Se llama resiliencia

Hay niños y niñas que soportan una pesada carga durante su infancia, y cuando llegan a la edad adulta no tienen más remedio que hacer lo posible por dejarlo atrás, por superarlo. A través de la literatura y de (1)

Hay niños y niñas que soportan una pesada carga durante su infancia, y cuando llegan a la edad adulta no tienen más remedio que hacer lo posible por dejarlo atrás, por superarlo. A través de la literatura y de los medios de comunicación se sabe que hay muchas personas que lo han conseguido, por tanto, podemos afirmar -sin lugar a dudas -que es posible. Se llama resiliencia.

Inmaculada Asensio Fernández

La maldad existe al margen de la patología

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Fuente: https://psicologiayemociones.com/psicologia/como-reconocer-una-mentira

A lo largo de mi vida, siempre que he conversado con alguna persona o en grupo sobre algún acontecimiento delictivo y dramático como lo es un asesinato -o intento de asesinato- de estos que de vez en cuando saltan a los medios de comunicación… siempre escucho a alguien calificar a la persona que lo ha cometido como «loco o loca».

«Hay que estar muy mal de la cabeza para hacer algo así, seguramente esa persona tiene una enfermedad mental sin diagnosticar».

Muchas de las personas que trabajamos en el ámbito de la salud mental estamos muy cansadas de escuchar comentarios de este tipo, pues con frecuencia se confunde el trastorno mental con la delincuencia, y aquí hay un sesgo cultural importante que provoca que el estigma por parte de la sociedad hacia las personas con problemas mentales aumente, y en consecuencia el rechazo hacia las mismas.

Precisamente hace poco escuché a un psiquiatra y forense decir que «la maldad existe al margen de la patología», y lo hacía describiendo a José Bretones, el asesino que acabó con la vida de sus propios hijos para hacer daño a su madre que no quería continuar la relación de pareja con él.

«Malos, no locos». Esta es otra frase de Esther Esteban para referirse al que conocemos como asesino de Pioz. En su articulo de opinión comparte cómo siempre que un profesional de la abogacía trata de defender a una persona de un cruel y atroz asesinato (o de una serie de ellos) intenta convencer al fiscal, al jurado y al propio juez o jueza de que esta persona padece algún tipo de enfermedad mental, ya que para una persona con una moral normalizada y que respeta la integridad y vida del resto de personas es muy complicado aceptar  que puedan llevar a cabo un acto tan deleznable sin estar enajenados o locos.

No, las personas con trastorno mental grave no tienen porqué ser malas, son personas como el resto; y los casos en los que -fruto de una alteración de la realidad- puedan cursar con episodios graves de violencia, son bastante más aislados de lo que la gente comúnmente cree.

No se puede patologizar todo en una sociedad, por mucho que nos cueste vivir sin poner etiquetas. Es necesario aceptar que cualquier persona con la que te cruzas por la calle puede cometer un acto verdaderamente vil y malvado, si la maldad ha anidado en su conciencia. No debemos catalogarlos como enfermos… o al menos no como enfermos mentales. En todo caso, y tampoco me parece del todo acertado, los podríamos denominar  enfermos morales.

Que la asesina confesa Ana Julia Quezada acabara con la vida de un niño de 8 años no nos lleva al manual DSM-5® para comprobar qué tipo de trastorno mental padece. Ana Julia sabía lo que hacía y urdió un plan para llevarlo a cabo sin ser descubierta. Esto no es una característica de la enfermedad mental, esto es maldad.

Tengamos en cuenta lo que es y no es enfermedad mental pues con estas clasificaciones (heredadas de nuestro sistema cultural) podemos hacer daño a personas que verdaderamente si están enfermas, pero que jamás harían daño a nadie.

#Cero Estigma Mental.

Inmaculada Asensio Fernández

 

La corrupción comienza en una sola decisión: tu actitud ante la petición de pequeños favores

Maria Jose Olevarria

Ilustración de María José Olevarría. Tomada de: https://www.pinterest.cl/pin/537546905495952994/

El adecuado comportamiento moral comienza en cada uno de nosotros y de nosotras.

En los últimos años nos hemos acostumbrado a escuchar escándalos relacionados con la corrupción política y con el enchufismo, y la verdad es que cualquier persona enfurece fácilmente cuando se entera de que otra ha tenido acceso a determinados bienes y servicios por el sólo hecho de estar vinculado a través de lazos de afinidad, parentesco o interés…, a personas con cierta influencia o poder. Para más inri, muchas de las veces sin contar con los requisitos o méritos  necesarios.

¿Es la corrupción o el enchufismo un aspecto sólo achacable a determinadas clases políticas o al poder?, ¿cuál es el primer paso para desarrollar comportamientos corruptos?

Para abrir una ventana al conocimiento, voy a compartir con mis lectores que desde que trabajo en la Administración Pública -como trabajadora social- en más de una ocasión me han localizado personas conocidas o amistades de amistades (…) para preguntarme si puedo hacer algo por resolver cuanto antes el expediente o la ayuda de su familiar, dada la situación de estrés que están atravesando. En esos momentos, yo explico que hay un procedimiento y, en su caso, una lista de espera para acceder a los recursos. Tras escucharme, ni cortos ni perezosos, han llegado a insinuarme abiertamente que intente hacer algo para que se resuelva cuanto antes. Cuando me piden esto siento mucho fastidio y enfado, pues entiendo lo desagradable que es recibir presiones externas de este tipo.

Hay veces que incluso acuden comentando que son amigos o amigas de tal o cual Jefatura, o que conocen a tal o cual responsable político, y a mi me dan ganas de contestarles, ¿para qué me proporciona a mi esta información? Es curioso porque es mi caso soy técnico, pero no quiero ni imaginar las presiones que llegarán a sufrir las personas que ostentan puestos de mayor responsabilidad.

En estos casos siempre pregunto:

– ¿A qué se refiere, me está preguntando si puedo hacer algo o hablar con algún responsable para que a usted se le atienda antes?,¿para saltarnos en su caso la lista de espera? Esto no se puede hacer.

Mi respuesta es no, y siempre me veo en la obligación de añadir algún comentario del tipo: entiendo la situación de desesperación que estás atravesando, pero la lista de espera es la que es, y no se puede hacer nada.

Hay personas que entienden perfectamente el comentario y no insisten, incluso les da vergüenza haberlo comentado y se percibe en sus disculpas; pero hay otras personas que se enfadan y se arrogan en una postura de ofensa, como si su problema en todo este asunto fuera mi oposición a esta práctica injusta…, como si no estuviera en mi ánimo comprender su situación familiar o social, o el estatus profesional que compartimos -en el caso de colegas profesionales de esta u otra Administración-.

Lo siento, yo no puedo hacer nada. Hay una lista de espera y todas las personas que están en ella tienen circunstancias particulares que apremian su acceso al recurso de ayuda, y no sería justo saltarse esa lista de espera. Por tanto: ni puedo, ni quiero hacer algo así.

Agradezco que no me pongan en el compromiso de preguntarme estas cosas, pues ciertamente es desagradable y me hace descreer de los valores de las personas y de la sociedad.

No obstante lo dicho, no podría afirmar yo que sea fácil priorizar unos casos sobre otros, pues el procedimiento administrativo no es flexible en este sentido, y la trazabilidad del recorrido que han tomado los exptes. se puede obtener fácilmente (en el caso de que se tenga conocimiento de que una persona ha obtenido una ayuda o recurso antes que otra) y esto facilita que se puedan denunciar estas situaciones (por ejemplo ante el Defensor del Pueblo), pues se puede demostrar aportando los datos del caso en cuestión sobre el que existe la sospecha de que ha sido favorecido sobre el resto. La trazabilidad del procedimiento está precisamente para garantizar la justicia social y la transparencia, es decir, la calidad de la atención en términos de igualdad de acceso y equitativa distribución de los recursos. Pero claro, esto tiene que denunciarse por escrito.

A mi, particularmente, lo que más me preocupa es vivir en un sistema cultural de valores que critica duramente la corrupción y el enchufismo y que luego no se le oscurece nada -como reza el dicho popular- para pedir a otras personas que violen el Sistema, las normas y el orden de prelación para el acceso a determinadas ayudas, recursos, bienes o servicios.

Las personas debemos hacernos conscientes, tanto como las figuras de liderazgo político, acerca de la importancia que tiene el mantener unos criterios objetivos para no perder el sentido de la justicia social, y de la propia legitimidad personal y profesional.

Sin darnos cuenta, entre todos y todas contribuimos al saneamiento del Sistema, a su dirección, a través de nuestro comportamiento y actitud.

Inmaculada Asensio Fernández.

Evaluación de políticas públicas de salud en Salvador de Bahía, Brasil

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Foto de todo el equipo. Salvador de Bahía, 2015.

En el marco de una serie de colaboraciones con la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada, fui invitada a participar, en calidad de consultora, en el desarrollo y ejecución de un proceso de evaluación externa de las políticas públicas de salud en Salvador de Bahía, Brasil.

El proyecto en cuestión se centraba en evaluar el adecuado dimensionamiento de las plantillas de profesionales de los centros hospitalarios y de salud, así como evaluar los planes de carrera a los que tenía acceso el personal público del sistema sanitario de Brasil.

Mi labor se centró en colaborar –mediante la realización de entrevistas a personal relacionado con el ámbito sanitario- para pilotar un instrumento de evaluación que pudiera medir los parámetros anteriormente señalados, relacionados con el adecuado dimensionamiento de las plantillas y los planes de carrera profesional.

Cuando me invitaron a participar en este proyecto no me lo pensé ni un segundo: el sí es un aspecto que siempre ha caracterizado mi carrera profesional, y siempre en relación a la posibilidad de colaborar en proyectos nuevos e interesantes, de estos que reportan un importante aprendizaje… y este viaje fue un claro exponente de ello.

2015 fue un año de intensas y bienaventuradas despedidas…, y también fue un año de la acogida de nuevos y revitalizantes proyectos que -poco a poco- han dado paso al desarrollo de otros más estimulantes para mí. Celebro todas las decisiones que tomé durante este año, entre las cuales destaco esta fantástica experiencia como evaluadora de políticas públicas de salud en Salvador de Bahía.

La ciudad de Salvador era antiguamente llamada Bahía, inclusive por los habitantes del propio estado. También recibió algunos apodos como Capital de la Alegría (en portugués Capital da Alegria debido a los enormes festejos populares). Durante siglos ha sido considerada como la ciudad más importante del Brasil, ya que nació para ser capital de Brasil, y hasta bien entrado el XVIII ha sido la más poblada. Famosa por sus maravillosas playas, que atraen a muchas personas turistas. Una de ellas se llama Itapoã, y se hizo mundialmente conocida gracias a la canción «Tarde em Itapoã» – de Vinicius e Toquinho. Merece la pena visitar esta hermosa ciudad.

 

Una persona de mi entorno dice que “hay que vivir todos los planes que se presentan, porque un buen día dejan de presentarse planes”; no puedo estar más de acuerdo con esta afirmación. De hecho, volvería a hacerlo una y mil veces sin pensarlo, o al menos no demasiado.

Agradecida a la Escuela Andaluza de Salud Pública, y como miembros de ella a Dña. Sandra Arlette Pinzón Pulido, y a Dña. Cecilia Escudero Espinosa.

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Inmaculada Asensio Fernández.

Las Jornadas participativas sobre la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía acoge a más de un centenar de profesionales en Almería

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Sole Jimenez, María del Carmen Castillo e Inmaculada Asensio

La Junta de Andalucía ha presentado en la Biblioteca Villaespesa el plan estratégico elaborado para impulsar una cultura ética en el Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía.

La delegada de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía en Almería, María del Carmen Castillo, ha inaugurado el 3 de junio las primeras Jornadas Participativas sobre la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, en la que se lleva trabajando durante casi un año.

María del Carmen Castillo ha presentado el acto acompañada por Soledad Jiménez, coordinadora de los servicios sociales comunitarios de la Dirección General de Servicios Sociales y por Inmaculada Asensio, directora de la Estrategia de los Servicios Sociales de Andalucía, que ha expuesto la presentación del documento.

Durante el desarrollo de la Jornada, más de un centenar de profesionales han tenido la oportunidad de conocer de primera mano el documento estratégico que servirá de referencia para mejorar la calidad ética de estos servicios y para brindar herramientas de soporte ético para sus profesionales.

Además, se ha abierto un turno de intervenciones en el que las personas asistentes han podido intercambiar sus opiniones sobre este proyecto de la Junta de Andalucía, con las consiguientes aportaciones de mejora para su enriquecimiento, desde la óptica de las personas que lo tendrán que incorporar en su trabajo. Igualmente, se han dispuesto  diferentes canales para la recepción de propuestas de mejora al documento, dando con ello la oportunidad de reflexionar sobre sus contenidos y realizar aportaciones hasta el 30 de junio del presente.

Castillo ha señalado que «elaborar una Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía es una de las exigencias que plantea nuestra Ley de Servicios Sociales, aprobada a finales de 2016 en el Parlamento de Andalucía». Ha continuado afirmando que «esta Ley muestra el deseo de modernización del Sistema Público de Servicios Sociales y otorga a la ética un importante papel para ofrecer una atención comprometida, responsable y basada en valores hacia la ciudadanía».

Así mismo, Castillo ha destacado que «las personas que trabajan en servicios sociales merecen todo su reconocimiento y admiración, pues son completamente vocacionales y  las que humanizan la atención que brinda el Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía.» Además ha puesto de manifiesto que «existe un verdadero compromiso por parte del gobierno autonómico por dirigir, gestionar e intervenir en estos sociales desde un enfoque centrado en valores, en valores éticos tales como la dignidad, justicia social, autonomía,  bienestar, igualdad y participación; acentuando entre todos ellos el valor de la dignidad de las personas, independientemente de las situaciones problemáticas que estén atravesando».

La delegada de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ha mostrado un decidido compromiso por la mejora de los servicios públicos y por la calidad de la atención hacia la ciudadanía, a la que siempre se debe situar en el centro de las políticas sociales.

Publicado en: Noticias de Almería.

Verónica decide morir, y la culpa es de ella…

 

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Imagen tomada de: https://cronicaglobal.elespanol.com/vida/mejores-lugares-bienestar-maximo-barcelona_166454_102.html

Verónica decide morir es el título de un libro de Paulo Coelho que ilustra muy bien el tipo de sentimientos que acompañan a una situación de suicidio. Por desgracia para quién se suicida, el resto de personas que conserva su vida intacta puede caer en la tentación de responsabilizar en exclusiva por este hecho a la persona que ha tomado esta determinación, sin tener en cuenta los pasos – a veces muy pesados y cubiertos de barro- que la han empujado hasta allí.

En estos días he comprendido de una manera muy clara y contundente lo que significa una intromisión grave en la intimidad de una persona y la de su familia, así como la violación de un derecho que preserva la dignidad de una persona y que nadie debería obviar: la divulgación de secretos sin previo consentimiento.

El derecho de toda persona a mantener un ámbito de privacidad personal y familiar está dispuesto en el artículo 18.1 de la Constitución Española:

Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos”.

El honor de una persona es un aspecto de suma importancia para tener un desarrollo en sociedad adecuado y libre, de la autonomía que nos proporciona el anonimato y el hacer y ser conforme a nuestras aspiraciones, necesidades y deseos.

Según el artículo 178 del Código Penal, cualquier individuo que descubra, retenga, difunda o acceda a los datos personales de otra persona sin su consentimiento, podrá ser sancionado con pena de cárcel de uno a tres años.

La trabajadora de IVECO Verónica y su familia bien merecen que se explique claramente lo lesivo que puede llegar a ser Invadir la intimidad de una persona sin su consentimiento; este es un acto muy grave y que limita gravemente su bienestar y su autonomía… tanto que puede costarle la vida.

Verónica, trabajadora de una empresa de producción de vehículos, ha tenido que sufrir lo indecible por la difusión de un video personal con contenido sexual (de más de 5 años de antigüedad) que le ha provocado tal colapso emocional que la ha empujado a quitarse la vida.

He leído -en el muro de Facebook de una amiga que compartió la noticia con algunos comentarios de indignación- a una persona comentar que tampoco se puede responsabilizar a las personas que compartieron ese material por la muerte de esta chica. Continua señalando que las personas maduramos y que tenemos que aprender a relativizar y hacer frente a las contigencias de la vida… no le parece bien culpabilizar facilona-mente o tener una postura de victimismo que –según él- está presente hoy en dia ante cualquier suceso…

Al leer este comentario, siento que de algún modo está del lado de exonerar a las personas que ‘INOCENTEMENTE» COMPARTIERON ESE MATERIAL SEXUAL EN EL QUE APARECÍA UNA VERÓNICA  5 AÑOS MÁS JOVEN, soltera y sin hijos. Ellos lo compartieron, pero ella sola se suicidó. 

 ¿Debemos juzgar como positivo o negativo el compartir un vídeo con contenido explícito sexual en el que aparece una compañera de trabajo (hace 5 años de la grabación de ese vídeo) y difundidos entre el personal de una empresa de más de 3000 personas, en su mayoría de género masculino?

¿Se puede culpar a la persona que tenía ese vídeo y lo compartió sin escrúpulo alguno tras conocer –según he leído en las notas de prensa- que había intentado reanudar su relación con ella, recibiendo una negativa por toda respuesta?

Si no queremos hablar del término cristiano, apostólico y romano de CULPA, al menos hablaremos del término civil RESPONSABILIDAD. Ese hombre, y todas las personas que compartieron ese vídeo, son responsables de algún modo por la muerte de Verónica, pues si no la indujeron abiertamente, desde luego si la empujaron, a través de la enorme presión social que supone saltar los límites del honor y la vergüenza… que ya sabemos que no todas las personas tienen la espalda lo suficientemente ancha como para soportar un GOLPE así.

Y ahora, ¿a quién defendemos… a Verónica o al pobre hombre que no tuvo otra cosa que hacer que compartir un vídeo de Verónica de hace más de 5 años, al parecer porque ella no deseaba estar con él…?

Hay una máxima por todo el mundo conocida: no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

Inmaculada Asensio Fernández.

Este mundo roto necesita muchos amarillos

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Hay personas verdaderamente sensibles que con su dedicación y su esfuerzo logran cambiar un poquito el mundo, al menos el de las personas que las rodean.

Hace unos años mi amiga Laura Quintana me dio a leer un libro que la había conmovido mucho, llamado “El mundo amarillo” de Albert Espinosa. Este libro trata sobre aquellas personas que tocan la vida de otras y les transmiten esperanza y fuerza para afrontar los reveses de la vida: esas personas amarillas.

Espinosa estuvo enfermo de cáncer durante 10 años y, a través de su libro, comparte reflexiones profundas y vivenciales sobre las personas con las que se topó durante su enfermedad y que le infundieron vitalidad y esperanza. Esta devolución positiva es precisamente lo que más necesita una persona cuando se encuentra en una situación límite y sin (aparente) salida, en la que su vida está entre gigantescas interrogaciones.

Él habla de su descubrimiento de estas personas especiales -a las que denomina amarillos– que tocan tu realidad y la cambian para siempre, bien a través de sus palabras tranquilizadoras y amables, bien a través de su respeto y de su interés sincero.

En estos días hay una persona de mi entorno laboral que ha tocado de una manera especial mi sensibilidad, por su forma de tender la mano a aquellas personas que sufren y que tienen un pronóstico social muy negativo, rozando la exclusión. Esta persona enfoca la relación de ayuda desde una mirada altruista e infinitamente humana, tanto que choca con normas, definición de criterios y requisitos de ayuda previamente establecidos, y que sólo ve a la persona que hay detrás de cada situación problema y su DIGNIDAD.

Esta persona tan maravillosamente extraordinaria es Mª Pilar Ortega Ayala, trabajadora social vocacional y un ser humano excepcional. Pilar podría ser considerada, en palabras de la filósofa Adela Cortina, como una heroína en un entorno rígido que no se ajusta a cada situación individual–personal, sino que más bien es la persona -y sus circunstancias – la que tiene que adaptarse a él.

Mª Pilar Ortega trae a mi memoria todos esos sentimientos que me llevaron a estudiar  la carrera universitaria de trabajo social: la ayuda al otro, ese otro que sufre y que no encuentra respuesta ni camino porque no ha tenido las mismas oportunidades que el resto.

Ella, Mª Pilar, no mira a la persona desde los tropiezos y detalles ajados de su historia, es decir, desde sus límites y fracasos. Más bien mira al otro como si no supiera nada de su historia, como si no existieran las posturas estereotipadas… desde una actitud de NO JUICIO; de manera que con su sola presencia le devuelve la dignidad perdida.

Gracias Mª Pilar Ortega Ayala por pertenecer a ese mundo amarillo tan invisible y cuestionado por las normas.

Autora: Inmaculada Asensio Fernández

Excepciones al secreto profesional, según la Ley de Autonomía del Paciente

Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.

La Ley de Autonomía del Paciente señala el derecho a la intimidad del paciente y a la confidencialidad de sus datos clínicos, y de toda la información que llegue a sus manos. Sin embargo, existen excepciones a la obligación del secreto profesional que se resumen a continuación:

  • Consentimiento del interesado.
  • Situaciones que puedan suponer un peligro para la salud pública o para terceras personas. A esto se le llama Estado de Necesidad en el Código Penal, que consiste en la vulneración de un derecho para evitar un mal mayor. Así, los profesionales sanitarios tienen la obligación de declarar los casos de enfermedades infectocontagiosas detalladas por la autoridad sanitaria, con fines epidemiológicos y de prevención.
  • Los profesionales sanitarios están obligados a denunciar a la autoridad competente aquellos casos en los que atiendan a personas que hayan podido ser víctimas de delito.
  • Será lícita la revelación de secreto para denunciar un caso de mala praxis.
  • Cuando sea requerido para prestar testimonio en un juicio, como testigo, perito o inculpado. El contenido de la declaración quedará limitado a lo estrictamente necesario para el objetivo judicial.

Excepciones al secreto profesional en los códigos deontológicos:

  • Por imperativo legal.
  • Para evitar un daño grave a terceros o al propio paciente.
  • En las enfermedades y acontecimientos de declaración obligatoria.
  • Cuando el profesional se vea injustamente acusado por el paciente.
  • La obligación de secreto profesional dura toda la vida del profesional.

Fuentes consultadas:

http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/r2-l41-2002.html

https://www.aeds.org/XXIIIcongreso/ponencias/Ana-Santiago-Gonzalez.pdf

https://www.ffomc.org/CursosCampus/Experto_Etica_Medica/U6_Confidencialidad%20y%20secreto%20profesional.pdf

Inmaculada Asensio Fernández

 

Estatuto de la profesión de diplomada y diplomado en trabajo social/ asistente social

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TEXTO APROBADO EN ASAMBLEA GENERAL EXTRAORDINARIA DE 29 DE SEPTIEMBRE DE 2001.
CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE DIPLOMADOS EN TRABAJO SOCIAL Y ASISTENTES SOCIALES

PREÁMBULO

La Ley 10/82 de 13 de abril creó los Colegios Profesionales de Diplomados en Trabajo Social/Asistentes Sociales y caracterizó a la profesión como colegiada, sometida, por tanto, a la Ley de Colegios Profesionales estatal (Ley 2/74 de 13 de febrero).

Durante todo el periodo transcurrido desde la creación de la profesión de Diplomado en Trabajo Social, la organización colegial se ha venido dotando de normas legales que han estructurado y vertebrado la organización, como son los Estatutos Generales de los Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y los Estatutos del Consejo General aprobados mediante Real Decreto 174/01 de 23 de febrero (BOE de 6 de marzo de 2001). Además se cuenta con un instrumento legal muy esperado como es el Código Deontológico de la Profesión de Diplomado en Trabajo Social/Asistente Social aprobado en Asamblea General Extraordinaria el día 29 de mayo de 1999.

A raíz de la elaboración de toda esta normativa se ha visto la necesidad de seguir ahondando en este proceso legislativo, sobre todo en el ámbito del ejercicio de la profesión, marcando y definiendo sus características más esenciales, las principales funciones profesionales del Trabajo Social Esta necesidad ha venido igualmente marcada por la amplitud de esta disciplina y la injerencia que, desde otros ámbitos profesionales, se ha venido observando dentro del campo del Trabajo Social, lo que ha promovido la necesidad de establecer un marco definitorio de la profesión de Diplomado en Trabajo Social/Asistente Social que garantice un correcto ejercicio de la

misma que de a conocer nuestro marco profesional a los sujetos de nuestra acción, a otros profesionales, instituciones y a la sociedad en general.

CAPITULO I. DE LA PROFESIÓN Y LOS DIPLOMADOS EN TRABAJO SOCIAL/ASISTENTES SOCIALES.

SECCIÓN 1ª. ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL PRESENTE ESTATUTO.

Artículo 1.-

Las funciones y características profesionales que se contemplan en el presente estatuto serán de aplicación a los Diplomados en Trabajo Social/Asistentes Sociales con total igualdad e independencia del titulo obtenido por los mismos, de acuerdo con lo prevenido en el R.D. 1850/81 de 20 de agosto, sobre incorporación a la Universidad de los estudios de Asistentes Sociales como Escuelas Universitarias de Trabajo Social.

Artículo 2.-

1. Podrán utilizar la denominación de Trabajadores Sociales/Asistentes Sociales los/as ºtitulados/as a los/as que se refiere el párrafo anterior que se hallen incorporados a los Colegios Profesionales de Diplomados en Trabajo Social/Asistentes Sociales correspondientes al ámbito geográfico en el que se desarrolle la actividad profesional principal, según la Ley estatal de Colegios Profesionales y las correspondientes leyes autonómicas.

2. La citada profesión puede ser ejercida en todo el territorio nacional por quienes además de los requisitos establecidos en los artículos precedentes cumplan los tramites y requisitos contemplados en el art. 3.3 de la Ley 2/74 de 13 de febrero, de Colegios Profesionales.

SECCIÓN 2ª. DEFINICIÓN DE LA PROFESIÓN

Artículo 3.- Concepto.

El Trabajo Social es la disciplina de la que se deriva la actividad profesional de los Trabajadores Sociales/Asistentes Sociales, que tiene por objeto promover el cambio social, la resolución de los problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la libertad del pueblo para incrementar el bienestar, mediante la utilización de teorías sobre el comportamiento humano y los sistemas sociales. El trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los derechos humanos y la justicia social son fundamentales para el Trabajo Social.

La profesión de Trabajadores Sociales/Asistentes Sociales podrá ser ejercida en el territorio nacional por quienes se hallen en posesión del título de Diplomado en Trabajo social y/o Asistente Social.

La actividad profesional podrá desarrollarse en régimen de ejercicio libre, de dependencia laboral o de relación administrativa.

CAPITULO II. PRINCIPALES FUNCIONES PROFESIONALES Y FACULTADES GENERALES Y ESPECIFICAS DE LOS DIPLOMADOS EN TRABAJO SOCIAL/ASISTENTES SOCIALES

SECCIÓN 1ª. FACULTADES GENERALES Y ESPECIFICAS DE LOS DIPLOMADOS EN TRABAJO SOCIAL/ ASISTENTES SOCIALES

Artículo 4.- Facultades Generales.

Con carácter general, los Diplomados en Trabajo social/ Asistentes sociales están facultados para ejercer las funciones como tales según la clasificación internacional uniforme de ocupaciones de la oficina de trabajo de Ginebra (OIT), ratificada por España. Con carácter general, los Diplomados en Trabajo Social/ Asistentes Sociales están facultados para planificar, programar, proyectar, calcular, aplicar, coordinar y evaluar los servicios y las políticas sociales destinados a personas, grupos y comunidades, actuando en múltiples sectores funcionales.

Así mismo, pueden trabajar en un amplio marco de ámbitos organizativos proporcionando recursos y prestaciones a diversos sectores de la población, a nivel microsocial, social intermedio y macrosocial. Igualmente, los Diplomados en Trabajo Social/ Asistentes sociales pueden realizar estudios referentes a la planificación, programación y desarrollo de las políticas sociales de ámbito estatal, autonómico y local, mediante la aplicación de las técnicas profesionales correspondientes. También pueden efectuar estudios relativos a las políticas sociales, su comportamiento y evaluación con resultados de las mismas, derivados de su aplicación.

Artículo 5.- Facultades específicas.

Los diplomados en trabajo social/ Asistente Social están facultados de manera concreta, exclusiva y específica para la utilización y aplicación de los instrumentos propios del trabajo social propuestos para el tratamiento, formulación de pronósticos y resolución técnica de los problemas sociales, emitiendo y firmando el informe social pertinente, tras la verificación de la información obtenida.

SECCIÓN 2ª. PRINCIPALES FUNCIONES PROFESIONALES

Artículo 6.- Las principales funciones a desarrollar por los Diplomados en trabajo social/ asistentes sociales en el ejercicio de sus funciones son, entre otras, las siguientes:

a) Función preventiva. Actuación precoz sobre las causas que generan problemáticas individuales y colectivas, derivadas de las relaciones humanas y del entorno social. Elaborar y ejecutar proyectos de intervención para grupos de población en situaciones de riesgo social y de carencia de aplicación de los derechos humanos.

b) Función de atención directa. Responde a la atención de individuos o grupos que presentan o están en riesgo de presentar, problemas de índole social.

Su objeto será potenciar el desarrollo de las capacidades y facultades de las personas para afrontar por sí mismas futuros problemas e integrarse satisfactoriamente en la vida social.

c) Función de planificación.

Es la acción de ordenar y conducir un plan de acuerdo con unos objetivos propuestos, contenidos en un programa determinado mediante un proceso de análisis de la realidad y del cálculo de las probables evoluciones de la misma. Esta función se puede desarrollar en dos niveles:

  • Nivel microsocial: se comprende el diseño de tratamientos, intervenciones y proyectos sociales.

  • Nivel macrosocial: que comprende el diseño de programas y servicios sociales.

d) Función docente.

Impartir enseñanzas teóricas y prácticas de trabajo social y de servicios sociales, tanto en las propias escuelas de trabajo social como en otros ámbitos académicos. Contribuir a la formación teórico-práctica pregrado y postgrado de alumnos/as de trabajo social y de otras disciplinas afines. Los diplomados en trabajo social/asistentes sociales son los profesionales idóneos para impartir la docencia en materias de trabajo social y servicios sociales.

e) Función de promoción.

Se realiza mediante actuaciones encaminadas a restablecer, conservar y mejorar las capacidades, la facultad de autodeterminación y el funcionamiento individual o colectivo. Diseñar e implementar las políticas sociales que favorezcan la creación y reajuste de servicios y recursos adecuados par ala cobertura de necesidades sociales.

f) Función de mediación.

En la función de mediación el trabajador social/ asistente social actúa como catalizador, posibilitando la unión de las partes implicadas en el conflicto con el fin de posibilitar con su intervención que sean los propios interesados quienes logren la resolución del mismo.

g) Función de supervisión.

Ejercer el control de las tareas realizadas por los profesionales, trabajadores sociales y miembros de otras profesiones que ejerzan sus funciones en departamentos o servicios de trabajo social.

h) Función de evaluación.

Contrastar los resultados obtenidos en las distintas actuaciones, en relación con los objetivos propuestos, teniendo en cuenta técnicas, medios y tiempos empleados.

Asegurar la dialéctica de la intervención. Indicar los errores y disfunciones en lo realizado y permitir proponer nuevos objetivos y nuevas formas de conseguirlos. Favorecer las aportaciones teóricas del trabajo social.

i) Función gerencial.

Se desarrolla cuando el trabajador social tiene responsabilidades en la planificación de centros, organización, dirección y control de programas sociales y servicios sociales.

SECCIÓN 3ª. INSTRUMENTOS DE USO EXCLUSIVO DE LOS DIPLOMADOS EN TRABAJO SOCIAL/ASISTENTES SOCIALES

1.- Historia social.

Es el documento en el que se registran exhaustivamente los datos personales, familiares, sanitarios, de vivienda, económicos, laborales, educativos y cualquiera otros significativos de la situación sociofamiliar de un usuario, la demanda, el diagnóstico y subsiguiente intervención y la evolución de tal situación.

2.- Informe social.

El informe social es el dictamen técnico que sirve como instrumento documental que elabora y firma con su número de Colegiado, con carácter exclusivo, el diplomado en trabajo social/asistente social. Su contenido se deriva de un estudio, a través de la observación y la entrevista, dónde queda reflejada en síntesis la situación objeto, valoración, un dictamen técnico y una propuesta de intervención profesional.

3.- Ficha social.

Es el soporte documental del trabajo social en el que se registra la información sistematizable de la historia social.

4.- Escala de valoración social. Es un instrumento científico que sirve para identificar situaciones sociales en un momento dado. Permite elaborar un diagnóstico social.

5.- Proyecto de intervención social.

Es el diseño que comprende una evaluación-diagnóstico de la situación y las personas con quienes actuar, una determinación de objetivos operativos, actividades y tareas, utilización de recursos, temporalización y criterios de evaluación.

SECCIÓN 4ª OTROS INSTRUMENTOS DE TRABAJO SOCIAL

– Registro de entrevistas

– Hojas de seguimiento técnico

– Fichero de recursos

– Otros…

CAPITULO III. ÁMBITOS DE ACTUACIÓN DE LOS DIPLOMADOS EN TRABAJO SOCIAL/ASISTENTES SOCIALES.

Artículo 7.- Los diplomados en trabajo social/asistentes sociales desempeñan su actividad profesional, general o especializada en diversos ámbitos de actuación y ante situaciones de riesgo o problemáticas sociales, cuyo espacio está definido por el objeto específico y funciones propias de la profesión de trabajo social.

Artículo 8.- Dichos espacios se estructuran:

a) Servicios Sociales de primer nivel de atención públicos o privados, que toman diferentes denominaciones según la comunidad autónoma donde se desarrolle (servicios sociales generales, de base, de atención primaria, comunitarios…) y servicios de atención especializada, públicos o privados.

b) Servicios educativos: enseñanza reglada y no reglada.

c) Servicios de salud.

d) Servicios de administración de justicia e interior.

e) Servicios del ámbito laboral.

f) Ejercicio libre de la profesión.

g) Docencia e investigación social.

h) Solidaridad, cooperación y ayuda al desarrollo.

i) Servicios de vivienda.

j) Migraciones, minorías y demografía.

k) Organizaciones sociales: asociaciones, fundaciones, movimientos sociales, grupos de autoayuda…

l) Servicios y organizaciones sociales internacionales.

m) Otros ámbitos que generen las futuras realidades sociales.

Tomado literalmente de la página web del Consejo General de Trabajo Social.

* (No hay artículo 7 en el artículo original, por tanto he considerado re-enumerar el articulado, para que no haya erratas). 

Inmaculada Asensio Fernández

Odiar a los demás sale caro

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Odiar a otra persona es como tomar un bote de veneno tú, y esperar a que muera el otro.

Así es el rencor, corrosivo y verdaderamente dañino para nuestras emociones y para nuestra salud física, pues no sólo perjudica nuestro estado emocional, sino que se traslada a nuestros órganos internos y nos limita los años de vida.

No parece rentable ni útil odiar a otras personas, por más grande que sea nuestra afrenta. No nos otorga poder sobre otros ni nos devuelve la dignidad herida. El odio en sí nos perjudica gravemente y hay que saber gestionar sus efectos para buscar vías de escape a todo el dolor que puede provocarnos, perdonando al otro.

Perdonar no significa que el otro no ha hecho nada, o que está absuelto o libre de responsabilidad… NO. Perdonar significa soltar la necesidad de resarcirnos, soltar la necesidad de que el otro cambie y reconozca todos los errores que ha cometido y que nos han causado daños.

Un artículo de El País Semanal abordó el tema del resentimiento alertando de sus nefastas consecuencias para la vida de las personas, y en concreto señaló que «Fred Luskin, director del departamento de estudios relacionados con el perdón de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, aconseja que es bueno olvidarse de las expectativas sobre cómo deben actuar los demás para que ese laberinto del rencor se desplome por sí solo«.

Por otro lado, el Dr. Everett Worthington ha demostrado científicamente que el rencor nos quita años de vida. Odiar nos predispone al riesgo de infarto y debilita el sistema inmune, ¿merece la pena?

Él habla de dos tipos de perdón: el racional, que se basa más en una decisión personal que en una comprensión amplia de lo sucedido; y el perdón emocional, que implica cambiar las emociones hacia la otra persona y comprender sus motivaciones. El segundo es el que, de verdad, sana a una persona, aunque no debemos desdeñar ni uno ni otro. A veces –de hecho- es la decisión la que da paso a la comprensión.

Inmaculada Asensio Fernández