Intervención social ante situaciones de extrema suciedad en una vivienda urbana

Imagen tomada de: https://afinquia.es/un-vecino-con-sindrome-de-diogenes-en-la-comunidad-de-vecinos-como-gestionarlo/

La vivienda es un bien básico para garantizar la calidad de vida de cualquier persona, grupo o familia, ya que los seres humanos necesitan un espacio propio en el que desenvolverse para llevar a cabo las principales funciones básicas de la vida diaria…, como descansar, preparar los alimentos y comer, asearse, convalecer, realizar las necesidades fisiológicas, convivir con otros, etc.

Cuando las personas carecen de vivienda se ven forzadas a depender de otras personas, en el mejor de los casos, para vivir en unas condiciones mínimamente aceptables. Otras veces, sin embargo, ante la falta de apoyo familiar y/ o social, pueden verse abocadas a vivir en la calle, con una importante reducción de su calidad de vida, y de los años posibles de vida, ya que está demostrado que vivir a la intemperie expone a una persona a todo tipo de riesgos y padecimientos que acortan su esperanza de vida más de 20 años.

La vivienda, pues, se configura como un refugio imprescindible para mantener una vida lo suficientemente ordenada para desarrollar las funciones vitales propias de nuestra especie, y para evitar situaciones de acelerado deterioro personal y social… ya que revertir un proceso de exclusión conlleva mucho esfuerzo y trabajo, y pocas veces se consiguen los objetivos deseados, ya que, por otro lado, los recursos son escasos.

Además, en todos o casi todos los municipios españoles se conocen situaciones de personas que, aun teniendo una vivienda en la que residir, esta carece de unas condiciones mínimamente aceptables para que un ser humano –poco exigente-  pueda desarrollarse con salud y con un proyecto de vida medianamente saludable y auto-protector.

Las infraviviendas existen, y en muchas ocasiones están integradas en barrios, e incluso en bloques normalizados de vecinos, no sólo en zonas de especial necesidad de transformación social (marginales).

Recientemente he realizado una visita a domicilio a un señor de algo más de 60 años que vive en unas condiciones verdaderamente inaceptables. La vivienda está llena de basura y suciedad por todas partes, y este señor duerme en el suelo, sobre un colchón negro y todo tipo de vectores desplazándose de aquí para allá…, más un cuarto de baño cuyo inodoro está hasta arriba de excrementos secos, todo cubierto por una capa negra de suciedad y basura. Parece que esta persona presenta algún tipo de trastorno mental, no tiene apoyo familiar alguno, su estilo de vida ha sido – y es- muy poco saludable (consumo de alcohol), y suele pasar muchas horas vagando por las calles. Su situación económica es igualmente precaria, poco más de 400 euros mensuales, y no tiene capacidad de autocuidado, tanto por sus problemas de salud, como, sobre todo, por sus problemas sociales.

Esta persona presenta unos condicionantes socio-familiares tan graves, que influyen en su estado de salud, y están acelerando y agravando su situación de dependencia para realizar las actividades más básicas, aunque aún se podría trabajar su autonomía para vivir en su entorno, pero no en esas terribles condiciones.

Cuando llegué a esa vivienda, pedí permiso a la persona para visitar todos los rincones de la misma. El olor era nauseabundo, despertaba fácilmente la emoción del asco, porque todo estaba patológicamente sucio. Sin embargo, me dije a mi misma que si quería tomar conciencia de cómo era la vida de esta persona en su día a día, no podía quedarme con una instantánea inicial desde la puerta (que ya hablaba por sí sola), sino que tenía la obligación deontológica de traspasar el umbral y penetrar en su mundo…, en su realidad…, en su rutina: vista a través del dormitorio, la cocina, el cuarto de baño… Y una vez visitado todo, tuve en mis manos todas las piezas del puzzle de la vida de esta persona.

En estos casos, para poder realizar una intervención en el entorno que trate de mejorar la calidad de vida de esta persona (desde el punto de vida sanitario, social y relacional), es necesario iniciar intervención con una limpieza de choque por niveles:

En primer lugar, vaciar la vivienda de objetos inservibles y basuras.

Y, en segundo lugar, proceder a la limpieza y a la desinfección de todo el inmueble.

Sin llevar a cabo esta primera actividad, no se puede avanzar en ninguna dirección profesional, desde el punto de vista social y clínico. Por tanto, posteriormente a esta limpieza de choque que permita a la persona reconectar con su dignidad, se puede poner en marcha un protocolo de actuación para trabajar en la línea de garantizar la conservación de unas mínimas condiciones de vida digna en su entorno, quizá con el apoyo de un servicio de ayuda a domicilio, según sea el caso.

En situaciones tan complejas como esta, donde se da una atomización de problemas socio-sanitarios, puede ser muy útil establecer un sistema de coordinación entre los servicios sociales comunitarios, el equipo básico de atención primaria del centro de salud de su zona, y, en casos como este donde parece existir patología mental, también con la unidad de salud mental comunitaria correspondiente.

Si todos estos servicios públicos trabajan en estrecha coordinación, remando a una y en la misma dirección, esta persona tendrá posibilidades, muy reales y palpables, de recuperar un proyecto de vida personal y social bastante digno y aceptable, lo que conocemos con la palabra de «normalizado».

El marco legal básico con el que contamos en España para proceder a una limpieza de choque en un domicilio de estas características, se fundamenta en los siguientes preceptos:

-La Constitución Española de 1978 indica en su artículo 43 que “se reconoce el derecho a la protección de la salud” y que es competencia de los poderes públicos “organizar y tutelar la salud pública” a través de las medidas preventivas, las prestaciones y los servicios que sean necesarios.

-Por su parte, la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local recoge en su artículo 25 las competencias de los municipios, entre las que cita textualmente la “protección de la salubridad pública” (art. 25.2.j).

No cabe duda, por tanto, de que las competencias para realizar este tipo de labores de vaciado, limpieza y desinfección corresponden al municipio, a través de los servicios sociales comunitarios.

No debería existir retraso alguno para poner en marcha este tipo de limpiezas de choque, pero muchas veces la realidad supera la ficción, y te topas con situaciones archiconocidas por parte de un buen número de profesionales que tocan en determinados momentos la vida de esas personas, en las que no se han llevado a cabo estas acciones tan básicas para garantizar la salubridad de todo un bloque de vecinos. Hay que tener claro que, aunque sólo haya una vivienda así en todo un edificio, las consecuencias se hacen notar para todo el vecindario (mal olor, presencia de plagas de cucarachas y ratones/ratas… entre otras inconveniencias).

En ocasiones, la excusa para no llevar a cabo este tipo de limpiezas es que la vivienda carece de suministros básicos, por tanto, ante la ausencia de tomas de agua se deshecha la opción del vaciado, limpieza y desinfección. En el desarrollo de mi carrera profesional he escuchado a personas gestoras de recursos públicos decir: –pues si no tiene agua corriente, como mucho se puede vaciar la vivienda, pero poco más.  Sin embargo, todos sabemos que sin estas tres operaciones (vaciado, limpieza y desinfección) una vivienda de este tipo no adquiere el matiz de la dignidad para residir en ella.

Cada vez que tengas dudas sobre a quién corresponde realizar una limpieza de choque, recurre a la Ley de Bases de Régimen Local, pues lo expone clarito:

La protección de la salubridad pública es competencia de los municipios.

Sobre este tema no debería existir controversia ni discusión, sino que se debería proceder como corresponde nada más conocer la existencia de un caso de este tipo, y por parte de una empresa de limpieza especializada, y perfectamente equipada para este tipo de servicio tan desagradable y necesario.

No dudes nunca, como trabajadora o trabajador social, sobre cuál es tu competencia en un caso de estas características. Por favor, haz lo posible por mejorar la calidad de vida de estas personas, y ampara tus propuestas de intervención en las normas de referencia.

BSO de esta entrada de blog: Casas de cartón

Inmaculada Asensio Fernández.

El caso Tarasoff

A propósito del deber deontológico del deber de secreto profesional, comparto este caso que puso de manifiesto que la confidencialidad tiene límites, y que la defensa de las víctimas está por encima de cualquier otro valor, como preservar el vínculo terapéutico.

Caso Tarasoff

En 1968 dos estudiantes de la Universidad de California en Berkeley, Tatiana Tarasoff y Prosenjit Poddfar, se conocieron y comenzaron a salir juntos de manera casual. Sin embargo Poddar creyó que esta relación era más en serio de lo que pensaba Tatiana (él pensó que estaban de novios), y se puso obsesivo con el tema cuando ella rompió la relación. Poddar tuvo, a consecuencia de esta situación, un serio quiebre emocional.

Poddar consultó a un psiquiatra en el hospital de Berkeley. El psiquiatra consideró que Poddar tenía un cuadro psicótico, prescribió medicamentos antipsicóticos, y lo derivó al psicólogo Dr. Lawrence Moore para consejería. A pesar del tratamiento Poddar persistió en la ilusión de que Tatiana lo llegaría a amar. Para probar su amor, compró una pistola para simular una situación de alto riesgo de la cual él la rescataría. El Dr. Moore le dijo que probablemente tendría que tomar medidas forzosas para detenerlo, con lo cual Poddar salió indignado de su oficina.
El Dr. Moore analizó esta situación con sus colegas e informó a la policía del campus universitario de que Poddar estaba amenazando con asesinar a una estudiante. Los oficiales lo encontraron, pero no lo detuvieron porque lo consideraron racional. Sin embargo, la ilusión de Poddar llegó a un punto máximo. Se dirigió a la casa de Tatiana, armado de su pistola y un cuchillo. Ella arrancó, él le disparó y luego la acuchilló 14 veces hasta matarla. Luego se entregó, fue condenado por asesinato en segundo grado y fue liberado después de cumplir cinco años de cárcel.
Los padres de Tatiana demandaron civilmente a la Universidad de California. En 1974, la Corte Suprema de California consideró que, a pesar del deber de confidencialidad, también existe el deber, por parte del psicólogo, de advertir a la potencial víctima para evitar un daño grave causado por un problema psicológico de un enfermo.
Los profesionales de salud mental respondieron que esta norma violaba su relación profesional “especial” y que minaría la confianza de sus pacientes. Además, es muy difícil predecir violencia y habría muchos falsos positivos (advertir a personas que en realidad no están en peligro), con lo cual a la larga sería peor.
La Corte emitió una segunda opinión. Mantuvieron el criterio de que los psicólogos tienen deberes con las víctimas potenciales, pero sólo deben aplicar un “cuidado razonable” para proteger a las personas. Es decir, el psicólogo puede tener que hospitalizar voluntariamente al paciente para evitar daño a terceros, en lugar de advertir explícitamente a una víctima potencial.

Caso consultado el 20/06/2022, tomado de: https://medicina.udd.cl/centro-bioetica/files/2010/10/tarasoff.pdf

Inmaculada Asensio Fernández.

Presentación de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía en la Escuela de Verano de la Diputación Provincial de Granada

Foto tomada durante la intervención.

He sido invitada a participar en la Escuela de Verano de la Diputación Provincial de Granada, que se celebra durante los días 1, 2 y 3 de junio de 2022, como ponente en la siguiente mesa redonda:

12:30-14:30 h. Mesa redonda: Planificación Estratégica en Servicios Sociales (I)

DESARROLLO DE LA PONENCIA

La ponencia comienza con una pregunta:

¿Para qué sirve la ética?

Para responder a esta cuestión siempre recurro a las palabras de la célebre Adela Cortina, que nos advierte lo siguiente:

La palabra Ética viene de Ethos, carácter, y la primera tarea de la ética consiste en forjar el carácter de las personas. Esta forja del carácter no es cuestión baladí, sino que marca el talante ético y las predisposiciones de las personas para actuar en un determinado sentido.  

Por ejemplo, si solemos tomar decisiones precipitadas, desarrollaremos la predisposición a actuar de forma precipitada. Si solemos tomar decisiones injustas, desarrollaremos la predisposición de actuar de forma injusta, y terminaremos siendo personas posiblemente calificables como injustas.

Afirma Adela Cortina que de lo que trata la ética es de desarrollar Virtudes (lo que los griegos llamaban areté) que se concretan precisamente en esas predisposiciones que mencionábamos, y que nos conducen en el caso de las virtudes, a actuar bien, de manera excelente, y esto implica iniciar un diálogo consciente sobre cuál es el mejor modo de hacer las cosas, el más beneficioso o el menos malo, según sea el caso.

La ética, por tanto, se ocupa de reflexionar para tomar conciencia de cómo actuamos y cómo debemos hacerlo, para desarrollar un flujo de comportamientos más acordes a forjarse un carácter virtuoso.

Esta ética se teje entre sujetos, no es un proceso individual (aunque se exprese a través del comportamiento de cada persona).

Para no hablar de manera tan etérea, quisiera traer a esta exposición algunas situaciones prácticas que sirvan para poner de manifiesto cómo aterriza la ética en la temática de esta Escuela de Verano: los servicios sociales.

No me quiero detener mucho en la exposición de casos prácticos para poder presentar oportunamente la Estrategia de Ética, motivo por el que enunciaré sólo algunos de ellos, sin entrar demasiado en detalle.

Veremos cuatro casuísticas tipo que pueden darse  en servicios sociales, desde el punto de vista de la ética:

LA VOZ SILENCIADA DE UN MENOR MALTRATADO: DANIEL PELKA (2012), VICTORIA CLIMBIÉ (2000) Y GABRIEL FERNÁNDEZ (2013)

En 2019 participé en esta misma Escuela de Verano y relaté el caso del pequeño Daniel Pelka, un menor de 4 años que fue asesinado en su entorno familiar, por su madre y la pareja de la misma (comparto un video resumen del caso por si alguna persona desea visualizarlo).  

Respecto a este caso, el máximo responsable político del Municipio de Conventry, Reino Unido, reconoció que en más de 30 visitas que recibió el menor en su casa (entre policía y servicios sociales), así como en su propio centro educativo, nadie preguntó al menor cómo se encontraba en su casa, y ni él ni su hermano, también menor, pudieron pedir ayuda. La situación de malos tratos era muy evidente, pero nadie fue al origen, a su testimonio.

Casos como el de Daniel, los encontramos también reflejados en Victoria Climbié, también en Reino Unido, asesinada por su familia, y Gabriel Fernández, EE.UU, que murió a manos de su madre y la pareja de su madre.

Rescatar la voz y el testimonio de las personas vulnerables es fundamental para actuar desde un punto de vista virtuoso.

PRIVACIDAD E INTIMIDAD NO RESPETADA: ABUELA DE VARIAS MENORES EN RIESGO ESCUCHA TRAS LA PUERTA ENTREABIERTA. “QUIEREN QUITARLE LAS NIÑAS A MI HIJA”

En este caso comparto otra situación real, ocurrida hace más de 15 años en un centro de servicios sociales. Tres compañeras hablaban de una madre que solía quedarse dormida para llevar a sus hijas al colegio… Su situación económica era bastante precaria: sin trabajo, más su pareja era vendedor de chatarra. Ella presentaba, además, una ligera discapacidad intelectual… Tras una visita domiciliaria, una trabajadora social comenta a sus compañeras la situación detectada en el hogar (mucha suciedad y desorden, una infravivienda que presentaba, además, condiciones de hacinamiento…). En ese momento una compañera le advierte: oye, si la situación está tan mal, ponlo en conocimiento del servicio de protección de menores y que actúe, pero la trabajadora social le respondió que por el momento consideraba que se podía seguir interviniendo en el entorno. Por una casualidad de estas que es difícil que sucedan, la puerta de estas colegas profesionales estaba entreabierta, y la abuela de esas niñas escuchó lo referente al tema del servicio de protección de menores… al poco tiempo estaba la madre en el centro, llorando y gritando que no le quitaran a sus hijas, con una crisis de ansiedad.

Imaginad la situación, verdaderamente durísima e incomprensible para todo el mundo. A veces no somos conscientes de la importancia de respetar la privacidad de las personas que atendemos, de sus historias, y hablamos de los casos sin poner mucha conciencia sobre quién nos puede estar escuchando. Este tema es bastante importante y es el que casi siempre falla en los sistemas públicos de servicios sociales, a la luz de resultados de investigaciones llevadas a cabo en New York y España, por ejemplo.

USO DE LENGUAJE INAPROPIADO: HIJO QUE PIDE COPIA DE EXPTE. DE SU MADRE, CUYO INFORME RECOGE EXPRESIONES UN TANTO PEYORATIVAS HACIA SU PADRE.

La preocupación por el uso del lenguaje es fundamental desde el punto de vista ético, aunque a veces tampoco se tiene conciencia de ello. Hay personas que se expresan de forma muy coloquial “El marido es un guarro que nunca se quiere lavar”, o “La mujer tiene un carácter insoportable, pero como el marido es sordo la puede soportar”. Estas expresiones las he leído yo en informes sociales, y otras muchas. Aquí la cuestión es: si una persona pidiera copia de su expediente y tuviera acceso a esta información… ¿cómo se sentiría?

RIESGO DE DAÑO A TERCEROS Y CONFIDENCIALIDAD: ACCIDENTE GERMANWINGS (2015), CASO CHARLES WHITMAN (1966) Y CASO TARASOFF (1968).

A través de este ejemplo, quiero evidenciar la importancia de gestionar el posible riesgo ético de daños a terceras personas por decidir no comunicar una información vital para la vida de una persona, por no violar la confidencialidad. Hay códigos deontológicos que recogen este tema con mucha claridad, otros no tanto… y puede generar muchas confusiones.

Si una persona nos confiesa un aspecto que puede poner en riesgo la integridad o la vida de otra persona, debemos gestionar este conflicto de inmediato, para proporcionar una solución prudente, a la vez que ética.

Bien, he traído una serie de situaciones prácticas para poder humanizar un poco el tema este de la ética, que muchas veces parece referirse a cuestiones etéreas, pero no es así. Y con la ayuda de estas situaciones, voy a entrar de lleno en el tema que hoy me trae aquí:

La presentación de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, aprobada por Orden de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, de 22 de diciembre de 2020.

Esta Estrategia se presenta como una planificación de acciones en un horizonte de 4 años de consecución, que tratan de impulsar una cultura ética en el Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía, con el objetivo de promover actuaciones e intervenciones desde el marco de referencia del que nos habla Adela Cortina, basado en el desarrollo de las virtudes.

Decir que en primer lugar la Estrategia contiene las referencias normativas que sirven de marco legal a su desarrollo (en el caso que nos ocupa, la ley de servicios sociales).

También debe define los conceptos básicos relacionados con el tema que pretende desarrollar, en este caso la ética.

Además, realiza un análisis del contexto en el que se va a desarrollar, para aprender de los aciertos y errores de otras experiencias similares. Nuestra Estrategia de Ética parte de un análisis de cómo se ha desarrollado la ética aplicada a los servicios sociales en las diferentes comunidades autónomas españolas.

Pero la Estrategia de ética contiene diversas acciones que se están poniendo en marcha, y para presentarlas voy a utilizar el esquema del investigador y académico Jesús Vilar Martín. Este autor cuenta con numerosas publicaciones sobre ética aplicada a la educación social, que además imparte desde hace años la asignatura de ética en la Facultat d’Educació Social i Treball Social Pere Tarrés.

Recientemente he tenido el placer de conversar con él, y en el transcurso de nuestra conversación él me compartió que, desde su punto de vista, la ética se debe impulsar desde tres frentes diferenciados, en una organización:

  1. PRIMERO, es necesario definir una POSICIÓN ÉTICA por parte de esa organización.
  2. SEGUNDO, es necesario generar cultura ética.
  3. TERCERO, es necesario gestionar lo no previsto: el conflicto.

Más o menos me dijo algo así: “Inmaculada, estas son las tres patas de la silla para enfocar la ética desde un Sistema organizacional”.

Me gustó bastante cómo lo expresó y por este motivo he decidido utilizar estas “tres patas” para orquestar mi presentación de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, y lo haré compartiendo algunas de las actividades programadas (no todas) pues no hay tiempo para entrar en tanto detalle.

La Estrategia de ética, planifica la definición de una posición ética institucional, y lo hace de la siguiente manera:

  1. Define cuáles son los valores éticos del Sistema Público de Servicios Sociales.

DIGNIDAD, JUSTICIA SOCIAL, AUTONOMÍA, BIENESTAR, IGUALDAD, PARTICIPACIÓN.

Dice Alipio Sánchez (2016) que esta búsqueda por hacer el bien se ayuda de los valores –en tanto preceptos morales- para encaminar todas las actuaciones que se llevan a cabo desde los servicios sociales hacia la comunidad, con el objetivo de contribuir a la construcción de un modelo de sociedad más justo e igualitario en el que las personas puedan realizarse como tales, con dignidad y calidad de vida.

  • Planifica la elaboración de un Código de Ética de los Servicios Sociales.
  • Planifica la elaboración de la Carta de Derechos y Deberes de la ciudadanía en servicios sociales.

La Estrategia de ética, planifica el impulso de una cultura de la ética en todo el entramado del Sistema Público, y lo hace de la siguiente manera:

  1. Difunde la ética:
    1. Acciones formativas: gestión y resolución del conflicto ético dirigida a los servicios sociales comunitarios, ética aplicada al servicio de inspección de la Junta de Andalucía, liderazgo ético para personas con competencias de liderazgo y gestión en servicios sociales, acciones formativas en ética aplicada dirigidas a infancia, discapacidad, mayores, etc, para impulsar la creación de espacios de reflexión ética, etc.
    2. Creación de una página web y un buzón ético.
    3. Se ayuda de metodologías de trabajo colaborativo para desarrollar proyectos específicos bajo la temática de la ética.
    4. Propone la organización de encuentros y jornadas sobre ética aplicada.
  • Elabora materiales de apoyo para profesionales de los servicios sociales, en sus diferentes niveles de responsabilidad. Está planificado elaborar:
    • Consentimiento Informado
    • Planificación Anticipada de Decisiones
    • Objeción de conciencia
    • Protocolo Comunicar malas noticias noticias de especial complejidad (P. BUCKMAN)
    • Guía para recabar la voz de personas en situación de vulnerabilidad en los procesos que le incumben
    • Generación de convenios con universidades
    • Robótica: guía de elementos éticos mínimos

La Estrategia de ética, planifica acciones para proveer herramientas de prevención de riesgos éticos y gestión de lo no previsto: el conflicto

  1. Creación del Comité de Ética de los Servicios Sociales
  2. Promoción de los Espacios de Reflexión Ética
  3. Auditoría Ética aplicada a los servicios sociales

Si queréis más información sobre la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, podéis consultarla en este ENLACE.

Muchísimas gracias.

Inmaculada Asensio Fernández.

¿En qué consiste la Auditoría Ética aplicada a los servicios sociales?

La Auditoría Ética es una herramienta de autodiagnóstico ético creada por el norteamericano Frederic G. Reamer. Se dice que es de autodiagnóstico porque es una autoevaluación que realizan en conjunto de profesionales que trabajan en un centro de trabajo, y se toman como referencia 17 áreas de riesgo ético directamente relacionados con la prestación de servicios sociales. Cada una de estas 17 áreas se subdividen en ítems específicos que serán evaluados por la plantilla, y de cada área se evaluarán las políticas que dispone la organización para cada una de ellas, también los procedimientos para cada una de ellas, y cómo son las prácticas de los propios profesionales en cada una de ellas.

Estas áreas son:

  1. Derechos de las personas usuarias.
  2. Confidencialidad y privacidad.
  3. Consentimiento informado.
  4. Prestación de servicios (intervención profesional)
  5. Límites apropiados en las relaciones con las personas usuarias y conflictos de intereses.
  6. Documentación.
  7. Informaciones de carácter difamatorio o injurias.
  8. Informes de las personas usuarias.
  9. Supervisión profesional.
  10. Formación y actualización de profesionales.
  11. Consultas a otros servicios/ profesionales.
  12. Remisión y/ o derivación de casos a otros servicios.
  13. Negligencias y fraude.
  14. Finalización de los servicios y abandono de la intervención profesional con las personas usuarias.  
  15. Evaluación e investigación.
  16. Incompetencia de los y las profesionales o mala práxis profesional.
  17. Toma de decisiones éticas.

Reamer resume la utilidad de la Auditoría Ética en que ayuda a identificar posibles riesgos éticos, y permite a su vez revisar y asegurar la adecuación de las políticas, procedimientos y prácticas habituales de trabajo, de cara a diseñar una estrategia para modificar, en caso de considerarse necesario, esas políticas, procedimientos y prácticas, a través de la implementación de un plan de acciones correctoras.

La sistemática a seguir en la siguiente:

  • Se presenta el proyecto al conjunto del centro de trabajo.
  • Se forma a la plantilla de trabajadoras y trabajadores en ética aplicada a los servicios sociales.
  • Se crea un grupo promotor de la auditoría ética.
  • Se administra un cuestionario organizado en 17 áreas de riesgo ético, privado y confidencial, que mide el nivel de riesgo ético presenta en la actualidad esa organización respecto a esas áreas.
  • Se tabulan los datos y se extraen los porcentajes de riesgo ético por cada área (en las políticas, procedimientos y prácticas de trabajo) y se verá si presentan un riesgo grave, moderado, o leve.
  • Todos los riesgos graves requieren de un plan de acción, por este motivo el siguiente paso es mantener reuniones con el grupo promotor (que es una muestra representativa del centro de trabajo) para que puedan expresar en el desarrollo de un grupo focal qué creen que sucede en cada una de esas áreas para haber obtenido una puntuación de elevado riesgo ético. De todo ello se toma nota, pero siempre respetando el anonimato de todas las manifestaciones y comentarios.
  • Se elabora un plan de acciones correctoras que se presenta a la Dirección- Gerencia de la entidad/ centro de trabajo, especificando en ese plan (con la ayuda del grupo promotor) qué tipo de acciones serían necesarias implantar para mejorar la ética de la organización). En ese grupo promotor deben estar representados diferentes perfiles profesionales y niveles dentro de la organización, para que tenga representatividad respecto al punto de vista de los y las profesionales en activo de ese centro.

Inmaculada Asensio Fernández.

Es preferible venir de un hogar roto, que vivir en uno

Tomada de https://cutt.ly/0HMG0iG Ilustración de Philippa Rice

En mi calidad de mediadora familiar, en esta ocasión quiero abordar el tema de la separación y divorcio cuando la pareja tiene hijos. Y comienzo con una frase que no es mía, pero que me parece tremendamente ilustrativa de lo que voy a contar:

Es preferible venir de un hogar roto, que vivir en uno.

La he tomado de una entrevista al psicólogo Juan Pablo Arredondo, en el que cita a una tal Marta como artífice de la misma. En la entrevista aborda una serie de claves para separarse/divorciarse sin provocar un daño adicional e innecesario a los hijos e hijas.

Afrontar una crisis de pareja es muy duro, y si se tienen hijos la situación de dolor se multiplica exponencialmente. Pero, si además la pareja contempla la posibilidad de romper esa relación… hay un sinfín de pensamientos y sentimientos que producen mucho estrés y negatividad, y se relacionan con “qué va a pasar ahora con los niños”.

¿Cómo nos llevaremos siendo padres, cuando no hemos sabido entendernos como pareja?

Este es un tema peliagudo porque la cultura en la que hemos crecido ha fomentado el valor de las familias, como núcleo de convivencia y soporte para todos sus miembros, en aras a conseguir una estabilidad y bienestar común, sobre todo mirando hacia los hijos e hijas.

Sin embargo, la sociedad ha cambiado a toda prisa y no nos sirven los remedios de hace 40, 30 o 20 años…  Hoy día sabemos que esta armoniosidad familiar no siempre es posible, y que actualmente hay más separaciones que inicios de convivencia en pareja… de manera que los esquemas en los que crecimos no aportan respuestas a cómo conseguir ese bienestar cuando la pareja se rompe, pero no la parentalidad. Los hijos e hijas lo son para toda la vida.

Una pareja que convive con unos egos muy marcados, o directamente sin amor, puede generar situaciones muy difíciles de convivencia… faltas de respeto, discusiones repetitivas y desagradables (de esas en las que se levanta la voz, aunque uno de los dos advierta que los hijos están delante) y es que no es fácil sujetar el temperamento cuando la comunicación en la relación se va tornando conflictiva y tóxica.

Hay personas que logran reconducir sus crisis de pareja, muchas veces con ayuda de especialistas, y creo de veras que merece la pena intentarlo… recurriendo a ayuda profesional, pues una pareja que va mal no sólo tiene diferencias o conflictos, sino que tiene a sus espaldas un buen número de intentos fallidos de resolución, y eso también pesa mucho y forma parte del problema, de esa sensación de desamor.

Ahora bien, hay otras parejas que no dejan de confirmar el deterioro, y se instalan en la pasividad (dejar morir no es lo mismo que matar) o en la rabia y la pelea eterna (la culpa es tuya, y tú me has traído a este lugar en el que no quiero estar).

Si el desamor se hace presente y no se vislumbra una salida, conviene tomar nota de aquellas situaciones de separación que conocemos en las que ha habido buena comunicación y buen entendimiento por el bien común más preciado: los hijos e hijas.

Hay algunos consejos muy sabios para afrontar una separación o divorcio 3.0, y con las mayores garantías, pero va a suponer un gran esfuerzo para esos padres y esas madres que ya no encuentran puentes para llegar hasta la orilla en la que se encuentra el otro, aquel que fue su pareja.  

Comencemos con una pregunta, tal como la formula Juan Pablo Arredondo en ese video:

¿Harías cualquier cosa por tu hijo? ¿Darías la vida por tu hija? ¿De verdad lo harías?

Todo el mundo (o casi) va a decir que si, que darían la vida por sus hijos…, sin embargo, pocos son los capaces de parar una pelea o discusión y de quedarse con las ganas de decir la última palabra para demostrar que tienen razón…, mucho menos paran cuando sienten el impulso de criticar al otro progenitor (estén o no delante los hijos).

De este modo, lo primero es,

¡CÁLLATE LA BOCA!

Si, así de claro. Cierra de una vez el pico y deja de discutir con tu pareja frente a tus pequeños, o deja de hablar mal del otro u otra delante de tus hijos.

El desahogo baldío en oídos de todo el mundo no sirve más que para aumentar la sensación de impotencia y de ruina respecto a la situación.

Es muy importante anteponer a tus hijos por encima de lo que sientes, y no al contrario.

Si criticas al padre o a la madre de tu pequeño, estarás anteponiéndote tú a tu hijo.

Los hijos se desarrollan con salud si sus padres tienen una buena relación entre ellos, y desde ellos hacia sus hijos.

Lo segundo, es,

INTENTA TENER UNA RELACIÓN AMIGABLE Y RESPETUOSA CON TU EXPAREJA

Puede que ahora lo veas imposible, pero no lo es. Sólo es necesario tomar la decisión de proteger a vuestros hijos del golpe de la separación. Lucha por doblegar tu ego y tu necesidad de llevar la razón, o de demostrar que el otro está equivocado.

Los hijos son observadores silenciosos de papá y mamá, sobre cómo se llevan, cómo se hablan, qué tipo de trato se tienen… y de ahí aprenden. Cuanto más respeto exista entre ambos, y mejor relación cordial… más calidad tendrá la parentalidad común.

Lo tercero, es,

VIVE TU PROCESO Y TRABAJA TUS ESTADOS EMOCIONALES PARA NO CARGAR NI CULPAR AL OTRO, Y PARA RESOLVER EL DAÑO CON APOYOS

Si te cuesta lidiar con emociones incómodas o desagradables sobre la situación, pide ayuda. Acude a terapia, habla con algún amigo o amiga de confianza, o con algún familiar cercano, pero no te dejes arrastrar por tus detonadores emocionales. Trabaja para que la razón (y las razones) se impongan. El bienestar de tus hijos e hijas es la mayor de las razones, ellos son tu obra y tu legado.

Lo cuarto, es,

TRATA DE LLEGAR A ACUERDOS SOBRE CUSTODIA, VISITAS Y DEMÁS TEMAS DE INTERÉS RESPECTO A LOS HIJOS, SIN NECESIDAD DE LA INTERVENCIÓN DE UN JUZGADO

Traten de llegar a acuerdos, dejando al margen las opiniones o comentarios críticos de terceras personas, por ejemplo por parte de otros miembros de las familias extensas. El mejor acuerdo de partida es no ir a juicio, para que nadie tenga que decidir por vosotros cómo organizaros en la crianza de vuestros hijos.

Los pleitos judiciales son conflicto.

Alternativas extrajudiciales como la mediación familiar aportan más humanidad al proceso, y son los propios padres y madres los que llegan a los acuerdos básicos, y acomodan sus rutinas a las necesidades de sus hijas y sus hijos: ellos vienen para quedarse, lógicamente no se pueden (y no se quieren) devolver.

Estos son 4 sencillos consejos que, de conseguirse, van a multiplicar las posibilidades de construir una separación pacífica y positiva. Muchas veces es sólo cuestión de actitud.

Inmaculada Asensio Fernández.

Toma de decisiones basadas en la deliberación ética en la intervención familiar

https://www.observatoriodelainfancia.es/oia/esp/encuentro_ETF_2022.aspx

He sido invitada a participar en la mesa redonda que lleva por título “Investigación en el Programa de Tratamiento a Familias con Menores en situación de riesgo y desprotección”, que se llevará a cabo en el VII Encuentro de Equipos de Tratamiento Familiar que se celebra en Huelva, los días 19 y 20 de mayo de 2022.

Mi participación consiste en realizar una intervención de aproximadamente 20 minutos sobre la Toma de decisiones basadas en la deliberación ética en la intervención familiar.

A continuación, expongo los detalles de mi participación en la citada mesa redonda, comenzando por la configuración de la propia mesa:

Presenta: Fátima Isabel Mariscal Moreno. Jefa del Servicio de Prevención. Delegación Territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Huelva.

  1. Resultados de la Evaluación del Programa de Tratamiento a Familias con Menores: implementación, eficacia y eficiencia. Mª Victoria Hidalgo García. Doctora en Psicología y profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla.
  2. Revisión y actualización del instrumento VALÓRAME. Antonio Molina Facio. Psicólogo. Jefe del Servicio Protección de Menores. Delegación Territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Cádiz.; Carlos Martínez Bermúdez (online). Psicólogo. Equipo de Tratamiento Familiar. Diputación de Cádiz.
  3. Toma de decisiones basadas en la deliberación ética en la intervención familiar. Inmaculada Asensio Fernández (online). Directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía.

Desarrollo de la ponencia

Las familias son la mayor fuente de amor y la mayor fuente de conflicto, y no siempre a partes iguales.

Inmaculada Asensio.

Esto es una realidad conocida por todas las personas, pues necesariamente pertenecemos a una familia que aparte de proporcionarnos identidad y sostén, en ella también hemos aprendido el valor de los cuidados (que se traducen en amor), y también hemos tenido que lidiar con la presencia de conflictos…, aprendiendo –en el mejor de los casos- competencias básicas para lidiar con ellos en la vida cotidiana.

Sin embargo, desde la óptica de la intervención en servicios sociales, en el vasto océano de la diversidad familiar se conocen situaciones bastante problemáticas, en las que la presencia de conflictos y dificultades de toda índole, ponen en riesgo la estabilidad del núcleo familiar y la capacidad de cuidado y protección de sus miembros, con consecuencias nefastas para las niñas y los niños que pertenecen a esos sistemas familiares.

Las familias son como una rueda que gira y se repite a sí misma. Cierto es que en ese continuo girar, y fruto de la erosión marcada por el paso del tiempo, sus cambios suelen ser evolutivamente lentos, pero suceden, y esto repercute en todos los miembros de la familia.

Esos cambios, muchas veces suceden gracias a la intervención de los equipos profesionales que intervienen desde los servicios sociales: hoy nos dirigimos a los Equipos de Tratamiento Familiar.

En esas intervenciones se toman decisiones –no fáciles- en escenarios de mucha incertidumbre y duda, y las consecuencias de esas decisiones pueden ser muy comprometidas para el bienestar de las personas menores de edad atendidas, así como para el resto de miembros de esa familia.

Por este motivo decimos que trabajar en estos ámbitos tiene una gran carga emocional en las y los profesionales, lo que puede desembocar fácilmente en desgaste.

Los equipos de profesionales tienen una capacidad que las familias azotadas por diferentes problemas no tienen:

Pueden identificar aspectos que las propias familias envueltas en sus dramas no ven: los factores de riesgo para las personas más vulnerables de la familia, y los factores de protección. Pero, además, también tienen la posibilidad de vislumbrar pequeños cambios que mejoren la situación dada, a través del desarrollo de un proyecto de intervención.

Claro está que no es sencillo gestionar todos los movimientos que hay que obrar para dar cumplimiento a un plan de intervención, ya que las familias son entes vivos, y los procesos de toma de decisiones van a estar presentes durante todo el desarrolló de ese plan, siendo más complicado en unos casos que en otros.

Cuando las personas profesionales tenemos las situaciones muy claras y definidas, cuando no hay duda alguna sobre lo que debemos hacer en una situación, no se produce ningún tipo de dilema o conflicto desde el punto de vista ético, ya que está claro que el curso de acción indicado se ve a simple vista, y además hay que actuar con la mayor celeridad.

Sin embargo, en servicios sociales hay muchas situaciones que no ofrecen esa certidumbre para tomar una decisión sin que nos tiemble el pulso, ya que hay momentos en los que ninguna opción parece ser la buena, o al menos aceptable, y en esos momentos se producen muchas situaciones de duda, tensión y desgaste. Surgen los tejidos dilemas o conflictos éticos.

En la teoría moral, la palabra ‘dilema’ es un problema o una decisión que hay que tomar cuando se tienen razones que justificarían decidir entre más de una acción, y cuando el tiempo o los recursos no permiten tomar ambas acciones; en este caso, tomar cualquiera de las opciones disponibles podría implicar para el/la profesional de que se trate un coste moral (Rondón y Taboada, 2013).

Hay una investigación nacional realizada por la Universidad Pública de Navarra que recoge los dilemas éticos más frecuentes a los que se enfrentan los trabajadores y las trabajadoras sociales en España (extrapolable fácilmente al ámbito de intervención de los servicios sociales):

  • Dilema nº 1: El deber de informar a terceras personas por un posible daño a terceros
  • Dilema nº 2: El Respeto a la autonomía de las personas usuarias
  • Dilema nº 3: La incompetencia de otro profesional
  • Dilema nº 4: El Respeto de la confidencialidad
  • Dilema nº 5: La duración del tiempo de la intervención
  • Dilema nº 6: La distribución de recursos disponibles (justicia)
  • Dilema nº 7: Decir la verdad, no toda la verdad o mentir
  • Dilema nº 8: La realización de informes sobre las personas usuarias
  • Dilema nº 9: Los asuntos de contraprestaciones económicas o materiales
  • Dilema nº 10: La revelación de datos de la historia social
  • Dilema nº 11: El consentimiento informado

Fuente: Ballestero, Uriz y Viscarret, 2012.

La Ley de Servicios Sociales de Andalucía señala en su art. 46, relativo al Proyecto de Intervención, que, en los casos de mayor complejidad, situaciones de riesgo o desprotección social, el Proyecto de Intervención Social contemplará los instrumentos y mecanismos dispuestos para la toma de decisiones basadas en la deliberación ética.

La Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía contempla la disposición de algunas herramientas de apoyo ético a profesionales de los servicios sociales, como por ejemplo la creación de comités de ética, de espacios de reflexión ética, la auditoría ética y la realización de acciones formativas relacionadas con la deliberación.

La deliberación es fundamental para tomar decisiones reflexionadas y prudentes, ya que las consecuencias de lo que decidimos puede tener gran repercusión en la vida de las personas con las que trabajamos. El riesgo de desgaste profesional en los servicios sociales es mucho mayor cuando sus profesionales deben tomar decisiones difíciles en solitario (bajo su responsabilidad) y en función de su propio esquema moral y capacidad para asumir riesgos, con el handicap que supone escoger una alternativa de respuesta que sabemos de antemano afectará gravemente el proyecto de vida de una persona.

A veces hablamos de elecciones trágicas.

Inmaculada Asensio.

Cuando los y las profesionales toman una decisión y optan por la alternativa que consideran ‘menos mala’, suelen tener un sentimiento similar al de culpa, una especie de remordimiento o de cierto lamento, al que Foot y otros filósofos morales llaman «el residuo que deja el dilema». Por ello, los dilemas son tan” incómodos” y crean tanto desasosiego entre los y las profesionales, puesto que tienen cierto ‘coste moral’ (Rondón y Taboada, 2013).

Método Deliberativo. Dr. Diego Gracia, 2004

Dr. Diego Gracia. Filósofo, médico y máximo representante de la bioética en España, ocupa desde 1979 la Cátedra de Historia de la Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Es miembro de la Real Academia de Medicina, Director del Instituto de Bioética de la Fundación de Ciencias de la Salud y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Es autor de obras de referencia en la bioética internacional.

Deliberar

1. Reflexionar antes de tomar una decisión, considerando detenidamente los pros y los contras o los motivos por los que se toma.

2. Tomar una decisión después de un detenido análisis de los pros y los contras.

3. La deliberación consiste en el análisis detenido de las circunstancias y consecuencias que concurren en una situación concreta, y por tanto también en la identificación de los cursos de acción posibles y de entre todos ellos, del curso óptimo.

Características del razonamiento deliberativo (Zamora, Mª. A. y Castillo, A, 2018):

  1. Su objetivo es la toma de decisiones.
  2. Es un razonamiento práctico, no teórico. (Gracia, 2009).
  3. Evalúa las circunstancias concretas que concurren en el caso y las consecuencias previsibles.
  4. La deliberación es la búsqueda de la racionalidad en el mundo de la incertidumbre, pero no provee certezas, sino alternativas prudentes.
  5. Es compatible con la pluralidad de soluciones a un mismo problema.
  6. La deliberación nunca se puede llevar a cabo en solitario, requiere de la discusión y el diálogo con el otro: grupo.

¿Cuáles son las fases del Método Deliberativo?

1. DELIBERACIÓN SOBRE LOS HECHOS:  Historia clínica, psicológica y/o social

Se presenta el caso que nos ha generado el conflicto ético, aportando los detalles necesarios, para lo cual tendremos que tener elaborada la historia clínica del caso, poniendo especial cuidado en no realizar apreciaciones personales ni subjetivas.

2. DELIBERACIÓN SOBRE LOS VALORES: No Maleficencia, Justicia, Autonomía y Bienestar

Primero: identificación de los conflictos o problemas éticos que encontramos en el caso. Un conflicto implica siempre una contradicción, una duda, un dilema. Angustia.

Segundo: identificar qué valores están enfrentados respecto a problema identificado. Si tomas una determinación respecto al caso, perjudica otro aspecto de la situación. De los valores surgen los juicios de valor, por tanto, hay una estimación (valoración) sobre ellos.

3. DELIBERACIÓN SOBRE LOS DEBERES: Posibles cursos de acción (soluciones)

     3.1. Identificación de los cursos de acción extremos.

     3.2. Identificación de los cursos de acción intermedios

     3. 3. Identificación del curso óptimo de acción.

4. ANÁLISIS DE LAS PRUEBAS DE CONSISTENCIA:

    Legalidad, Temporalidad y Publicidad

5. TOMA DE DECISIÓN

Una vez atravesado todo el proceso, se decide cuál es la decisión óptima, a la luz del proceso y de las pruebas de consistencia practicadas.

Visto de este modo, el planteamiento es teórico y muy escueto, pues no se puede pretender en una sesión de 20 minutos aprender a deliberar. Lo que sí es cierto, es que a mi juicio este es el giro de tuerca necesario para brindar una atención de más calidad desde los servicios sociales, y también más cuidadora con las plantillas de profesionales, por todos los riesgos laborales psicosociales aparejados a este tipo de trabajo.

Muchas gracias.

Inmaculada Asensio Fernández.

Un apunte sobre el deber de confidencialidad en los casos de Violencia de Género, ¿ese deber protege a la víctima o protege al profesional?

En esta ocasión, sólo voy a compartir una de las conclusiones de un estudio llevado a cabo hace algunos años por el autor Hamberger, sobre la atención de los casos de violencia de género en los servicios de urgencias hospitalarias.

A través de esas conclusiones, que cito con total literalidad, quiero poner el énfasis en cómo muchas veces los y las profesionales que atienden a victimas, o incluso a agresores (violencia de género), se escudan, por ejemplo, en la protección de la confidencialidad o en que hoy día las mujeres tienen mucha información a través de los medios de comunicación como para denunciar ellas mismas. De este modo, a mi juicio, ciertos profesionales miran hacia otro lado y se justifican para eludir su responsabilidad para destapar situaciones de violencia de género (al menos esta puede ser una de las lecturas posibles, ya que al menos yo he escuchado las excusas precedentes en alguna ocasión). Cito las conclusiones referidas:

«En un estudio consistente en entrevistas a mujeres agredidas por sus parejas, el 45% de las mismas indicó que los médicos trataron la lesión sin preguntar como ocurrió, y el 56% reveló que los médicos aceptaban con suma facilidad cualquier explicación falsa sobre como ocurrió la lesión, en el aspecto emocional un 10% manifestó que los médicos les atendían como si estuvieran molestos con ellas y un 3% comentó que su médico hacia chistes acerca de la violencia doméstica durante el examen médico».

Hamberger LK, Ambuel B, Marbella A, Donze J. Physician interaction with battered women. The Women’s Perspective. ArchFamMed. 1998;7(6):575-582.

Extraído del Protocolo andaluz de actuación sanitaria desde el ámbito de las Urgencias ante la violencia de género (página 19).

¿Cómo afrontar la hostilidad en los contextos profesionales?

La hostilidad es una actitud personal vinculada a las expresiones de ira hacia las personas que tenemos cerca, como por ejemplo la familia, las amistades o los compañeros y compañeras del trabajo. Dada su repercusión en la calidad de vida profesional, en esta entrada de blog nos vamos a centrar en la hostilidad en los contextos profesionales.

Las personas hostiles suelen estar en actitud de defensa y ataque casi todo el tiempo –pura pelea– lo cual es bastante molesto y desgastante para las personas que están a su alrededor. Suelen ser tercas e intransigentes, desconfiadas y negativas, y por este motivo generan mucho rechazo en las personas con las que se relacionan.

A menudo se muestran poco conscientes de lo lesiva que es su conducta, y puede que esa inconsciencia se relacione con la falta de sinceridad de las personas que tiene a su alrededor, ya que nadie desea comunicar las verdades del barquero a quién estará posicionado en la ofensa eterna, ¿a quién le gusta un sincericidio? Además, las reacciones de estas personas pueden ser difícilmente controlables a través de un diálogo pausado y respetuoso.

La jefa o el compañero que nos aborda con una actitud desafiante o agresiva, quizá por algún contratiempo que surge…, porque necesita una información que no tiene a mano o por alguna mala interpretación… quizá de un gesto o una palabra tuya … Estas personas contaminan los espacios de trabajo y son difíciles de soportar. Nos pueden llevar, en los casos más graves, a promover un cambio de actividad o de servicio, para ponernos a salvo.

Quedarse y luchar, tiene un coste. Huir y ponerse a salvo, también.

Si te quedas y luchas, corres el riesgo de verte violentada a superar tus límites de tolerancia a la agresividad una y otra vez, incluso puede que, en más de una ocasión, te sientas tentada a defenderte con contundencia -¡hasta aquí he llegado!-, recurriendo a conductas agresivas: lucha cuerpo a cuerpo, o lucha intelecto a intelecto.

Si huyes y te pones a salvo, corres el riesgo de reprocharte el no haber tomado el control de la situación, incluso puede que te reproches haber actuado como una o un cobardica.

Puedo permitirme el lujo de compartir que yo misma he padecido este tipo de comportamientos hostiles en alguna experiencia profesional, y el recuerdo de estas personas se te queda grabado por lo desagradable que puede llegar a ser. Sin embargo, con la perspectiva del tiempo te das cuenta de que hostilidad y desgaste muchas veces van de la mano.

Estas personas están tan quemadas y amargadas que suelen complicar a todos los que tienen a su alrededor.

Esto lo describe muy bien el psicólogo Fidel Delgado en algunos de sus videos de youtube (en los que se hace llamar titiripeuta):

«el que está quemado es el último en darse cuenta, pero para el resto es muy evidente el olor a chamusquina que desprende».

Él recuerda lo dramático que puede llegar a ser esto, porque estas personas no sólo no aportan casi nada o nada a su trabajo, sino que arremeten contra las iniciativas e ilusiones del resto de compañeras y compañeros.

Las personas con actitudes hostiles modifican el clima laboral y lo enrarecen, y es bueno armarse de estrategias y recursos para que, en nuestro encuentro con ellos o ellas, no tengamos que salir mal parados, como vemos a diario (cada vez hay más acciones formativas para abordar situaciones de acoso laboral en la administración pública, por ejemplo).  

El enfurecimiento destruye las relaciones entre las personas y empeora cualquier situación de tensión, estrés o malestar. La hostilidad sólo pretende ejercer control sobre otras personas, por tanto, sus fundamentos irracionales se relacionan con el deseo de poder sobre otros, desde la falsa creencia de que podemos manejar todas las situaciones según nuestro –digamos- punto de vista experto.

¿Cómo podemos afrontar esa actitud de hostilidad hacia nosotras en el momento en que se produce?

Lo principal es reducir la intensidad de la reacción emocional, pero sin hacer nada por reducirla. Escuchar, sin más, sin dar muestras de que estamos asustadas. Mantener la calma en lugar de pedir a la persona que se calme. Si queremos hacerle ver lo mal que nos ha hecho sentir (las consecuencias de su actitud), deberemos esperar a que esté calmado, nunca antes.

Hacer ver a la persona, según vaya cediendo la intensidad de su estado emocional, que la comprendemos y que sabemos cómo se puede estar sintiendo, puede hacer que sus actitudes vayan aplacándose.

Como veis, me da igual si hablamos de compañeros o de jefas, no me importa porque hablamos de PERSONAS… seres normales, no superiores ni iluminados.  

Nadie tiene más valor que otros. La dignidad es inherente al ser humano.

Si la situación no cede de ninguna forma, o si la persona nos amenaza con agredirnos a nosotras, a sí misma o a otros, pediremos ayuda inmediatamente.

Si la situación es insostenible y no queremos entrar en pelea, quizá lo mejor sea establecer un cordón sanitario con esa persona, o incluso abandonar ese espacio de trabajo.

Tampoco viene nada mal ponerlo en conocimiento de nuestros superiores jerárquicos por escrito, pidiendo que se tomen medidas concretas, incluso si quien ejerce ese control es nuestra jefa o jefe. No estaría de más confontarla con esta visión personal sobre su comportamiento. Si se lo plantea, puede que cambie de actitud, y, si no lo hace, nosotras tendríamos alguna evidencia de lo que está sucediendo, por si tenemos que tomar acciones judiciales.

El tema planteado da para mucha reflexión. Si te apetece, puedes compartir alguna experiencia. Seguro que sirve de inspiración al resto.

¿Te animas?

Inmaculada Asensio Fernández.

Imagen tomada de: https://es.123rf.com/photo_32935869_un-grupo-de-personas-de-dibujos-animados-lucha-con-pasteles-de-crema-.html?vti=n975z50ji1ef910myk-1-2

La política social debe estar orientada hacia la promoción de la realización personal

La política social debe perseguir la libre realización personal de cada individuo en su contexto social de referencia, poniendo especial énfasis en las situaciones que puedan provocar una mayor vulnerabilidad, en función de instrumentos estandarizados de identificación, análisis y evaluación de las mismas.

El autor José María Alonso Seco nos recuerda -en su libro “La política social como realización de derechos sociales”- que la política social debe estar orientada hacia la libertad. Pero esta libertad no se entiende como la satisfacción de una serie de aspiraciones individuales, sino que contempla a la comunidad en la que esta persona se inserta y a la que pertenece, su contexto social en el momento histórico que le ha tocado vivir.

Lo opuesto a la libertad es la servidumbre (liber vs. servus), sigue afirmando Alonso Seco, y el concepto de libertad no se puede separar del contexto que envuelve y condiciona a las personas.

La condición de liber era la que confería el carácter de ciudadanía y los beneficios inherentes a ella, frente a la de servus, que significaba una profunda limitación de la capacidad jurídica y una consideración social ínfima, por tanto, una limitación importante para desarrollarse en la vida en sociedad” (Alonso Seco, 2019: 66).

Natividad de la Red Vega suele aludir en sus conferencias a la cita de Ortega y Gasset que dice:

“yo soy yo y mis circunstancias, y si no las salvo a ellas no me salvo yo”.

Gasset nos recuerda que «mis circunstancias»» están repletas de detalles autobiográficos que imprimen en nosotros un carácter y un temperamento, y también una serie de elementos facilitadores u obstaculizadores para el desarrollo de una adecuada libertad individual, que vienen marcados por factores ambientales y sociales.

Las personas se ven irremediablemente afectadas por su contexto. Hay elementos culturales que separan aún más a la persona de su idea de autorrealización personal y de libertad, debido a este contexto social. Por ejemplo, no es lo mismo nacer mujer que nacer hombre, y de manera más acentuada en determinadas culturas; tampoco es lo mismo nacer en África, Asia, América, que en Europa, del mismo modo que tampoco es lo mismo crecer en una familia normalizada y sin problemas económicos y/o sociales, que en una familia disfuncional y en situación de marginación.

La libertad individual es una aspiración que se relaciona directamente con el bienestar, e incluso con la felicidad, pero sus posibilidades de consecución van a estar condicionadas, por fuerza, por el contexto determinado en el que se desarrolla cada ser humano.

En pos de la consecución de esta idea de felicidad que va de la mano de la libertad, hay determinadas corrientes de autoayuda centradas en la motivación que insisten en afirmar, en relación a las propias aspiraciones y sueños, que:

  • “Si puedes creer en ello, puedes conseguirlo”.
  • “Si lo visualizas, lo puedes tener”.
  • “Si lo crees, lo creas”.
  • “Si te enfocas, lo consigues”.
  • Etc.

Tener metas es positivo, pues la vida transcurre en nuestros esfuerzos por lograr nuestras aspiraciones, y con cada consecución de logros podemos sentirnos más completas y completos, en función del grado de importancia que le otorguemos a esos sueños. Pero, estos eslóganes o frases fuerza olvidan algo muy importante: el contexto en el que se desarrolla cada persona y que la influye de manera directa. No todo es “si quieres puedes”, ya que hay muchos factores que pueden predecir el éxito o el fracaso en la consecución de las propias metas.

Reconozco, sin embargo, que si deseas algo y es razonablemente realista y se alinea con tus objetivos de vida, lo mejor es proyectarlo y trabajar para lograrlo. Que pase de ser un sueño a convertirse en un proyecto, y currártelo para conseguirlo.

Por este motivo, aunque muchas leyes autonómicas de servicios sociales hablan de la atención centrada en la persona, como modelo de intervención profesional en los servicios sociales, no se debe olvidar que las políticas sociales se dirigen a las personas, a los grupos y las comunidades en que se insertan, y que sólo en ese contexto comunitario las personas pueden realizarse con autonomía.

Inmaculada Asensio Fernández.

Libro referenciado: La política social como realización de derechos sociales. José María Alonso Seco, Técnico Superior de la Seguridad Social, Licenciado en Psicología Dr. en Derecho y Ciencias Sociales. Valencia : Tirant humanidades. 2019.

Homenaje a Nevenka Fernández, hija predilecta de Ponferrada

Nevenka luchó para demostrar la verdad sobre el acoso sexual que sufrió a manos del Alcalde de Ponferrada, Ismael Álvarez (1999), y pagó un precio muy alto: el escarnio público por parte de su vecindad y también el «exilio» lejos de su comunidad y familia.

Hoy día 8 de marzo es necesario rememorar su historia, el acoso y maltrato psicológico que sufrió por parte del único condenado: Ismael Álvarez.

Hablamos de finales de los noventa, momento en que Nevenka era muy joven y quería hacer carrera política en el Ayuntamiento de su localidad, ya que además contaba con toda la preparación académica para ello, pero el hombre más poderoso del Ayuntamiento se lo impidió. ¿El motivo? Negarse a mantener una relación (relaciones) con él, un depredador en toda regla (algunas personas lo llamaban conquistador y «donjuan») .

Como la mayor parte de las relaciones tortuosas y tóxicas (de pareja, laborales o de otro tipo) los comportamientos inadecuados, humillantes y/o agresivos se fraguan poco a poco, a fuego lento, de manera que se va tejiendo una tela de araña que no se ve a simple vista…, hasta que la víctima está envuelta por completo en ella. No te das cuenta de lo que estás viviendo hasta que «estás hecha una piltrafa«, dice Nevenka en el documental que lleva su nombre y cuenta su historia.

Pasó de sentirse cortejada por un hombre con aparente poder y seguridad en sí mismo, a sentirse culpable y responsable porque a ella no le gustaba y no quería estar con él… No quería intimar con él.

Ella se sentía responsable por haber tenido una relación con él al principio de conocerlo (una relación muy corta y que finalizó casi al momento de comenzar, pues ella se dio cuenta en seguida que no le gustaba). También sentía vergüenza de sí misma cuando se le pasaba por la cabeza contar lo que estaba viviendo en su Ayuntamiento, por el fuerte componente cultural que suponía trabajar como concejal. No quería señalarse, pero además pensaba que nadie la creería y que seria considerada una «trepa» por poner en el foco a su Alcalde… sería culpabilizada socialmente.

Desgraciadamente no se equivocaba Nevenka, pues justamente fue eso lo que sucedió.

Ella intentaba llevarse bien con Ismael, normalizar la relación laboral, pero esto no era posible por el comportamiento del Alcalde con la Edil. Él insistía en tener algo juntos -lo que sea- y ella lo rechazaba con los argumentos más amables posibles. A veces él se mostraba comprensivo hacia su rechazo, otras veces se victimizaba y le decía que se iba a suicidar; y otras montaba en cólera, la trataba con desprecio en público, la ridiculizaba y vejaba con agresividad en situaciones laborales, la insultaba (la llamaba hija de puta)…

La denostaba en su trabajo conforme ella se aposentaba en el NO ES NO.

La trataba mal en público, pero luego se disculpaba con ella a solas. La joven Nevenka lo iba dejando pasar, lo justificaba… y él fue ganando terreno. Poco a poco y casi sin darse cuenta fue entrando en depresión.

Esa fue la puerta abierta de par en par al acoso: no pararlo en seco, no ponerle límites.

Los depredadores sexuales tienen un comportamiento perverso, e incluso se sienten absolutamente impunes con su actitud hacia su víctima. Ellos sienten que las víctimas son ellos porque no pueden tener aquello que desean.

La estrategia de Ismael Álvarez, condenado por acoso, fue la invasión a Nevenka, asfixiarla, aislarla y dejarla sin espacio y sin capacidad de reacción, por su actitud ambivalente y contradictoria. Una de cal y otra de arena. Ella, además, era muy joven e inexperta, pero qué mujer no se siente identificada con comportamientos pesados -entre paréntesis, insistentes- y babosos por parte de hombres en diferentes contextos de vida: en la calle, en los locales de ocio nocturno, en las relaciones profesionales, en la Facultad, y en situaciones varias… Cuanto más joven, más posibilidades de sufrir acoso siendo mujer. Esto lo atestiguo con mi propia experiencia como mujer.

Y finalmente te das cuenta que la supervivencia está en huir, luchar o morir, y esto lo describe muy bien Nevenka en el documental que lleva su nombre.

Ella pasó por la huida, la lucha y casi la muerte, pero los ataques de pánico la hicieron reaccionar y PEDIR AYUDA.

Bendita ansiedad que te zarandea y te obliga a encarar la situación pidiendo ayuda, el cuerpo es sabio y, como dice la psicoterapeuta alemana Alice Miller en uno de sus manuales, nunca miente.

«Contó a alguien su infierno y la creyó. Esto la legitimó».

En su defensa, sufrió toda clase de injusticias y humillaciones, hasta por los servidores públicos: el primer fiscal en su juicio contra el Alcalde es un buen ejemplo de ello: José Luis García Ancos. Nevenka se mantuvo en la lucha, y ahí también se recuperó un poco a sí misma, pero las secuelas fueron inmensas. Ahora con el documental que lleva su nombre se está haciendo justicia, por ella y por todas las que lo han padecido y las que hemos padecido otras situaciones machistas e inapropiadas

En la actualidad es fácil indignarse al conocer los detalles de la historia de Nevenka, pero la sociedad de los noventa no es la misma que la de ahora; aunque también es cierto que las famosas «Manadas» y el movimiento «Me too» han mostrado que el machismo sigue latiendo bien fuerte y que aún hay mucho por lo que luchar. Algunas personas prefieren negar esto e insisten, por ejemplo, en que las Leyes contra la Violencia de Género sólo pretenden dividir a la sociedad y culpabilizar a los hombres… ¡Machistas!

La localidad de Ponferrada está en deuda con Nevenka, pues se alzaron en su contra a golpe de manifestación, ¿quién era ella para enfrentarse al Alcalde?… «A mi no me acosa nadie si no me dejo» – decía una vecina entre gritos ciegos y mezquinos, a la par que vítoreaba a su Alcalde.

Ahora, todas esas personas sólo pueden pedir disculpas por su mal hacer, o guardar un silencio vergonzante para siempre.

Nevenka, la sociedad hoy te rinde homenaje y la jaula de cristal desaparece. Por fin puedes sentirte libre y digna, como siempre has sido.

Inmaculada Asensio Fernández.