De: https://www.geekmi.news/comics/5-veces-en-las-que-Joker-le-salvo-la-vida-a-Batman-20210115-0020.html
Hay diferentes posicionamientos teóricos que nos pueden ayudar a comprender muchos de nuestros pensamientos y consecuentes actos, en definitivas cuentas, de las decisiones que tomamos en la vida, seamos conscientes o no de ello. Digamos que hay una explicación filosófica que puede explicar nuestro comportamiento. Conocer esos posicionamientos teóricos, nos lleva a desentrañar las claves de algunas de las corrientes éticas más significativas, pero lo vamos a hacer recurriendo al final de la película de Batman, en la que este benevolente personaje debe tomar la decisión más importante de su vida. Reflexionemos desde el enfoque de la ética aplicada…, ¿debe Batman matar a Joker? Batman es un personaje que lucha contra el crimen, y el Joker es un criminal sanguinario, desprovisto del más mínimo escrúpulo. El personaje del Joker también es conocido como El Guasón, debido a que tiene el rostro maquillado como un payaso sonriente, incluso a veces cuando habla pareciera inofensivo. Sin embargo, su arsenal de armas incluye cartas-navajas, flores de ácido y el gas de la risa, y sin duda es el mayor enemigo de Batman. Hay un momento decisivo en una de sus películas (dibujos animados) en el que, tras una larga y dura pelea entre Batman y Joker, en la que todo apuntaba a que Batman iba a morir, se revierte la situación y es Batman el que tiene al personaje del Joker contra las cuerdas, a punto de acabar con su vida…, pero hay un segundo en el que todo cambia. El Joker está casi acabado (representa sin duda el mal en toda su extensión), pero Batman para la lucha…. parece que se pregunta:
¿Debo realmente acabar con la vida de El Joker?
Desde el punto de vista del principialismo, no debería hacerlo porque no es correcto dañar a otras personas, y este es un principio ético prima facie: no dañar (no maleficencia). Desde el punto de vista del consecuencialismo utilitarista, no sería un mal acto, si con ello consigue salvar un buen puñado de vidas humanas. De lo que se trata es de hacer el mayor bien posible para el mayor número de personas Desde el punto de vista de la deontología, no debería jamás matarlo, porque está prohibido, y eso es una norma moral básica e ineludible. Desde el punto de vista de la ética de la compasión, no estaría bien que lo matara, porque la situación que presenta El Joker es el resultado de un proceso de exclusión y de marginación que se ha ido tejiendo a lo largo de su vida, en el que no ha encontrado ningún tipo de apoyo por parte del sistema, habiendo tenido una infancia verdaderamente terrible, llena de abusos y abandonos. En la actualidad sufre una importante desadaptación social y requiere, en todo caso, del apoyo de una institución psiquiátrica. Desde el punto de vista de las éticas de las virtudes, el acto de matar al Joker afectará irremediablemente al carácter de Batman, porque lo va a convertir en un asesino, ¿acaso quiere Batman convertirse en ese tipo de persona que arrebata la vida a sus enemigos? No, y de hecho no lo hace porque es virtuoso.
La ética está normalmente presente en todas las decisiones que tomamos, aunque no seamos conscientes de ello. Lo que sucede, como casi todo en la vida, es que dependiendo del enfoque que demos al tema en cuestión, sobre el que tenemos que decidir, los argumentos será unos o serán otros, tal como sucede en el ejemplo expuesto: la decisión final de Batman.
Batman no mató al Joker, ya que no quería ser como él: un villano. Su virtud estaba, precisamente, en lo opuesto a la villanía: la decencia, la dignidad y la honestidad.
Por Inmaculada Asensio Fernández.
Fuente de inspiración para realizar esta entrada de blog: https://ethicsunwrapped.utexas.edu/glossary/virtue-ethics?lang=es
La profesión de Trabajo Social es consciente de la repercusión que tiene el valor de la información para ofrecer una atención de calidad a las personas que atiende, y esto obliga a sus profesionales a trabajar para establecer lazos estrechos de coordinación con profesionales de otros Servicios y de otras Administraciones Públicas. La información es útil en el momento que se necesita, para tomar decisiones y encaminar intervenciones profesionales, con el consentimiento informado de la persona atendida.
La Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, establece en su art. 141 el deber de colaboración entre las Administraciones Públicas, y lo expresa del siguiente modo:
Las Administraciones Públicas deberán:
a) Respetar el ejercicio legítimo por las otras Administraciones de sus competencias.
b) Ponderar, en el ejercicio de las competencias propias, la totalidad de los intereses públicos implicados y, en concreto, aquellos cuya gestión esté encomendada a las otras Administraciones.
c) Facilitar a las otras Administraciones la información que precisen sobre la actividad que desarrollen en el ejercicio de sus propias competencias o que sea necesaria para que los ciudadanos puedan acceder de forma integral a la información relativa a una materia.
d) Prestar, en el ámbito propio, la asistencia que las otras Administraciones pudieran solicitar para el eficaz ejercicio de sus competencias.
e) Cumplir con las obligaciones concretas derivadas del deber de colaboración y las restantes que se establezcan normativamente.
En el caso específico de la atención primaria de salud, las plantillas de profesionales del Trabajo Social necesitan tener la posibilidad de acceso a información relevante para la calidad de vida de las personas atendidas en consulta, como datos relacionados con la situación de dependencia, datos relacionados con la tramitación de la discapacidad, o datos relacionados con incapacidades laborales o prestaciones gestionadas por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Todas estas situaciones involucran, como mínimo, a los siguientes Servicios Públicos:
– Agencia de Servicios Sociales y Dependencia.
– Centro de Valoración y Orientación de la Discapacidad.
– Instituto Nacional de la Seguridad Social.
– Servicios Sociales Comunitarios.
Todos estos agentes deben trabajar en estrecha red de apoyo y coordinación, para facilitar a las personas que viven en esta sociedad Post-Pandemia del S.XXI, acceder a los apoyos que necesitan. La sociedad de la que hablamos está caracterizada por haber provocado una limitación del poder ciudadano para acceder libremente a las Administraciones Públicas. Los medios electrónicos suplantan la presencialidad, o la aletargan en el tiempo… ya que han dejado fuera de juego a una buena parte de la población que no se maneja bien en ellos. La atención presencial requiere cita previa, que por lo general no es inmediata, sino que requiere tiempos de espera que se dilatan en el tiempo, provocando una enorme sensación de impotencia y de soledad en la ciudadanía…, con lo que es fácil caer en el cinismo de nada sirve para nada, nadie ayuda a nadie, a nadie le importa cómo estoy y cómo me siento.
En esta sociedad Post. Pandemia por Covid19, corremos el riesgo de caer en aquellos escenarios comunitarios que tan bien retrató la película de El Joker: sociedad despersonalizada, egoísta e insensible al dolor ajeno. Y a una Pandemia se le suma otra (pues a perro flaco todo son pulgas),
la Pandemia de la Desinformación.
Es necesario construir canales de comunicación fluidos y eficaces entre profesionales de las diferentes Administraciones Públicas, cueste el esfuerzo que cueste. Si no se hace, se bloquea toda posibilidad de empoderamiento a la ciudadanía, ya que sin información no se puede dar un paso para actuar en el propio beneficio o en beneficio de otros. Por tanto, encontramos varios valores éticos afectados por el bloqueo de acceso a la información por parte de las personas que viven en la comunidad:
La participación
La autonomía
El Bienestar
El valor de la información para la intervención profesional, en el momento que se necesita, no debería depender de los contactos personales que tenga cada empleada pública, ni de la buena voluntad de las personas que ejercen en esos Servicios. Todo lo contrario. Las personas profesionales que trabajan en primera línea, deberían tener la posibilidad de acceder a los datos que necesitan para hacer bien su trabajo.
Las Administraciones Públicas están al servicio de la ciudadanía, y deben configurarse como espacios que permitan, y que favorezcan, la participación ciudadana, a través de los canales que sean necesarios.
Imagen tomada de: https://afinquia.es/un-vecino-con-sindrome-de-diogenes-en-la-comunidad-de-vecinos-como-gestionarlo/
La vivienda es un bien básico para garantizar la calidad de vida de cualquier persona, grupo o familia, ya que los seres humanos necesitan un espacio propio en el que desenvolverse para llevar a cabo las principales funciones básicas de la vida diaria…, como descansar, preparar los alimentos y comer, asearse, convalecer, realizar las necesidades fisiológicas, convivir con otros, etc.
Cuando las personas carecen de vivienda se ven forzadas a depender de otras personas, en el mejor de los casos, para vivir en unas condiciones mínimamente aceptables. Otras veces, sin embargo, ante la falta de apoyo familiar y/ o social, pueden verse abocadas a vivir en la calle, con una importante reducción de su calidad de vida, y de los años posibles de vida, ya que está demostrado que vivir a la intemperie expone a una persona a todo tipo de riesgos y padecimientos que acortan su esperanza de vida más de 20 años.
La vivienda, pues, se configura como un refugio imprescindible para mantener una vida lo suficientemente ordenada para desarrollar las funciones vitales propias de nuestra especie, y para evitar situaciones de acelerado deterioro personal y social… ya que revertir un proceso de exclusión conlleva mucho esfuerzo y trabajo, y pocas veces se consiguen los objetivos deseados, ya que, por otro lado, los recursos son escasos.
Además, en todos o casi todos los municipios españoles se conocen situaciones de personas que, aun teniendo una vivienda en la que residir, esta carece de unas condiciones mínimamente aceptables para que un ser humano –poco exigente- pueda desarrollarse con salud y con un proyecto de vida medianamente saludable y auto-protector.
Las infraviviendas existen, y en muchas ocasiones están integradas en barrios, e incluso en bloques normalizados de vecinos, no sólo en zonas de especial necesidad de transformación social (marginales).
Recientemente he realizado una visita a domicilio a un señor de algo más de 60 años que vive en unas condiciones verdaderamente inaceptables. La vivienda está llena de basura y suciedad por todas partes, y este señor duerme en el suelo, sobre un colchón negro y todo tipo de vectores desplazándose de aquí para allá…, más un cuarto de baño cuyo inodoro está hasta arriba de excrementos secos, todo cubierto por una capa negra de suciedad y basura. Parece que esta persona presenta algún tipo de trastorno mental, no tiene apoyo familiar alguno, su estilo de vida ha sido – y es- muy poco saludable (consumo de alcohol), y suele pasar muchas horas vagando por las calles. Su situación económica es igualmente precaria, poco más de 400 euros mensuales, y no tiene capacidad de autocuidado, tanto por sus problemas de salud, como, sobre todo, por sus problemas sociales.
Esta persona presenta unos condicionantes socio-familiares tan graves, que influyen en su estado de salud, y están acelerando y agravando su situación de dependencia para realizar las actividades más básicas, aunque aún se podría trabajar su autonomía para vivir en su entorno, pero no en esas terribles condiciones.
Cuando llegué a esa vivienda, pedí permiso a la persona para visitar todos los rincones de la misma. El olor era nauseabundo, despertaba fácilmente la emoción del asco, porque todo estaba patológicamente sucio. Sin embargo, me dije a mi misma que si quería tomar conciencia de cómo era la vida de esta persona en su día a día, no podía quedarme con una instantánea inicial desde la puerta (que ya hablaba por sí sola), sino que tenía la obligación deontológica de traspasar el umbral y penetrar en su mundo…, en su realidad…, en su rutina: vista a través del dormitorio, la cocina, el cuarto de baño… Y una vez visitado todo, tuve en mis manos todas las piezas del puzzle de la vida de esta persona.
En estos casos, para poder realizar una intervención en el entorno que trate de mejorar la calidad de vida de esta persona (desde el punto de vida sanitario, social y relacional), es necesario iniciar intervención con una limpieza de choque por niveles:
– En primer lugar, vaciar la vivienda de objetos inservibles y basuras.
– Y, en segundo lugar, proceder a la limpieza y a la desinfección de todo el inmueble.
Sin llevar a cabo esta primera actividad, no se puede avanzar en ninguna dirección profesional, desde el punto de vista social y clínico. Por tanto, posteriormente a esta limpieza de choque que permita a la persona reconectar con su dignidad, se puede poner en marcha un protocolo de actuación para trabajar en la línea de garantizar la conservación de unas mínimas condiciones de vida digna en su entorno, quizá con el apoyo de un servicio de ayuda a domicilio, según sea el caso.
En situaciones tan complejas como esta, donde se da una atomización de problemas socio-sanitarios, puede ser muy útil establecer un sistema de coordinación entre los servicios sociales comunitarios, el equipo básico de atención primaria del centro de salud de su zona, y, en casos como este donde parece existir patología mental, también con la unidad de salud mental comunitaria correspondiente.
Si todos estos servicios públicos trabajan en estrecha coordinación, remando a una y en la misma dirección, esta persona tendrá posibilidades, muy reales y palpables, de recuperar un proyecto de vida personal y social bastante digno y aceptable, lo que conocemos con la palabra de «normalizado».
El marco legal básico con el que contamos en España para proceder a una limpieza de choque en un domicilio de estas características, se fundamenta en los siguientes preceptos:
-La Constitución Española de 1978 indica en su artículo 43 que “se reconoce el derecho a la protección de la salud” y que es competencia de los poderes públicos “organizar y tutelar la salud pública” a través de las medidas preventivas, las prestaciones y los servicios que sean necesarios.
-Por su parte, la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local recoge en su artículo 25 las competencias de los municipios, entre las que cita textualmente la “protección de la salubridad pública” (art. 25.2.j).
No cabe duda, por tanto, de que las competencias para realizar este tipo de labores de vaciado, limpieza y desinfección corresponden al municipio, a través de los servicios sociales comunitarios.
No debería existir retraso alguno para poner en marcha este tipo de limpiezas de choque, pero muchas veces la realidad supera la ficción, y te topas con situaciones archiconocidas por parte de un buen número de profesionales que tocan en determinados momentos la vida de esas personas, en las que no se han llevado a cabo estas acciones tan básicas para garantizar la salubridad de todo un bloque de vecinos. Hay que tener claro que, aunque sólo haya una vivienda así en todo un edificio, las consecuencias se hacen notar para todo el vecindario (mal olor, presencia de plagas de cucarachas y ratones/ratas… entre otras inconveniencias).
En ocasiones, la excusa para no llevar a cabo este tipo de limpiezas es que la vivienda carece de suministros básicos, por tanto, ante la ausencia de tomas de agua se deshecha la opción del vaciado, limpieza y desinfección. En el desarrollo de mi carrera profesional he escuchado a personas gestoras de recursos públicos decir: –pues si no tiene agua corriente, como mucho se puede vaciar la vivienda, pero poco más. Sin embargo, todos sabemos que sin estas tres operaciones (vaciado, limpieza y desinfección) una vivienda de este tipo no adquiere el matiz de la dignidad para residir en ella.
Cada vez que tengas dudas sobre a quién corresponde realizar una limpieza de choque, recurre a la Ley de Bases de Régimen Local, pues lo expone clarito:
La protección de la salubridad pública es competencia de los municipios.
Sobre este tema no debería existir controversia ni discusión, sino que se debería proceder como corresponde nada más conocer la existencia de un caso de este tipo, y por parte de una empresa de limpieza especializada, y perfectamente equipada para este tipo de servicio tan desagradable y necesario.
No dudes nunca, como trabajadora o trabajador social, sobre cuál es tu competencia en un caso de estas características. Por favor, haz lo posible por mejorar la calidad de vida de estas personas, y ampara tus propuestas de intervención en las normas de referencia.
Esta entrada de blog se centra en una propuesta para crear el proyecto de vida social durante la jubilación. La dedico a una de las seguidoras de este blog, sé que la está esperando: Cristina C.; y también se la dedico a una gran profesional del trabajo social muy querida por sus colegas: Paqui Compán.
La jubilación es un fenómeno relativamente reciente, pues durante el siglo XIX y parte del XX las personas trabajaban hasta caer enfermas o en situación de dependencia, ya que, además de que el trabajo era el elemento central de la propia vida, también era el sustento de toda una familia. No se podía elegir entre «comer» o «descansar».
Hoy día, el hecho de que una persona se pueda jubilar con un estado magnífico de salud y con una esperanza de vida prolongada, la sitúa (a esta persona) en el mejor de los escenarios para planificar y acometer nuevos proyectos, estén o no relacionados con su ocupación anterior. Aprovechar la enorme experiencia (traducida en sabiduría) y las ganas de hacer cosas útiles e interesantes para aportar a la sociedad, se configuran como un signo inequívoco de evolución propio de las sociedades avanzadas.
La jubilación suele acarrear un replanteamiento del proyecto vital de la persona, pues de hábitos estamos hechos, y la vida laboral es una sucesión de repeticiones que, cuando desaparecen, pueden generar una extraña sensación de vacío. Pero no es un vacío negativo como tal, sino que responde a ese espacio que deja la rutina, y que ahora debemos llenar con nuestros intereses y aficiones.
En realidad suena bastante bien, pero hay personas que sienten temor a esta parte de la vida…, quizá porque ahora toca pararse, reflexionar y reajustar, y todo nuestro mundo conocido está repleto de significados sobre las etapas que atravesamos, también sobre la jubilación.
Vamos a dedicar esta entrada de blog a la creación del proyecto de vida social al iniciar la jubilación, y lo vamos a dividir en los siguientes puntos:
Creación del proyecto de vida social I: Punto de partida: auto diagnóstico.
Creación del proyecto de vida social II: La jubilación como transición hacia lo que yo libre-mente decida.
Para crear este proyecto es necesario realizar una serie de ejercicios prácticos de autodiagnóstico con el objetivo de valorar el estado en el que se encuentra nuestra vida social, teniendo en cuenta todos los ámbitos que están presentes y que afectan a nuestro proyecto de vida (salud, familia, amigos, pareja, ocio, desarrollo personal o espiritualidad, aprendizaje, etc). Estos ejercicios son una propuesta para realizar de manera privada y libre, de modo que cada cual participará en ellos en función de sus deseos e intereses.
Con estos sencillos ejercicios, vamos a conseguir:
tomar conciencia del proceso en el que nos encontramos y de qué áreas de nuestra vida social funcionan mejor y cuáles necesitan ser revisadas, y
proponer objetivos para ajustar aquellas esferas de nuestra vida que pueden mejorar, y también en función de nuestros intereses, a la luz de los resultados obtenidos.
Comencemos:
I. Creación del proyecto de vida social I: Punto de partida: auto diagnóstico. Mi vida social ahora, ¿Qué es lo que realmente me importa?, ¿Qué asuntos tengo pendientes o inconclusos? Vamos a intentar descubrir lo que de verdad nos importa aquí y ahora. Herramienta: “Un año de vida” (Stephen Levine).
Un año de vida, de Stephen Levine
Para llevar a cabo esta primera dinámica, vamos a tomar como punto de partida el trabajo desarrollado por el autor Stephen Levine, a través de su libro titulado Un año de vida. La persona que escribe este texto, ha realizado una pequeña adaptación de la propuesta de trabajo que hace Levine (diseñada para un año) con ligeras variaciones, para que pueda ser aplicada en un breve lapso de tiempo, a modo de toma de conciencia sobre las prioridades más urgentes que subyacen al día a día de cada una de las personas asistentes a este curso.
Mediante la lectura del libro, Levine proporciona la oportunidad de concluir los asuntos que tengamos pendientes para iniciar una nueva e interesante relación con la vida. Muchos de nosotros vivimos ignorando el hecho de que tarde o temprano dejaremos este mundo, de manera que, o bromeamos sobre el tema, o lo negamos. La preparación para la muerte es uno de los actos más racionales y gratificantes que podemos llevar a cabo en nuestra vida, afirma Levine.
Ejercicio:
La propuesta que se propone en este ejercicio está inspirada en la filosofía de este autor, y se trata de una invitación a dar rienda suelta a la imaginación según se explica a continuación:
Hoy es la fecha en la que comienza el último año de tu vida. Tu salud y capacidades se encuentran en el punto en el que se encuentran ahora…
¿Qué harías con tu vida a partir de este momento? Quiero que lleves al papel aquello que se te viene a la cabeza, y para ello vas a contar con unos minutos para escribir. Sin prisas y con total privacidad. Puedes, incluso, poner alguna música de fondo que te inspire. Esto es para ti, es una herramienta para que te des cuenta de lo que es más importante en tu vida ahora.
Escribe lo que te venga libremente.
II. Creación del proyecto de vida social II: La jubilación como transición hacia lo que yo libre-mente decida. (El sentido de mi vida social- relacional: mis valores y mis propósitos. El Plan. Hacia dónde quiero ir: objetivos, metas y actividades. Recursos de la comunidad). Herramienta: “La rueda de la vida” (Paul J. Meyer).
El fluir de mi vida en comunidad: la Rueda de la Vida, de Paul J. Meyer
La rueda de la vida es una herramienta de coaching personal que creó Paul J. Meyer, y que sirve para separar las distintas parcelas que conforman la vida de una persona, y con ello poder tener una visión clara y panorámica del nivel de desarrollo de cada una de ellas. De este modo, se espera que podamos obrar cambios en aquellas áreas que lo precisen, por estar más desfavorecidas o abandonadas (con asuntos pendientes), en la esfera completa de la vida de la persona.
La invitación a través de este ejercicio es que, una vez hemos reconocido aquello que verdaderamente tiene valor para nosotras, habiendo realizado el primer ejercicio (herramienta “Un año de vida”), ahora vamos a ir un poco más allá en este autodiagnóstico para comprobar el grado de satisfacción que tienes en las diferentes áreas de tu vida. Esto te servirá de punto de partida para elaborar tu proyecto de vida social.
Para llevar a cabo este ejercicio sigue las siguientes instrucciones.
1º Lo primero que tienes que hacer es dibujar un círculo y partirlo en porciones, como si fuera un quesito. Puedes realizar tantas porciones como áreas de tu vida sean importantes para ti y quieras analizar:
2º En segundo lugar, cada una de las porciones representa un área de interés para tu vida, por tanto las vas a identificar, por ejemplo: salud, dinero, pareja, familia, desarrollo personal o espiritualidad, etc. Como he indicado más arriba, cada cual identificará las porciones o aspectos de su vida en función de sus intereses o preferencias.
3º Una vez tengamos diseñada la estructura de nuestra rueda de la vida, ahora vamos a evaluar de 0 a 10 cómo de satisfechos estamos con cada una de esas porciones. Por tanto, teniendo en cuenta que 0 corresponde a muy mal, y 10 a muy bien, ¡ponte nota!
De este modo, si comenzamos a evaluar el apartado FAMILIA, debemos valorar qué puntación le damos a este aspecto de nuestra vida ahora (por ejemplo, si tengo conflictos con mis hijos, si no me encuentro bien con mi familia, si me siento sola… pondré una nota por debajo de 5 puntos… quizá un 2; pero si por el contrario me siento muy bien con mi familia, unida e integrada, así como tranquila porque todos los miembros de mi familia se encuentran bien… pondré una nota por encima de 5 puntos… quizá un 9. Y así habremos de hacer con cada una de las áreas de nuestra rueda.
Sigue este ejemplo:
A familia, le doy un 4.
Pareja, le doy un 6.
A dinero, le doy un 9.
A desarrollo personal y espiritualidad, le doy un 10.
A salud, le doy un 5.
A relaciones sociales, le doy un 2.
A ocio, le doy un 2.
A aprendizaje y sabiduría, le doy un 5.
Observa las puntuaciones en la propia rueda (en rojo), así has de hacerlo tú:
Los puntitos rojos representan la puntuación que he dado a cada aspecto (según el ejemplo precedente), para que lo podáis ver bien. Primero lo marco en la rueda, y después hacemos lo que voy a ir indicando.
4º Una vez hemos puesto la puntuación en cada apartado, lo que nos queda es unir los puntos tal como se ve en el dibujo a continuación, para que puedas comprobar a simple vista qué tan equilibrada está tu rueda de la vida.
Ahora nos vamos a dar cuenta de cómo gira nuestra rueda de la vida, si gira fácilmente, fluyendo, o por el contrario va a trompicones…
Para ello, vamos a unir todos los puntos y vamos a ver cómo se queda “nuestra rueda”, esa imagen gráfica la puedes manejar muy bien con tu intelecto, para reflexionar y tomar algunas decisiones al respecto, siempre con los apoyos que consideres necesarios.
¿Cómo es nuestra rueda, creéis que puede girar bien? ¿O por el contrario, es tan desigual y puntiaguda en algunos aspectos…, que genera gran desequilibrio en el panorama general de nuestra vida?
Veamos posibles ruedas de la vida de ejemplo, según puntuaciones distintas:
La primera, es bastante desigual e irregular. Su circulación será más complicada.
La segunda parece un poco más equilibrada, aunque tiene algunos salientes que también restan confortabilidad a la rueda de la vida.
La tercera es bastante más armoniosa, puede circular de una forma más fluida.
5º Resultado: ahora puedes comprobar fácilmente qué áreas de tu vida funcionan mejor y cuáles merecen una pensada para mejorarlas. Unas preguntas sencillas que puedes hacerte para buscar claridad a través del ejercicio son:
¿He obtenido un círculo grande o es pequeño? (cuanto más amplio o grande, más satisfacción con mi vida). ¿Es un círculo equilibrado, o si tuviera que girar circularía a trompicones? ¿Estoy descuidando alguna parcela que es importante para mí?¿Cuáles son las áreas de mejora que debes emprender a partir de este ejercicio?
Reflexiona sobre todo ello, pues de lo que se trata es de mejorar tu proyecto de vida .
Mis prioridades vitales
Ahora tenemos que concretar un poco más cuáles son mis prioridades vitales, a la luz de los resultados obtenidos en las dinámicas realizadas hasta ahora.
Con la herramienta de “Un año de vida” he podido ver con mucha claridad que es lo más importante para mi en la vida, o cuál es ese asunto pendiente que me gustaría resolver o cerrar de una vez por todas. Además, tienes mi rueda de la vida que me permite hacer una reflexión más detallada y panorámica sobre diferentes aspectos y ámbitos de mi vida… y ahora puedo plantear cuáles son mis prioridades dentro de cada una de las porciones o dimensiones que he evaluado.
De este modo, lo que se te pide es que fijar al menos 5 metas dentro de cada aspecto vital o porción del quesito.
Espero que esta propuesta te sirva de ayuda para mejorar un poquito tu vida personal y social.
Me encantaría que comentaras esta entrada de blog si te ha gustado. Ese feedback es una valiosa aportación para mi. Inmaculada Asensio Fernández.
Hablo de jubilada refiriéndome, no a las mujeres, sino a todas las personas.
Etimológicamente, jubilación viene de la palabra jubilare: celebración, júbilo, alegría… pero no todas las personas que se jubilan viven este proceso con ilusión y ganas, sino que a veces es todo lo contrario.
El establecimiento de una edad para jubilarse es una construcción social que parte de una decisión política determinada por factores biológicos, psicológicos, económicos y sociales. Este proceso de jubilación no es igual para todo el mundo, pues las personas somos diferentes y afrontamos los cambios de la vida de una manera diferente también.
En este sentido, la jubilación es una etapa en la vida de una persona que puede ser recibida de forma amable, o puede suponer un bache emocional que superar hasta encontrar un nuevo mundo de significados en la propia existencia, no vinculados necesariamente a la fuerza de trabajo y a la correspondiente remuneración.
A mi juicio, un gran error de las sociedades industrializadas y post-industrializadas es el hecho de que el sistema en el que nos desarrollamos está diseñado eminentemente para producir, para tener éxito (asociado al trabajo/ocupación), para ser reconocidos socialmente en función de nuestra aportación al mercado de trabajo. Lógicamente, esto pone palos en las ruedas para recibir con los brazos abiertos la jubilación.
La Asociación Americana de Psicología establece que con carácter general podemos encontrar seis tipos de personas jubiladas:
1. Continuadoras
Las continuadoras mantienen el contacto con sus habilidades y actividades del pasado, pero las modifican para adecuarlas a la jubilación, a través de trabajo voluntario o trabajo a tiempo parcial en su campo de actividad anterior.
2. Aventureras
Las aventureras inician nuevas actividades o aprenden nuevas habilidades no relacionadas con su trabajo anterior, como aprender a tocar el piano o emplearse en algo totalmente nuevo.
3. Buscadoras
Las buscadoras aprenden, por ensayo y error, en su búsqueda de una nueva identidad, ya que no sienten tener esa identidad, ni estando jubiladas.
4. Despreocupadas
Las despreocupadas disfrutan del tiempo sin obligaciones y les agrada dejarse llevar (fluir) por la corriente, en lo que a su cronograma diario se refiere.
5. Espectadoras involucradas
Las espectadoras involucradas mantienen un interés en el campo de trabajo anterior, pero asumen roles diferentes, como por ejemplo un mayor protagonismo en la esfera familiar, o cualquier otra actividad que les pueda interesar.
6. Retraídas
Las retraídas se deprimen, se apartan de la vida y se dan por vencidas en la búsqueda de un nuevo camino.
Afortunadamente, hay muchas personas que se jubilan y no se retraen, sino todo lo contrario. Me viene a la cabeza de manera muy especial el caso de Carlos San Juan, impulsor de ‘Soy mayor, no idiota‘ que está consiguiendo sensibilizar al Gobierno de España -y a toda la ciudadanía- respecto a la dificultad que entraña para muchas personas mayores, que no han crecido sumergidas en la era digital, tener que realizar todos sus trámites bancarios a través de internet, cada vez con menos presencia física en oficinas y sucursales bancarias.
Olé tú, Carlos San Juan. Deseo tener tu fuerza y tu valor siempre, no sólo cuando me jubile.
Este señor es una inspiración para cualquier persona, y en concreto para los mayores se ha convertido en un icono…, prácticamente en un héroe.
Dicho esto, admito que pueda producirse cierto aletargamiento al cambiar drásticamente nuestras rutinas diarias, y al tener que reconfigurar nuestro autoconcepto e identidad, ya no asociados a una comunidad profesional concreta, o más bien a un espacio de trabajo concreto.
Ya no eres «Pepita, la de Cultura en el Ayuntamiento”, ahora tu concepto trasciende todos esos límites y se expande, tú eres mucho más que todo eso.
¡Reacciona!
Las tres pasiones de la jubilada o del jubilado radical se concretan en dejar paso a ciertos aspectos que ya no tienes que currarte, pues ya se han incorporado de manera gradual a toda tu trayectoria de vida, pero debes dejarles espacio para que aniden en ti.
3 pasiones de la persona jubilada radical:
SABIDURÍA
Eres más sabia, ya que tienes una experiencia que muchas personas desearían tener, y es como el oro líquido para aquellos y aquellas que están lidiando ahora con todo lo que ya has lidiado tú. Tienes el conocimiento de tu oficio/ profesión, pero además tienes todas las habilidades y soft-skills, como se les llama ahora, para poder alumbrar el camino a otros.
LIBERTAD
Tienes más libertad, pues ya no tienes que plegarte ante figuras de autoridad, normalmente asociadas a puestos y cargos, o a la fidelidad a nuestras jefaturas o centros de trabajo. Las personas más libres pueden ser infinitamente más creativas y desafiar lo establecido, por tanto, romper algunos moldes.
COMPROMISO
Ahora te encuentras con el reto, además, de tratar de mejorar la calidad de vida de las personas que llegan a la jubilación, pues no puedes permitirte el lujo de activar los detonadores emocionales que te resten fuerza e inteligencia práctica, de esta que sirve para la vida diaria. Las personas que llegan a la jubilación y que tienen formación y experiencia, son las más aptas para llenar de significados y valores esta nueva etapa, pues todo lo que ellas hagan nos lo vamos a encontrar los demás. Aquí el compromiso hacia los demás es muy importante, pues proporciona el sentido a todos los nuevos proyectos y pasos.
NO TE QUEDES PARA TI LO QUE HAS APRENDIDO, HAZ ALGO ÚTIL CON TODO ELLO. TIENES UN GRAN VALOR PARA APORTAR A LA SOCIEDAD.
Revisa los contratos ocultos que has estado respetando hasta ahora, esos sistemas de creencias y obediencia impuestos por la cultura, la familia y los grupos de referencia para ti. Revisa y cuestiona todo eso para soltar lastre.
Tú no eres tu trabajo.
Tú no eres un recuerdo de la organización/ institución/ empresa para la que has trabajado.
Tú no eres tu status socio-económico.
Tú no eres un rol asignado por la sociedad para ti, incluso antes de que nacieras.
Tú eres mucho más que todo eso, eres una persona y puedes ser un estímulo y una especie de coach de vida para otros.
Inmaculada Asensio,
La siguiente entrada de blog la voy a dedicar a un proceso dinámico para diseñar el proyecto de vida social tras la jubilación, utilizando la metodología que durante años he transmitido en los cursos de Preparación a la Jubilación Andaluza impartidos por el Instituto Andaluz de Administración Pública, y de los que he sido docente.
En esta ocasión, sólo voy a compartir una de las conclusiones de un estudio llevado a cabo hace algunos años por el autor Hamberger, sobre la atención de los casos de violencia de género en los servicios de urgencias hospitalarias.
A través de esas conclusiones, que cito con total literalidad, quiero poner el énfasis en cómo muchas veces los y las profesionales que atienden a victimas, o incluso a agresores (violencia de género), se escudan, por ejemplo, en la protección de la confidencialidad o en que hoy día las mujeres tienen mucha información a través de los medios de comunicación como para denunciar ellas mismas. De este modo, a mi juicio, ciertos profesionales miran hacia otro lado y se justifican para eludir su responsabilidad para destapar situaciones de violencia de género (al menos esta puede ser una de las lecturas posibles, ya que al menos yo he escuchado las excusas precedentes en alguna ocasión). Cito las conclusiones referidas:
«En un estudio consistente en entrevistas a mujeres agredidas por sus parejas, el 45% de las mismas indicó que los médicos trataron la lesión sin preguntar como ocurrió, y el 56% reveló que los médicos aceptaban con suma facilidad cualquier explicación falsa sobre como ocurrió la lesión, en el aspecto emocional un 10% manifestó que los médicos les atendían como si estuvieran molestos con ellas y un 3% comentó que su médico hacia chistes acerca de la violencia doméstica durante el examen médico».
Hamberger LK, Ambuel B, Marbella A, Donze J. Physician interaction with battered women. The Women’s Perspective. ArchFamMed. 1998;7(6):575-582.
Dentro de los estilos de comunicación profesional vamos a hacer referencia a dos que son completamente antagónicos, pero especialmente significativos en el ámbito de los servicios sociales y, más aún, en el ámbito de la salud: la relación centrada en el profesional y la relación centrada en el paciente.
Relación centrada en el profesional:
Este estilo comunicativo suele ser predominante por parte de aquellos profesionales que ejercen desde un rol de autoridad, considerando que tienen la solución al problema que trae la persona, a la cual consideran un agente pasivo… sin voz y sin voto.
En un estilo relacional centrado en el profesional, es este quién indaga –a través de sus preguntas- sobre la situación problema que trae la persona con el ánimo de establecer una conexión entre el citado problema, el diagnóstico y la posible solución.
Problema – Diagnóstico – Solución
Investiga las causas y las consecuencias generadas por el problema, así como valora las posibilidades de la persona y su entorno para hacer frente al mismo.
Valora para la persona, pero sin la persona, ya que su visión se considera “experta”. Por este motivo sus preguntas son mayormente cerradas, para obtener información lo más específica y concreta posible, incluso de esas que pueden ser respondidas con una o dos palabras. Cuando se dirige a la persona atendida, lo hace para hacer preguntas o transmitir información, de manera que la comunicación es unidireccional desde el profesional a quién atiende.
Desde este estilo comunicativo no hay espacio para la ventilación emocional, ni para abordar cómo la persona está vivenciando su problema. El profesional ignorará los intentos de la persona usuaria por desviar el foco del problema hacia detalles que se sitúen en los márgenes de la situación que padece, considerados accesorios y prescindibles al no estar vinculados con el tema principal. Esto limitará mucho el tiempo dedicado a la relación de ayuda y el enfoque será en exceso pragmático y con las palabras justas y precisas.
Relación centrada en la persona:
Este estilo comunicativo es bastante más flexible que el anterior, y se amplían un poco más los márgenes de la atención y la escucha por parte del profesional de referencia para la persona en este momento.
La profesional tratará de indagar en el problema que presenta la persona atendida y permitirá que esta lo exprese con sus palabras y emociones, respetando su necesidad de detenerse en ciertos detalles que favorezcan la expresión de emociones negativas asociadas a su estado de confusión, preocupación o sufrimiento, siempre desde una actitud de escucha activa.
La escucha activa permanece siempre atenta y favorece el desahogo de la persona, poniéndose en su lugar y viendo las cosas desde su óptica, pero sin identificarse con lo que le sucede. Además, la profesional también sabe mostrar a la persona que se hace cargo de cómo su problema debe estar afectando a su vida y a su bienestar, con lo cual valida la expresión de las emociones de la persona.
Suele ser más fácil saber hablar bien, que saber escuchar bien, pero desde este enfoque nos interesa más escuchar que hablar. Por este motivo, una técnica que nos puede ayudar a entrenar esta atención es utilizar la técnica del cambio de silla, que se basa en imaginar cómo nos sentiríamos nosotras si estuviésemos en su lugar, qué dificultades experimentaríamos y cómo nos gustaría que nos escuchasen.
Además, la profesional deberá ser hábil conjugando tiempos e interés por escuchar genuinamente, de manera que el resultado de la gestión del tiempo sea proporcionado a la naturaleza y objeto del servicio en el que trabaja, de manera que los tiempos de espera entre persona y persona sean razonables, pero no inflexibles. Por ejemplo, si tenemos el tiempo de atención limitado, es conveniente tratar de escuchar sin interrupciones, para aprovechar mucho más el tiempo y hacer que la persona se sienta recogida en sus manifestaciones y peticiones. Es importante dejar claro que esta escucha siempre precede a la clarificación de las diferentes partes del problema y el planteamiento de las posibles alternativas de solución.
Desde este estilo, la relación de ayuda se caracteriza por una tendencia clara a realizar preguntas exploratorias abiertas, lo que permite a la persona usuaria ofrecer una información más completa sobre su situación problema y sobre cómo lo está viviendo, así como permite a esta persona participar en la medida de lo posible en el proceso de toma de decisiones, desde la práctica del consentimiento informado.
Inmaculada Asensio Fernández.
Imagen tomada de: https://felixmaocho.wordpress.com/2016/11/03/rebecca-dautremer-la-mas-valorada-ilustradora-del-momento/
Inmaculada Asensio Fernández. Directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía.
He sido invitada a participar en el Congreso Tecnosocial Andalucía 2022, que se celebra en la Universidad de Málaga, durante los días 28, 29 y 30 de marzo de 2022. Este evento persigue ser un foro de análisis, difusión y encuentro para la investigación e innovación tecnológica en el ámbito de los servicios y prestaciones del Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía.
A continuación, expongo los detalles de mi participación en la mesa redonda del lunes día 28 de marzo, comenzando por la configuración de la propia mesa:
16:30 h Mesa redonda: Avances de la Ley de Servicios Sociales en Andalucía.
Modera: Miguel Presencio. Subdirector DG Personas con Discapacidad e Inclusión.
Participan:
Estrategia de Ética de Servicios Sociales. Inmaculada Asensio Fernández.
Plan estratégico de Servicios Sociales y el Sistema CoheSSiona. (Historia social única electrónica). Gema Luque Granados.
Plan de Investigación e innovación de Servicios Sociales. José Manuel Ramírez Navarro.
Desarrollo de mi ponencia
El objetivo de esta comunicación es presentar la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, como elemento innovador que incorpora la Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía.
Para comenzar, voy a explicar brevemente qué es la ética y para qué sirve, y para ello voy a echar mano de una de las palabras de una de las personalidades más relevantes en el campo de la filosofía, como es Adela Cortina, Catedrática Emérita de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia. Posteriormente, para entrar un poco en materia, compartiré un caso práctico en el que se da un conflicto ético, para pasar a presentar la Estrategia de Ética, mencionando previamente cómo se recoge la ética en la propia Ley de Servicios Sociales.
Qué es la Ética
La palabra Ética viene de Ethos, que quiere decir carácter, y la primera tarea de la ética consiste en forjar el carácter de las personas, de los equipos profesionales, e incluso de las propias organizaciones. La forja del carácter es algo fundamental, porque sabemos que los seres humanos nacemos con un temperamento que no hemos elegido, pero después, a lo largo de la vida vamos acumulando experiencias y tomando decisiones que nos llevan a crear unas predisposiciones a actuar en un sentido determinado. Por ejemplo, si solemos tomar decisiones justas, desarrollamos una predisposición a actuar con justicia. Si solemos tomar decisiones imprudentes, desarrollamos una predisposición a actuar de forma imprudente. Por tanto, la ética tiene que ver con cómo nos comportamos moralmente, con lo que nos mueve a actuar predominantemente de un modo u otro, y es importante forjarse un buen carácter, porque de alguna manera es algo que está a nuestro alcance.
Esas predisposiciones de las que nos habla Adela Cortina, cuando son predisposiciones que nos conducen a actuar bien, es lo que se llama Virtudes (areté) a lo que los griegos llamaban excelencia.
Actuar con excelencia es uno de los imperativos de la ética, pero hay que tener en cuenta que la actuación excelente surge del diálogo entre los seres humanos acerca de cuál es el mejor modo de hacer las cosas, el que nos parece mejor… el más beneficioso o el menos malo, según el caso.
Por tanto, la ética no es algo individual, aunque se manifieste a través del comportamiento de cada persona, sino que es una construcción dialógica que se teje entre los sujetos, para beneficiar al conjunto de personas: a ti, a mí, al otro… y a todos.
En el caso que nos ocupa, la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, la ética o la virtud cobra vida a través del diálogo que surge para construir entornos en los que las decisiones y acciones que se llevan a cabo, respeten siempre la dignidad, el bienestar, la igualdad, la autonomía, la justicia social y la participación de las personas que se atienden en los servicios sociales, y se apoyan, por tanto, en los valores éticos que por excelencia son la base de nuestro Sistema Público de Servicios Sociales.
Un caso que nos ayude a ejemplificar de lo que estamos hablando
Los equipos de profesionales enfrentan dilemas éticos con frecuencia, y voy a comentar una situación hipotética que se me ocurre se podría dar en un centro de trabajo, para que podamos ver la utilidad que tiene la ética y cómo se evidencia su preocupación por desarrollar una predisposición a actuar de la mejor manera posible:
Supongamos que, en el marco de una relación profesional de ayuda, una persona acude a un servicio solicitando tratamiento para resolver un problema de adicción. En la primera entrevista revela que suele perder el control cuando se encuentra en situación de abstinencia, y es capaz de auto-lesionarse y de agredir a los demás. De hecho, acude al lugar en el que tú trabajas por derivación del psiquiatra del Hospital de su localidad. El día anterior lo atendieron en urgencias porque se golpeó la cabeza contra la pared, y le recomendaron que acudiera a este Centro para abordar su adicción a determinadas sustancias, pues seguro que encontraría el camino para salir de esa situación y encontrarse mejor.
Cuando se atiende a una persona por primera vez en un centro de tratamiento de las adicciones, uno de los aspectos prioritarios es generar el vínculo terapéutico, que se apoya en el desarrollo de una relación de confianza en la que la persona pueda expresar sus problemas y cómo los está viviendo, y por supuesto su demanda. El vínculo terapéutico es de vital importancia para trazar la intervención necesaria para superar una adicción.
Imaginad que, en esa primera entrevista, la persona se siente en un clima de intimidad y secreto profesional, y poco a poco va comentando los estragos que está causando la sustancia (droga) en su vida, hasta que llega un momento que –incluso- reconoce que el apoyo más importante con el que cuenta en la vida es su esposa, y que a veces la trata mal; reconoce que incluso alguna vez le ha pegado y que es una santa, porque nunca lo ha denunciado. Él no soporta ser así y reconoce que necesita ayuda…, la pide con desesperación.
Cuando termina esa primera sesión de acogida, la trabajadora social comparte en sesión clínica con el resto del equipo todo lo sucedido durante la entrevista a esta persona, incluyendo toda la información sobre las agresiones a su esposa.
Ella considera que la información sobre las agresiones a la esposa debería ser puesta en conocimiento de la Fiscalía, para su protección. Sin embargo, el resto del equipo considera que lo conveniente es guardar secreto y trabajar terapéuticamente con la persona todos estos aspectos, pues si hay alguna posibilidad de que la situación mejore, al denunciar todo se irá al traste. Perderemos al paciente y puede que la situación no mejore después.
En este caso, no vamos entrar en consideraciones legales o normativas, porque lo que nos interesa es poner sobre la mesa el tipo de interacción que se puede dar en los equipos de trabajo, cuando surge un conflicto ético sentido:
Valores en conflicto: la protección de la mujer y el vínculo terapéutico.
Si se respeta la confidencialidad, se puede poner en riesgo la protección de la esposa.
Si se protege a la víctima y se denuncia, se pone en riesgo el vínculo terapéutico con la persona adicta.
Bien. Pues estas situaciones dilemáticas o conflictivas suelen tener una resolución compleja, ya que muchas veces los equipos no tienen una idea clara sobre cuál es el mejor camino a seguir y se producen discusiones acaloradas que no se resuelven objetivamente o a través de la reflexión ordenada, es decir, con un método, como por ejemplo el deliberativo, sino que se resuelven por medio de la jerarquía.
Este tema es un recurrente cinematográfico, y hay infinidad de películas que nos muestran situaciones en las que una persona considera que se debe actuar de un modo para hacer el bien, y hay otras que lo ven de otro modo y lo dificultan, limitándose a lo que siempre se ha hecho, aun siendo obsoleto, sin abrir ningún dialogo abierto que permita busca la mejor manera de hacer las cosas. Esto no quiere decir que unos sean –en términos cinematográficos- los buenos o los malos de la película, sino que unas personas se guían por hacer lo de siempre, lo conocido, aquello en lo que se sienten cómodos, y otras se cuestionan si esa manera es la correcta o no, y cuáles pueden ser las consecuencias de hacer A o hacer B. Estas películas a veces terminan bien, y otras terminan mal.
En este siglo, con todo lo que se ha avanzado en materia de servicios sociales, no podemos seguir actuando de manera obsoleta, cumpliendo con requisitos básicos, sino que tenemos que ir más allá, marcar la diferencia a través de un diálogo abierto sobre cuál es la mejor manera de hacer las cosas. Y a esto viene la ética, a hacerse preguntas, a cuestionarse cuál es la mejor manera de hacer las cosas con lo que sabemos ahora.
No se puede dejar al tiempo la resolución de los conflictos éticos, pues hay consecuencias. Como dice el autor Diego Gracia (2007) y es mejor aprender a deliberar para encontrar el curso de acción más prudente en cada situación. Además, cómo hemos visto en los párrafos precedentes, de la calidad de nuestras decisiones iremos forjando una predisposición a actuar de la misma manera en el futuro.
Casos similares al relatado se han dado otras veces en los equipos de trabajo; de hecho, si tecleáis en google el caso de Tatiana Tarasoff, o también el caso de Charles Whitman, podréis comprobar cómo este tipo de situaciones conflictivas se han dado muchas veces, en diferentes partes del planeta.
Ejemplos podemos poner muchos, porque los servicios sociales son un escenario en el que se abordan situaciones muy complejas, y todo lo que rodea a la vida de una persona es sensible y merece especial atención y cuidado, pues podemos hacer más mal que bien sin darnos cuenta.
Hay una investigación sobre dilemas éticos en la intervención social, llevado a cabo en España entre 2009 y 2011, que presenta los principales dilemas éticos a los que se enfrentan las y los profesionales del trabajo social en su quehacer, y cómo los resuelven.
Dilemas éticos en la intervención social: la perspectiva de los trabajadores sociales en España (FFI2008-05546).5 La investigación se llevó a cabo durante los años 2009 a 2011 dentro del Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación por el grupo de investigación Efimec (Ética, Filosofía y Metodología de las ciencias) del Departamento de Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra.
Los principales -no los únicos- dilemas, se sintetizan en:
Dilemas con el deber de informar a terceras personas.
Dilemas con la autonomía del usuario.
Dilemas con la incompetencia (mala práxis) de otro profesional.
Dilemas en relación con la confidencialidad.
Dilemas con la duración del tiempo de intervención.
Esta Estrategia, por tanto, se diseña con el objetivo prioritario de impulsar una cultura de la ética en los servicios sociales, proporcionando herramientas para forjar ese carácter de excelencia o virtuoso del que nos hablaba Adela Cortina.
La Ley Andaluza de Servicios Sociales
Ley 9/ 2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía.
En el desarrollo del texto legal se recoge la ética en dos de sus capítulos: un capítulo V titulado «sobre el proceso de intervención», y en un capítulo X que se titula «sobre ética y servicios sociales».
Capítulo V Proceso de intervención
Artículo 46. Proyecto de Intervención Social
2. El Proyecto de Intervención Social recogerá, al menos, los siguientes aspectos:
En los casos de mayor complejidad, situaciones de riesgo o desprotección social, el Proyecto de Intervención Social contemplará los instrumentos y mecanismos dispuestos para la toma de decisiones basadas en la deliberación ética.
Capítulo X Ética y servicios sociales
Artículo 70. Estrategia de ética de los servicios sociales
1. La Consejería competente en materia de servicios sociales desarrollará y aprobará una estrategia que permita introducir los principios éticos en las políticas sociales y en la provisión de los servicios sociales, facilitando un espacio común basado en valores compartidos entre ciudadanía, profesionales y la propia organización, bajo el enfoque de la corresponsabilidad, la cooperación y la confianza entre todas las personas que están implicadas en el desarrollo de los servicios sociales.
Artículo 71. Comité de Ética de los Servicios Sociales.
1. Se crea el Comité de Ética de los Servicios Sociales como órgano colegiado consultivo, adscrito orgánicamente a la Consejería competente en materia de servicios sociales y con autonomía funcional, con la finalidad de garantizar el derecho de las personas, sin discriminación social alguna, al respeto a su autonomía, personalidad, dignidad humana e intimidad.
Artículo 72. Código de Ética Profesional.
1. En el marco de la Estrategia de ética en servicios sociales de Andalucía, la Consejería competente en materia de servicios sociales promoverá junto a las organizaciones profesionales y colegios profesionales la elaboración de un código de ética profesional que garantice la reflexión ética en la práctica de la intervención social, el efectivo ejercicio de los derechos de las personas usuarias y el cumplimiento de los principios rectores del Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía.
Si quieren leer al detalle sobre las referencias a la ética que aparecen en la Ley Andaluza de Servicios Sociales, pueden continuar leyendo AQUÍ.
¿Cómo se ha diseñado la Estrategia de Ética?
Esta planificación se ha llevado a cabo teniendo en cuenta las siguientes premisas en su diseño:
– Primero, se apoya en un buen número de publicaciones y artículos científicos sobre bioética y ética aplicada a la intervención social, fundamentalmente publicados en España, pero con alguna referencia internacional.
– Segundo, ha tomado en consideración las experiencias consolidadas y en desarrollo de la ética aplicada a los servicios sociales que hay en las diferentes comunidades autónomas españolas: se elaboró un mapeo sobre la ética en servicios sociales nacional.
– Tercero, se nutrió del aporte de diferentes personalidades vinculadas a la ética aplicada a lo social que hay en España, que fueron las que supervisaron el diseño del plan estratégico, validando el contenido publicado en el documento.
Esto dio lugar a un documento estratégico que se organiza en una serie de ejes y objetivos que se apoyan en seis valores éticos:
Estrategia de Ética de los Servicios Sociales, pág. 47.
Dignidad, bienestar, autonomía, igualdad, justicia social y participación,
Se han elegido estos seis valores, y no otros, porque son los que más están presentes en diferentes textos de referencia para los servicios sociales (declaración universal de los derechos humanos, códigos deontológicos, publicaciones sobre ética aplicada a la intervención social, etc.).
Para finalizar, vamos a ver cuáles son esos ejes y objetivos en los que se estructura la Estrategia de Ética. Para conocer en profundidad cada eje, es necesario consultar la propia Estrategia de Ética de los Servicios Sociales, en el siguiente enlace: AQUÍ.
Esquema Estratégico: Ejes y Objetivos
EJE 1 / LAS PERSONAS
OBJETIVOS:
1.1. Impulsar el desarrollo de la conciencia ética en la ciudadanía
1.2. Crear un marco de referencia para que la ciudadanía pueda conocer y comprender cuáles son sus derechos y obligaciones
1.3. Favorecer la adquisición de competencias básicas por parte de la ciudadanía para ejercer la autonomía
EJE 2 / PROFESIONALES, GESTORES Y LÍDERES POLÍTICOS
OBJETIVOS:
2.1. Establecer un código de conducta ética
2.2. Reforzar la protección de la intimidad y privacidad
2.3. Desarrollar la conciencia ética y la capacidad de reflexión para afrontar conflictos éticos.
2.4. Crear el Comité de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía.
2.5. Orientar a profesionales en el afrontamiento de situaciones especialmente comprometidas o difíciles en su manejo.
EJE 3 / INSTITUCIONES, ORGANIZACIONES Y CENTROS DE TRABAJO
OBJETIVOS:
3.1. Introducir la Auditoría Ética de los Servicios Sociales, como herramienta de gestión de riesgos y de mejora de la calidad ética.
3.2. Impulsar la reflexión ética en los centros de trabajo para la mejora de la calidad de la atención profesional.
EJE 4 / EL INTERCAMBIO DE CONOCIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA ÉTICA APLICADA
OBJETIVOS:
4.1. Otorgar un espacio virtual sobre la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía y su desarrollo, accesible al conjunto de profesionales.
4.2. Fomentar el desarrollo de la ética aplicada a los servicios sociales en España, con objeto de contribuir al intercambio de experiencias y avances científicos y técnicos en la materia.
Aquí finaliza esta comunicación, ya que el tiempo de presentación es limitado y el objetivo es dar a conocer estas importantes novedades legislativas que han sido incorporadas con la aprobación de la Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía.
NOTA FINAL:
En el caso planteado sobre la violencia de género, lo normativo es denunciar, pues las consecuencias pueden ser impredecibles e incontrolables (POR EJEMPLO), y porque así lo exigen las normativas. Lo deseable sería que todas y todos los profesionales estuvieran de acuerdo.
Groucho Marx, tomado de lasprovincias.esAudio de la entrada de blog, por su autora.
Inmaculada Asensio Fernández.
Esta entrada de blog es una continuación de la anterior (AQUÍ), pues me quedó bastante extensa y decidí dividirla. Está dedicada a la importancia de poner límites en nuestras relaciones con los demás, lo que es sumamente importante para vivir en sociedad.
Cuando no hay respeto, hay abuso. Cuando hay abuso, se puede convertir en violencia y en acoso.
Fernando Leiva.
Como sociedad que somos, es necesario aprender desde nuestra infancia a prestar atención hacia los demás, y a mantener, por tanto, relaciones de sujeto a sujeto. Esto implica tener conciencia de que la otra persona es tan valiosa como nosotros. Esta es la manera más saludable de construir una convivencia sana y mantener los vínculos sociales. Tener consideración hacia los demás implica ser amables, pero también mostrar atención a las normas sociales, y dentro de estas normas encontramos los límites que nos ponen los demás. Relacionarse es muy positivo, pero es importante auto-regular nuestras interacciones hasta donde nos sintamos cómodas y cómodos. Cuando dejamos de sentirnos de este modo, cómodas, porque otra persona nos falta al respeto, es necesario limitar su comportamiento en ese aspecto concreto que nos ha molestado. Es importante destacar que cuando respetamos al otro también nos cuidamos nosotros, ya que de algún modo interiorizamos que esa conducta es la apropiada para vivir integrados en la comunidad. En la infancia, los niños y las niñas son esponjas que perciben cómo se relacionan sus cuidadores, tanto con él, como entre ellos. Esta etapa es muy importante para aprender determinadas reglas sociales, pero no todas las familias enseñan a sus hijos e hijas el valor del respeto, tanto propio como ajeno. En este sentido, y como siempre nos recuerda el psicólogo Álvaro Pallamares en sus redes sociales (Instagram), si a un niño o a una niña no se les ha dado un buen ejemplo en su casa, el proceso de socialización queda gravemente afectado. Si no te han respetado, o en tu familia no se practicaba la comunicación asertiva… esto va a dificultar, entre otras cosas, que cuando se llegue a la edad adulta se pueda reaccionar a tiempo ante una ofensa.
Tus padres no te entregaron normas, te entregaron complejos.
Fernando Leiva.
Si ese niño ha sido humillado en su familia, cuando sea adulto necesitará, en el mejor de los casos, un mayor nivel de exposición (en intensidad o en repetición de número de veces) de esas conductas abusivas; es decir, le será más difícil darse cuenta de que no se le está tratando bien. Muchas personas llaman a esto tener capacidad de aguante.
Entonces, si le ofenden y no se defiende, ¿qué puede ocurrir? Si no sabe poner límites y la otra persona se sobrepasa, entonces tendrá que entrar en defensa de una manera más contundente, tal como dice Fernando Leiva, a través de su razón, y esto va a provocar que la otra persona se defenderá también con su razón, y a esto se le llama conflicto. Si ese conflicto no se soluciona, porque los dos son tercos, vamos hacia la violencia. Y si esa violencia no se soluciona, se va hacia el acoso, que no es otra cosa que la ilusión y la fantasía de vengarse de la otra persona, de aniquilar al otro. Este tema no es fácil, de hecho, vivimos en una cultura de la confrontación y de la falta de acuerdo… no hay nada más que observar a las personas que toman todas las decisiones políticas globales, lo que presupone que en comunicación asertiva probablemente no lleguemos ni a un cinco, en una escala de uno a diez.
Cuando no hemos sido educados en el diálogo, la práctica de la asertividad se nos atraviesa, y podemos reaccionar de manera pasiva, agresiva, o pasivo-agresiva. De adultos vamos a necesitar un entrenamiento en habilidades de comunicación asertiva. No respetarse es no defenderse, y la ausencia de respeto genera conflicto entre los seres humanos. Si decidimos comenzar la casa por los cimientos, en lugar de por el tejado, la pregunta que tenemos que plantearnos es: ¿Cómo podemos aprender a respetar-nos? • Lo principal, es poner atención en nuestras relaciones con los demás, a cómo se dirigen a nosotros y cómo nos sentimos. Debemos intentar reaccionar desde el principio, hacernos sensibles a la ofensa justo en el momento que se produce. En ese momento exacto hay que expresar directamente la incomodidad, de la mejor manera posible. • Si no reaccionaste a tiempo, existe la posibilidad de que, en un próximo encuentro, la persona en cuestión vuelva a sobrepasarse y te verás forzada a enfrentarte a la situación. El silencio te debilitará cada vez más y más. Cuanto antes reacciones menores serán las consecuencias. • Trátate con respeto a ti misma, no te falles. Hazlo todo por ti y demuestra que tienes claridad y coherencia en tus decisiones.
Cada día nuevo que comienza, es una oportunidad para ser la persona que quieres ser. Observa bien tu entorno, y si identificas una conducta que te genera malestar (lo puedes percibir claramente en tu cuerpo) expresa a esa persona que te molesta su comportamiento, hazlo de algún modo, aunque sea recurriendo al humor, que -como dicen Francesc Miralles y Álex Rovira en el Laberinto de la felicidad- es el disolvente universal de las preocupaciones.
• Ensaya en casa, recrea esa situación en la que te has sentido mal y te has callado, y trata de responder de manera asertiva, por ejemplo ante un espejo.
Practica, pues como dicen algunas culturas ancestrales, la práctica hace al maestro.
Sólo propóntelo. Prevenir, es reducir los factores de riesgo de un problema mayor.
Antes de llegar a la violencia o al acoso, las personas van probando tus límites e interiorizando hasta donde serías capaz de llegar en tu sumisión.
Performance Rythm 0
En la década de los años 70 se llevó a cabo un experimento denominado “Rhythm 0″, ideado y protagonizado por la artista conceptual y performer Marina Abramović. Gracias a este experimento social se pudo comprobar que cuando las personas no se defienden ante una agresión, quién sobrepasa los límites y agrede es capaz de llegar hasta límites mucho mayores en su capacidad de hacer daño.
Cuando no sabemos poner límites a tiempo en nuestras relaciones con los demás, podemos pasar de situaciones en las que otra persona nos hace sentir incómodas, pero no reaccionamos, a sufrir auténticas situaciones de violencia o incluso de acoso, y estas últimas ya requieren de acciones de defensa más contundentes. Por este motivo, como a la violencia se llega poco a poco, mediante nuestra tolerancia a las faltas de respeto reiteradas… lo mejor es reaccionar la primera vez que una persona nos molesta de algún modo (un comentario, una broma pesada, una pregunta o respuesta inapropiada, etc.), mostrando que eso nos ha molestado y que no queremos que vuelva a suceder. Si no lo hacemos, conforme se intensifique el comportamiento necesitaremos un mayor esfuerzo para hacernos respetar, y sólo conseguiremos acciones que traten de reparar un daño ya hecho.
Cuanto antes aprendas a defenderte de las ofensas, mucho mejor para tu bienestar.
Hay un experimento del que os quiero hablar un poco más detenidamente, que se denomina -en español-Ritmo 0.
Este experimento se llevó a cabo en la ciudad italiana de Nápoles, en 1974.
Consistió en una performance en la que la actriz y directora Marina Abramović, debía estar de pie al lado de una mesa sin moverse durante unas 6 horas. La consigna durante ese espacio de tiempo era que cualquier persona que pasara por allí podría hacer lo que quisiera con ella: eso rezaba en un cartel. Ella no se defendería, no gritaría, no pediría ayuda, no demandaría absolutamente nada… permanecería callada e inmóvil, en situación de sumisión.
Esta performance la llevó a su libro autobiográfico, titulado Derribando muros, y la describió de este modo:
Cuando se reunió un gran público a las ocho de la noche hallaron una serie de instrucciones en la mesa. Mi plan consistía en ir a la galería, y simplemente quedarme allí de pie, vestida con pantalones negros y una blusa negra, tras una mesa que contuviera 72 objetos: un martillo, una sierra, unas plumas, un tenedor, un látigo, un libro, unos zapatos, vino, pan, un peine, uvas, clavos, azúcar, agua, un abrigo, un sombrero, una vela, cadenas, flores, alcohol, jabón, un hacha, un plato, un vaso, pintura, alfileres… y otras muchas cosas, como una pistola y una bala junto a ella. Las instrucciones que había en la mesa eran: yacen sobre la mesa 72 objetos que cada persona puede utilizar sobre mi como desee.
Performance «Yo soy el objeto«: durante las próximas 6 horas seguidas puedes hacer conmigo lo que quieras, yo asumo la responsabilidad absoluta por tus actos sobre mi.
Durante las primeras 3 horas no sucedió mucho. Yo estaba como ausente y hubo escasos gestos sobre mí: darme un beso, taparme con un chal o acariciarme con una rosa. Pero, posteriormente, al cabo de esas tres horas, un hombre cortó mi blusa con una tijera y me dejó el pecho al descubierto. Me movían de posición una y otra vez, como si fuera un muñeco, me clavaron alfileres, me escribieron mensajes en el cuerpo como END (FINAL). Me abrieron las piernas y clavaron el cuchillo entre ellas (en gesto claro intimidatorio, intentando averiguar hasta donde podía aguantar). No me defendí en ningún momento. Si me bajaban la cabeza o me la subían, yo no hacía nada. Alguien me hizo un corte en el cuello y me chupó la sangre. Un hombre bajito se acercó a mi oreja e hizo un gemido muy desagradable, amenazante, metió la bala en la pistola y me la puso en la mano y me apuntó la mano contra la cabeza… luego puso el dedo en el gatillo, pero alguien lo detuvo. A las 02.00 de la madrugada la performance terminó. Yo tenía un aspecto horrible. Estaba medio desnuda, sangrando y mojada por los vasos de agua que también me lanzaron encima. Una cosa que me sorprendió es que al terminar la performance yo me levanté y me dirigí a algunas personas, que huyeron inmediatamente. Mientras estuve como una marioneta para ellos, no hubo problema, pero cuando adopté un papel más activo todos escaparon, evitando así un enfrentamiento real.
Pienso que al final, la razón por la que no me violaron fue porque las personas que asistieron estaban acompañadas por sus parejas… y esto las retuvo.
En este experimento se puso de manifiesto hasta donde es capaz de llegar la condición humana, desde el punto de vista moral. Ella buscaba explorar los límites del público si no hacía nada absolutamente por defenderse, y concluyó que -si dejas que el público decida sin defenderte- te pueden matar.
Según el psicólogo Fernando Leiva hay un test que todo acosador utiliza antes de acosarte, un test que él llama el Test del Vacío de Poder o Test del Acosador, que se describe del siguiente modo:
Las personas que están acostumbradas a sobrepasar los límites de los demás, tienden a testear previamente cuál es el índice de poder que tiene la persona, en función de los límites que es capaz de poner ante una ofensa. Su forma de poner en práctica este test puede ser, por ejemplo, del siguiente modo:
La persona en cuestión te dice algo que sobrepasa tus límites y tú te callas… esta persona ya ha medido que tú guardas silencio y te sometes. Ojo con esto, cuando te callas mandas el mensaje a tu posible agresor de que no tienes autoestima. Estas personas tratarán de provocarte, con bromas pesadas o con comentarios que te incomodan. ¿Qué debes hacer en estas situaciones? Lo que debes hacer es poner un límite, minimizar esa posible astucia que quiso tener esa persona con su comentario. Lo miras con compasión y le preguntas, «¿oye, es un chiste?» «¿Qué dijiste? habla bien, no te entiendo». Si además, luego lo minimizas sin reaccionar, por ejemplo, con una broma o diciéndoles que es broma, «no te molestes chica…» esa persona sabrá que no puede sobrepasarse contigo. Fin del test.
Previo a la violencia, en las relaciones se van produciendo gestos de incomodidad, palabras desagradables que van en aumento… hasta que la situación se puede volver insostenible. Por este motivo, lo importante es defenderse lo antes posible y que la situación no llegue a tal nivel de degradación, como sucedió de manera alegórica con la performance de Marina Abramović.
Imagen tomada de: https://www.enfoquederecho.com/2021/12/02/rhythm-0-una-obra-teatral-que-expone-el-lado-inhumano-de-las-personas/