima y las capacidades de las personas, promoviendo su plena implicación y participación en todos los aspectos de las decisiones y acciones que afectan sus vidas.

6 Respeto por la confidencialidad y la privacidad

6.1 Los y las trabajadoras sociales respetan y trabajan de acuerdo con los derechos de las personas a la confidencialidad y privacidad a menos que exista el riesgo de daño a sí mismo, a otros u otras restricciones de carácter legal.

6.2 Los y las trabajadoras sociales informan a las personas con las que se comprometen acerca de tales límites a la confidencialidad y la privacidad.

7 Trato a las personas como un Todo

Los y las trabajadoras sociales reconocen las dimensiones biológicas, psicológicas, sociales y espirituales de las vidas de las personas y entienden y tratan a todas las personas como un ente completo. Dicho reconocimiento se utiliza para formular evaluaciones e intervenciones holísticas con la participación plena de las personas, las organizaciones y las comunidades con quienes trabajan los y las trabajadoras sociales.

8 Uso ético de la tecnología y las redes sociales

8.1 Los principios éticos explicados en esta Declaración se aplican a todos los contextos de la práctica del trabajo social, la educación y la investigación, ya suponga la atención directa cara a cara o mediante el uso de la tecnología digital y las redes sociales.

8.2 Los y las trabajadoras sociales deben reconocer que el uso de la tecnología digital y las redes sociales puede representar una amenaza para la práctica de muchos estándares éticos que incluyen, entre otros, privacidad y confidencialidad, conflictos de intereses, competencia y documentación, y deben obtener los conocimientos y habilidades necesarios para protegerse contra la práctica poco ética al usar tecnología.

9 Integridad profesional

9.1 Es responsabilidad de las asociaciones y organizaciones nacionales desarrollar y actualizar periódicamente sus propios códigos de ética o directrices éticas, para ser coherentes con esta Declaración, teniendo en cuenta las situaciones locales. También es responsabilidad de las organizaciones nacionales informar a los y las trabajadoras sociales y las escuelas de trabajo social acerca de esta Declaración de principios éticos y sus propias directrices éticas. Los y las trabajadoras sociales deben actuar de acuerdo con el código o las pautas éticas actuales en su país.

9.2 Los y las trabajadoras sociales deben tener las calificaciones requeridas y desarrollar y mantener las habilidades y competencias necesarias para hacer su trabajo.

9.3 Los y las trabajadoras sociales apoyan la paz y la no violencia. Los y las trabajadoras sociales pueden trabajar junto con el personal militar con fines humanitarios y trabajar para la consolidación de la paz y la reconstrucción. Los y las trabajadoras sociales que operan dentro de un contexto militar o de mantenimiento de la paz siempre deben apoyar la dignidad y la agencia de las personas como su enfoque principal. Los y las trabajadoras sociales no deben permitir que sus conocimientos y habilidades se utilicen con fines inhumanos como tortura, vigilancia militar, terrorismo o terapia de conversión, y no deben usar armas en su capacidad profesional o personal contra las personas.

9.4 Los y las trabajadoras sociales deben actuar con integridad. Esto incluye no abusar de sus posiciones de poder y relaciones de confianza con las personas con las que se relacionan, reconocer los límites entre la vida personal y profesional y no abusar de sus posiciones para beneficio o ganancia material personal.

9.5 Los y las trabajadoras sociales reconocen que dar y recibir regalos es parte del trabajo social y de la costumbre cultural de muchos países. En tales situaciones, esto debe ser referenciado en el código ético del país.

9.6 Los y las trabajadoras sociales tienen el deber de dar los pasos necesarios para cuidarse profesional y personalmente en el lugar de trabajo, en su vida privada y en la sociedad.

9.7 Los y las trabajadoras sociales reconocen que son responsables de sus acciones ante las personas con quienes trabajan, sus colegas, sus empleadores/as, su organización profesional, las leyes y convenciones locales, nacionales e internacionales y que estas responsabilidades pueden entrar en conflicto entre sí, lo que debe negociarse para minimizar el daño a todos los individuos. Las decisiones siempre deben estar informadas por evidencia empírica, practicar la sabiduría y consideraciones éticas, legales y culturales. Los trabajadores sociales deben estar preparados para ser transparentes sobre los motivos de sus decisiones.

9.8 Los y las trabajadoras sociales y las entidades empleadoras trabajan para crear condiciones adecuadas en sus entornos de trabajo y en sus países, para que los principios de esta Declaración y los de sus propios códigos éticos nacionales se discutan, evalúen y ratifiquen. Los y las trabajadoras sociales y sus organismos de empleo fomentan y participan en el debate para facilitar decisiones éticamente informadas.


FITS
Imagen tomada de: https://www.ifsw.org/

FITS (español) / IFSW (inglés)

La Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) es el organismo mundial para la profesión. La Federación y sus miembros nacionales se esfuerzan por la justicia social, los derechos humanos y el desarrollo social inclusivo, sostenible a través de la promoción de las mejores prácticas sociales de trabajo y la participación en la cooperación internacional.

Extraído íntegramente de:  https://goo.gl/rScmV6

Inmaculada Asensio Fernández

¿Qué estamos haciendo los y las profesionales con el derecho a decidir de las personas?

Libertad

Imagen tomada de:  www.otraspoliticas.com

Comparto un breve fragmento de un artículo titulado “Personas con Trastorno Mental Grave que viven en una residencia de la tercera edad: un visión global”. Recoge una investigación cualitativa para dar a conocer, entre otros, la percepción que tienen las personas con Trastorno Mental Grave (todas menores de 65 años) sobre su calidad de vida en una residencia de mayores. Su lectura nos puede ayudar a reflexionar sobre el principio ético de la autonomía de las personas y su derecho a decidir:

La mayoría de los ingresos de estas personas se hace por parte de los familiares que les tienen a cargo: “yo no lo decidí […] todo eso lo ha llevado mi hermana” (D4) o por orden del médico: “el psiquiatra que me llevaba a mi fue el que me preparó para venir aquí” (D1); “el médico me lo mandó” (D3). Incluso a veces, sin informar a la propia persona o consultarlo con ella. “Me dijeron un día: “vamos que te enseño un sitio” y me dijeron: “¿quieres quedarte aquí?” Yo acababa de bajar del coche y dije sí, pero no sabía ni dónde venía ni conocía esto ni nada (D8).

(Alba Laso, 2016: 9) “Personas con Trastorno Mental Grave (TMG) que viven en una residencia de la tercera edad: un visión global”. Revista Terapia Ocupacional Galicia. ISSN 1885-527X. http://www.revistatog.com/

Orden de 8 de marzo de 2018, por la que se nombra a doña Inmaculada Asensio Fernández Directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía

Consejería de Igualdad y Políticas Sociales

Boletín Oficial de la Junta de Andalucía nº 51, de 14/03/2018

IMG-20180318-WA0001

Inmaculada Asensio Fernández

La Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía, establece que la Consejería competente en materia de servicios sociales desarrollará y aprobará una estrategia que permita introducir los principios éticos en las políticas sociales y en la provisión de los servicios sociales, facilitando un espacio común basado en valores compartidos entre ciudadanía, profesionales y la propia organización, bajo el enfoque de la corresponsabilidad, la cooperación y la confianza entre todas las personas y organizaciones que están implicadas en el desarrollo de los servicios sociales.

El desarrollo de la red de recursos y la capacidad de actuación de los servicios sociales en Andalucía requiere cada vez más del apoyo de una Estrategia de ética que contemple los dilemas éticos relacionados con la práctica profesional en servicios sociales, que además será elaborado con criterios de participación social y profesional. Los compromisos que establezca la Estrategia de ética se trasladarán a todos los campos de acción profesional, incluidos la gestión de los servicios, la intervención social, la formación, la investigación y la innovación en servicios sociales, lo que redundará en la consolidación de un Sistema Público de Servicios Sociales comprometido con la búsqueda de la excelencia.

En el marco del desarrollo de esta Estrategia, se prevé la creación del Comité de Ética de los Servicios Sociales y, junto a organizaciones y colegios profesionales, la elaboración de un código de ética profesional que garantice: la reflexión ética en la práctica de la intervención social, el efectivo ejercicio de los derechos de las personas usuarias y el cumplimiento de los principios rectores del Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía.

Asimismo, y de acuerdo a los principios de la responsabilidad social empresarial, la Consejería competente en materia de servicios sociales promoverá, junto a las personas o entidades proveedoras de servicios sociales, la elaboración de un código ético como mecanismo orientador de sus acciones en los procesos de contratación, compras, almacenes, distribución logística y demás procesos de gestión administrativa.

La Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía viene trabajando en la línea de desarrollar todas las iniciativas necesarias para consolidar e impulsar acciones innovadoras en los servicios sociales. Manifiesta, por tanto, su compromiso con la consolidación de una estructura que garantice una sólida intervención basada en valores, así como a proporcionar los instrumentos y herramientas necesarias para apoyar en los procesos de toma de decisión. Dada la naturaleza y la complejidad de muchas situaciones abordadas desde los servicios sociales, el nivel de incertidumbre respecto a las consecuencias derivadas de las prácticas profesionales exige proporcionar un marco de apoyo que sirva de garantía para llevar a cabo actuaciones éticamente responsables y acordes al reconocimiento y desarrollo de derechos y deberes de las personas.

Este nuevo escenario marcado por la innovación en materia de servicios sociales, plantea la necesidad de proceder a la elaboración de la Estrategia de ética de los servicios sociales, lo que requiere un importante ejercicio de coordinación de profesionales y servicios, por lo que para la dinamización de la diferentes líneas de acción y el impulso de las actuaciones de coordinación, la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales considera necesario que una persona asuma la responsabilidad de la Dirección de la Estrategia, que lleve a cabo los trabajos necesarios para la elaboración, redacción, implantación y evaluación de la Estrategia de ética de los servicios sociales de Andalucía.

Por todo lo expuesto y de conformidad con lo establecido en el Capítulo X de la Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía,

DISPONGO

Primero. Nombrar a doña Inmaculada Asensio Fernández como Directora de la Estrategia de ética de los servicios sociales de Andalucía.

Segundo. La designación no comporta retribuciones específicas, siendo éstas las correspondientes a su puesto de origen. La Directora conservará la vinculación jurídica existente con su institución de procedencia.

Tercero. Las indemnizaciones que procedan a favor de la misma, por desplazamientos que hubiese de realizar por razón de servicio, se liquidarán por su institución de origen con arreglo a la normativa vigente.

Sevilla, 8 de marzo de 2018.

María José Sánchez Rubio

Consejera de Igualdad y Políticas Sociales.

Enlace BOJA: http://www.juntadeandalucia.es/boja/2018/51/7

La ética es un aspecto especialmente importante en el desarrollo de los Servicios Sociales andaluces

La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, asistió este 27 de febrero a un desayuno con los medios, en Almería, para responder a las preguntas de diferentes interventores y responsables de proyectos sociales, y centros de servicios sociales especializados de la provincia.

En este encuentro se habló de la inclusión de las personas con discapacidad en la comunidad, del empleo protegido, de las ayudas derivadas de la atención a las personas en situación de dependencia, de las políticas de envejecimiento activo de la Junta de Andalucía, de la Renta Mínima -como prestación de largo recorrido, etc.

Además, Sánchez Rubio ha aprovechado también para ofrecer unas pinceladas sobre las referencias éticas que se recogen en la Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía, y destacar la importancia conferida a la ética en el desarrollo de unos servicios sociales cercanos y centrados en la persona, así como garantes del respeto a la autodeterminación de cada PERSONA -tal como ha apostillado la consejera.

A continuación se comparte la nota de prensa (2 páginas tomadas de La Voz de Almería):

*Para ver las imágenes, debes entrar directamente en la entrada de blog: www.inmaculadasol.com

Inmaculada Asensio Fernández

Inmaculada Asensio es invitada a participar en la última reunión del Comité de Ética Asistencial de Almería – Centro

La reunión se ha celebrado el 13 de diciembre en las inmediaciones del Complejo Hospitalario de Torrecárdenas, y ha tenido una duración aproximada de 3 horas.

El objetivo prioritario de la sesión ha sido analizar un caso clínico relacionado con la capacidad de decidir de una persona que se encuentra en situación de especial vulnerabilidad, alrededor de la cual orbitan determinados condicionantes que podrían propiciar una situación de riesgo clínico y social.

Los Comités de Ëtica Asistencial (CEA) son especialmente útiles para asesorar a profesionales, así como a la ciudadanía, sobre cuestiones conflictivas que no parecen tener una solución fácil, y con un importante grado de incertidumbre sobre la respuesta que va a tener el alcance de la decisión a adoptar en la persona y en su familia.

Uno de los cometidos más claros que tiene un CEA está relacionado con analizar, asesorar y emitir informes no vinculantes respecto a las cuestiones éticas planteadas, relacionadas con la práctica clínica, que puedan generarse en su ámbito de su actuación y al objeto de facilitar decisiones clínicas a través de un proceso de deliberación altamente cualificado. Sin embargo, este no es su único cometido, sino que entre sus objetivos podemos encontrar:

  • Fomentar el respeto a la dignidad y la mayor protección de los derechos de las personas que intervienen en la relación clínica, mediante recomendaciones a pacientes, personas usuarias de los centros, profesionales de la sanidad, directivos de los centros sanitarios y responsables de las instituciones públicas y privadas.
  • Emitir informe respecto a los conflictos éticos derivados del derecho de una persona a decidir que no se le comuniquen datos genéticos u otros de carácter personal obtenidos en el curso de una investigación biomédica, cuando esta información sea necesaria para evitar un grave perjuicio para su salud o la de sus familiares biológicos.
  • Emitir informe respecto del libre consentimiento de la persona donante, en caso de extracción de órganos de donantes vivos.
  • Asesorar a los equipos directivos de los correspondientes centros e instituciones sanitarias para la adopción de medidas que fomenten los valores éticos dentro de los mismos.
  • Proponer a los correspondientes centros e instituciones sanitarias protocolos y orientaciones de actuación para aquellas situaciones en las que se presentan conflictos éticos de forma reiterada o frecuente.

En esta ocasión, he podido comprobar el rigor del equipo de profesionales que componen este CEA, y el interés en la materia objeto de trabajo y de estudio. La deliberación es un proceso vivo, ágil y muy comprometido. Exige ahondar en los valores que podrían vulnerar a la persona desde la posible decisión a adoptar, y permite a cada uno de los miembros, desde una postura de absoluta confidencialidad y compromiso, a expresar los diferentes cursos de acción que podría tomar el caso desde la adopción o no de una determinada decisión clínica.

Agradezco al Comité de Ética Asistencia de Almería que haya abierto las puertas a una investigadora y doctoranda en la materia, como lo es una servidora. Me ha aportado una visión interesante sobre la práctica de la deliberación que -sin duda- es vital para entender teóricamente todo el proceso.

Inmaculada Asensio Fernández

Personas en situación de dependencia: atención, ética y humanización

A continuación comparto un resumen sobre mi participación en el XXII Congreso de la Sociedad Andaluza de Calidad Asistencial (Almería 2017), en una mesa sobre «Humanización en el entorno socio sanitario».

Hace 4 años realicé una visita a una Unidad de Estancias Diurnas de personas mayores, y en un momento en el que estaba siendo acompañada para ver las instalaciones, entré con la directora en la Sala de Fisioterapia, y al fondo vi a un señor mayor que se desplazaba en silla de ruedas y que en ese momento estaba realizando ejercicios con una rueda de hombro. Me quedé mirándolo fijamente, porque me era ‘familiar’, de modo que decidí aproximarme y, conforme me iba a acercando a él, de verdad me dio un vuelco el corazón. ¿Es usted Don Manuel? –le dije. Y me contestó: -Si, y tú eres la hija de Pepe el Municipal. La sensación de verle de nuevo después de tantos años hizo que verdaderamente me emocionara y se me escapara alguna lágrima, que rápidamente desdibujé con el dedo índice aparentando la máxima normalidad. ¿Qué le pasaba a Don Manuel? ¿Por qué estaba en una silla de ruedas? ¿Y cómo es posible que se acordara de mi si habían pasado casi 20 años…?
Don Manuel fue el médico de cabecera de nuestra familia durante mi niñez y adolescencia. Le recuerdo como a un hombre afable, siempre con una mirada atenta, quién me sermoneaba –a medias- cuando mi madre le decía que nunca quería comer de nada… Amable, dispuesto, cercano… cuando estaba contigo estaba contigo, y siempre intentando ayudar para llevar mejor la enfermedad, cuando alguien caía enfermo. Era un hombre querido por toda mi familia, y cuando esa tarde llegué a casa y le dije a mi madre que lo había visto… sintió una gran alegría.

El lema de este Congreso es la Humanización de la Asistencia, y para mí hablar de humanización es hablar de personajes como Don Manuel, que nunca se olvidan.

Esta mañana voy a hablar de Dependencia, de Ética y de Humanización.

Humanizacion y Dependencia 2

El trabajo social comparte escenario con lo clínico-sanitario en la atención a las personas en situación de dependencia, dado que éstas presentan importantes complejidades relacionadas con sus limitaciones y la continuidad de su proyecto de vida, así como involucra a las familias cuidadoras, gravemente sobrecargadas y demandantes de asistencia y ayuda. Por otro lado encontramos la presión asistencial y la lentitud de respuesta social a través de ‘Dependencia’, lo que desgasta a pacientes, familias y profesionales. De manera que muchos son los esfuerzos que hay que poner en juego -desde lo humano- para paliar muchas situaciones, e importante es la coordinación que se pone en marcha para agilizar trámites y procedimientos para dar una respuesta inmediata a los casos más urgentes, desde el punto de vista social y clínico, como promover un ingreso en residencia de mayores para una persona que no puede retornar a su entorno, tras un proceso de hospitalización.
Encontrarse en una situación de dependencia no se relaciona solamente con la noción de salud o enfermedad, sino que tiene mucho que ver con el proyecto de vida de una persona y de su grupo familiar.

Cuando un trabajador social va al encuentro de una familia, verdaderamente no sabe lo que se va a encontrar, pues como decía Tolstói en Anna Karénina, todas las familias felices se parecen, y las infelices lo son cada una a su manera. Y está claro que el impacto de un problema (como puede ser la dependencia) obliga a reorganizar hábitos y roles de una manera ágil, y son muchas las familias que no pueden absorber el impacto de un diagnóstico con consecuencias graves, y claudican.

La Atención a la Dependencia, recogida en la Ley 39/2006, es un imperativo legal que responde a una exigencia moral y social: atender la fragilidad por la que se presupone que vamos a pasar todos, o casi todos… lo que no sabemos es en qué momento de nuestra vida.
La ética nos ayuda a establecer el marco de relación con el otro, sustentado en principios y valores. Ayuda, además, a afrontar conflictos y a tomar decisiones difíciles (en base a valores y con una metodología objetiva para analizar los casos que no tienen fácil respuesta), y de la manera más prudente (como diría Diego Gracia) y con las mayores garantías para la persona. Aunque no nos demos cuenta, nuestra actitud y nuestras decisiones van forjando un talante que traspasa a las personas que atendemos, y que las puede hacer sentir acompañadas o ninguneadas, aunque nuestra actuación sea la más eficaz desde el punto de vista técnico.
Según el psicólogo estadounidense Lawrence Kohlberg, la formación del juicio moral es el resultado de un proceso de aprendizaje, por tanto también se adquiere a través de la cultura y de las referencias del grupo con el que nos relacionamos. Las personas –sin saberlo- vivimos en un esfuerzo permanente de adaptación a los contextos y situaciones que nos toca vivir, de modo que es importante pararse y analizar el talante que se ha forjado en nuestro carácter, pues puede que pasen los años y llegue un día en que no te reconozcas.

Y la única manera de modificar ese talante que domina tu carácter, es con la conciencia, que es la linterna que nos muestra el camino de vuelta hacia nuestros objetivos y aspiraciones más profundas, que no tienen nada que ver con el estatus ni con lo material o superfluo, por tanto delimitando claramente la diferencia entre Atención Humanizada y Atención Deshumanizada.

Cuando me pidieron preparar esta intervención a principios de semana, decidí elaborar un pequeño cuestionario que recoja claramente lo que se entiende por ATENCIÓN HUMANIZADA y cómo podemos reconocer a un profesional inhumano en el trato directo. EL cuestionario fue administrado a 48 personas, a través de la aplicación googledoc, y estos son los primeros resultados:

En términos generales, la atención humanizada privilegia aspectos de la relación con el otro, fundamentalmente la empatía, respeto, dignidad, atención, escucha, no enjuicia, permite expresar lo que avergüenza, reconoce al otro, es cálida, etc…

Los atributos de la HUMANIZACIÓN se relacionan, ordenados según importancia, con:

-Tratar con empatía o empatizar con el otro

-Respetar al otro sin juicio: su autonomía, su nivel socio cultural, su individualidad

-Tratar al otro como a un ser valioso, con dignidad

-Generar confianza

-Dar un trato personalizado

-Escuchar antes de hablar, sin juicio y con sensibilidad: activamente

-Trato cercano

-Reconocer al otro

-Tratar con calidez

-Amabilidad

-Mirar a los ojos

-Solidarizarse con el otro, sentir compasión, no lástima

-Sonreír

-Tratar sin superioridad: desdén, desprecio, indiferencia…

-Estar más atento a la persona que a tus pensamientos

-Mostrar interés en resolver

-Conceder atención al otro

-Permitir a la persona sentir y expresar

-Atender las necesidades físicas y emocionales

-Tener un diálogo correcto

-Permitir compartir lo más íntimo, lo que avergüenza

-Permitir mostrar los puntos débiles

-Informar con claridad y honestidad

-Comunicarse con el otro

-Exponer todas las opciones posibles con sus riesgos

-Tener conciencia de que trabaja con personas

-Ser más cálidos y menos fríos

-Transmitir valores

Y respecto a cómo podemos reconocer a un profesional inhumano en el trato directo porque se mueve desde el ejercicio del PODER, la superioridad. No es empático, se muestra frío y alejado de la persona. Evita el contacto visual, interrumpe, muestra indiferencia, se muestra impaciente y molesto, cosifica, etc.

-Marca diferencias con el otro. Superioridad. Ejerce el Poder. Se comporta con supremacía. Actitud de superioridad. Menosprecia los comentarios o conocimientos del otro. Despotismo. Minusvalora. Trata con desdén. No hay una relación de equidad.

-Ausencia de empatía

-Frialdad

-No escucha

-Alejamiento de la persona

-Evita el contacto visual

-Se muestra impaciente y molesto (quiere acabar cuanto antes)

-Increpa

-Falta de atención en la persona

-Cosifica

-Es insensible

-No ofrece esperanza, la posibilidad de un futuro

-Contempla sólo al individuo, no al contexto

-Prejuzga

-No es claro en sus manifestaciones. Es escaso en la comunicación

-Porque interrumpe

-No es amable

-No trata con dignidad

-Más preocupado por las normas y protocolos que por la persona

-Obliga a ocultar las debilidades a su paciente

 

Conclusión

Poner atención en el comportamiento que tenemos hacia las personas que atendemos es lo que marca la diferencia entre una intervención insustancial, y una intervención con calidad. En mi caso, os puedo decir que Don Manuel no ganó un Premio Nobel de Medicina, pero verdaderamente ha sido un médico que ha generado un impacto imborrable en los recuerdos de muchas familias, por ejemplo en la mía. A ti, Don Manuel, aspiro yo algún día a parecerme. Gracias por tu humanidad.

Autora: Inmaculada Asensio Fernández

 

 

Los 5 principios éticos básicos para profesionales de la información

Lanzarse a la esfera profesional de la información pública requiere de especial cuidado a la hora de comunicar, pues la información es como la piedra:

el distraído tropezó con ella, el violento la utilizó como proyectil, el emprendedor construyó con ella, el campesino cansado la utilizó como asiento, para los niños fue un juguete, David mató a Goliat y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura. En todos los casos, la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre (poema de Antonio Pereira Apon)

Los profesionales que ejercen el periodismo -sobre todo ellos- tienen la obligación moral de preparar adecuadamente las noticias que van a comunicar, para evitar errores y daños innecesarios; pero no sólo los periodistas sino toda aquella persona que utiliza los medios de comunicación en línea para expresarse públicamente.

Para demostrar responsabilidad a la hora de informar, hay un mínimo de principios éticos que se han de respetar y que giran en torno a 5 temas:

1. Verdad y Precisión

Los hechos deben obtenerse con la mayor exactitud posible, por tanto corroborando y contrastando a través de diferentes fuentes.

2. Independencia

Un profesional de la información es –debe ser– una voz independiente, sin atender a intereses específicos de ningún tipo. Si se tiene algún tipo de ideología o afiliación política o de otro tipo, debe dejarse claro ante la audiencia.

3. La equidad y la imparcialidad

Ante un mismo hecho hay diferentes versiones, por tanto es conveniente presentar la información de manera contextualizada, aunque no se presenten todos los puntos de vista. No hay verdades absolutas, y esto debe quedar claro en el equilibrio de la información proporcionada, sin fanatismos, sin credos. Cuanta más imparcialidad respecto a los datos y noticias, mucha más credibilidad puede tener la información.

4. Humanidad

Hay un principio básico en bioética que se denomina ‘no malefidencia’, que se traduce en no hacer daño a nadie. Es importante manejar las informaciones de una manera respetuosa y cuidadosa, desde el punto de vista más ecológico posible con el entorno. ¿Es hiriente lo que vas a decir? Sé consciente de la fuerza que tienen tus palabras e imágenes cuando salen al encuentro de las personas a las que van dirigidas.

5. Responsabilidad

Has de asumir la responsabilidad de las informaciones que traslades al exterior, y esto nos sirve tanto para nuestro trabajo, como para nuestra comunicación con los demás. La persona que está frente a ti o frente a las noticias que tú estás proporcionando va a recibir un impacto, por tanto si cometes un error debes admitirlo y corregirlo de inmediato (es la mínima reparación que debes hacer) y mostrar una disculpa sincera. Para esto también es conveniente estar abierto al feedback que puedan darnos los demás, es decir, a la escucha honesta y humilde.

* Fuentes consultadas: 

www.ethicaljournalismnetwork.org

https://goo.gl/hKPvLw

Inmaculada Asensio Fernández

Bioética y ética de la intervención social en el abordaje de las drogodependencias y adicciones

 

bioetica-2

AUTORÍA

R López Medel*, F Alonso Trujillo*, S Pinzón Pulido**, I Asensio Fernández*, JM Rodríguez López*, M Martínez Domene*.

*ASSDA. Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía.

**EASP. Escuela Andaluza de Salud Pública

Contacto: Raquel López Medel. Email: raquel.lopez.medeljuntadeandalucia.es // Tel. 670944542/619189996. Dirección: ASSDA. Área de Drogodependencia e Inclusión Social. Sevilla.

bioetica-1

INTRODUCCIÓN

Desde hace unos años, se han empezado a producir iniciativas destinadas a recuperar el tiempo perdido y a fomentar el desarrollo de las aplicaciones específicas de la ética a los diversos ámbitos de la salud pública, como actividad sanitaria dirigida a la población y como orientación deontológica a la práctica profesional. Si bien es verdad que hasta ahora han sido bastante ajenas a los ámbitos académicos y profesionales de la salud pública en España, nos pueden servir de estímulo y documentación para recuperar nuestro retraso. En cualquiera de sus aspectos, las actividades de la salud pública podrían beneficiarse de la aplicación de consideraciones éticas, sin olvidar que también es posible una utilización inadecuada que, por ejemplo, sirviera como coartada para conculcar los principios y valores que pretenden respetarse[1].

Las drogodependencias y adicciones representan, por sus propias características, un campo idóneo para el acercamiento bioético, suscitan conflictos de valores a niveles muy diversos; constituyen un problema complejo en el que interaccionan intereses políticos, económicos, sociales, culturales y sanitarios. Esta enorme complejidad condiciona que los conflictos de valores se produzcan en situaciones muy variadas[2].

Las conductas adictivas además de los aspectos médicos, psicológicos, sociales y jurídicos, arrastran una dimensión ética con un componente moral y una estrecha vinculación a las relaciones y el comportamiento de las personas en sociedad y por consiguiente constituye un aspecto relevante en el momento de realizar cualquier valoración en al campo de las adicciones[3].

El tratamiento de las adicciones se asignan a un espacio denominado “sociosanitario”, lo que supone que en el tratamiento se imbrica la actuación de diferentes sectores profesionales ya que hay que atender la multiplicidad de los problemas asistenciales planteados.

La necesidad de coordinación sociosanitaria se evidencia en la atención a varios colectivos, entre los que se encuentra el de las personas con problemas de adicciones. El propósito de la coordinación se centra en la mejora de la calidad de vida de las personas, generando espacios profesionales en los que se comparten conocimientos y experiencias tanto en el ámbito de la eficiencia técnica, como en el abordaje de los cuestionamientos éticos comunes a toda intervención de carácter clínico y social[4].

La realidad de la intervención en el tratamiento de las drogodependencias y adicciones, desde un modelo sociosanitario, evidencia la necesidad de reflexionar sobre su abordaje desde la biosocioética, con la premisa que las cuestiones éticas que suceden en la práctica profesional en los procesos de atención sociosanitaria requieren un abordaje sistemático y sólidamente construido, que garanticen una atención de calidad y el ejercicio de los derechos de las personas atendidas.

OBJETIVOS

General:

  • Identificar elementos claves que favorezcan la incorporación de los principios de bioética y ética de la intervención social en el ámbito de las drogodependencias y adicciones con la finalidad de prestar una mejor atención a las personas que presentan esta patología.

Específicos

  • Identificar los problemas éticos más frecuentes en el ámbito del abordaje de las drogodependencias y adicciones, desde el punto de vista de la bioética y de la intervención social.
  • Considerar en la investigación en drogodependencias y adicciones, los aspectos bioéticos y de la ética en la incorporación social.

METODOLOGÍA

Se ha realizado una búsqueda de información para documentar los conceptos básicos en bioética, los aspectos éticos en la intervención social (principios, conflictos más frecuentes, métodos de resolución…), explorar las diferencias y/o la complementariedad del abordaje de los conflictos éticos que se presentan en la atención de los servicios sanitarios y sociales en cuanto el bienestar de las personas. Asimismo se ha realizado una búsqueda exhaustiva y especifica de los diferentes trabajos publicados sobre la intervención ética en el tratamiento de las drogodependencias y adicciones.

La estrategia utilizada para la búsqueda de la información se ha centrado en la revisión de artículos:

  • Facilitados por la organización del VI Diploma de Especialización en Bioética (EASP. Ed 2015-2016).
  • Publicados en revistas, portales de difusión científicas (Fundación Grifols, Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona, Google académico, Cuiden Plus, Dialnet, Revistas especificas sobre drogodependencias y adicciones (Adicciones, Revista Española de Drogodependencias).

Criterios de búsqueda:

  • Palabras claves: ética, bioética, ética de la intervención social, principios éticos, drogodependencias y adicciones.
  • Periodo temporal de la búsqueda: 2000-2016.
  • El área geográfica para la búsqueda se ha circunscrito a países de habla hispana y con especial interés en Andalucía, en tanto interesaba localizar información sobre actuaciones, actividades, análisis, intervenciones, experiencias éticas en el tratamiento de las adicciones que se hayan podido llevar a cabo en esta comunidad autónoma.
  • El idioma utilizado para la búsqueda ha sido principalmente español.

RESULTADOS.

La drogodependencia es un trastorno con tendencia a la cronicidad, recidivante, que lleva a un comportamiento de búsqueda compulsiva de la droga, pérdida del control del autoconsumo a pesar de los efectos perjudiciales del mismo y fenómenos de recidiva, incluso tras largos periodos de abstinencia. Por ello, los problemas éticos que se presentan a los equipos profesionales de atención son amplios y complejos, sin embargo y justificado por algunos factores, no existe una especial dedicación en esta materia.

Todo acto profesional que llevemos a cabo implica una dimensión bioética. Si bien existen diferentes códigos deontológicos que nos pueden orientar, cada profesional  será quien decida qué principios bioéticos guiarán su actuación en múltiples situaciones ordinarias o conflictivas. Específicamente en el área de las drogodependencias los aspectos que generan mayor controversia son aquellos en los que se confronta una visión más paternalista frente a otra más autonomista, el conflicto persona vs. sociedad, y las diferencias entre las perspectivas ética y legal [5] .

El objetivo principal de la investigación clínica es generar conocimiento generalizable, que sirva para mejorar la salud y el bienestar y/o aumentar la comprensión de la biología humana; las personas que participan son sólo un medio para asegurar tal conocimiento. En consecuencia, en toda investigación clínica existe el potencial de explotación al colocar a las personas sujetas a la investigación en una situación de riesgo de ser perjudicadas en aras del bien de otras. Los requisitos éticos para la investigación clínica están dirigidos a reducir al mínimo la posibilidad de explotación, con el fin de asegurar que las personas que participan en la investigación no sean sólo usadas, sino tratadas con respeto mientras contribuyen al bien social.

Gran parte de las cuestiones éticas que se plantean en investigación en ciencias sociales tienen un fundamento común con respecto a la investigación biomédica, en el sentido en que apuntan a respetar a las personas participantes y aceptar las decisiones que estos tomen en relación a la información que revelan o a las experiencias e historias de vida que deciden compartir con el equipo de investigación. No obstante, muchas de estas cuestiones éticas, como el respeto de la privacidad y la protección de la confidencialidad, cobran matices diferentes en las investigaciones sociales dadas las características específicas de las estrategias de investigación, de la población o problemática estudiadas y el contexto en el que se llevan a cabo [6].

CONCLUSIONES

Se evidencia la conveniencia de incorporar las diferentes visiones éticas, como herramientas que puedan facilitar a los equipos profesionales de los recursos de tratamiento para las adicciones en Andalucía a ofertar una mejor respuesta en el abordaje a las problemáticas que presentan las personas con problemas de adicciones.

Desde los principios de no maleficencia y beneficencia, las estrategias en la atención a las drogodependencias y adicciones deberían continuar implementando programas de utilidad demostrada, relativos a la propia dependencia (programas libres de droga y programas de mantenimiento con sustitutivos) y relativos a los problemas físicos, psíquicos y sociales derivados del consumo y/o conducta adictiva: programas de reducción de riesgos y daños, de incorporación social, abordaje de patología dual.

Desde el principio de justicia se debe facilitar, a las personas afectadas, los recursos y programas necesarios sin discriminarles por no alcanzar las expectativas sociales, y, desde el principio de autonomía, respetar su individualidad y su proyecto vital.

Los problemas éticos en intervención social se agrupan en cuatro categorías, los relacionados con la información, con aspectos intrínsecos  y extrínsecos a la intervención profesional y aquellos referidos a aspectos relacionales.

La realidad de la intervención en el tratamiento de las drogodependencias y adicciones, desde un modelo sociosanitario y la necesidad de este modelo de intervención por parte de estos equipos profesionales, centrada en la mejora de la calidad de vida de las personas, generando espacios profesionales en los que se comparten conocimientos y experiencias, plantea la necesidad de un abordaje de los problemas éticos desde la biosocioética, con una estrategia conjunta que aúne los esfuerzos del sistema social y el sanitario brindando una atención integral e integrada.

Estos espacios compartidos para la ética de la intervención social y sanitaria, favorecen el estudio, análisis y discernimiento, sobre las pautas y conductas presentes en aquellas profesiones que intervienen en la atención y cuidado de las personas, en los puntos donde éstas interaccionan con sus ambientes.

Las cuestiones éticas que suceden en la práctica profesional requieren un abordaje sistemático y sólidamente construido que garantice el ejercicio de los derechos de las personas en los procesos de atención sociosanitaria2.

BIBLIOGRAFÍA

[1] Segura A. Introducción. Ética y Salud Pública. Cuadernos de la Fundació Víctor Grífols i Lucas.  BARCELONA. 2012. 27: 7-8.

[2] Morera B. Aspectos bioéticos de la asistencia al drogodependiente. ADICCIONES. 2000; 12(4):515-526.

[3] Barrios Y, Hernández MR, Machado V.  Valoración ética de las conductas adictivas. Revista Adicción y Ciencia.  2013; 3(2):1-7. URL:  www.adiccionyciencia.info

[4] Alonso F, López R, Asensio I, Pinzón S, González MC. ¿Es necesaria una estrategia integrada de biosocioética? Enfermería Clin. 2015; 26(1):7-14. URL: http://dx.doi.org/10.1016/j.enfcli.2015.08.005

[5] Valero MA, Bertolín JM, Ferrer E. Cuestiones bioéticas actuales en las drogodependencias. Revista Española de Drogodependencias. 2011; 36 (1) 11-25.

[6] Santi MF. Controversias éticas en torno a la privacidad, la confidencialidad y el anonimato en investigación social. Revista de Bioética y Derecho. 2016; 37: 5‐21

Análisis de la demanda de formación en el espacio bio-socio-ético

2016-03-17_13h34_02

AUTORÍA: F ALONSO TRUJILLO, S PINZÓN PULIDO, R LOPEZ MEDEL, I ASENSIO FERNÁNDEZ, MF RAPOSO TRIANO, M MARTíNEZ DOMENE.

 

Introducción

Un grupo de reflexión de los servicios socio-sanitarios públicos de Andalucía trabajamos en la definición de una estrategia de biosocioética y en las necesidades de formación de las y los profesionales que trabajan en este espacio. Se realiza una encuesta de 10 preguntas a 124 profesionales de los servicios sociales y sanitarios que han recibido formación en bioética o ética de la intervención social. El 90% de las personas encuestadas se enfrenta a conflictos éticos derivados de la práctica profesional de manera cotidiana. Se destaca la necesidad de apostar por una formación especializada en este ámbito.

Objetivos:

Realizar un acercamiento a la percepción de las necesidades de formación y problemas en el campo de la biosocioética que tienen los profesionales sociosanitarios de Andalucía.

Metodología:

Estudio observacional, transversal y descriptivo, mediante encuesta a 124 profesionales de los servicios sociales y sanitarios que han recibido formación en bioética o ética de la intervención social. Se utilizó una técnica de muestreo intencional. El cuestionario constaba de 10 preguntas sobre conflictos éticos en la práctica profesional social y sanitaria, y la percepción de desarrollo de un espacio compartido para la bioética y la ética de la intervención social. Se incluyeron en el cuestionario 22 situaciones clave de conflictos en la actuación biosocioética.

Resultados:

En la muestra de 124 profesionales, un 56% del sector sanitario y un 44% del sector de servicios sociales. Alrededor del 90% de las personas encuestadas se habían enfrentado a decisiones éticas difíciles de abordar en su práctica profesional y valoraron positivamente un abordaje común social y sanitario. El 75% afirmaron que los conflictos se presentan en los 2 ámbitos simultáneamente más que por separado. La gestión de los asuntos éticos se realizaba preferentemente de manera individual y de forma independiente. El 68% había recibido formación en bioética y el 33% formación sobre ética en la intervención social.

Conclusiones:

El social y el sanitario son sistemas que poseen identidad y características diferenciadas, pero tienen una afinidad especial pues comparten saberes, espacios y valores comunes, que requieren de una profunda y comprometida reflexión, en aras a crear metodologías conjuntas de actuación, gestión y deliberación ética, así como programas de formación específica.

TIPO DE PARTICIPACIÓN: Póster Nacional.

Poster Formacion Biosocioetica

SEMINARIO: XVII Jornadas de Bioética de San Juan de Dios.

URL:https://www.researchgate.net/publication/299686656_Analisis_de_la_demanda_de_formacion_en_el_espacio_BIOSOCIOETICO

DOI: 10.13140/RG.2.1.2159.4006

LUGAR DE CELEBRACIÓN: GRANADA.

AÑO: 31 de marzo a 1 de abril de 2016.

*AUTORES:

Autor 1: Federico Alonso Trujillo

Título: MEDICINA

Organización: ASSDA – Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía

País: España

Email: federico.alonso@juntadeandalucia.es

Autor 2: Sandra Pinzón Pulido

Título: MEDICINA

Organización: EASP – Escuela Andaluza de Salud Pública

País: España

Email: sandra.pinzon.easp@juntadeandalucia.es

Autor 3: Raquel López Medel

Título: MEDICINA

Organización: ASSDA – Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía

País: España

Email: raquel.lopez.medel@juntadeandalucia.es

Autor 4: Inmaculada Asensio Fernández

Título: TRABAJADORA SOCIAL

Organización: ASSDA – Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía

País: España

Email: inmaculada.asensio@juntadeandalucia.es

Autor 5: María Fernanda Raposo Triano

Título: MEDICINA

Organización: Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de Andalucía.

País: España

Email: mariaf.raposo@juntadeandalucia.es

Autor 6: Manuel Martínez Domene

Título: TRABAJADOR SOCIAL

Organización: ASSDA – Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía

País: España

Email: manuel.martinez.domene@juntadeandalucia.es