Soy trabajadora social y me pregunto: ¿debo aceptar regalos en mi puesto de trabajo?

Marie Desbons

Ilustración de MARIE DESBONS, tomada de: https://www.minimoda.es/regalos-especiales-para-ninos-con-las-ilustraciones-de-marie-desbons/

El tema de la aceptación de regalos en el puesto de trabajo suele generar dudas y dilemas, sobre todo porque hay una línea fina que separa un detalle bondadoso, de un deseo de soborno que pueda generar una situación de clientelismo.

Voy a compartir en unas líneas sobre lo que al respecto marcan algunas normas legislativas, e incluso el código deontológico de trabajo social:

El Código Deontológico de la Profesión de Trabajo Social señala en su artículo 23 que:

“La situación de poder o superioridad que el ejercicio de su actividad pueda conferir al profesional del trabajo social sobre la persona usuaria, nunca será utilizada por aquel/lla para su lucro, interés o beneficio propio”.

El artículo 54 del Estatuto básico del Empleado Público incluye:

“el rechazo de cualquier regalo, favor o servicio en condiciones ventajosas que vaya más allá de los usos habituales, sociales y de cortesía, sin perjuicio de lo establecido en el Código Penal”.

Incluso, la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, en su artículo 26, incluye entre sus principios de actuación, referidos a miembros del Gobierno, Secretarios de Estado y al resto de los altos cargos de la Administración General del Estado,

“no aceptar para sí regalos que superen los usos habituales, sociales o de cortesía, ni favores o servicios en condiciones ventajosas que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones. En el caso de obsequios de una mayor relevancia institucional se procederá a su incorporación al patrimonio de la Administración Pública correspondiente”.

En este sentido, podemos considerar que una caja de bombones o un bote de colonia es un obsequio de cortesía; pero un traje de chaqueta, un reloj de pulsera o una Tablet…, pueden exceder los límites saludables de la cortesía, y tener una intención para alguna de las partes.

No obstante, considero que este tema bien merece la reflexión ordenada en equipo, para establecer entre todos sus miembros unas normas de conducta saludables y que todas las personas se rijan por los mismos criterios.

Inmaculada Asensio Fernández

La corrupción comienza en una sola decisión: tu actitud ante la petición de pequeños favores

Maria Jose Olevarria

Ilustración de María José Olevarría. Tomada de: https://www.pinterest.cl/pin/537546905495952994/

El adecuado comportamiento moral comienza en cada uno de nosotros y de nosotras.

En los últimos años nos hemos acostumbrado a escuchar escándalos relacionados con la corrupción política y con el enchufismo, y la verdad es que cualquier persona enfurece fácilmente cuando se entera de que otra ha tenido acceso a determinados bienes y servicios por el sólo hecho de estar vinculado a través de lazos de afinidad, parentesco o interés…, a personas con cierta influencia o poder. Para más inri, muchas de las veces sin contar con los requisitos o méritos  necesarios.

¿Es la corrupción o el enchufismo un aspecto sólo achacable a determinadas clases políticas o al poder?, ¿cuál es el primer paso para desarrollar comportamientos corruptos?

Para abrir una ventana al conocimiento, voy a compartir con mis lectores que desde que trabajo en la Administración Pública -como trabajadora social- en más de una ocasión me han localizado personas conocidas o amistades de amistades (…) para preguntarme si puedo hacer algo por resolver cuanto antes el expediente o la ayuda de su familiar, dada la situación de estrés que están atravesando. En esos momentos, yo explico que hay un procedimiento y, en su caso, una lista de espera para acceder a los recursos. Tras escucharme, ni cortos ni perezosos, han llegado a insinuarme abiertamente que intente hacer algo para que se resuelva cuanto antes. Cuando me piden esto siento mucho fastidio y enfado, pues entiendo lo desagradable que es recibir presiones externas de este tipo.

Hay veces que incluso acuden comentando que son amigos o amigas de tal o cual Jefatura, o que conocen a tal o cual responsable político, y a mi me dan ganas de contestarles, ¿para qué me proporciona a mi esta información? Es curioso porque es mi caso soy técnico, pero no quiero ni imaginar las presiones que llegarán a sufrir las personas que ostentan puestos de mayor responsabilidad.

En estos casos siempre pregunto:

– ¿A qué se refiere, me está preguntando si puedo hacer algo o hablar con algún responsable para que a usted se le atienda antes?,¿para saltarnos en su caso la lista de espera? Esto no se puede hacer.

Mi respuesta es no, y siempre me veo en la obligación de añadir algún comentario del tipo: entiendo la situación de desesperación que estás atravesando, pero la lista de espera es la que es, y no se puede hacer nada.

Hay personas que entienden perfectamente el comentario y no insisten, incluso les da vergüenza haberlo comentado y se percibe en sus disculpas; pero hay otras personas que se enfadan y se arrogan en una postura de ofensa, como si su problema en todo este asunto fuera mi oposición a esta práctica injusta…, como si no estuviera en mi ánimo comprender su situación familiar o social, o el estatus profesional que compartimos -en el caso de colegas profesionales de esta u otra Administración-.

Lo siento, yo no puedo hacer nada. Hay una lista de espera y todas las personas que están en ella tienen circunstancias particulares que apremian su acceso al recurso de ayuda, y no sería justo saltarse esa lista de espera. Por tanto: ni puedo, ni quiero hacer algo así.

Agradezco que no me pongan en el compromiso de preguntarme estas cosas, pues ciertamente es desagradable y me hace descreer de los valores de las personas y de la sociedad.

No obstante lo dicho, no podría afirmar yo que sea fácil priorizar unos casos sobre otros, pues el procedimiento administrativo no es flexible en este sentido, y la trazabilidad del recorrido que han tomado los exptes. se puede obtener fácilmente (en el caso de que se tenga conocimiento de que una persona ha obtenido una ayuda o recurso antes que otra) y esto facilita que se puedan denunciar estas situaciones (por ejemplo ante el Defensor del Pueblo), pues se puede demostrar aportando los datos del caso en cuestión sobre el que existe la sospecha de que ha sido favorecido sobre el resto. La trazabilidad del procedimiento está precisamente para garantizar la justicia social y la transparencia, es decir, la calidad de la atención en términos de igualdad de acceso y equitativa distribución de los recursos. Pero claro, esto tiene que denunciarse por escrito.

A mi, particularmente, lo que más me preocupa es vivir en un sistema cultural de valores que critica duramente la corrupción y el enchufismo y que luego no se le oscurece nada -como reza el dicho popular- para pedir a otras personas que violen el Sistema, las normas y el orden de prelación para el acceso a determinadas ayudas, recursos, bienes o servicios.

Las personas debemos hacernos conscientes, tanto como las figuras de liderazgo político, acerca de la importancia que tiene el mantener unos criterios objetivos para no perder el sentido de la justicia social, y de la propia legitimidad personal y profesional.

Sin darnos cuenta, entre todos y todas contribuimos al saneamiento del Sistema, a su dirección, a través de nuestro comportamiento y actitud.

Inmaculada Asensio Fernández.

Las Jornadas participativas sobre la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía acoge a más de un centenar de profesionales en Almería

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Sole Jimenez, María del Carmen Castillo e Inmaculada Asensio

La Junta de Andalucía ha presentado en la Biblioteca Villaespesa el plan estratégico elaborado para impulsar una cultura ética en el Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía.

La delegada de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía en Almería, María del Carmen Castillo, ha inaugurado el 3 de junio las primeras Jornadas Participativas sobre la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, en la que se lleva trabajando durante casi un año.

María del Carmen Castillo ha presentado el acto acompañada por Soledad Jiménez, coordinadora de los servicios sociales comunitarios de la Dirección General de Servicios Sociales y por Inmaculada Asensio, directora de la Estrategia de los Servicios Sociales de Andalucía, que ha expuesto la presentación del documento.

Durante el desarrollo de la Jornada, más de un centenar de profesionales han tenido la oportunidad de conocer de primera mano el documento estratégico que servirá de referencia para mejorar la calidad ética de estos servicios y para brindar herramientas de soporte ético para sus profesionales.

Además, se ha abierto un turno de intervenciones en el que las personas asistentes han podido intercambiar sus opiniones sobre este proyecto de la Junta de Andalucía, con las consiguientes aportaciones de mejora para su enriquecimiento, desde la óptica de las personas que lo tendrán que incorporar en su trabajo. Igualmente, se han dispuesto  diferentes canales para la recepción de propuestas de mejora al documento, dando con ello la oportunidad de reflexionar sobre sus contenidos y realizar aportaciones hasta el 30 de junio del presente.

Castillo ha señalado que «elaborar una Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía es una de las exigencias que plantea nuestra Ley de Servicios Sociales, aprobada a finales de 2016 en el Parlamento de Andalucía». Ha continuado afirmando que «esta Ley muestra el deseo de modernización del Sistema Público de Servicios Sociales y otorga a la ética un importante papel para ofrecer una atención comprometida, responsable y basada en valores hacia la ciudadanía».

Así mismo, Castillo ha destacado que «las personas que trabajan en servicios sociales merecen todo su reconocimiento y admiración, pues son completamente vocacionales y  las que humanizan la atención que brinda el Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía.» Además ha puesto de manifiesto que «existe un verdadero compromiso por parte del gobierno autonómico por dirigir, gestionar e intervenir en estos sociales desde un enfoque centrado en valores, en valores éticos tales como la dignidad, justicia social, autonomía,  bienestar, igualdad y participación; acentuando entre todos ellos el valor de la dignidad de las personas, independientemente de las situaciones problemáticas que estén atravesando».

La delegada de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ha mostrado un decidido compromiso por la mejora de los servicios públicos y por la calidad de la atención hacia la ciudadanía, a la que siempre se debe situar en el centro de las políticas sociales.

Publicado en: Noticias de Almería.

Excepciones al secreto profesional, según la Ley de Autonomía del Paciente

Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.

La Ley de Autonomía del Paciente señala el derecho a la intimidad del paciente y a la confidencialidad de sus datos clínicos, y de toda la información que llegue a sus manos. Sin embargo, existen excepciones a la obligación del secreto profesional que se resumen a continuación:

  • Consentimiento del interesado.
  • Situaciones que puedan suponer un peligro para la salud pública o para terceras personas. A esto se le llama Estado de Necesidad en el Código Penal, que consiste en la vulneración de un derecho para evitar un mal mayor. Así, los profesionales sanitarios tienen la obligación de declarar los casos de enfermedades infectocontagiosas detalladas por la autoridad sanitaria, con fines epidemiológicos y de prevención.
  • Los profesionales sanitarios están obligados a denunciar a la autoridad competente aquellos casos en los que atiendan a personas que hayan podido ser víctimas de delito.
  • Será lícita la revelación de secreto para denunciar un caso de mala praxis.
  • Cuando sea requerido para prestar testimonio en un juicio, como testigo, perito o inculpado. El contenido de la declaración quedará limitado a lo estrictamente necesario para el objetivo judicial.

Excepciones al secreto profesional en los códigos deontológicos:

  • Por imperativo legal.
  • Para evitar un daño grave a terceros o al propio paciente.
  • En las enfermedades y acontecimientos de declaración obligatoria.
  • Cuando el profesional se vea injustamente acusado por el paciente.
  • La obligación de secreto profesional dura toda la vida del profesional.

Fuentes consultadas:

http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/r2-l41-2002.html

https://www.aeds.org/XXIIIcongreso/ponencias/Ana-Santiago-Gonzalez.pdf

https://www.ffomc.org/CursosCampus/Experto_Etica_Medica/U6_Confidencialidad%20y%20secreto%20profesional.pdf

Inmaculada Asensio Fernández

 

La Auditoría Ética en Trabajo Social

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Elaboración propia (2019)

La Auditoría Ética es una herramienta desarrollada por el autor de la Universidad de Rhode Island Frederic G. Reamer, y recogida en el libro “The Social Work Ethics Audit. A risk Management Tool”.

Esta herramienta ha sido compartida con la comunidad científica y profesional en España, principalmente a través de comunicaciones y artículos escritos por la Dra. María Jesús Uríz Pemán, de la Universidad Pública de Navarra. La encontramos, por ejemplo, en la comunicación titulada “La auditoría ética en Trabajo Social: un instrumento para mejorar la calidad de las instituciones sociales”, publicada por la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo de la Universidad de Zaragoza, en enero de 2006.

La Auditoría Ética se presenta -no sólo como una herramienta de evaluación- sino como un proceso de mejora continua en la que los diferentes miembros del equipo o centro de trabajo en cuestión, colaboran en la detección de las áreas de riesgo ético y en el establecimiento de las acciones de mejora necesarias para revertir la situación.

Esta herramienta recoge 17 áreas de riesgo ético, subdivididas en ítems específicos para ser evaluados en cualquier tipo de organización o centro de trabajo. Estas áreas son:

  1. Derechos de las personas usuarias.

  2. Confidencialidad y privacidad.

  3. Consentimiento informado.

  4. Oferta de servicios.

  5. Límites de las relaciones con las personas usuarias y conflictos de intereses.

  6. Documentación.

  7. Informaciones difamatorias.

  8. Informes de las personas usuarias.

  9. Supervisión.

  10. Desarrollo y formación de profesionales.

  11. Consultas a otros y otras profesionales.

  12. Derivación de casos a otros servicios.

  13. Fraude.

  14. Finalización de las intervenciones sociales.

  15. Evaluación e investigación.

  16. Incompetencia de los y las profesionales o mala práxis profesional.

  17. Toma de decisiones éticas.

Reamer resume la utilidad de la Auditoría Ética en Trabajo Social en que ayuda a identificar asuntos éticos y posibles riesgos éticos, a revisar y asegurar la adecuación de las prácticas habituales, a diseñar una estrategia para modificar las prácticas habituales, en caso de considerarse necesario, y a realizar un seguimiento del plan implementado (Uriz, 2006).

En España hay una tesis doctoral sobre la implementación de la Auditoría Ética en Trabajo Social llevada a cabo en una Residencia de Personas Mayores: Residencia Virgen del Valle (Rioja). La autora, Sara De la Peña García, utiliza esta misma herramienta de Reamer, junto con el Análisis Modal de Fallos y Efectos, y mide la satisfacción de las personas usuarias en la Residencia. Los resultados muestran la efectividad de la Auditoría Ética para mejorar la calidad de la gestión en la Residencia, y la satisfacción de las personas usuarias. Además, una importante aportación a la comunidad científica ha sido la generación de una nueva herramienta denominada MERE: Medición del Riesgo Ético.

Inmaculada Asensio Fernández

Fuentes de consulta:

  • De la Peña, Sara (2017) Ética aplicada en centros geriátricos: auditoría ética de la residencia «Virgen del Valle» de Cenicero (La Rioja). Tesis doctoral. Universidad Pública de Navarra (España).

  • Reamer, F. G. (2001) The social work ethics audit. Washington, DC: National Association of Social Workers.

  • Uriz, María Jesús (2006) «La auditoría ética en trabajo social un instrumento para mejorar la calidad de las instituciones sociales». Acciones e investigaciones sociales, ISSN 1132-192X, Nº Extra 1, 2006, pág. 200.

Inmaculada Asensio Fernández: vocal del Comité de Bioética de Andalucía, 30 de noviembre

Inmaculada Asensio, directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, ha sido designada vocal del Comité de Bioética de Andalucía, a fecha de 30 de noviembre de 2018.

Inmaculada es Trabajadora Social y Máster en Comunicación Social, actualmente realizando la tesis doctoral en materia de ética aplicada a la intervención social. Desde el mes de marzo de 2018 es la directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía,  tarea que desarrolla desde su puesto como Trabajadora Social en el área de salud mental de la Agencia Andaluza de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía.

El Decreto 439/2010, de 14 de diciembre, por el que se regulan los órganos de ética asistencial y de la investigación biomédica en Andalucía, creó el Comité de Bioética de Andalucía como máximo órgano colegiado, de participación, consulta y asesoramiento en materia de ética asistencial y de la investigación biomédica, adscrito a la Consejería competente en materia de Salud, conforme a lo previsto en el artículo 9 de la Ley 16/2007, de 3 de diciembre, Andaluza de la Ciencia y el Conocimiento.

El Comité de Bioética de Andalucía estará integrado por una Presidencia, una Vicepresidencia y vocalías en número no superior a diecinueve, designados y nombrados todos ellos por la persona titular de la Consejería competente en materia de salud, entre personas de reconocido prestigio profesional y científico en el campo de la bioética, las ciencias de la salud, la investigación biomédica, el derecho y las ciencias sociales.

Constitución del Comité de Bioética de Andalucía

Presidente: don Ángel Salvatierra Velázquez.

Vicepresidenta: doña Leonor Ruiz Sicilia.

Vocales:

– Don Demetrio Mariano Aguayo Canela.

– Doña Eloísa Bayo Lozano.

– Don Guillermo Antiñolo Gil.

– Don Rafael Cia Ramos.

– Doña Flor de Torres Porras.

– Don Ángel Estella García.

– Don Francisco José Alarcos Martínez.

– Don Francisco Oliva Blázquez.

– Doña María Luisa Pérez Pérez.

– Don Miguel Melguizo Jiménez.

– Doña Inmaculada Asensio Fernández.

– Don David Rodríguez-Arias Vailhen.

– Doña Josefa Aguayo Maldonado.

– Doña Ángela María Ortega Galán.

– Don Francisco Herrera Triguero.

– Doña Irene Blázquez Rodríguez.

– Don José Juan Jiménez Moleón.

– Doña María Teresa Molina López.

Secretaria: doña Reyes Sanz Amores.

 

Boja Número 232 – Viernes, 30 de noviembre de 2018.

Declaración de principios éticos del trabajo social. Federación Internacional de Trabajo Social, julio 2018.

Comparto la recién publicada “Declaración de principios éticos del trabajo social”, aprobada en la Reunión General de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales, y en la Asamblea General de la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social en Dublin, Irlanda, en julio de 2018.

August 6, 2018

Declaración de principios éticos del trabajo social

Esta Declaración de Principios Éticos (en lo sucesivo denominada la Declaración) sirve como un marco general para que los y las trabajadoras sociales trabajen hacia los estándares más altos posibles de integridad profesional.

Implícito en nuestra aceptación de esta Declaración como profesionales del trabajo social, educadores/as, estudiantes e investigadores/as, está nuestro compromiso de mantener los valores y principios fundamentales de la profesión del trabajo social tal y como se establece en esta Declaración.

Existen una serie de valores y principios éticos que orientan a los y las trabajadoras sociales, esta realidad fue reconocida en 2014 por la Federación Internacional de Trabajadores Sociales en su definición global del trabajo social que tiene varios niveles y promueve su ampliación a nivel regional y nacional

Todas las políticas de la FITS, incluida la definición de trabajo social, se derivan de estos principios éticos.

El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar. http://ifsw.org/propuesta-de-definicion-global-del-trabajo-social/

Principios éticos:

1 Reconocer la Dignidad Inherente del Ser Humano Humanidad

Los y las trabajadoras sociales reconocen y respetan la dignidad y el valor inherentes a todos los seres humanos en actitud, palabra y actos. Respetamos a todas las personas, pero desafiamos las creencias y acciones de aquellos individuos que se devalúan o estigmatizan a ellos mismos o a otras personas.

2 Promover los derechos humanos

Los y las trabajadoras sociales abrazan y promueven los derechos fundamentales e inalienables de todos los seres humanos. El trabajo social se basa en el respeto, valor inherente al ser humano, la dignidad de todas las personas y los derechos individuales, sociales/civiles que se derivan de esto. Los y las trabajadoras sociales a menudo trabajan con personas para encontrar un equilibrio apropiado entre los derechos humanos que compiten entre sí.

3 Promover la justicia social

Los y las trabajadoras sociales tienen la responsabilidad de involucrar a las personas en el logro de la justicia social, en relación con la sociedad en general y en relación con las personas con las que trabajan. Esto significa:

3.1 Desafiando la discriminación y la opresión institucional

Los y las trabajadoras promueven la justicia social en relación con la sociedad en general y con las personas con quienes trabajan.

Los y las trabajadoras sociales combaten todo tipo de discriminación, lo que incluye, pero no limita, discriminación por edad, capacidad, estado civil, clase, cultura, etnia, género, identidad de género, idioma, nacionalidad (o falta de ella), opiniones, otras características físicas, capacidades físicas o mentales, creencias políticas, pobreza, raza, estado civil, religión, sexo, orientación sexual, nivel socioeconómico, creencias espirituales o estructura familiar.

3.2 Respeto por la diversidad

Los y las trabajadoras sociales trabajan para fortalecer comunidades inclusivas que respeten la diversidad étnica y cultural de las sociedades, teniendo en cuenta las diferencias individuales, familiares, grupales y comunitarias.

3.3 Acceso a recursos equitativos

Los y las trabajadoras sociales abogan y trabajan para lograr el acceso y la distribución equitativa de los recursos y de las riquezas

3.4 Desafiando políticas y prácticas injustas

Los y las trabajadoras sociales trabajan para hacer una llamada de atención de sus empleadores/as, legisladores/as, políticos/as y las situaciones públicas en las que las políticas y los recursos son inadecuados o en los que las políticas y prácticas son opresivas, injustas o perjudiciales, y al hacerlo, los y las trabajadoras sociales no deben ser penalizados.

Los y las trabajadoras sociales deben ser conscientes de las situaciones que pueden amenazar su propia seguridad y deben tomar decisiones razonables en tales circunstancias. Los y las trabajadoras sociales no están obligados a actuar cuando se ponen en riesgo.

3.5 Construyendo Solidaridad

Los y las trabajadoras sociales trabajan activamente en las comunidades y con sus compañeros y compañeras de dentro y fuera de la profesión, para construir redes de solidaridad para trabajar hacia un cambio transformacional y sociedades inclusivas y responsables.

4 Promover el derecho a la autodeterminación

Los y las trabajadoras sociales respetan y promueven los derechos de las personas a hacer sus propias elecciones y tomar sus propias decisiones, fomentar esto no amenaza los derechos e intereses legítimos de los demás.

5 Promover el derecho a la participación

Los y las trabajadoras sociales trabajan para desarrollar la autoestima y las capacidades de las personas, promoviendo su plena implicación y participación en todos los aspectos de las decisiones y acciones que afectan sus vidas.

6 Respeto por la confidencialidad y la privacidad

6.1 Los y las trabajadoras sociales respetan y trabajan de acuerdo con los derechos de las personas a la confidencialidad y privacidad a menos que exista el riesgo de daño a sí mismo, a otros u otras restricciones de carácter legal.

6.2 Los y las trabajadoras sociales informan a las personas con las que se comprometen acerca de tales límites a la confidencialidad y la privacidad.

7 Trato a las personas como un Todo

Los y las trabajadoras sociales reconocen las dimensiones biológicas, psicológicas, sociales y espirituales de las vidas de las personas y entienden y tratan a todas las personas como un ente completo. Dicho reconocimiento se utiliza para formular evaluaciones e intervenciones holísticas con la participación plena de las personas, las organizaciones y las comunidades con quienes trabajan los y las trabajadoras sociales.

8 Uso ético de la tecnología y las redes sociales

8.1 Los principios éticos explicados en esta Declaración se aplican a todos los contextos de la práctica del trabajo social, la educación y la investigación, ya suponga la atención directa cara a cara o mediante el uso de la tecnología digital y las redes sociales.

8.2 Los y las trabajadoras sociales deben reconocer que el uso de la tecnología digital y las redes sociales puede representar una amenaza para la práctica de muchos estándares éticos que incluyen, entre otros, privacidad y confidencialidad, conflictos de intereses, competencia y documentación, y deben obtener los conocimientos y habilidades necesarios para protegerse contra la práctica poco ética al usar tecnología.

9 Integridad profesional

9.1 Es responsabilidad de las asociaciones y organizaciones nacionales desarrollar y actualizar periódicamente sus propios códigos de ética o directrices éticas, para ser coherentes con esta Declaración, teniendo en cuenta las situaciones locales. También es responsabilidad de las organizaciones nacionales informar a los y las trabajadoras sociales y las escuelas de trabajo social acerca de esta Declaración de principios éticos y sus propias directrices éticas. Los y las trabajadoras sociales deben actuar de acuerdo con el código o las pautas éticas actuales en su país.

9.2 Los y las trabajadoras sociales deben tener las calificaciones requeridas y desarrollar y mantener las habilidades y competencias necesarias para hacer su trabajo.

9.3 Los y las trabajadoras sociales apoyan la paz y la no violencia. Los y las trabajadoras sociales pueden trabajar junto con el personal militar con fines humanitarios y trabajar para la consolidación de la paz y la reconstrucción. Los y las trabajadoras sociales que operan dentro de un contexto militar o de mantenimiento de la paz siempre deben apoyar la dignidad y la agencia de las personas como su enfoque principal. Los y las trabajadoras sociales no deben permitir que sus conocimientos y habilidades se utilicen con fines inhumanos como tortura, vigilancia militar, terrorismo o terapia de conversión, y no deben usar armas en su capacidad profesional o personal contra las personas.

9.4 Los y las trabajadoras sociales deben actuar con integridad. Esto incluye no abusar de sus posiciones de poder y relaciones de confianza con las personas con las que se relacionan, reconocer los límites entre la vida personal y profesional y no abusar de sus posiciones para beneficio o ganancia material personal.

9.5 Los y las trabajadoras sociales reconocen que dar y recibir regalos es parte del trabajo social y de la costumbre cultural de muchos países. En tales situaciones, esto debe ser referenciado en el código ético del país.

9.6 Los y las trabajadoras sociales tienen el deber de dar los pasos necesarios para cuidarse profesional y personalmente en el lugar de trabajo, en su vida privada y en la sociedad.

9.7 Los y las trabajadoras sociales reconocen que son responsables de sus acciones ante las personas con quienes trabajan, sus colegas, sus empleadores/as, su organización profesional, las leyes y convenciones locales, nacionales e internacionales y que estas responsabilidades pueden entrar en conflicto entre sí, lo que debe negociarse para minimizar el daño a todos los individuos. Las decisiones siempre deben estar informadas por evidencia empírica, practicar la sabiduría y consideraciones éticas, legales y culturales. Los trabajadores sociales deben estar preparados para ser transparentes sobre los motivos de sus decisiones.

9.8 Los y las trabajadoras sociales y las entidades empleadoras trabajan para crear condiciones adecuadas en sus entornos de trabajo y en sus países, para que los principios de esta Declaración y los de sus propios códigos éticos nacionales se discutan, evalúen y ratifiquen. Los y las trabajadoras sociales y sus organismos de empleo fomentan y participan en el debate para facilitar decisiones éticamente informadas.


FITS
Imagen tomada de: https://www.ifsw.org/

FITS (español) / IFSW (inglés)

La Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) es el organismo mundial para la profesión. La Federación y sus miembros nacionales se esfuerzan por la justicia social, los derechos humanos y el desarrollo social inclusivo, sostenible a través de la promoción de las mejores prácticas sociales de trabajo y la participación en la cooperación internacional.

Extraído íntegramente de:  https://goo.gl/rScmV6

Inmaculada Asensio Fernández

¿Qué estamos haciendo los y las profesionales con el derecho a decidir de las personas?

Libertad

Imagen tomada de:  www.otraspoliticas.com

Comparto un breve fragmento de un artículo titulado “Personas con Trastorno Mental Grave que viven en una residencia de la tercera edad: un visión global”. Recoge una investigación cualitativa para dar a conocer, entre otros, la percepción que tienen las personas con Trastorno Mental Grave (todas menores de 65 años) sobre su calidad de vida en una residencia de mayores. Su lectura nos puede ayudar a reflexionar sobre el principio ético de la autonomía de las personas y su derecho a decidir:

La mayoría de los ingresos de estas personas se hace por parte de los familiares que les tienen a cargo: “yo no lo decidí […] todo eso lo ha llevado mi hermana” (D4) o por orden del médico: “el psiquiatra que me llevaba a mi fue el que me preparó para venir aquí” (D1); “el médico me lo mandó” (D3). Incluso a veces, sin informar a la propia persona o consultarlo con ella. “Me dijeron un día: “vamos que te enseño un sitio” y me dijeron: “¿quieres quedarte aquí?” Yo acababa de bajar del coche y dije sí, pero no sabía ni dónde venía ni conocía esto ni nada (D8).

(Alba Laso, 2016: 9) “Personas con Trastorno Mental Grave (TMG) que viven en una residencia de la tercera edad: un visión global”. Revista Terapia Ocupacional Galicia. ISSN 1885-527X. http://www.revistatog.com/

Orden de 8 de marzo de 2018, por la que se nombra a doña Inmaculada Asensio Fernández Directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía

Consejería de Igualdad y Políticas Sociales

Boletín Oficial de la Junta de Andalucía nº 51, de 14/03/2018

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Inmaculada Asensio Fernández

La Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía, establece que la Consejería competente en materia de servicios sociales desarrollará y aprobará una estrategia que permita introducir los principios éticos en las políticas sociales y en la provisión de los servicios sociales, facilitando un espacio común basado en valores compartidos entre ciudadanía, profesionales y la propia organización, bajo el enfoque de la corresponsabilidad, la cooperación y la confianza entre todas las personas y organizaciones que están implicadas en el desarrollo de los servicios sociales.

El desarrollo de la red de recursos y la capacidad de actuación de los servicios sociales en Andalucía requiere cada vez más del apoyo de una Estrategia de ética que contemple los dilemas éticos relacionados con la práctica profesional en servicios sociales, que además será elaborado con criterios de participación social y profesional. Los compromisos que establezca la Estrategia de ética se trasladarán a todos los campos de acción profesional, incluidos la gestión de los servicios, la intervención social, la formación, la investigación y la innovación en servicios sociales, lo que redundará en la consolidación de un Sistema Público de Servicios Sociales comprometido con la búsqueda de la excelencia.

En el marco del desarrollo de esta Estrategia, se prevé la creación del Comité de Ética de los Servicios Sociales y, junto a organizaciones y colegios profesionales, la elaboración de un código de ética profesional que garantice: la reflexión ética en la práctica de la intervención social, el efectivo ejercicio de los derechos de las personas usuarias y el cumplimiento de los principios rectores del Sistema Público de Servicios Sociales de Andalucía.

Asimismo, y de acuerdo a los principios de la responsabilidad social empresarial, la Consejería competente en materia de servicios sociales promoverá, junto a las personas o entidades proveedoras de servicios sociales, la elaboración de un código ético como mecanismo orientador de sus acciones en los procesos de contratación, compras, almacenes, distribución logística y demás procesos de gestión administrativa.

La Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía viene trabajando en la línea de desarrollar todas las iniciativas necesarias para consolidar e impulsar acciones innovadoras en los servicios sociales. Manifiesta, por tanto, su compromiso con la consolidación de una estructura que garantice una sólida intervención basada en valores, así como a proporcionar los instrumentos y herramientas necesarias para apoyar en los procesos de toma de decisión. Dada la naturaleza y la complejidad de muchas situaciones abordadas desde los servicios sociales, el nivel de incertidumbre respecto a las consecuencias derivadas de las prácticas profesionales exige proporcionar un marco de apoyo que sirva de garantía para llevar a cabo actuaciones éticamente responsables y acordes al reconocimiento y desarrollo de derechos y deberes de las personas.

Este nuevo escenario marcado por la innovación en materia de servicios sociales, plantea la necesidad de proceder a la elaboración de la Estrategia de ética de los servicios sociales, lo que requiere un importante ejercicio de coordinación de profesionales y servicios, por lo que para la dinamización de la diferentes líneas de acción y el impulso de las actuaciones de coordinación, la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales considera necesario que una persona asuma la responsabilidad de la Dirección de la Estrategia, que lleve a cabo los trabajos necesarios para la elaboración, redacción, implantación y evaluación de la Estrategia de ética de los servicios sociales de Andalucía.

Por todo lo expuesto y de conformidad con lo establecido en el Capítulo X de la Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía,

DISPONGO

Primero. Nombrar a doña Inmaculada Asensio Fernández como Directora de la Estrategia de ética de los servicios sociales de Andalucía.

Segundo. La designación no comporta retribuciones específicas, siendo éstas las correspondientes a su puesto de origen. La Directora conservará la vinculación jurídica existente con su institución de procedencia.

Tercero. Las indemnizaciones que procedan a favor de la misma, por desplazamientos que hubiese de realizar por razón de servicio, se liquidarán por su institución de origen con arreglo a la normativa vigente.

Sevilla, 8 de marzo de 2018.

María José Sánchez Rubio

Consejera de Igualdad y Políticas Sociales.

Enlace BOJA: http://www.juntadeandalucia.es/boja/2018/51/7

La ética es un aspecto especialmente importante en el desarrollo de los Servicios Sociales andaluces

La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, asistió este 27 de febrero a un desayuno con los medios, en Almería, para responder a las preguntas de diferentes interventores y responsables de proyectos sociales, y centros de servicios sociales especializados de la provincia.

En este encuentro se habló de la inclusión de las personas con discapacidad en la comunidad, del empleo protegido, de las ayudas derivadas de la atención a las personas en situación de dependencia, de las políticas de envejecimiento activo de la Junta de Andalucía, de la Renta Mínima -como prestación de largo recorrido, etc.

Además, Sánchez Rubio ha aprovechado también para ofrecer unas pinceladas sobre las referencias éticas que se recogen en la Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía, y destacar la importancia conferida a la ética en el desarrollo de unos servicios sociales cercanos y centrados en la persona, así como garantes del respeto a la autodeterminación de cada PERSONA -tal como ha apostillado la consejera.

A continuación se comparte la nota de prensa (2 páginas tomadas de La Voz de Almería):

*Para ver las imágenes, debes entrar directamente en la entrada de blog: www.inmaculadasol.com

Inmaculada Asensio Fernández