Encuentro de 28 profesionales del trabajo social en Almería: algunas conclusiones sobre la situación de los servicios sociales -aquí y ahora

Autoría de la imagen: Maribel López Ocaña

Autoría de la ilustración: Maribel López Ocaña

El día 19 de Marzo nos reunimos varias personas profesionales del trabajo social en Almería, con motivo de la celebración del Día Internacional del Trabajo Social (17 de Marzo de 2015). La convocatoria partió del Colegio Oficial de Trabajo Social de Almería, y la reunión la hicimos en la Asociación La Guajira, a los pies de la Alcazaba (gracias por cedernos vuestras instalaciones). Echamos un té y conversamos, tras la proyección del documental «Derechos sociales por la dignidad», corto elaborado por el Consejo General de Trabajo Social para denunciar los recortes en materia social. *Ver documental aqui: http://goo.gl/fTTNHD

La tarde fué muy provechosa, pues tras la proyección del documental se inició un debate en el que participaron casi todas las personas asistentes, exponiendo y criticando la situación de pobreza y precariedad por la que atraviesan las familias almerienses desde el inicio de la crisis económica.

Voy a resumir lo más destacado de las intervenciones realizadas, tras las cuales se comenzaron a articular algunas propuestas de mejora:

¿Qué no funciona en Almería en materia de políticas y servicios sociales?

  1. Se observa una insensibilidad política importante respecto a las necesidades y derechos más básicos de las personas, y esto es muy preocupante para cualquier comunidad.rehenes
  2. Los y las profesionales del trabajo social estamos asumiendo un papel de compensación ante tanto desaliento, y en ocasiones se duda acerca de si es correcto el contener a las personas en los despachos, para que no revienten y no pierdan la esperanza por la privación de las necesidades más básicas, de manera que se les incentive a seguir luchando. O quizá más bien se debería hacer justo lo contrario, incentivarlas para que con toda esa emocionalidad y rabia, articulen los mecanismos necesarios para elevar su voz allá donde es necesario que se les escuche. Los y las profesionales están hartos y quieren llamar la atención de quiénes nos gobiernan.
  3. Las políticas sociales juegan un papel decisivo en la gestión y administración de los servicios sociales, y los y las profesionales de lo social no pueden ser ajenos a la necesaria vinculación de la profesión con las diferentes figuras políticas que enmarcan el trabajo a nivel local y autonómico, principalmente, pues de ellas se va a derivar que haya buenas o deficientes-lamentables intervenciones profesionales.
  4. Es lamentable que desde que comenzó la crisis más del 40% de las demandas en servicios sociales se realizan para cubrir las necesidades más básicas: COMER Y DISPONER DE LUZ Y AGUA. El Programa de Garantía Alimentaria. Y sí, estás leyendo bien, el 40%.el ayto almería se qeuda con las ayudas por impuestos
  5. Se denuncia en la reunión que hay muchos Ayuntamientos en la provincia de Almería que no son transparentes. Que aprueban ayudas económicas de subsistencia mínima para las personas y familias, mediante resolución, y luego no liberan el dinero para hacerlas efectivas. Denuncian que en el día a día observan el uso del dinero público que se hace en muchos Ayuntamientos, y que no recae en las necesidades de la población, NI MUCHO MENOS! (Y no expongo aquí a qué localidades se refieren por no comprometer a las profesionales que dieron la cara para exponerlo).
  6. Se denuncia la ceguera, sordera y falta de escrúpulos de muchas y muchos funcionarios públicos, que observan día a día todos los abusos e injusticias en sus puestos de trabajo, y ni dicen ni hacen nada.
  7. La profesión de trabajo social se encuentra ante el cometido, ahora más que nunca, de plantearse hacia dónde vamos, pues la situación comienza a ser preocupante. Muchos y muchas profesionales dedican parte de su trabajo a realizar informes sociales para que las personas puedan acceder a los ALIMENTOS del Banco de Alimentos ¿Es comer un derecho, o tiene que estar justificado por el informe de un o una trabajadora social? ¿Hablamos de caridad, de beneficencia o de carroñería?
  8. Al recordar el lema del Día Internacional del Trabajo Social para este año: “Promover la dignidad y el valor de las personas», un alumno de trabajo social que asiste a este encuentro y que recién ha finalizado sus estudios de grado, visiblemente motivado y con mucha conciencia social, señala que todo lo que está sucediendo con la pobreza a las que se está sometiendo a las personas responde a una INTELIGENCIA PERVERSA, que está haciendo responsables de la crisis a los ciudadanos, además de hacerles sentir vergüenza social. Se traslada la culpa a la persona que pide ayuda -a veces incluso los mismos profesionales. Digamos que, entre unos y otros, «se van echando el muerto encima«, y nadie llega a encarar por completo este problema.

    echarmuerto1

    «El muerto» intentando caer sobre unos y otros.

  9. Se antepone el interés personal al del grupo, en todos los textos, protocolos, anteproyectos de ley en los que se tratan asuntos concernientes a los servicios sociales: atención centrada en la persona ¿Y el grupo qué? Esto es un déficit que ya verémos por dónde termina saliendo.
  10. Algunas personas señalan que hay que visibilizar más los servicios sociales, y consideran un error que una misma Consejería aúne lo social y lo sanitario, pues no se da abasto. Reivindican que debería haber una Consejería para los Asuntos Sociales o para el Bienestar Social, y otra para Salud.
  11. También se denuncia la falta de protocolos o de mecanismos de coordinación entre los servicios sociales, salud y educación, y esto es muy grave, pues enlentece y hace improductivo el trabajo, con el consiguiente perjuicio para la persona interesada.
  12. La situación social de las familias almerienses, en su conjunto, debería de tener una mayor repercusión y presencia en los medios de comunicación: en las redes, notas de prensa, blogs y demás.

Y ahora bien ¿QUÉ HACEMOS?

1. Los presupuestos municipales son un indicador básico sobre cómo va a ir el futuro en materia de servicios sociales, y ahí debería de haber un pronunciamiento por parte de los colectivos del trabajo social (colegios profesionales) de manera que se ejerza algún tipo de control para hacer presión al respecto. Se propone analizar los presupuestos de los Ayuntamientos de Almería más de 20.000 habitantes y emitir informes al respecto.
2. El informe social debería tener una base jurídica para que sean vinculantes, para que no se vulneren los derechos de las personas a las que se atiende, estando legitimidadas a recibir una ayuda en un momento dado, o un recurso específico. El Colegio de Trabajo Social de Almería propone estudiar este tema con el gabinete jurídico, a ver qué se puede hacer.
3. Los Colegios Profesionales deberían aglutinar los espacios de debate, reflexión y asesoramiento a los y las profesionales.

Y hasta aquí el encuentro de hoy.

Si queréis dejar más aportaciones o denuncias al respecto: hacedlo. Me gustaría que todo ésto fuese conocido por todas las personas que día a día toman las decisiones. Que no somos tont@s, que no estamos cieg@s. Queremos derechos sociales de verdad.

DE LA BIOÉTICA A LA ÉTICA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL: Ética, Servicios Sociales y calidad de vida

Poster DE LA BIOÉTICA A LA ÉTICA DE LA INTERVENCIÓN SOCIALAUTORÍA

I Asensio-Fernández1, R López-Médel1, M Martínez-Domene1, S Pinzón-Pulido2, F Alonso Trujillo1.
1. Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía ASSDA. Sevilla.
2. Escuela Andaluza de Salud Pública. Granada.

ABSTRACT

La ética de la intervención social se alimenta de diferentes fuentes. Uno de los antecedentes se encuentra en la Bioética, que ha mostrado su valor en la protección de los derechos humanos y en la integración de los principios y valores para la toma de decisiones clínicas y asistenciales. Los principios de la ética aplicada al sector de la intervención social plantean el compromiso y la responsabilidad profesional en la relación de ayuda, contribuyendo a dar coherencia y sentido al desempeño profesional. En la intersección de ambas disciplinas aparece el espacio multidisciplinar de la biosocioética con especial relevancia para los grupos más vulnerables.

OBJETIVOS

General:

  1. Contribuir a la mejora de los procesos de toma de decisión en el sector de la intervención social mediante procedimientos de deliberación ética, enfocados en el bienestar y la calidad de vida de las personas.

Específicos:

  1. Destacar las aportaciones que ha realizado la bioética al ámbito de la intervención social y los servicios sociales.
  2. Promover el bienestar social de las personas a través de procesos de toma de decisión basados en principios y valores éticos y/o bioéticos.
  3. Establecer una metodología para la deliberación ética en los servicios sociales objetiva y comprometida que sitúe a la persona en el centro de toda intervención.

METODOLOGÍA

La ética aplicada al campo de la intervención social surge de la mano de los comités de bioética asistencial (mediados del siglo XX), que han mostrado su valor en la protección de los derechos humanos y en la integración de los principios y valores morales en la toma de decisiones clínicas y asistenciales.

En el ámbito de los servicios sociales, para tomar decisiones legítimas y objetivas desde una perspectiva ética, se requiere de un proceso de discusión y razonamiento, ordenado y reflexivo, que se concreta en un procedimiento de diez pasos:

Paso 1. Resumen descriptivo de la situación sobre la que se debe decidir, de una manera clara, exponiendo los datos más relevantes de manera cronológica.

Paso 2. Detección, identificación y enumeración de los principios éticos más relevantes en conflicto

Paso 3. Identificar a las personas o grupos afectados por la decisión ética.

Paso 4. Consulta, discusión, deliberación y reflexiones en grupo para abordar y clarificar los dilemas planteados.

Paso 5. Si es necesario, consultar a instancias intermedias (colegas, expertos, supervisores, comités de ética multidisciplinares…).

Paso 6. Tomar las decisiones pertinentes y documentar el proceso llevado a cabo.

Paso 7. Elevar a la dirección para consenso de las conclusiones.

Paso 8. Difusión de las conclusiones.

Paso 9. Monitorizar, evaluar y documentar la decisión tomada bajo un seguimiento con una autoevaluación periódica.

Paso 10. Integración en un guía de casos de referencia.

RESULTADOS

Procedimiento sistematizado y objetivo que sirve de apoyo para abordar situaciones excepcionales que requieren de una decisión complicada, en la que el riesgo a errar es importante, y el nivel de implicación que requiere mucho más comprometido.

CONCLUSIONES

La deliberación ética da coherencia a los procesos de intervención social y a las actuaciones profesionales, para avanzar hacia formas de intervención profesional más eficaces contribuyendo a aumentar la calidad de vida de las personas.

El desarrollo de la ética en los servicios sociales pretende conseguir el efectivo ejercicio de los derechos de las personas usuarias y el cumplimiento de los principios y valores de la organización que los presta.

Autora 1:
Nombre: Inmaculada Asensio Fernández
Título: TRABAJADORA SOCIAL
Organización: ASSDA – Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía
País: España
Email: inmaculada.asensio@juntadeandalucia.es

Autor 2:
Nombre: Raquel López Medel
Título: MEDICINA
Organización: ASSDA – Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía
País: España
Email: raquel.lopez.medel@juntadeandalucia.es

Autor 3:
Nombre: Manuel Martínez Domene
Título: TRABAJADOR SOCIAL
Organización: ASSDA – Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía
País: España
Email: manuel.martinez.domene@juntadeandalucia.es

Autor 4:
Nombre: Sandra Pinzón Pulido
Título: MEDICINA
Organización: EASP – Escuela Andaluza de Salud Pública
País: España
Email: sandra.pinzon.easp@juntadeandalucia.es

Autor 5:
Nombre: Federico Alonso Trujillo
Título: MEDICINA
Organización: ASSDA – Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía
País: España
Email: federico.alonso@juntadeandalucia.es

TIPO DE PARTICIPACIÓN: COMUNICACIÓN POSTER (Regional).

SEMINARIO: Jornadas de Salud Pública – La salud pública ante el cambio social del S XXI. EASP – Escuela Andaluza de Salud Pública.

PUBLICACIÓN: POSTER ID: 470. Sesión: Desigualdades sociales (Aspectos generales).

URL:http://www.redandaluzadesaludpublica.org/jornadas/comunicaciones/modules/request.php?module=oc_proceedings&action=view.php&id=470&a=Accept

DOI: 10.13140/2.1.2408.6089.

LUGAR DE CELEBRACIÓN: GRANADA.

AÑO: 9-12 Diciembre 2014.

Gestión de calidad en Servicios Sociales como herramienta de cambio social

Imagen

Antes de comenzar a hablar de crisis económica, todavía parecía posible mejorar aún más la practica profesional, y apostar por modelos de gestión basados en la transparencia, el rigor, la universalidad y el compromiso.

Esta fue mi aportación al VII Congreso Estatal de Escuelas Universitarias de trabajo social, celebrado en Granada, en 2008.

Gestión de calidad en Servicios Sociales como herramienta de cambio social

Poco a poco hemos ido perdiendo el hábito de cambiar y de ensoñarnos… se puede decir que la ´televisión oficial´ lo hace por nosotros”

Palabras clave

Calidad, intervención social, trabajo social, servicios sociales.

Introducción

La inercia del mundo deprisa en que vivimos nos impide plantearnos la “calidad” de nuestro trabajo; aunque si me apuras te diré que nos impide incluso plantearnos nuestra propia calidad de vida. Por este motivo me presento ante vosotros con la intención de discutir acerca de la importancia de llevar a cabo una revisión, evaluación y modernización de la concepción de los servicios sociales, de manera que se actualicen los presupuestos teóricos que motivaron su creación.

La sociedad se encuentra en un proceso de constante evolución, así como las necesidades de la población, aunque la adaptación de las instituciones a estas realidades es algo lenta. Se pretende poner de manifiesto la importancia de dotarse de los instrumentos necesarios para adecuarse a estos cambios y garantizar la prestación de unos servicios de calidad, superando el tradicional binomio Necesidad vs. Recurso.

Desarrollo

La sociedad de hoy día ha cambiado mucho en las últimas décadas; sin embargo el sistema público de servicios sociales es el mismo ahora que a finales de los años 80, en cuanto a concepción, principios, estructura y organización. Las prestaciones básicas en que se concretan, en muchos casos, no ofrecen una respuesta integral a las demandas que plantea la sociedad actual. Digamos que es nuestro modelo de servicios sociales el que selecciona a los usuarios que a él se dirigen, y no al contrario. Una de las consecuencias más inmediatas de este hecho es el uso repetitivo y poco eficaz que se hace de los servicios por parte de ciertos sectores de población, lo que desemboca en una progresiva falta de calidad respecto al resultado final de las actuaciones, así como a la consecución de –digamos- poco exigentes niveles de satisfacción humana. Estas situaciones reflejan el descuido de las diferentes organizaciones e instituciones sociales para determinar y atender las necesidades humanas, fundamentalmente porque se desconoce el impacto real de las intervenciones que se llevan a cabo. Esto puede venir dado por la falta de información para establecer una correlación de datos, inexistencia de evaluaciones sobre programas y objetivos, datos sobre satisfacción, etc. Se parte de la idea de que se necesita remover los cimientos del sistema, adecuando los programas, las intervenciones y recursos, teniendo en cuenta la percepción, por un lado, del propio personal, así como la percepción de los individuos, rescatando la importancia de colaborar conjuntamente en la consecución de sus objetivos, expectativas e intereses.

*** Algunas notas anecdóticas para la reflexión

1. Una señora acude puntual a la cita que tiene programada conmigo en Servicios Sociales Comunitarios. A rasgos generales, presenta buen aspecto y una esmerada formalidad en los gestos y palabras. La demanda que realiza se concreta en si la puedo ayudar a acceder a algún servicio público gratuíto en el que pueda tratar los problemas conyugales que tiene con su marido, pues no disponen de medios suficientes para pagarlo. Ambos tienen una hija de dos años; viven en la vivienda de la madre de él (gran dependiente) y ella es la encargada de cuidar a su suegra. En España no tiene lazo afectivo alguno (ella es ecuatoriana), salvo su hija, su marido y familia de éste. Las primeras impresiones son de que no existe índice alguno de riesgo social, simplemente la mujer veía como su matrimonio comenzaba a fracturarse y no sabía muy bien qué hacer.

La demanda se centra en la solicitud de ayuda para manejar o gestionar los conflictos conyugales, agudizados con otros elementos estresantes que se dan en la unidad de convivencia (situaciones de dependencia, desarraigo cultural, recursos económicos limitados, aunque no insuficientes …), de manera que se pueda fomentar la cohesión familiar.

2. Me llega un hombre al que -en sus propias palabras- su mujer ha abandonado y le ha echado de casa. Se ve en la calle y sin medios, con una gran depresión. Acude en estado de mucha agitación nerviosa, llorando, solicitando ayuda para controlar la situación. Se siente incapaz de soportar el dolor por el rechazo, por la ruptura. Señala no saber cómo encarar la lejanía de los hijos, quienes a la hora de elegir con quien vivir, seguro quedarían con la madre.

La demanda se concreta en la solicitud de apoyo emocional en el momento presente, así como de información acerca de grupos o asociaciones de hombres para participar en alguna actividad o taller. Se percibe que necesita fuerza e identificación con un grupo para avanzar.

Una de las preguntas para la reflexión sería: ¿donde caen estas demandas? Que cada uno conteste para sí mismo de qué modo hubiera actuado en cada uno de los casos.

No somos conscientes, pero trabajamos a ciegas. Es como si hoy día usáramos para vestirnos la ropa que compramos hace 20 años ¿se ajustaría a nuestra necesidad ahora?

El proceso de atención a las necesidades personales no depende únicamente de la disponibilidad o no de recursos, sino que hay aspectos que suponen un gran “valor” para el servicio, como por ejemplo la interacción entre profesional y usuario, dado que la relación terapéutica de ayuda que se establece entre ambos requiere de una serie de elementos que pueden aportar una mayor calidad, como –por poner un ejemplo- la recogida precisa de las informaciones y expectativas respecto al servicio, proporcionadas por la persona; el respeto a su historia personal y el derecho a recibir una información útil, tanto a nivel práctico como las precisas “devoluciones” acerca de los aspectos positivos y rescatables de su situación.

Todo esto implica apostar por una forma de trabajo apoyada en el principio de mejora continua, que contempla lo siguiente:

PLANIFICAR: procesos y resultados

HACER: según lo planificado

VERIFICAR Y EVALUAR: medir lo planificado – hecho

ACTUAR PARA MEJORAR: en consecuencia con los resultados

La calidad de nuestro trabajo generalmente se mide por el número de personas atendidas, prescripciones de recurso realizadas, tiempo invertido, nº de visitas, etc. Pero en realidad estos datos no permiten tomar decisiones oportunas orientadas a promover cambios, por ejemplo, a la hora de plantear el marco terapéutico más adecuado para desarrollar el trabajo con el usuario, así como para ver la repercusión real que tienen nuestras intervenciones, si cumplimos o no con la función social para la que hemos sido concebidos, como agentes sociales de cambio. Estos elementos no se tienen en cuenta en la intervención social, por tanto trabajamos con una venda en los ojos, perdemos la actitud crítica, caemos en la queja constante, que no es sino un circulo vicioso que no nos permite hacernos responsables de todo lo que acontece en nuestro ámbito de trabajo.

Con todo lo dicho, debemos reconocer que es un poco arriesgado hablar de gestión de calidad en el ámbito de la intervención social, pues este término siempre se ha asociado al ámbito de la empresa, de bienes y de servicios; se ha concebido como una estrategia de marketing, para diferenciar a unas empresas de otras y obtener como resultado más prestigio y más ingresos. En este sentido, lo realmente importante es la obtención de un certificado de calidad -al precio que sea- y hay ejemplos más que suficientes para demostrar que (en muchos casos) éste puede obtenerse burlando el trabajo de los auditores de calidad, mediante la implantación de sistemas excesivamente documentales, caracterizados por la generación de tediosos e innecesarios registros que surgen con el fin de demostrar o dejar evidencia de la realización de ciertas actividades que, en realidad, no dejan claro si aportan o no valor al servicio en cuestión.

Mi experiencia es que cuando la calidad es genuina, es decir, no se “prostituye”, la preocupación por la misma puede facilitar que los servicios respondan de forma más precisa a las necesidades que motivaron su creación, así como puede provocar cambios internos en organizaciones, grupos e instituciones, dirigidos a huir de posturas viciadas, carentes de objetivo y -por ende- de sentido. Se ha de procurar que los modelos de gestión en servicios sociales sean lo más transparentes y eficaces posibles, centrados en las necesidades reales de las personas y alejados de un modelo de bienestar inmovilista y rígido. Es importante añadir que la concepción de los servicios no debe ir orientada únicamente hacia unos resultados, que es lo que se desprende (como hemos visto) de la lógica empresarial y liberal, sino que ha de primar el interés hacia la gestión por procesos, puesto que pone el énfasis en huir de estructuras departamentales, en las cuales todas las partes implicadas en el desarrollo de un conjunto de actividades o servicios, desconocen la repercusión final de la labor que realizan, lo que puede provocar actitudes pasivas y poco motivadoras hacia el propio trabajo y hacia lo que recibirán los sujetos de nuestras intervenciones. Se debe destacar que los recursos humanos son los protagonistas de toda gestión ligada a cuestiones de calidad, sobre todo en el delicado campo de lo social, ya que los riesgos laborales asociados al desempeño de nuestra profesión se ven agudizados por entornos de trabajo multiproblemáticos, estresantes, en muchos casos de graves carencias, no sólo económicas, sino de habilidades personales, afectivas y demás, que obligan a los técnicos a desarrollar estrategias para desvincularse lo máximo posible de la labor diaria, en aras a evitar sentimientos de frustración y desmotivación que pueden venir de la mano de ciertas situaciones en las cuales nuestra actuación se vea muy limitada.

Cabe destacar que en distintas comunidades autónomas se han aprobado leyes autonómicas en las que se recoge la calidad como objetivo; por ejemplo la Rioja, Cataluña, Madrid, etc. Estas leyes surgen como una exigencia ética para alcanzar un mayor nivel de mejora y compromiso en la prestación de los servicios sociales, y articula la promoción de la cultura por la calidad centrada en el ciudadano, que ha de obtener respuestas eficaces y transparentes, centradas en la gestión, mediante la elaboración de programas y la formación de los profesionales para que participen activamente en el diseño de procesos de mejora y centradas en la toma de decisiones en base a informaciones sobre objetivos y optimización de recursos.

Esto supone un antes y un después en la tradicional concepción de la actividad asistencial en nuestro pais, al considerar de vital importancia el involucrar en procesos de mejora todas las actividades relacionadas con los servicios sociales, estableciendo la misión, visión y valores de los servicios sociales hoy día, así como los medios que se ponen al servicio de una gestión transparente, participativa, eficaz, preventiva, coherente y moderna.

Algunas conclusiones

La evolución de los servicios sociales en España ha sido ágil en comparación con otros países de la Unión Europea. Sin embargo, a pesar de que en España se goza de las ventajas de un estado de bienestar, en estos momentos se hace necesario consolidar toda la labor llevada a cabo en los últimos treinta años en materia de servicios sociales, y apostar por modelos de gestión de calidad basados en la mejora continua y en la satisfacción del cliente- usuario. Estas políticas de modernización de la sociedad están en sintonía con las nuevas tendencias europeas, en cuanto a modelos de gestión de los servicios, ya que ofrecen una mayor sensación de confianza y transparencia en la sociedad, puesto que se controla periódicamente la idoneidad de las prestaciones en relación a las necesidades de los usuarios.

La aparición de nuevos fenómenos sociales está provocando importantes cambios en la estructura social, ya que actualmente encontramos que las herramientas con las que ayer contábamos para hacer frente a los problemas sociales, hoy se nos antojan desfasadas, obsoletas e insuficientes; encontramos que la sociedad de nuestros días está impregnada de fenómenos multiculturales, de nuevas formas de modelos de familia, debilitamiento de redes sociales que provocan la falta de seguridad afectiva, el envejecimiento progresivo de la población, el surgimiento de los nuevos modelos de esclavitud relacionados con la adquisición de hipotecas vitalicias que obligan, en muchos casos, a vivir por debajo del umbral de la pobreza, la tendencia progresiva hacia la privatización de los servicios públicos; los consabidos -y en aumento- problemas de aislamiento o de soledad, etc.

La gestión de calidad se presenta como una opción destinada a analizar las necesidades sociales de hoy día, así como las nuevas estrategias de intervención para atajarlas, superando la concepción de la satisfacción de las necesidades humanas, hacia la afirmación de una serie de derechos sociales que faciliten una mejor definición de los servicios, de los criterios y modelos de intervención, así como de la optimización de recursos en servicios sociales.

Hemos avanzado en recursos, es cierto, pero ¿y la intervención … y el proceso metodológico … y la relación de ayuda? Con estas cuestiones me despido de todos vosotros, con la esperanza de haber sembrado una pequeña semilla en vuestras conciencias que os ayude a cuestionaros vuestro propio trabajo, así como las fuerzas que nos empujan día a día en la misma dirección.

Bibliografía

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María Riley y Fátima Mello/ AEAM. Acuerdo General sobre el comercio de servicios. Alianza Ecuménica de Acción Mundial. 2003.

Miralles, J. (1992). El debate del Estado de Bienestar. Barcelona, España. ISBN: 84-88341-04-0.

FANTOVA, F. (2004): El discurso de la calidad en la gestión social: narraciones y cristalizaciones. Boletín del CIES, núm. 20, noviembre 2004.

Carmen María Romero y Jorge Arturo Sáenz F. (2005) Calidad en los Servicios Sociales. Revista de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Costa Rica.